Suiza tiene una geografía compleja con montañas, valles y mesetas que determinan un clima variado. La agricultura es tradicional pero las pequeñas granjas tienen dificultades. Los suizos reciclan muchos de sus desechos, hasta el 95% del vidrio y el 90% de las latas de aluminio, para proteger el medio ambiente.
2. Clima
Pese a su pequeño tamaño, Suiza tiene una geografía compleja, con montañas,
cuencas, valles y mesetas. Estas características determinan las condiciones
meteorológicas, que son variadas y cambiantes.
Las temperaturas en Suiza dependen, en gran parte, del nivel de altitud y de si nos
encontramos al norte o al sur de los Alpes. En las regiones meridionales, debido a
la influencia del Mediterráneo, los inviernos son menos fríos que en el norte de
Suiza.
Una parte del Valais puede tener niebla y lluvia y el otro estar soleado y templado.
Los vientos de componente sur, llamados Föhn, suelen traer consigo aire seco
cálido que puede causar el deshielo rápido de la nieve (y dolores de cabeza en
muchas personas).
El viento frío de noreste, denominado Bise, puede dar lugar a cielos azules y
temperaturas glaciales en invierno.
Geografía
Suiza es el estado alpino por excelencia, comparte frontera con Italia, Francia,
Alemania, Austria y Liechtentein. Los elevados mazizos de los alpes centrales
ocupan el 60 % del territorio y junto a los Montes del Jura enmarcan la llanura
central, donde se concentran las grandes poblaciones suizas.
Geográficamente puede dividirse en tres grandes áreas: los Alpes; las altiplanicies,
que suponen casi un 40% y el Jura. Entre los Alpes y el Jura se extiende un territorio
de colinas y altiplanos que concentra la mayoría de los 200 lagos suizos.
En esta zona se encuentra el lago Leman, el de los Cuatro Cantones y el de Zurich.
Los restantes lagos se encuentran, por orden de importancia, en la zona italiana, en
el Ticino, y lo forman el lago Mayor y el de Lugano. Los valles más importantes
están esculpidos por los cursos de los ríos Ródano, Rhin y Aar.
El paisaje suizo es, en líneas generales, realmente espectacular, tanto por sus valles
y montañas como por las cascadas que forman las nieves en su deshielo. El color
dominante en todo el territorio es el verde de la vegetación y el blanco de la nieve.
Alrededor del 5% de la superficie del país está cubierta de glaciares y las nieves
perennes se sitúan en torno a los 3.300 metros. La vegetación del país es tributaria
3. del clima y el suelo, por ello, hasta los 1.500 metros de altitud dominan los bosques
de coníferas. A partir de los 2.200 metros los árboles dejan paso a los pastos y, a
partir de los 3.000 metros, desaparece la vegetación y surge el reino mineral.
Agricultura
Suiza es un país tradicionalmente agrícola. Los granjeros helvéticos alimentaron a
todo el país cuando Suiza se vio aislada en la Segunda Guerra Mundial debido a su
neutralidad.
Las pequeñas explotaciones tienen cada vez más dificultades para sobrevivir.
Frecuentemente los agricultores dependen de otros ingresos adicionales.
En 2009 la producción agrícola alcanzó un volumen de 10.700 millones de francos.
La superficie de cultivo ronda el millón de hectáreas. Tres cuartas partes de los
suelos de cultivo suizos son prados y pastizales, los cereales y los vegetales se
cultivan en las tierras bajas. Casi un tercio de las granjas se dedica a la producción
de cosechas.
Para más información visite la página de la Oficina Federal de Agricultura. Consulte
también el Informe sobre la Agricultura en Suiza, publicado en 2009.
Estilo de vida tradicional
En los Alpes existe un modo de vida tradicional basado en el cuidado de la
ganadería. Tal actividad implica una especie de desplazamiento vertical entre los
pastizales de montaña y los valles de abajo.
Además de cultivar la tierra, los agricultores suelen tener vacas, ovejas y cabras que
durante el invierno viven en los valles y en verano son llevadas al denominado
“Alp”, es decir al pastoreo en las altitudes, que dura de junio a septiembre.
Los pastores ascienden con los animales hasta los pastizales alpinos, donde pasan
el verano viviendo en rústicos chalés, cuidando del rebaño y haciendo queso. Es
una costumbre que todavía se practica, aun cuando el automóvil y el teléfono
móvil han reducido considerablemente el aislamiento de los solitarios pastores.
Aunque los granjeros suizos han sido siempre famosos por sus productos lácteos,
una temprana industrialización dio lugar al comienzo del procesamiento de los
alimentos. En realidad, los queseros pueden figurar entre los primeros
procesadores de alimentos.
4. Fauna
Por lo que respecta a la fauna en Suiza, hay que tener en cuenta la intensa presión
antrópica sobre el territorio, que ha forzado a la fauna salvaje a abandonar las
zonas más bajas del país para refugiarse en las zonas de montaña.
Entre los animales emblemáticos de la fauna suiza, hay que destacar el rebeco, que
ocupa todas las zonas montañosas del país.
En la zona del cantón de los Grisones podemos encontrar osos pardos, lobos,
venados, cabras alpinas (un endemismo de los Alpes), corzos, marmotas, gangas
(otro endemismo) o urogallos, sin olvidar los más comunes, como diversos tipos de
águilas, falcónidos, buitres, tejones, zorros, garduñas, comadrejas o nutrias.
Por lo que respecta a lagos y ríos, junto a especies comunes como carpas (especie
introducida modernamente), percas o truchas, existen otras varias que constituyen
endemismos, a veces exclusivos de cada uno de los lagos en que se encuentran.
Flora
Tanto las zonas bajas de los valles como las pendientes soleadas de la meseta suiza,
en alturas no muy elevadas, son perfectamente adecuadas para el cultivo de
cereales, cultivándose trigo, centeno y cebada (y patatas) hasta alturas de unos
1.300 m, que pueden llegar a los 2.000 m en zonas especialmente favorecidas por
sus microclimas particulares.
En las zonas más cálidas del cantón del Tesino se cultivan igualmente la vid y
diversos árboles frutales.
Sin embargo, debido a las dificultades que experimenta la agricultura debido a la
difícil orografía del terreno y a la competencia de los productos agrícolas de
importación, buena parte del territorio se dedica a pastos para el ganado, que han
sustituido a buena parte del terreno antaño dedicado al bosque.
El bosque, en razón de esta presión humana, ha quedado hoy en día reducido en
Suiza a la ocupación de las laderas en umbría de las montañas. En alturas bajas,
hasta los 1.250 m, encontramos a árboles de hoja caduca, como hayas o robles,
pero también podemos ver castaños, tilos, olmos y coníferas. Hasta los 1.500 o
1.600 m (e incluso ocasionalmente a alturas superiores a los 2.000 m) encontramos
las grandes masas boscosas, formadas especialmente por coníferas. En el piso
5. superior encontramos ya la zona de matorral alpino, y en las zonas más altas,
cubiertas en invierno por la nieve, aparecen los pastizales en verano.
Ecología
Los suizos quizá sean los ciudadanos del mundo que más reciclan. Es una de las
ventajas de vivir en un país pequeño, rico y muy civilizado. Sea como sea, van a ser
conocidos por algo más que sus bancos, su chocolate y sus relojes de cuco.
Ya en el año 2003, el 47% del total de los desechos urbanos era reciclado. Además,
reciclaban el 70% del papel, el 95% del vidrio, el 71% de las botellas de plástico, el
90% de las latas de aluminio y el 75% de la hojalata. Esto se consigue con dos
medidas principales. Una, dando facilidades al ciudadano ubicando contenedores
repartidos por todas partes y, sobre todo, en zonas transitadas, lugares por los que
la gente pasa habitualmente, como los supermercados. La otra medida, como no
podía ser de otra forma, es apelar al bolsillo. Quien tira basura en Suiza paga. En
cambio, reciclar sale gratis.
También las empresas están comprometidas. Por ejemplo, Ferrocarriles Federales
Suizos (FFS) garantiza la limpieza en los trenes y, al mismo tiempo, una correcta
separación de los desechos contratando a cerca de 1.500 personas para limpiar los
vagones. Imaginad eso mismo en los países latinos y mediterráneos, donde, en
ocasiones, entrar en un vagón de metro o en un autobús no es muy diferente a
entrar en un vertedero. ¿No sería una buena forma de generar empleo, contratar a
“separadores de basura”, ahora que el desempleo no para de subir?
Además, la contaminación del aire, del agua y de la tierra (y sus nefastos efectos
sobre la salud y sobre los alimentos) descendieron de forma significativa en los
últimos años y hoy en día existen unos niveles bastante aceptables.
Pero no sólo pueden con su basura, también con la de los demás, que usan para
producir energía. Desde los años noventa del siglo pasado, Suiza importa residuos
del extranjero para eliminarlos. Su principal cliente son Alemania y, en menor
medida, Italia, Austria y Francia.
http://www.ecologiaverde.com/suiza-el-pais-que-mas-recicla/#ixzz48shDCxDx
http://www.swissinfo.ch/spa
https://es.wikipedia.org/wiki/Geograf%C3%ADa_de_Suiza#Medio_ambiente