Marcos era un niño que prefería jugar solo con sus juguetes en lugar de con sus amigos. Un día, cuando sus amigos fueron a buscarle para jugar y él se negó, ellos se enfadaron y dejaron de ser sus amigos. Al día siguiente, Marcos se dio cuenta de que jugar solo era aburrido, así que fue a buscar a sus amigos para compartir sus juguetes con ellos y jugar todos juntos de nuevo.