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J. sanmartin, j. m. serrano cap 4
1. El subsistema
económico y
la cultura material
en la antigua
Mesopotamia
El subsistema económico de una sociedad es la estrategia integral de los diversos
métodos de subsistencia y procesos de obtención de los bienes con los cuales se ali-
menta y equipa tal sociedad. Este subsistema abarca la llamada cultura material, o
constelación de artefactos producidos por el comportamiento global de la comuni-
dad, y comprende los parárnetros tecnológicos que rigen la producción de tales arte-
factos; el mercado, o intercambio de bienes, es expresión de la dinámica de esta cul-
tura. La cultura material, en este sentido, comprende así mismo los resultados de
las ciencias aplicadas o saberes necesarios para mantener y acrecentar un nivel tal
de bienestar que garantice a largo plazo la cohesión social; en Mesopotamia, el ve-
hículo de estos saberes fue la escritura.
IV. l . EL INTERCAMBIO DE BIENES
El subsistema económico está íntimamente relacionado con el social. En gene-
ral, el entramado económico básico de la sociedad mesopotámica es muy simple.
Los rasgos de la economía mesopotámica mejor conocidos son los que se refieren a
los períodos Paleobabilónico (Renger, 1984: 62 SS.) ['l'VII.1.1.11 y Neobabilónico
(Dandamaev, 1984; Stolper, 1985; Wunsch, 1993) ['l'VIII.1.21, debido a la abun-
dancia de documentación; no obstante, los datos esenciales no variaron gran cosa
durante toda la historia del Próximo Oriente antiguo.
IV.I.1. La economía de subsistencia
La mayor parte de la población subsistía a base de las raciones en especie que
les distribuían las grandes organizaciones -el templo y el palacio- o de los pro-
ductos obtenidos del cultivo de las parcelas, propias o arrendadas en compensa-
ción por los servicios prestados. Junto a estas masas de dependientes hay que
contar con la existencia de campesinos que vivían en aldeas cultivando tierras
privadas o comunales. Todos ellos constituyen la gran masa de xdébilesm o ~ m e z -
quinos* (mufkenii). Es muy difícil computar su incidencia en la economía global,
2. la tipología, muy constante, es de gran ayuda para la datación arqueológica. El alfa-
rero profesional [bahar*;paham(m)]solía trabajar para las grandes organizaciones;
la cerámica de uso corriente se fabricaba en el seno de la familia.
Aparte de estas actividades, los documentos mencionan a los lavanderos [azlag,
aJlaku(m)], curtidores [aSgab,aHuipu(m)],cesteros [ad-kid, atkuppu(m)], carpinte-
ros [nagar, nagüru(m)], etc. Los grupos profesionales, constituidos y organizados
desde finales del IV milenio a.c., siguieron constantes hasta finales del I, tanto en
Mesopotamia con en sus áreas de influencia (Sanmartín, 1995).
En su mayor parte, esas actividades se llevaban a cabo por cuenta del templo,
del palacio o de las oligarquías urbanas. El *Código de Hammurapi~cita la ina-
yoría de estas profesiones y establece las tarifas que habían de pagarse por los tra-
bajos [T Texto 491.
Texto 49:
Si un hombre contrata a un trabajador, pagará por día:
(-1
5 granos (Se) de plata por el jornal de un tejedor; 5 granos de plata por el jornal de
un lavandero; [5]granos de plata por el jornal de un tallador de sellos; [5]granos de
plata por el jornal de un arquero; [5]granos de plata por el jornal de un herrero; 5(!)
granos de plata por el jornal de un carpintero; [5]granos de plata por el jornal de un
curtidor; [5) granos de plata por el jomal de un cestero; 151 granos de plata por el
jornal de un albañil.
(*Código de Hammurapi~, 274; Finet, 1973;Borger, 1985; Roth, 1995)
Ello equivalía a 240 litros (sila,) de cebada al mes: un sueldo enorme compara-
do con el normal de 60 litros [TTabla 81y que, ciertamente, rara vez podría ser abo-
nado por un particular (Renger, 1984: 87).
La mejor introducción general a las infraestructuras ideológicas de que se ali-
mentan el subsistema económico y la cultura material en la antigua Mesopotamia
es la clásica de Landsberger-Von Soden, 1965, que habrá de completarse con
Klíma, 1975, y Oppenheim, 1977, caps. V y VI. Renger, 1984, Stolper, 1985, y
Wunsch, 1993 han publicado estudios modélicos sobre la historia de la economía
y el comercio; para la actividad de los mercaderes, véanse Leernans, 1950, y
Oppenheim, 1967, así como diversos trabajos recogidos en Lipiíiski, 1979, y
Powell, 1987. Para todo lo relacionado con los orígenes, evolución y función de la
escritura cuneiforme, véanse Gelb, 1976, y Walker, 1987; más específicos son
Schmandt-Besserat, 1988, sobre las bula, y Creen-Nissen, 1987, y Nissen-
Damerow-Englund, 1990, sobre los primeros estadios en Uruk. Sobre el papel de la
actividad agropecuaria, el comercio y la producción artesanal pueden verse Klíma,
1964, caps. VIII-X; Von Soden, 1987,caps. VII-IX, y Postgate, 1994, caps. 8-12. La
mejor publicación sobre la agricultura, sus técnicas y su trasfondo ideológico es el
poema original sumerio lmtmcciones de un campesino, publicado y estudiado en
Civil, 1994.