Color
Investigaciones y reflexiones referentes al color, su importancia cromática, luminica, expresiva.El impanto prodicido por el fenomeno cromático a lo larga de la historia del arte.
1. COLOR.
1995
Texto acompañante a una exposición
itinerante tema C O L O R como parte del
proyecto de la Biblioteca Luis Angel Arango
Banco de la Republica en 1994 – 2000 de
artistas invitados a mostrar la colección del
Banco según los temas preferidos.
Color: cultura, luz y pigmento
Hoy más que nunca nos encontramos
rodeados de una serie de estímulos visuales
y auditivos que han llevado al hombre
contemporáneo a redefinir, reorientar y
reclasificar estos estímulos e incluso hasta
evaluarlos. El color no se queda atrás en
esta lista de revelaciones. El color s un
fenómeno que además de ser maravilloso es
intrigante.
La historia del color como dice Melville ha
sido una historia de oscilaciones entre su
reducción como simple ornamento y su
valoración como una verdad radical de la
pintura. “no solo toca estos polos sino que
también tiene que ver con los códigos que se
2. crean en el ámbito cultural alrededor de
género, raza, así como con conceptos de lo
pasivo y activo”.
El color se puede ver y se puede analizar en
distintos contextos culturales y se pueden
sacar conclusiones acerca de su uso, ya sea
de tipo psicológico, sociológico o cultural. Sin
embargo, éste tiene la capacidad de
apresarnos en la superficie misma de las
cosas, en su mera cualidad física,
rechazando cualquier tipo de nominación,
evadiendo cualquier tipo de análisis.
Dentro de algunos círculos artísticos y
culturales el color no es más que el mundo
de la apariencia, la superficie, y por ende
frivolidad. El color desde épocas remotas ha
hecho tomar partido a favor o en contra 1
. Es
el color el que altera la superficie, el que
drea la máscara y maquilla el mundo, el que
resalta rasgos físicos, cubre defectos, o
1
“En el mundo griego se manifiesta más abiertamente el tema de la evaluación y la sospecha sobre la
apariencia de los colores que posteriormente ha sido un filtro permanente en el ojo de la cultura occidental:
los pitagóricos tienen una cuidadosa falta de estima por el color, considerándolo como el aspecto
profundamente extrínseco, epifánico, pero “superposición” y sugestión pura” M. Brusantin, Historia de los
colores, Editorial Paidós, Buenos Aires, 1987, pág. 50.
3. también los puede actuar. ¿Por qué el negro
está cargado de significados negativos
(negro destino o negra vida) y el blanco se
asocia con pureza (blancura infinita o blanca
virgen)? El color rosado para una cultura y
una época personifica feminidad y ligereza,
en otro sitio como la India puede describir un
color local. ¿Por qué una exposición de
pinturas donde predominan los colores fríos
u oscuros es muchas veces descrita como
seria, y en la que predominan colores claros
tiende a verse con frivolidad?. A través de
esta exposición no ofrecemos respuestas a
estas preguntas sino que les ayudaremos a
aumentar las preguntas y reflexiones sobre
ese fenómeno tan maravilloso como es el
color.
Color y cultura
El color es un fenómeno claramente ligado al
medio geográfico y a la cultura. Para efectos
de tradición colorística en cuanto a gama,
podríamos decir que hemos heredado con la
lengua y la religión una serie de juicios y
4. prejuicios de la tradición occidental (judeo
cristiana) con respecto al color.
Es común oír que los pueblos que viven en
latitudes donde el clima es más cálido tiende
a producir colores más vivos y viceversa. Sin
embargo, no podemos negar el famoso
rosado Soacha de la fría altiplanicie
cundiboyacense o las pinturas del pintor
austriaco Hundertwasser nacidas en los
vientos fríos de los Alpes. Éstos son
producidos en regiones frías y no obstante
contienen colores vivos. Hacer
generalizaciones a partir del color puede
hacernos caer en clichés. Un color o una
gama de colores corresponde a un sistema
de signos, a un consenso y una visión del
mundo que por ningún motivo se puede
valorar.
Por consiguiente para hablar de colores es
mejor atenerse a los hechos. A continuación
voy a hacer un recuento de datos que se
encuentran en la vasta literatura que existe
alrededor del color, retomando en muchos
5. casos al profesor Brusantin. De esta manera
podremos tratar de entender cómo el
hombre simboliza e inclusive percibe de
manera muy distinta el color, sin que
podamos crear un sistema rígido de
equivalencias o interpretaciones.
Los hebreos hacían corresponder a las doce
tribus de Israel una piedra de un color
determinado y un don: la sardónice: el rojo y
el coraje; la esmeralda: el verde y el
contraveneno; el topacio: el amarillo y la
dulzura; el rubí: el anaranjado y el color de la
vida; el jaspe: el verde profundo y la
fertilidad, el zafiro: el azul y la pureza, la
amatista: el violáceo y el remedio contra la
tristeza; el ágata: el gris perla y la alegría; el
crisólito: el amarillo oro contra la envidia; el
berilo: el azul y la pacificad, y el ónice: el
rosado y la castidad.
A través de la historia el hombre ha
encontrado y simbolizado muchas de sus
cualidades, añoranzas y temores en un
color. Como dice Brusantin se pasa de
6. sociedades polícromáticas como la barroca a
arcaica a las monocromáticas como la
industrial y medieval, en las cuales cambia
también el sentido del color.
Amarillo, rojo, blanco, negro y azul
La primera y más obvia clasificación que se
hace del color es partiendo de los elementos
de la naturaleza. El sistema de clasificación
es, como se demostrará más adelante,
relativo a la época, cultura, medio, etc. Para
Empédocles todos los elementos de la
naturaleza derivaban de cuatro primeros o
básicos: El amarillo = tierra, negro = aire,
rojo = fuego y blanco = agua. En el tratado
de alquimia de Michael Maier, Atalanta
Fugiens, el buitre solar, el Fénix renacido
nos dice en un pergamino: “Yo soy negro,
albo, citrino y rojo”, resumiendo en estos
colores los elementos que componen
nuestro mundo, los mismos que Empédocles
menciona.
Llama la atención ver como ha variado la
representación de los elementos de la
7. naturaleza según los colores. Hoy día en los
colegios se enseña a colorear el agua azul,
la tierra café – casi negra -, el aire blanco y
el fuego amarillo, distintos modos de
representación a los hechos en aquella
época por los griegos en Sicilia. Nótese
cómo para una perfección moderna haría
falta el azul. Y es poco que se utiliza en la
Grecia clásica, e inclusive en el periodo
romano. Este color fue relegado para los
foráneos, en el circo – quizá lo relacionaban
con los vecinos de oriente donde sí era más
común encontrarlo -. Este hecho contrasta
con el blanco y azul que hoy se encuentran
en la bandera griega. Nietzsche resalta la
exclusión del azul para los griegos del
periodo clásico y nos comenta cómo para
ellos el color verde de las plantas se percibía
como una variación del amarillo, el cual era
asimilado al de la resina amarilla, al de la
miel y al de la piel humana; mientras el azul
a un tono pardo del cabello moreno y al del
mar meridional. Este es un dato curioso si
vemos que hoy día la bandera griega, y en
general dicha nación, se identifican con el
8. azul y el blanco. Levi Strauss en Tristes
trópicos también menciona algo similar al
referirse a ciertas tribus del Brasil, donde no
hay distinción entre estos colores y reciben
la misma denominación. Parece que para el
pensamiento occidental fueron el rojo, el
negro, el amarillo, y el ocre – como el de la
tierra ferrosa que habitaban – los cuatro
colores escogidos para representar y
decorar los monumentos especialmente en
el periodo clásico.
En el periodo romano tardío ya existía una
distinción política entre los que usaban el
rojo y amarillo y los que usaban el azul y el
verde. Este último era considerado como un
color bárbaro, con el que se pintaban y
tatuaban los bretones, cuyas mujeres según
Plinio “andan desnudas con los colores de
los etíopes”.
Poco a poco a medida que pasan los años
se mezclan las naciones y el poder pasa de
mano en mano. El color verde que
antiguamente era propio de los bárbaros se
9. va oficializando en la vida religiosa con la
cristianización de Europa hasta convertirse
el verde el en color de la eucaristía y junto
con el violeta y el azul, en componente
importante en los mosaicos bizantinos y
venecianos. En los últimos años el color
verde se ha constituido en Europa
(inicialmente en Alemania) en le color de un
partido político que lleva el mismo nombre;
es Casio como si volviera a su sitio de origen
inicial.
La combinación verde – turquesa
tradicionalmente ha estado al margen de
occidente y en el seno de la expansión
musulmana. Las cúpulas de esmaltes
turquesa sobre salen en las ciudades
islamizadas de Asia y África, en medio del
agreste desierto aparece un minarete para
contrarrestar lo seco del ocre. El turquesa
aparece inclusive desde el imperio asirio,
donde se aparecía en bellísimas baldosas
cromadas que conforman las puertas de
Babilonia, (hoy hacinadas dentro del blanco
neoclásico del Museo Pergamon en Berlín).
10. En nuestras latitudes aparece bellamente
representado en la pintura mural Maya, en
los frescos de Bonampak. Allí el turquesa
aparece entre la sombra verde del
espesísimo follaje de las selvas de
Palenque. En la pintura contemporánea no
es tan usado, aunque sí aparece en la obra
de Rufino Tamayo y de Vincent Van Gogh.
Aún hoy el turquesa es un color muy poco
usado en la pintura… ¿Rezagos del
clasicismo griego?.
Cuando un pintor precolombino usaba el
color rojo se entendía como representante
del dios de la tierra Xipe Totec y por lo tanto
del cielo oriental con su significación: el alba,
nacimiento juventud y primavera. El rojo es
un color emblemático en la corrida de toros
con referencias a la pasión y muerte. Itten
nos cuenta cómo en la China el amarillo es
el color más luminoso, reservado para el hijo
del cielo y en Estambul de los osmanes el
color amarillo en las zapatillas era privilegio
de la aristocracia. El color blanco usado en
el amordazamiento de los muertos no era
11. símbolo de tristeza sino se usaba como
complemento a la vida eterna.
Color púrpura
Hay un color que inclusive hoy tiene un halo
algo misterioso y solemne: es el púrpura.
Este color, difícil de clasificar, tuvo su origen
entre los fenicios quienes lo extraían de un
caracol marino, que a través de distintos
procesos y de la exposición al aire marino
producían el púrpura. Solamente hasta
principios de este siglo se produce el
púrpura como tintura industrial. Meier en su
tratado de alquimia, Atalanta Fugiens,
termina con la siguiente aclaración a su
emblema: “El dragón tintorero y el mercurio
primitivo nos dan una tintura de sangre
perfecta”. “Este bello y perfecto color
purpúreo el bello color de la adormidera
silvestre, el color Tiriano reluciente y
resplandeciente que es incapaz de cambio y
alteración sobre el cual ni el mismo cielo ni
su zodiaco pueden ya tener dominio ni
poder”.
12. El color officialis del púrpura se convertirá en
el color principales del Imperio romano hasta
convertirse en privilegio de los emperadores
tanto en su uso como en su distribución. La
producción del púrpura imperial se
perpetuará con un toque de rojo sangre en el
púrpura del imperio Bizantino y sobrevivirá
en las altas jerarquías de la iglesia católica
así como en los bellos vitrales románticos y
góticos.
Color: luz y pigmento
Para Johanner Itten los problemas de color
pueden ser examinados desde distintos
aspectos. El físico estudia la naturaleza de
las distintas vibraciones de energía
electromagnética y de las partículas
involucradas en el fenómeno de la luz,
investiga la mezcla de la luz, el espectro de
los componentes, la longitud de onda, la
frecuencia y se encarga de la medición y
clasificación del color. El químico investiga la
estructura molecular de tintas, pigmentos,
vehículos y disolventes.
13. El psicólogo se interesa en la influencia que
tiene el color sobre nuestra mente y espíritu.
El simbolismo del color y la percepción
subjetiva, así como la discriminación de los
colores son problemas psicológicos
importantes. Efectos expresivos del color
tienen que ver con las investigaciones del
psicólogo. Para el artista el color es
importante desde el punto de vista estético y
requiere tanto de la información fisiológica
como de la psicológica. El descubrimiento de
relaciones mediadas por el ojo entre el
cerebro y el color es el interés principal del
artista. Fenómenos visuales, mentales y
espirituales son elementos que se
interrelacionan en el amplio rango del color.
Para Itten los efectos de contraste y su
clasificación son un buen punto de partida en
el estudio del color. Los problemas de
percepción condicionada subjetivamente son
temas que conciernen al artista, arquitecto y
diseñador comercial. La estética del color
podrá ser aproximada según los siguientes
14. parámetros: impresión: visual, expresión:
emocional o construcción: simbolismo.
Para Newton el color esta compuesto por
ondas de energía electromagnética. Si se
toma un prisma y se pone a contraluz nos
dará los colores del arco iris, todos menos el
púrpura. La mezcla de todos los colores da
blanco, si miramos a través de un prisma.
Los colores primarios son el amarillo, el azul
y el rojo, dado que no se pueden
descomponer en más elementos. Los
secundarios son el verde (de la combinación
del amarillo y el azul) el naranja (de la
combinación del amarillo y el rojo) y el
violeta (de la combinación del rojo y el azul).
Los terciarios son la mezcla de los
secundarios, creando una gama más amplia.
Si aislamos un color del espectro, por
ejemplo el verde, veremos que la mezcla de
todos los demás colores será rojo: este es el
color complementario. Lo mismo pasa con el
amarillo, si lo aislamos del espectro la suma
de los restantes colores serán el violeta.
15. Las ondas que componen el color no tienen
color. Este se produce en nuestras mentes
por medio de la retina del ojo. Si un vaso es
rojo es porque su superficie absorbe las
ondas correspondientes a todos los colores,
excepto el rojo que refleja. El ojo adquiere
una percepción particular a través de la
comparación y del contraste. El valor de un
color depende de su cromatismo frente a
otros colores acromáticos como son el
blanco, el gris y el negro. La percepción del
color es una realidad psicofisiológica del
color es lo que se llama efecto. Un cuadrado
blanco sobre un fondo negro se ve más
grande que el mismo cuadrado, pero negro,
sobre un fondo blanco.
Cito a Itten pues es de los artistas y
pedagogos que más han investigado sobre
color reuniendo tanto los estudios de Goethe
cono de Cheuvralt y a su vez es el que
resume la teoría del color de manera más
didáctica. Para este investigador de la
primera mitad del siglo XX existen siete
16. contrastes: el complementario, el de
pigmento, el claroscuro, el simultáneo, el de
extensión, de saturación y el cálido – frió.
Voy a referirme a los que considero más
notorios en una traducción libre de su texto
sobre color.
Contraste de pigmento
Es el más simple y fuerte de los contrastes.
Se trata de tomar los colres en su más alto
grado de pureza y brillo. La intensidad del
contraste disminuye en la medida que se
aleja de los tres primarios. Cuando estos
colores se encuentran separados por el
negro, su carácter se hace notar de forma
más intensa; sin embargo, su interacción e
influencia mutuas se suprimen hasta cierto
punto. El contraste se observa por lo general
en mosaicos, telas, vitrales, en la pintura
geométrica y en el arte pop, se asocia
generalmente como pintura en planos.
Con el contraste se enfatiza un color en
especial y se le da un valor expresivo. En
estos casos la connotación social del color
17. toma un puesto más importante que la
descripción realista del objeto como tal. Se
asocia al llamado arte primitivo y ornamental,
ya que se crea más como una semántica
donde cada color se dispone en un plano
específico al lado de otro conformando una
estructura “topográfica”. Tienen que ver con
el emblema y con una lectura escueta y / o
simbólica de lo que significa el color. En
cuadros de Beatriz González, María de la
Paz Jaramillo y Hernando del Villar se puede
apreciar el alto grado de brillo y en las obras
de Carlos Granada y Fernando Botero una
menor saturación del color.
Contraste claroscuro
Este contraste tiene que ver con los dos
polos tan significativos en nuestra existencia
como son el día y la noche, la luz y la
oscuridad. El terciopelo negro es quizá lo
más oscuro que encontramos. Sólo hay un
blanco y un negro pero entre estos dos hay
un sin fin de tonalidades de grises. Esta
gama depende de la sensibilidad del ojo y la
habilidad del observador para distinguirlos.
18. Una superficie homogénea de gris puede
activarse con sólo una pequeña degradación
de grises. Cualquier color puede darle al gris
un efecto de su complementario al colocarlo
al lado. Este color tiene la capacidad de
atenuar cualquier violencia de tono que se
ponga a su lado absorbiéndola y tomando
vida propia. El claroscuro se explota mucho
en las artes gráficas como en el grabado y
también en la pintura especialmente del
periodo barroco. En esa época (acompañada
de las ideas de la Ilustración o Iluminación)
se presentaba la luz como una alegoría al
conocimiento. El efecto del claroscuro pasó
de enaltecer una figura salida de los confines
de la oscuridad (Rembrandt), o una escena
(Caravaggio) para delatar un acontecimiento
terrible (Goya). Las posibilidades del
claroscuro cromático se pueden apreciar
también en pinturas abstractas de Juan
Antonio Roda, Alejandro Obregón o Antonio
Grass, donde la luminosidad propia de cada
color determina el grado de oscuridad en el
cuadro. No es lo mismo oscurecer un
19. amarillo (que es el color con más luz) que un
violeta (que es el más oscuro). Cuando un
amarillo saturado es el principal, la
composición tendrá un carácter “iluminado”
mientras que si se pinta un cuadro rojo o
violeta en su grado puro, para que dé su
fuerza de carácter tendrá que ser oscuro el
resultado. Ejemplos de claroscuro
monocromático son la pintura colonial, Luís
Caballero, Fernando de Szyszlo y los
paisajes de Fídolo González Camargo.
Contraste calido- frió
Puede sonar extraño que el color implique
necesariamente una temperatura, pero
experimentos lo han comprobado. Se reunió
un grupo de personas en una habitación
donde predominaba el verde azuloso, y
luego en una pintada de rojo naranja. En la
primera habitación al irse bajando la
temperatura ambiente sintieron frió más
pronto que en la pintada de rojo naranja.
Parece que el verde azuloso desacelera la
circulación mientras que el rojo naranja la
acelera. Por lo general, los colores amarillo,
20. naranja y rojo son considerados como
calientes y los azul, verde y violeta como
fríos.
El contraste de frío y cálido contiene
elementos que insinúan cercanía y lejanía.
En un paisaje los elementos más distantes
parecen más fríos por la profundidad de la
atmósfera. El contraste frío – cálido nos hace
pensar también en sombra – luz,
transparente – opaco, sedativo –
estimulante, raro – denso, aire – tierra,
lejano – cercano, liviano – pesado, mojado –
seco.
De todos los contrastes este es el más
sonoro, Grunewald lo usó en su retablo de
Issemheim, y los impresionistas lo usaron
también al describir las sombras del follaje,
la luz sobre los campos cálidos, las
refracciones del color en las nubes y la
niebla. En los vitrales de la catedral de
Chartres se ve el uso simbólico del rojo
cálido y el azul frío. Esta experiencia visual
es una invitación directa a elevar el espíritu.
21. Estos colores se ven violeta y
simbólicamente puestos en cuadros de
Alejandro Obregón y Antonio Grass.
Contraste de saturación
Un color puro puede ser diluido con blanco.
Este lo vuelve más frío. El rojo carmín tendrá
un tono azuloso, el violeta pasará de tener
un efecto amenazante a algo todo lo
contrario en el lila. Un color mezclado con
negro perderá su luminosidad. Al mezclar un
color con grises se obtienen tonos menos
brillantes y menos intensos que el original.
Ejemplo se encuentra en la obra de Jaime
Paúl Klee y en nuestro país en la obra de
Jaime Franco y Darío Jiménez.
Contraste de extensión
El contraste de extensión tiene que ver con
el área relativa de dos o más colores. Los
colores pueden ser ensamblados en
cualquier proporción, pero si se quiere que
ninguno sobresalga sobre el otro tendrá que
hacerse siguiendo la intensidad de los
valores. Para esto comparamos los colores
22. contra un fondo de gris de brillo mediano.
Goethe dio valoraciones a los colores de
acuerdo a un radio:
AMARILLO 9 / NARANJA 8 / ROJO 6 /
VIOLETA 3 / AZUL 4 / VERDE 6
Estos radios son válidos mientras los colores
compartan la misma pureza. Si el contraste
de extensión es muy ostensible, el color que
representa la menor área –quizá por alguna
ley de la compensación en la naturaleza-
resaltará más que si estuviera en una
composición armónica, claro que depende
de los demás factores de brillo, saturación,
etc. Una superficie amarilla no se verá igual
junto a tonos claros que junto a tonos
sombreados u oscuros. Se necesita menos
amarillo que proyecte su brillo al lado de los
tonos oscuros. Un ejemplo es la obra de
Alberto Gutiérrez.
Contraste simultáneo
23. Este contraste esta relacionado con el
fenómeno físico y fisiológico en el que un
color primario evoca en al mente el
comportamiento. Si miramos una superficie
amarilla durante mucho tiempo y cerramos
los ojos veremos una mancha violeta. Lo
mismo ocurre con el naranja y el azul, el rojo
y el verde. Los colores neutros como el gris,
tomarán la tonalidad del complementario que
se pone al lado. Un ejemplo de esto es el
cuadro de Jorge Madriñán.
El color es un tema que da para un
sinnúmero de especulaciones y reflexiones.
Sin querer caer en esquematismos podemos
afirmar que el color es un fenómeno tan
físico y palpable, como lo es conceptual y
simbólico.
Si bien sabemos que su máximo grado de
pureza se da en la refracción de la luz
blanca, cuando lo buscamos en el pigmento
caemos en un terreno más relativo y difícil
de medir. ¿Cuál es el amarillo puro? Goethe
hizo una tabla – digamos arbitraria – de
24. valoración de los colores, que aunque válida
no deja de caer en el terreno de lo
especulativo (tan propio del romanticismo al
querer racionalmente aprehender lo
irracional).
Ludwig Wittgenstein se acerca al mundo del
color intrigado por esa dificultad de medir y
clasificar ese fenómeno tan cerca de nuestra
fisiología, al mundo de la física, de los
sentidos, pero tan difícilmente aprehensible
en su conceptualización. Y es en este campo
en el que el color se vuelve interesante, es
como tener algo aparentemente muy objetivo
escurrirse de las manos de la
conceptualización y comprobación científica.
Y es ahí donde el elemento intuitivo – tan
vago como puede sonar – toma un carácter
predominante. Uno no tiene una intuición
sino que toma una decisión, y con el color
esto será un acto obligatorio. El color se
presta para un sinnúmero de clasificaciones
semánticas que podrán conformar un
lenguaje coherente respondiendo a
determinadas reglas, pero igual se puede
25. usar para comprobar lo contrario, en
determinadas circunstancias.
Los impresionistas fueron los más
interesados en dar una explicación científica
al fenómeno del color, de acuerdo a la luz,
pero rápidamente y no por casualidad, ante
los nuevos descubrimientos
científicos(donde se comprobaba que no
siempre a través de la observación y
medición se explicaban los fenómenos de la
física) el color fue tomando visos
impredecibles, desde la violencia psicológica
de los fauces y luego de los expresionistas,
los ejercicios preceptúales de Albers e Itten
hasta las proclamaciones metafísicas de los
suprematistas.
Hoy en día el mundo del color es analizado
por la nueva ciencia, las nuevas terapias
psiquiátricas, el esoterismo, la publicidad o
por los políticos. Cada uno le crea una nueva
lectura como la banal (pero significativa)
denominación de colores “lobos”, “kitsch”,
“industriales”, “chillones”, o hacen análisis de
26. la policromía de acuerdo a los medios
culturales. Pero lo único certero es el
asombro que nos produce mirar un color en
la superficie de una roca, un alga, o en el
cielo, y es ahí en ese silencio que nos
devuelve, cuando mejor podremos
aprehender ese fenómeno que llamamos
color.