2. LAS MERCEDARIAS DE BERRIZ en LIKASI
(RDC)
En 1964 llegó a Likasi la primera comunidad de MMBB en el entonces Zaire. Hace
un par de años decidieron pedir a miembros de la localidad su opinión de cómo
eran vistas desde “fuera” y el trabajo que realizaban. Nos hemos atrevido a
entresacar algunos párrafos de las respuestas recibidas, y éste es el resultado:
“Su sinceridad a la hora de abordar los problemas y su alegría ayudan a conocer
mejor la realidad”.
“Lo que más admiro en ellas es el sentido de la justicia, su sensibilidad ante los
abusos que sufren en la vida de cada día, tanto de la autoridad escolar, como de las
determinaciones de la jerarquía local a la hora de pedir, casi exigir, su colaboración
en el mantenimiento de una iglesia que parece prepotente, en la que aparentemente
al menos no se ve que está al servicio de los más necesitados, aunque a nivel
nacional ha tomado unas decisiones valientes contra el gobierno en defensa de los
derechos de los ciudadanos”.
“La sensibilidad que muestran ante los grupos desfavorecidos de la sociedad: mujer,
locas o desequilibradas, niñas abandonadas, niños huérfanos o que han preferido
vivir en la calle para evitar el maltrato al que estaban sometidos, proporcionándoles
comida y socorriéndoles en sus estudios”.
“No se les puede pedir más, si no animarlas a que continúen en su empeño a pesar
de la mala situación del momento para que sean conscientes de que realizan una
gran labor en beneficio de un pueblo que desea lo mejor para sus hijas”.
“La cercanía con los más despreciados la mostraron hace unos años cuando aún
estaban en Lubudi y los enfrentamientos tribales habían conseguido que parte de la
población abandonara su trabajo y sus lugares de residencia por que eran
considerados enemigos y se vieron obligados a volver a sus provincias de origen.
Entonces, las mercedarias acudían a la estación del tren, cuando conocían su llegada,
para atender a los enfermos, asistir a los más hambrientos, y enterrar a los que
habían fallecido en el corto trayecto que separa Likasi de Lubudi”.
3. “En un país destrozado como es el nuestro todo son necesidades: La enseñanza, la
salud, la justicia, la agricultura, etc. Pero sus fuerzas, como la de todos nosotros, son
limitadas y cada uno procura responder a las necesidades de la sociedad en algunos
aspectos, en aquellos para lo que ha sido mejor formado, como en este caso es la
enseñanza, manteniendo activo un colegio considerado como uno de los mejores de
Likasi, dedicándose en cuerpo y alma a la formación de las futuras amas de casa,
madres, con las que intenta crear un nuevo espíritu para mejorar la situación de la
sociedad”.
“Gracias a su testimonio y enseñanza han salido vocaciones religiosas, algunas de las
cuales han ingresado en la misma congregación que impartió su enseñanza”.
“Damos gracias a Dios por su presencia en esta tierra, por su siempre “puerta
abierta”, por su cercanía ante los más débiles, por su dedicación en la enseñanza, por
llevar la cruz de cada día con la mayor naturalidad, por la alegría que siempre se
encuentra en su comunidad”.
FALLECIMIENTO DE APOLLINAIRE
Apollinaire Mufunga representante de los
profesores en Mufunga, hombre responsable, serio
y trabajador que siempre colaboró con todo
aquello que pudiera favorecer el desarrollo de
Mufunga. Por eso hasta el final de sus días ha sido
miembro fiel de la Asociación Les Amis de
Mufunga. Falleció el 8 de febrero. Descanse en paz.
JAMBO SANA BABA LUCIANO
La muerte es una vivencia, no un concepto. Cuando se van yendo los tuyos es cuando esa
realidad se va incorporando a tu carne.
AKSANTI SANA LUCIANO, porque formaste parte de mi vida en los tres años de mi estancia
en el Congo, dándome serenidad, tranquilidad en mis primeros pasos, en aprender el Kiswahili,
cómo tratar o relacionarme con la gente…
Con tu risa socarrona quitabas tensión en cualquier dificultad.
Espero que ahora también, en esos primeros pasos en la eternidad estés tú cuando yo vaya a
acompañarte.
KWAA KUONANA LUCIANO
Fermín Gorostiaga
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6. El origen del “Pendrive”
Quizá nuestra imponente sociedad de la información termine, dentro de no muchos años,
convirtiéndose en una especie de agujero negro para los historiadores, incapaces de
acceder a nuestras memorias digitales, intentando recuperar el recuerdo de nuestro
tiempo solo a través de los periódicos, revistas y libros impresos que les hayan llegado por
entonces. Por eso llama la atención unos artilugios realmente singulares que no tienen el
problema de que la información que contienen vaya a borrarse por degradación de sus
circuitos…
La necesidad de conservar información ha sido siempre consustancial a la vida humana.
Desde tiempos remotos se han transmitido narraciones de forma oral, confiando en que
mensajes vitales para las culturas antiguas se podían legar entre generaciones. En esos
casos se solía ser muy estricto a la hora de mantener la integridad del mensaje pero, ya
se sabe, por muy refinada que sea la técnica, la mente humana termina por introducir
modificaciones en ese tipo de narraciones. Por eso, también desde muy antigua, muchas
culturas del mundo han intentado legar a sus descendientes mensajes importantes en
forma de soportes materiales que pudieran ser leídos sin el problema que una narración
oral pudiera conllevar. Así, tenemos por doquier representaciones en piedra, desde las
atractivas iconografías pétreas de la iglesia románicas hasta las enigmáticas marcas de
los jeoglifos como los de Nazca. Curiosamente, en mucho de esos caso se ha perdido
todo, o gran parte, de la intención o y el mensaje originales. Por lo que el esfuerzo para
transmitir la información ha terminado por convertirse en enigma.
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7. Los Lukasa
Y aquí es donde entran los Lukasa, o “manos largas”, unos objetos que a primera vista
parecen algo meramente decorativo pero que, salvando las lógicas distancias, hacían las
veces de contenedores de información al modo de nuestras memorias USB. Se los
menciona como típicos de cierto arte africano del siglo XIX, pero según los especialistas
serán mucho más antiguos. Los Lukasa vendrían a ser archivos de información “secreta”
que sólo podrían ser leídos por sabios conocidos como los “hombres de la memoria”. Son
objetos propios de ciertas sociedades secretas de los Luba, pueblo Bantú que habita en el
sudeste de la República Democrática del Congo.
Según Thomas Q. Reef, especialista en la historia de los Luba “…son un dispositivo de
memoria esotérica que fue creado, manipulado y protegido por los Bambudye, una
sociedad secreta de los Luba. Aunque no puede compararse por razones estéticas con el
arte político y religioso Luba, como los taburetes y bastones reales, las estatuas de
deidades y héroes de la cultura y las máscaras religiosas, era una parte integral del
inventario de artefactos tallados que servían a las necesidades del sistema político y
religioso.
Ciertamente, como menciona Reef, ha sido algo casi milagroso que estos dispositivos
primitivos de memoria hayan llegados hasta nosotros. Al tratarse de algo secreto, solo
accesible a unos pocos iniciados, además de cómo elementos de poder, bien podía
haberse perdido en la niebla del tiempo y ser tomados como simples objetos artísticos.
Existen diversos tipos de Lukasa, pero todos ellos sirvieron como soporte para narrar
historias, como elementos nemotécnicos, puede que incluso contarles y, también, como
mapas. Para interpretarlos, los sabios debían realizar diversos movimientos e identificar
las formas en las que estaban colocados, mayormente constituidos como tableros de
madera con formas ahusadas o que recuerdan a relojes de arena, los Lukasa están
repletos de elementos como fragmentos de metal, crista, conchas, cuentas de piedra,
marcas en la madera y símbolos de muy diverso tipo. Son, sin duda, unos de los soportes
de memoria más complejos del mundo anterior a nuestra época tecnológica.
8. Noticias
Con el cierre del mes de enero se envió a Hacienda la relación de donantes y cantidades
para que aplicara la desgravación correspondiente (30%) en las Declaraciones de la
Renta de cada uno. Antes del plazo de la Declaración os enviaremos el correspondiente
escrito para que lo tengáis en cuenta a la hora de realizarla.
En este año que hemos cerrado, tan difícil para todos en todos los aspectos, no se os
escapa las dificultades económicas por las que estamos pasando (falta de conciertos
solidarios, ingresos por artesanía, comidas solidarias…), coincidiendo además con la
Campaña de la Azada que habíamos iniciado a finales de 2019. Pero gracias a vuestro
apoyo, y a algunas reservas de la Fundación, hemos podido hacer frente a todos los
Proyectos y envíos que mantenemos con Mufunga y el resto de las Misiones de la R. D.
del Congo (Katanga, Panda-Likasi, Bunkeya, y Lubumbashi).
Sin vosotros este sueño/realidad no sería posible.
ESKERRIK ASKO! ¡MUCHAS GRACIAS! TWASANTA!