2. Se trata de una enfermedad caracterizada por
sangrados en encías, articulaciones y uñas, en
la que es frecuente el cansancio, irritabilidad y
pérdida de apetito. Se debe a la carencia de
vitamina C o ácido ascórbico, sustancia que
permite que el organismo produzca colágeno.
3. El colágeno es para el cuerpo humano lo
mismo que las estructuras de hierro son para el
cemento. Sin él, la piel se cae, los vasos
sanguíneos pierden fuerza y gotean, y los
huesos y tejidos conjuntivos (cartílagos) se
debilitan. Aunque hoy día está casi erradicada,
esta enfermedad fue característica de los
marineros que realizaban largas travesías sin
consumir cítricos ni verduras frescas.
4. Falta de frutas y vegetales frescos en la dieta
diaria.
La deficiencia en el consumo de vitamina C,
fundamental para mantener las estructuras del
organismo y la recuperación de los tejidos después
de una quemadura o alguna cirugía, puede
desencadenar la enfermedad.
De modo contrario, si el organismo se acostumbra
a recibirlo en grandes cantidades y después se
interrumpe la dosis, puede originarse un “rebote”
de la enfermedad.
Abuso en el consumo de alcohol.
Periodos de nerviosismo o estrés
5. En niños, los síntomas iniciales son
irritabilidad, dolor al moverse, pérdida de
apetito y dificultad para ganar peso.
También en los infantes, pero en una etapa más
desarrollada, los huesos se hacen finos y
quebradizos, y las articulaciones pueden
sobresalir o verse prominentes. Son típicas las
hemorragias alrededor de los dientes y debajo
del tejido que cubre los huesos (periostio),
creando moretones.
6. En adultos se producen hemorragias por
debajo de la piel, especialmente alrededor de
los folículos pilosos (pelo), debajo de las uñas
de los dedos de las manos, alrededor de las
encías y en el interior de las articulaciones.
La persona se siente cansada, deprimida y
débil. La presión arterial y la frecuencia
cardiaca varían constantemente.
Hay casos en los que pueden caerse los dientes
del enfermo.
Otro signo notable es la mala cicatrización de
heridas.
7.
8.
9.
10. Es importante conocer los hábitos alimenticios del
paciente.
Mediante la observación de los primeros síntomas,
es decir, fatiga, sangrado en las encías y moretones
en la piel.
En ocasiones, los dolores en articulaciones se
confunden con artritis, y los sangrados en las
encías con gingivitis. Por ello, se requiere un
análisis de sangre para detectar los niveles de
vitamina C.
Conocer si el paciente ha consumido ácido
ascórbico en altas cantidades.
11. Llevar una dieta balanceada, que incluya el
consumo de alimentos ricos en vitamina C o ácido
ascórbico, como son los cítricos (naranja, limón,
lima, toronja, mandarina), frutas en general (fresa,
melón, piña, plátano) y las verduras y hortalizas
crudas (tomates, papas, pimientos, col, etc.).
El embarazo y la etapa de lactancia incrementan la
demanda de vitamina C, por lo que es importante
incluir frutas o complementos alimenticios en la
dieta, asimismo, cuando una persona se recupera
de quemaduras o una intervención quirúrgica.
12. la vitamina C no debe consumirse en exceso.
Evitar o moderar el consumo de alcohol.
Controlar el nerviosismo y estrés; puede
recurrirse a tranquilizantes de origen natural e
infusiones de hierbas.
13. Se recomienda el consumo de vitamina C a través
de los alimentos, lo cual puede enriquecerse con
suplementos vitamínicos, complementos
alimenticios, así como algunas soluciones y
comprimidos (antigripales).
No consumir alcohol.
Para aliviar el cansancio se sugiere recurrir a
productos que contengan ginseng.
Una vez recuperado el paciente, no debe consumir
vitamina C en grandes cantidades, pues la
interrupción repentina de dosis elevadas puede
provocar la reaparición de la enfermedad.
14.
15. Es un trastorno causado principalmente por la
falta de vitamina D, calcio o fósforo que lleva a
que se presente reblandecimiento y
debilitamiento de los huesos
16. La vitamina D ayuda al cuerpo a controlar
apropiadamente los niveles de calcio y fósforo
en el cuerpo. Cuando el cuerpo carece de esta
vitamina, es incapaz de controlar
adecuadamente los niveles de estos minerales.
Si los niveles sanguíneos de esos minerales
disminuyen demasiado, el cuerpo puede
producir otras hormonas corporales para
estimular la liberación de calcio y fósforo de los
huesos, lo cual lleva a que se presenten huesos
débiles y blandos.
17. La vitamina D puede ser absorbida de los
alimentos o puede ser producida por la piel
cuando ésta se expone a la luz solar. La falta de
producción de vitamina D por parte de la piel
puede ocurrir si la persona está confinada en
espacios interiores, trabaja en lugares cerrados
durante las horas de luz o vive en climas con
poca exposición a la luz del sol.
18. La deficiencia de vitamina D en la dieta puede
ocasionalmente observarse en personas
vegetarianas, personas que no beben productos
lácteos o aquellas que presentan intolerancia a
la lactosa (aquellos que tienen problemas para
digerir productos lácteos). Los bebés
alimentados exclusivamente con leche materna
también pueden desarrollar deficiencia de
vitamina D, ya que esta leche no suministra la
cantidad apropiada de dicha vitamina
19. Esto puede ser un problema particular para los
niños de piel más oscura en los meses de
invierno, cuando hay niveles de luz solar más
bajos.
Los genes de una persona pueden incrementar
el riesgo de padecer raquitismo. El raquitismo
hereditario es una forma de la enfermedad que
se transmite a través de las familias y ocurre
cuando los riñones son incapaces de retener el
fósforo. El raquitismo puede ser causado
también por trastornos renales que involucran
acidosis tubular renal.
20. Dolor o sensibilidad ósea
brazos
piernas
columna
pelvis
Aumento de la tendencia a
las fracturas óseas
Deformidades dentales
retraso en la formación de
los dientes
defectos en la estructura de
los dientes, perforaciones
en el esmalte
Deformidades esqueléticas
piernas arqueadas
proyección del esternón
hacia adelante (pecho de
paloma)
protuberancias en la
parrilla costal (rosario
costal)
cráneo asimétrico o de
forma extraña
deformidades de la
columna (curvas de la
columna anormales,
incluyendo escoliosis o
cifosis)
deformidades pélvicas
21.
22. Un examen físico revela sensibilidad o dolor en los
huesos, más que en articulaciones o músculos.
Los siguientes exámenes pueden ayudar a
diagnosticar el raquitismo:
Exámenes de sangre ( calcio sérico) que muestran
bajos niveles de calcio.
tetania (espasmos musculares prolongados) que se puede
presentar si los niveles séricos de calcio están bajos
signo de Chvostek que puede ser positivo (se presenta un
espasmo de los músculos faciales cuando se palpa el
nervio facial), lo que indica niveles bajos de calcio sérico
El fósforo sérico puede estar bajo.
23. La fosfatasa alcalina sérica puede estar alta.
La gasometría arterial puede revelar acidosis
metabólica.
Las radiografías de los huesos pueden mostrar
pérdida del calcio de los huesos o cambios en la
forma o estructura de éstos.
Una biopsia de hueso se realiza con poca
frecuencia, pero confirmará la presencia de
raquitismo.
24. El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas y corregir
la causa de esta afección. Se debe tratar la causa subyacente
para prevenir su reaparición.
Con el reemplazo de la deficiencia de calcio, fósforo o
vitamina D, se eliminan la mayoría de los síntomas del
raquitismo. Las fuentes dietéticas de vitamina D incluyen:
pescado, hígado y leche procesada. Se recomienda la
exposición a cantidades moderadas de luz solar. El
tratamiento del raquitismo causado por anomalías
metabólicas puede requerir una prescripción especial para
vitamina D.
Una buena postura y la utilización de aparatos ortopédicos
ayudan a reducir o prevenir las deformidades. Además,
puede ser necesaria la corrección quirúrgica de algunas
deformidades esqueléticas.
25. INTRODUCCION A LA PEDIATRIA
(JUAN GAMES ETERNOD)
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency
http://www.saludymedicinas.com.mx/nota.asp?id=9