El vampiro Atticus Maxwell salva a una mujer llamada Lissa del accidente de autobús en el que murieron los demás pasajeros. La lleva a un refugio subterráneo donde le explica que necesita beber su sangre para curarse de sus heridas. Lissa se da cuenta de que Atticus es el hombre misterioso y atractivo que había captado su atención en el autobús.

2. One and Only Cenit
ONE AND ONLY
Brotherhood of Blood 1
BIANCA D´ARC
TRADUCIDO EN CENIT POR:
Shienna_90
Sookie2125
*yasmin*
CORREGIDO POR:
Gemma
Virtxu
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3. One and Only Cenit
SINOPSIS
El vampiro ejecutor Atticus Maxwell se encuentra al borde de su propio
olvido, hasta que los latidos del débil corazón herido de una mujer
mortal lo llaman desesperadamente de vuelta. El terrible accidente que
casi la mata; le ha traído a su vida a una mujer encantadora y
fascinante que justamente puede darle una razón para vivir de nuevo.
Lissa se dirigía a una conferencia en un centro turístico en su último
intento por encontrar un trabajo. En cambio, una tormenta en una
carretera de montaña casi la mata, y la lleva a encontrar al amor de su
vida. Un amor de los más elegibles, el cual no es muy humano; y está
recluido en una viña en Napa Valley.
No hay barreras, ni siquiera el dar la noticia a los amigos de Lissa
parece demasiado grande para contener su floreciente amor. Hasta que
se enteran de que el accidente que los unió no fue un accidente, sino un
intento de asesinato por parte de un enemigo desconocido.
Atticus salvó a Lissa una vez. ¿Podrá mantenerla de esa manera frente
al rostro de una nueva amenaza?
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4. One and Only Cenit
Capítulo 1
¿Qué fue ese ruido? Era sutil, sin embargo, aún rechinaba en su vieja y
sensible audición. Un ruido demoledor metálico que le hizo apretar el
margen los dientes y le hizo preguntarse cómo era realmente el sonido
mecánico de este antiguo servicio de autobús.
Una vez más, se admiró de cómo un ser tan poderoso como él seguía
necesitando acomodarse a las expectativas de los mortales, -
especialmente en el nuevo mundo de la tecnología-. Cada vez era más y
más difícil reinventarse a sí mismo ahora que su imagen se había
capturado de forma rutinaria en una miríada de diferentes
procedimientos oficiales. La próxima vez que él tuviera que "morir" y
regresar, tendría que cambiar su apariencia drásticamente. Los
recuerdos mortales podrían ser cortos, pero las fotografías, al parecer,
vivían para siempre.
Por supuesto, suponiendo que se molestara en regresar esta vez.
Atticus Maxwell había vivido más tiempo del que él consideraba
correcto. Los siglos se habían vuelto interminables. El negocio de la vida
era aburrido, sin nadie con quien compartirlo. Atticus había sido siempre
un solitario, pero mantenía la secreta esperanza de que algún día
encontraría al menos a una persona en todo el mundo-y en todos los
siglos-para compartir su vida.
Esta era la más ansiada meta de muchos de su especie. Después de
unos pocos siglos, la mayoría de los sangradores se establecieron y
comenzaron la búsqueda de la única persona que podía
complementarlos. Es un negocio serio, y era una búsqueda que él no
tomaba a la ligera, pero después de todos estos años, casi había perdido
la esperanza.
Atticus había buscado más que la mayoría, pero aún estaba solo.
Lissa no había querido subir a bordo del autobús, pero no había manera
posible para llegar al refugio de montaña donde se iba a realizar la
conferencia de negocios. El lugar estaba en una ladera rocosa que
limitaba la región vitícola. Las vistas decían que eran magníficas y tenía
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5. One and Only Cenit
una cocina de cinco estrellas que no se podía perder. O por lo menos
eso era lo que el agente de viajes le había prometido.
Ella estaba en una encrucijada en su carrera, después de haber perdido
su trabajo como administrador de cuentas debido a la reducción de
empleados en la empresa. Esta conferencia profesional se suponía que
la ayudaría en su red de nuevos contactos en su campo y también tenía
la ventaja de hospedarse en una pequeña feria de empleo de todo tipo.
Ella tenía dos entrevistas para mañana, de hecho, pero ella parecía no
poder evitar la sensación de aprensión que había tenido al abordar el
autobús del transporte privado del hotel.
Sucedía a veces. Ella tenía un don psíquico muy pequeño que la había
ayudado a evitarse problemas en el pasado, pero esta noche estaba
recibiendo señales contradictorias de su sexto sentido. Ella no quería
subir al autobús, pero ella no sabía si ese nudo de aprensión en la parte
inferior de su estómago se debía al autobús, a los pasajeros o la
conferencia que la esperaba.
Entonces él apareció.
Un hombre. Fuera en la noche. Él le había robado el aliento, y todos sus
sentidos, -tanto místicos y mundanos-, y la había puesto en alerta. Él
era peligroso, ella podía notarlo sólo por el aura de poder a su
alrededor, pero también él era el ser más guapo y atractivo que ella
había encontrado. Su sexto sentido la atrajo hacia él. Esto la hizo
anhelarlo de una manera que nunca antes había anhelado. Algo en él
era fascinante y temeroso al mismo tiempo, sin embargo, él la atraía
como una polilla a la luz y era incapaz de resistirse.
Así que ella subió al autobús, incluso invadió su espacio personal hasta
el punto que él tropezó con su pie, aplastando sus dedos por un breve
momento, mientras sus mejillas ardían por la vergüenza.
- Lo siento mucho. -Sus alarmantes ojos azules se encontraron con su
mirada por un momento mientras la sorpresa pasaba por sus rasgos.-
Por favor, discúlpeme. -Dijo.
Su voz la envolvió, rica y profunda. Retumbaba a través de su propio
ser, despertando todas las sinapsis en ese breve momento que terminó
demasiado pronto.
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6. One and Only Cenit
Ella le sonrió y murmuró aceptándolas, pero él ya había vuelto a
reclamar su puesto más atrás en el autobús lleno de gente.
Y esa fue la extensión de su contacto. Muy poca para crear una
impresión tan duradera. Lissa sabía que nunca olvidaría a ese hombre
mientras ella viviera, aunque probablemente ella nunca supiera su
nombre.
Atticus reflexionó sobre la pequeña mujer que sin saberlo, había tocado.
Ella era una poco sosa con su abotonado traje azul marino, pero había
algo muy atractivo en ella. Él había solicitado el retiro a la montaña, la
cual se encontraba muy por debajo de su propia tierra en el valle, para
obtener un poco de paz, pero sus pensamientos estaban más confusos
de lo que habían estado en muchas décadas.
¿Quién era esa mujer? ¿Y por qué atraía su atención?
Él realmente debería concentrarse más en los sonidos extraños que
provenían del autobús, pero no se atrevía a mirar lejos de ella. Él solo
podía ver la parte superior de su cabeza y el cabello castaño brillante en
la parte superior del asiento a unas cuantas filas por delante de él.
Estalló un relámpago muy cerca, distrayéndolo, y el autobús se desvió
en el resbaladizo camino de montaña. El piloto presionó los frenos y el
chirrido se elevó a un chirrido con acento metálico, el cual terminó con
un chasquido repugnante. Rápido como el rayo, el autobús se deslizó
por el pavimento mojado, volcó, y luego cayó sobre el borde de la cinta
de la carretera hacia el vacío.
El autobús rodó violentamente por el barranco. Atticus fue arrojado de
lado a lado, de arriba abajo, en una paliza violenta de metal contra los
tejidos blandos que no tenían ninguna oportunidad en contra de tal
absoluta devastación.
El autobús se detuvo, después de unos largos momentos de caída libre,
en el fondo del acantilado, en el fondo del follaje húmedo. El único
sonido era el chirrido de metal, como si se sacudiera intentando parar y
el goteo constante de la lluvia suave en las hojas del bosque.
Él iba a morir.
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7. One and Only Cenit
Finalmente, después de más de mil años de caminar por la tierra, su
vida iba a terminar. Atticus casi le dio la bienvenida.
Pero la chica iba a morir también, y eso le molestaba. Él pensó que era
raro. En este momento probablemente él no debería de tener
conciencia, pero el pensamiento de su muerte -cuando él podía, con
toda probabilidad, salvarla- lo mortificaba.
Sus pensamientos parecían muy lejanos mientras él yacía en un charco
de su propia sangre, con algún tipo de viga de apoyo haciendo un
agujero en su pecho. Atticus sintió que su vida inmortal se escapaba,
pero los débiles jadeos de la pequeña mujer luchando por respirar, le
hicieron volver. Ella estaba viva. Por el momento.
Todos los demás en el autobús estaban muertos. Atticus sabía que se
habían ido cuando sus latidos del corazón dejaron de resonar en sus
oídos. Él ya no sentía el movimiento de la sangre silbando por sus
venas.
Todos se habían ido. Todos, excepto la muchacha tranquila que le había
sonreído amablemente después de que él accidentalmente le hubiera
pisado el pie, mientras subía al autobús.
Atticus nunca había tocado a mortales, excepto para alimentarse. Su
audición tan aguda y sus sentidos habían hecho doloroso el estar a la
distancia necesaria para tocarlos, a menos que estuvieran bajo su yugo.
Sin embargo, de alguna manera, ésta tranquila y tímida mujer había
invadido su espacio personal, temprano esa noche. Ella se había
deslizado hasta él sin su conocimiento. O tal vez fue Atticus quien había
invadido su espacio. No podía estar seguro. Pero independientemente de
la forma en que hubiera sucedido, esto lo había sorprendido.
Él no se había sorprendido tanto en años. Incluso siglos.
Sin embargo, esta mujer insignificante, con aspecto suave, con el ratonil
cabello castaño y los ojos color avellana, de alguna manera, no sólo
había invadido su espacio, sino también sus pensamientos. Increíble.
Y ahora ella iba a morir, sola en la noche, al lado de una desierta
carretera de montaña, junto con el resto de los otros.
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8. One and Only Cenit
A menos que él luchara contra la oscuridad. Y ganara.
Independientemente de lo que él era, con todas las lesiones que tenía,
no sería una batalla fácil.
Cuando Lissa Adams despertó, la oscuridad la envolvió. Tratando de ver
en la ausencia de luz, su respiración se aceleró mientras ella entró en
pánico. Su temor aumentó, sólo cuando se dio cuenta de que otra
persona estaba a su lado. Se oía un sonido suave de goteo a través de
lo que ella suponía que era una especie de cámara subterránea o una
cueva. Eso es lo que parecía -y olía-. Sintió rugosas rocas y dispersos
granos de arena bajo sus sucias manos.
Ella sabía que las montañas estaban salpicadas de tales lugares, pero
ella no podía recordar cómo había llegado hasta aquí. O por qué estaba
tan aturdida.
Trató de sentarse, pero el esfuerzo que esto requería casi la hace
desmayarse. El ser a su lado se agitó cuando ella se movió, y ella sintió
más que vio el surgimiento de una persona que se inclinaba sobre ella.
- ¿Dónde estamos?
- Nos moví hacia un refugio.
Rica y cálida, su voz bañaba sus sentidos de una forma oscura y
peligrosa.
Sexy, pensó. Ella había oído su voz antes.
Esta iba acompañada de unos brillantes ojos y unos rasgos bien
definidos. El rostro de un hombre parpadeó por su mente. Había estado
fascinada por él y la había cautivado al instante. Ella recordó esto,
pensando que era posiblemente el hombre más sorprendente que jamás
había visto.
- Tú me pisaste el pie.
Él se rió de su inocente observación, haciendo que su interior estallara
en llamas.
- En efecto. Pero eso fue hace más de veinticuatro horas.
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9. One and Only Cenit
Él paso suavemente un dedo por su mejilla y ella se estremeció, no por
miedo, sino por una sorprendente excitación. Si tan sólo el roce de su
dedo podía provocar esta reacción en ella, se preguntó qué podía hacer
si él realmente lo intentara. Ese pensamiento la detuvo en seco.
Hombres como éste no iban generalmente detrás de mujeres como ella.
Mejor centrarse en la peculiar situación en la que se encontraba en vez
de soñar con su salvador.
- ¿Qué pasó? Recuerdo que el autobús se desvió...
- Ah, sí. Justo antes de que rodáramos por la ladera de la montaña. Te
golpeaste la cabeza muy fuertemente, me temo. Probablemente es por
eso que todavía estas un poco confundida.
- ¿Dónde está todo el mundo?
Se detuvo ligeramente.
- Muertos.
Ella se quedó sin aliento, en estado de shock mientras su mente
aceleraba.
- ¿Cómo fue que...?
- Relájate, cariño. -Él se acercó-. Yo te saqué de entre los escombros y
encontré este refugio, pero yo también estaba muy dañado por el
accidente. Lo siento por esto, pero necesito tu esencia para acelerar mi
recuperación.
- ¿Mi qué? -El aliento caliente bañó su oreja mientras él se acercaba
más a ella. Sus fuertes brazos envolvieron sus hombros, mientras su
boca acarició sobre la línea de la mandíbula y descendió más abajo.
- No tengas miedo. No te haré daño, pero necesito tu sangre, y estoy
demasiado débil para nublar tu mente. Tendrás que confiar en mí. -Sus
palabras fueron susurradas en su temblorosa piel. Él separó sus dientes
lentamente hacia atrás y luego los llevó hacia adelante sobre su yugular,
como si estuviera saboreando el momento antes del festín.
Apenas tuvo tiempo de entender sus palabras antes de que él se
abatiera sobre ella. Un dolor punzante la recorrió sólo por un instante,
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seguido por la mayor felicidad que jamás hubiera experimentado. La
intensidad sexual, la envolvió de una manera que nunca antes había
conocido. Él chupaba su cuello, lamiendo la su esencia, tragando como
un hombre sediento en el desierto. Sin embargo, la reverencia y dulzura
eran comunicadas a través de un suave manejo de su magullado y
maltratado cuerpo.
Curiosamente, ella no se opuso. Ella sabía que debía tener miedo, pero
una excitación intensa la abrumó. Ella no tenía fuerza en la voz, incluso
la más mínima, para protestar.
Él bebió por lo que pareció ser un largo tiempo, moviendo las manos
sobre su cuerpo, moldeando sus senos y acariciando su piel. Sólo
entonces ella se dio cuenta de que estaba desnuda. Se quedó sin
aliento, mientras sus largos dedos acariciaban entre sus piernas, cada
vez más adentro, invadiendo sus lugares más íntimos mientras su boca
acariciaba la delicada piel de su garganta.
Él conocía el camino alrededor del cuerpo de una mujer. Sus cualificados
dedos sabían exactamente dónde tocar, donde pellizcar para conducir su
excitación hasta el grado más alto posible. Ella se tambaleaba en el
precipicio mientras sus dedos se deslizaban en la excitación que
emanaba de su cuerpo. Su boca chupaba su cuello, su aliento jugaba
con su pelo, su agradable aroma masculino despertaba sus sentidos y el
deseo de tenerlo.
Él estaba caliente y pesado contra ella, duro como sólo un hombre podía
estar y musculoso de una manera que ella no esperaba.
Una mano ahuecó su pecho, jugando con su pezón mientras sus dedos
finalmente traspasaron los límites imaginarios, deslizándose en su
interior, donde pocos hombres habían estado. Pero este hombre -
aunque ella lo había conocido sólo hacía unos pocos minutos, en
realidad- era como ningún otro hombre que jamás hubiera conocido. Él
había disparado sus sentidos como ningún otro, enviando fácilmente, la
excitación caliente a su núcleo. Incluso la idea de que él fuera una
especie de criatura oscura de leyenda no podía detener la experiencia
sexual más intensa de su vida.
Ese tentador dedo bombeaba en su interior, ensanchándola. Él añadió
un segundo dedo mientras ella gemía en necesidad. Ella no había tenido
sexo en mucho tiempo. Estaba muy socada, pero su cuerpo aún
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recordaba el placer, y este hombre -¡este vampiro!- demostró ser un
maestro manipulando sus reacciones. Él era dueño de su placer.
Dos largos dedos acariciaron su interior, mientras el pulgar jugaba
arriba, frotando perfectamente su clítoris. Ella se corrió con un tirón
desgarrador de las caderas que amenazó con desalojarle, pero su gran
fuerza la mantuvo fácilmente en sus garras. Él continuó con la
estimulación, extendiendo su orgasmo durante mucho tiempo,
intensificando los momentos mientras que la parte superior de su
cuerpo cubría el de ella, con sus labios alimentándose hambrientos de
las pequeñas incisiones que él había hecho en su cuello. El placer se
apoderó de ella con las olas más intensas que jamás había conocido y
en ese momento no le importaba si él era un vampiro, un hombre lobo o
un jefe indio. Todo lo que ella sabía era que él la dominaba. Y ella sabía
que quería más.
¡Dios! Ella era dulce. La mujer más dulce que había tenido en todos sus
muchos siglos.
Y él había tenido muchas.
La tentación lo tentaba a drenarla, a dejarla seca y a tomar toda su
preciosa esencia, pero él no se había esforzado en salvarla -y a él
mismo- para nada. Él había tenido problemas para quitarse de encima la
improvisada estaca que por poco acierta en su corazón y luego para
tirar los restos de ella hacia afuera debido a su debilitado estado.
Él no iba a matarla ahora.
No cuando él quería probarla una y otra vez. No, él se mantendría en
torno a esta mujer y la mantendría sana. Ella se estaba convirtiendo en
una adicción.
Se dio cuenta, demasiado tarde, que él nunca se había curado tan
rápido como lo había hecho en las últimas veinticuatro horas con la
sangre de ella en su sistema. Él había tomado su sangre por necesidad
antes de que pudiera encontrar un lugar seguro para que ellos se
pudieran refugiar. Por suerte, ella no había sangrado mucho en el
accidente, pero su lesión cerebral se veía seria. Él necesitaría más de su
esencia para curarse a sí mismo antes de curarla completamente. Él ya
había reducido un poco la hinchazón que ella tenía en el cráneo con su
don de curación. Estaría mucho mejor, si no totalmente recuperada,
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después de una segunda sesión. Pero para hacer eso, él debía de estar
más fuerte.
Su sangre le dio energía. Y la respuesta de su cuerpo triplicó la energía
que derivaba de su sangre. Esta había sido potente antes, pero ahora
que ella se había corrido tan hermosamente para él, su nivel de energía
alcanzó su punto máximo. Él estaba cerca de su fuerza. Como ella lo
estaría, tan pronto como él encontrara la fuerza para separarse de su
jugoso cuello y darle la sanación que ella necesitaba.
¡Pero ella era tan dulce!
Con un gemido, él se echó hacia atrás, usando un rayo de luz de su
toque curativo a través de su lengua mientras él lamia la sensible piel
de su cuello. Ella se agitó deliciosamente debajo de él, pero él sabía que
tenía que terminar su curación en primer lugar, antes de satisfacer otras
necesidades.
El momento de saciar su hambre por su sangre -y su cuerpo- vendría
después.
- ¿Estás bien? -Él le acarició el cuello un poco más.
- Estoy... -Se quedó sin aliento mientras él se movía hacia arriba para
besarla en los labios.- Yo estoy bien. Por favor...
- Por favor, ¿qué? -Él se levantó para mirar su expresión, que tenía un
poco de consternación, una gran porción de la felicidad y una pizca de
miedo.- ¿Por favor, compláceme, otra vez? Me encantaría, pero tendrá
que esperar hasta que pueda sanar tus heridas un poco más.
En la oscuridad vio la leve elevación de color en sus mejillas. Se le hizo
difícil darse cuenta de que incluso después de toda la sangre que había
tomado de su bello cuerpo, ella aún podía sonrojarse. A él siempre le
habían gustado las mujeres modestas -algo que cada vez era más difícil
de encontrar en este mundo moderno.
- ¿Curarme? ¿Así que no... no vas a matarme? -Sus hermosos ojos
estaban muy abiertos con aprensión y a él no le gustó la manera en la
que ella le miraba.
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13. One and Only Cenit
- No, cariño. -Él le acarició el cabello, tratando de transmitir tranquilidad
con un suave toque.- No me habría molestado en traerte desde los
restos si pensara en hacerte daño. Soy un sanador. Incluso antes de
ser... lo que soy... yo tenía el don de la curación. Sólo quiero utilizarlo
para hacerte sentir mejor. Lo qué viene después de eso está en manos
del destino.
- ¿Qué eres?
Atticus suspiró. Él debería haber esperado la pregunta. Él había
contemplado esa opción, pero no había pensado más allá de la
necesidad de consolar a esta pequeña mujer mortal.
- Soy inmortal.
- ¿Cómo un vampiro? -El miedo empañaba sus palabras, pero él
también sintió fascinación. Era una buena señal.
- Algunos nos llaman así, aunque no es mi término preferido. Hay
demasiada mitología incorrecta asociada con la palabra y demasiado
miedo también. Somos seres en su mayoría pacíficos, que buscan sólo
coexistir.
- Pero tú te alimentas de sangre humana, ¿no?
Él asintió con la cabeza, sentándose a su lado. La luz en la cueva era
débil, pero él la podía ver con toda claridad. Sospechaba que ella podía
distinguir su forma también, por la forma en que la mirada de ella
seguía sus movimientos, aunque, sin duda, su visión era menos capaz
de hacer frente a la oscuridad que la de él.
- Como tú misma has experimentado, necesitamos sangre para
sobrevivir. Sangre y sexo. Somos criaturas de energía, y el poder
psíquico liberado durante el orgasmo es ambrosía para nosotros.
- Así que por eso hiciste...
- ¿Qué te corrieras? Sí, cariño. -Le gustaba burlarse de ella,
curiosamente, a pesar de que normalmente no perdía mucho tiempo
conversando con su víctima mortal.- Te corriste hermosamente para mí
e incrementaste mi fortaleza. Me ayudaste a curarme, y yo haré lo
mismo por ti.
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No era un hombre que complaciera los placeres de la carne. Él tenía
muchas formas de atraer a su presa. El nublar la mente del mortal de
modo que nunca supiera que se había alimentado de ellos había
demostrado ser una de sus habilidades más poderosas. A menudo había
llevado a las mujeres al orgasmo mientras se alimentaba de ellas,
porque por lo general se duplicaba la potencia de su sangre, pero eso no
le provocaba placer a sí mismo. Ni siquiera había considerado hacerlo
durante un largo tiempo. Sólo era una cosa más en medio de su camino
mientras el malestar de su existencia sin fin, supuraba y crecía.
Pero esta pequeña mujer había terminado con todo eso. Con una
mirada, ella había provocado un incendio que lo trajo de regreso a la
vida. Devolviéndole la pasión. Ella alimentó su hambre como ninguna
otra. Él no lamentó el impulso de haberla salvado. No se arrepintió de
vivir, aunque justamente el día anterior hubiera acogido con satisfacción
la muerte. Ella le dio una razón para seguir, un destello de esperanza en
su cada vez más oscuro mundo.
Incluso ella podría ser su One.
Su aliento quedó atrapado en la enormidad del pensamiento. Él buscó
su pálido rostro. Ella era hermosa, aún cubierta de manchas de suciedad
y con el pelo revuelto. Él sabía que ella sufría más que un poco de dolor
por su lesión en la cabeza, pero ella parecía contenta, todavía un poco
caliente y difusa por el placer que le había dado. Le invadió en extraño
orgullo por haber sido el que pusiera esa mirada soñadora en sus ojos.
Cada inmortal buscaba a su One -la única persona en el mundo entero
que los completaba. La mayoría nunca encontraba a su pareja. Muchos
se volvieron locos y se convirtieron en verdaderos monstruos. Pero unos
pocos, como él, caminaron por la tierra durante siglos y siglos,
buscando.
La idea de que podría haberla encontrado, en el momento en que había
estado a punto de acabar con todo, lo dejó atónito. Él no se atrevía a
creérselo. Pero había indicios... antiguos signos que lo llevaron a creer
que ella podría ser su One.
En primer lugar, su sangre era más potente que las otras que había
bebido, y su orgasmo alimentó su propio deseo de una manera que no
había experimentado en muchas décadas. Él quería correrse dentro de
ella para ver si el resto de la leyenda era real.
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15. One and Only Cenit
¿Podrían compartir sus mentes?
¿Podrían convertirse realmente en uno?
La curación tendría que venir primero, pero tenía que ir despacio. Las
lesiones cerebrales necesitan un cuidado especial. Él había corrido el
riesgo de beber de ella y darle placer porque no había manera de
restaurar su propia salud sin su sangre. Mientras él absorbía su esencia,
sus fuerzas habían regresado y había sido capaz de bloquear lo peor de
su dolor y hacer que se enfocara en las buenas sensaciones que él le
daba. Había sido un riesgo, pero no había otro camino y él confiaba en
su capacidad para curarla por completo, ahora que él había sido avivado
por la vida que corría hermosamente en sus venas.
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16. One and Only Cenit
Capítulo 2
- ¿Cuántos años tienes? -La curiosidad se superpuso al buen juicio de
Lissa. La idea de que ella estaba sentada desnuda, en una oscura cueva
con un amable vampiro era demasiado extraña.
- He caminado por la tierra mucho más tiempo que tú, cariño, -contestó
con una sonrisa. Por sonido de su voz y las vagas sombras que podía
distinguir, se había alejado.
- Mi nombre es Lissa. -Trató de sentarse, sobre su codo antes de que
su cabeza comenzara a girar.
- Lissa. -El rumor de su voz cortó su siguiente pregunta. Había estado a
punto de preguntarle por su nombre, pero esto no parecía importar
cuando estaba a su lado, su aliento cálido flotando sobre la piel de ella y
su voz retumbando a través de cada poro.- Un nombre hermoso para
una mujer hermosa. -Sostuvo sus hombros y le tomó la mano,
poniendo una especie de pequeña cesta a su alcance. ¿O era una taza?
Ella no podía divisar mucho en la tenebrosa oscuridad de la cueva, pero
podía a la vez, oír y sentir el líquido derramándose a través del pequeño
recipiente que ahora tenía.- He recogido un poco de agua para ti. Esta
cueva tiene una pequeña fuente, cerca de la parte de atrás, debería ser
segura para ti beberla. -
- ¿Qué es esto? -Ella tocó el borde de la taza, sintiendo ramas y hojas.
Él se puso a su lado.- Tejí algunas ramitas juntas y las forré con hojas.
No es totalmente resistente al agua, pero funciona bastante bien. Bebe,
Lissa. Necesitas líquidos. -
Encontró un buen lugar en el borde donde las hojas se habían doblado
sobre las ramas y probó un sorbo. El agua estaba fría e increíblemente
refrescante. Se bebió recipiente entero, chasqueando sus labios
mientras bajaba el recipiente improvisado.
Un shock pasó a través de su sistema cuando él se inclinó y lamió sus
labios, volviendo la caricia en un beso que fue más dulce que cualquier
cosa que jamás hubiera probado.
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17. One and Only Cenit
- Eres hermosa, Lissa, y tienes un sabor suficientemente bueno para
comerte. -Sus palabras susurradas le acariciaron su cara mientras él se
iba apartando, un milímetro cada vez.
Su cabeza daba vueltas mientras él la dejaba ir y su visión se nubló. El
hombre era potente, pero todavía estaba sintiendo los efectos de los
golpes en todo el interior del autobús mientras este caía de costado por
la montaña. Él apoyó la espalda de ella sobre el fino relleno de sus ropas
arruinadas, y le acarició la mejilla, con movimientos reconfortantes.
- Lo siento, dulce Lissa. Necesitas descansar. -
- No me dejes. -Ella se aferró a su brazo, mientras él hacía un
movimiento para alejarse. No tenía idea de dónde venía el impulso, pero
ella no quería estar sola. En particular, no quería que este convincente
hombre -criatura de la noche, aunque lo fuese- se fuera lejos de ella.
Necesitaba su calor, su presencia a su lado. Le hacía sentirse segura,
aunque porqué sólo debería sentirse segura con un vampiro, no podía
decirlo. Lógicamente, debería estar tratando de escapar de él, pero la
lógica no tenía nada que hacer con el terror en su corazón ante la idea
de él dejándola.
- No lo haré. Te lo prometo. Pero necesitas descansar más antes de que
intente la siguiente fase de tu curación. Al igual que yo. La curación
toma algo del sanador y también tengo heridas del accidente. -
- Oh, no. -No lo había realmente entendido hasta ahora, sus procesos
de pensamiento estaban nublados por todo a lo que se había tenido que
enfrentar desde que despertó. - ¿Estás bien? -
- No te preocupes por mí, dulce Lissa. -Llevó su mano a sus labios y le
besó los nudillos con un toque del viejo mundo.- Estoy más recuperado
desde que te degusté. Sólo unos minutos más de descanso y tendré
todo mi potencial y estaré listo para darte algo de esa energía. Pero
quiero estar seguro de hacer esto correctamente. Las lesiones
cerebrales pueden ser difíciles. Quiero hacer que ambos estemos algo
listos cuando intente curarte por completo. -
Hubo silencio mientras se ponía a su lado. Le tomó la mano,
ofreciéndole calidez y confort que no hubiera creído posible de un
vampiro.
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18. One and Only Cenit
- Pensé que, supuestamente, teníais que ser fríos. -
Dio un largo suspiro de sufrimiento.- Los mitos acerca de mi especie
rara vez son correctos. -
- Entonces, ¿Qué es verdad? Ya sé que bebiste mi sangre, a menos que
estuviese alucinando. -
- No, no estabas alucinando. A pesar de que, normalmente, dejo a los
mortales de los que bebo sin ninguna memoria del acontecimiento. No
tienden a manejar tan bien la idea como lo has hecho tú. -
- Debo tener mi cerebro revuelto por el accidente, -admitió.- No
entiendo por qué confío en ti, pero lo hago. Quizás sea estúpido por mi
parte decirte esto, pero no puedo ver cómo mi situación podría ser aún
peor. -
- ¡Oh!, esto podría ser peor, pequeña, pero por suerte para ti, tu
confianza, sorprendente como es, no está fuera de lugar en esta
ocasión. Sólo quiero protegerte. Por supuesto, incluso si fuera un
antiguo asesino Venifucus, podría decirte esto, para mantenerte
cooperativa. -
La ironía en su voz la consoló. Algo en su mente más profunda le quería.
No sólo le gustaba, sino que también confiaba en él. Era el mismo lugar
de donde los sentimientos de miedo mezclado y la euforia habían venido
desde el momento en que había estado a punto de subir al autobús.
Ahora ella comprendió la advertencia. El miedo era más como una
premonición del accidente y que la muerte visitaría a todas esas almas
inocentes en el vehículo. La euforia podría tener algo que ver con su
salvador. Desde la primera vista de su hermoso rostro, había estado
atraída por él.
El destino no era algo que a menudo tratara de combatir. Tenía
suficiente talento psíquico para entender cosas que a veces sucedían,
mientras estuviesen destinadas a ocurrir. La lucha contra el destino sólo
hacía la vida más difícil.
Sus palabras le llamaron la atención, la molestia en su segunda mirada
le alerto de algo importante. O tal vez fuera algo que podría ser
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19. One and Only Cenit
importante más adelante. De cualquier manera, ella confiaba en sus
habilidades, lo suficiente, para investigar.
- ¿Cuál es esa palabra? Veni-algo? -
- Venifucus. -La palabra extranjera salió de su lengua, pero un
escalofrío de premonición mantuvo sus nervios alerta.- Es una palabra
antigua. Un nombre para un grupo de asesinos que dejaron este reino
eones atrás. -Él se quedó callado por un momento, como si
reflexionara.- No estoy seguro de por qué eso me vino ahora a la
mente, cuando no he pensado en ellos durante siglos. -
Lissa sabía lo suficiente para meter la información a distancia para su
posterior consideración. Su regalo a veces le guiaba a aprender cosas
extrañas que se volvían útiles al cabo de meses, a veces años más
tarde.
- ¿Siglos? - El pensamiento la hizo pausar mientras él suspiró. Una de
sus cálidas manos le acarició el hombro, ofreciéndole comodidad.
- Nací en lo que podría llamarse la Edad Media (La edad Oscura),
aunque para nosotros, eran sólo tiempos difíciles. Mi familia tenía un
pequeño viñedo, como yo lo tengo ahora - .
- ¿Haces vino? ¿Pero...? -Ella no sabía cómo hacerle las preguntas que
pasaban por su mente. ¿Un empresario vampiro? Parecía demasiado
extraño de contemplar.
- Puedo beber vino. De hecho, es un manjar para mi especie, aunque
no puedo ingerir mucho sin consecuencias. Pero el fruto de la vid es
nuestro único último vínculo con el sol. Nos cura y nos fortalece.
Siempre he disfrutado el proceso de hacer vinos y de una forma u otra,
he estado involucrado en la producción de vino desde aproximadamente
el siglo XV. -Parecía tan orgulloso como cualquier hombre de negocios
exitoso hablando de su carrera.- Mi viña principal se encuentra en el
valle de abajo. De hecho, no estamos demasiado lejos de mi tierra. Tal
vez esta noche puedo aventurarme afuera y conseguir algo de ropa y
comida para ti. O si estás lo suficientemente bien, puedes venir a mi
casa y lavarte. Podremos llamar al hotel desde allí y hacerles saber que
estás bien. -
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20. One and Only Cenit
- Estaba de camino a una conferencia, en busca de trabajo. Supongo
que eso está fuera de discusión ahora, considerando todas las cosas.-
Ella no quería pensar en su disminuida cuenta bancaria o las facturas
que se habían ido acumulando.
- No irás a la conferencia, pero trata de no preocuparte. Tengo un
montón de conexiones de negocios. Tal vez podamos encontrar un
trabajo, una vez que estés curada. -
Las lágrimas se reunieron en la parte posterior de los ojos por la bondad
increíble de este hombre. No sólo la había, heroicamente, arrastrado de
los escombros y salvado su vida, sino que estaba hablando de ayudarle
a recobrar un empleo. Era casi demasiado bueno para ser cierto y en
otras circunstancias, probablemente habría sido muy cautelosa, pero se
había sentido atraída por él desde el principio. El destino, al parecer,
parecía haberlos juntado, y para bien o para mal, su destino estaba
entrelazado con el de él, por lo menos durante el futuro próximo.
Atticus estaba a su lado, en sintonía con sus estados de ánimo como
nunca había estado con ningún otro ser, mortal o inmortal. Era como si
él pudiese sentir sus emociones, aunque nunca había tenido ningún tipo
de capacidad de empatía.
Ella era una mujer compleja. Sus pensamientos en la superficie eran
caóticos después del trauma que había pasado, pero sintió un núcleo
interno de fuerza que rara vez había encontrado en ningún otro ser, y
casi nunca en una mujer. Ella era notable en todos los sentidos.
Podía sentir su inquietud debido a su falta de trabajo. Atticus no quería
asustarla, pero ella no tenía nada de qué preocuparse. Si fuera
necesario, podría crear un trabajo para ella, si realmente quería uno.
Aunque a más tiempo que estaba en su presencia, más pensaba
seriamente acerca de mantenerla. Tenía dinero suficiente para mantener
un ejército. Podía mantener a una mujer pequeña por el resto de su vida
normal.
Pero ese era el punto de fricción. Ella era mortal. Nunca había
mantenido a mascotas mortales alrededor de su casa como hacían
algunos de sus hermanos. Olía a esclavitud en su mente y no estaba de
acuerdo con eso. Por primera vez, estaba considerando pedirle a una
mujer quedarse con él, quien sabía muy bien lo que era y que es lo que
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21. One and Only Cenit
querría de ella. No había manera de que pudiera mantenerla bajo su
techo y no querer saborear su sangre una y otra vez.
Era un paso trascendental.
Tendría que pensar cuidadosamente acerca de las consecuencias antes
de abordar el tema. Podía ser improbable, pero tenía una idea tentadora
de que en realidad podría ser su Única. Podría encontrar la respuesta a
esa pregunta antes de ir más lejos, pero no se atrevía a llevar sus
esperanzas demasiado alto. Había buscado en todo el mundo durante
siglos. Casi había llegado a un acuerdo con la idea de nunca compartir
su vida inmortal con una mujer especial. Casi. Pero había una pequeña
parte de él que todavía anhelaba ese sueño imposible. Tal vez esta
mujer era la respuesta a su búsqueda. Tal vez.
Pero tenía que curarla primero, entonces la tomaría, para estar
absolutamente seguro de una manera u otra.
Atticus se apoyó en un codo, mirando a su hermoso rostro en la
oscuridad.
- No te preocupes, dulce. Todo saldrá bien. Por ahora, vamos a
concentrarnos en ponerte bien, ¿de acuerdo? -
Su expresión se aclaró, para su alivio.- Muy bien. Sólo deseo que todo
deje de girar. -Sonrió y cerró sus ojos, probablemente inhabilitada para
ver mucho más que sombras en la cueva oscura.
- Yo puedo ayudar con eso. -Suavemente, puso sus manos alrededor de
los puntos de impacto en su cráneo mientras reunía sus fuerzas.
Utilizando su don de curación, dirigió pulsos de energía a los lugares de
su cabeza golpeada que continuaban todavía heridos. Ya había hecho un
montón de trabajo de reparación, pero los puntos más importantes los
había dejado para el final, la noche anterior. La había estabilizado, pero
dejó el trabajo delicado hasta que él estuviera más fuerte.
Concentrándose, se puso a trabajar. Le tomó un buen rato, pero cuando
por fin la soltó, estaba sana, una vez más.
Y lista para lo que planeaba después.
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22. One and Only Cenit
- ¿Cómo te sientes? ¿El dolor de cabeza mejoró algo? -Su profunda voz
descendía a través de ella desde arriba. Se sentía tan bien las manos de
él en su cara, y en su pelo. Sus ojos se cerraron por propia voluntad,
mientras la tocaba, su mente inconsciente confiando en él de maneras
en que nunca había confiado en otro ser. Incluso con los pocos amantes
que había tenido en su vida, nunca se había dejado ir y dejarles el
control de su cuerpo o de sus respuestas. Con este sorprendente y
extraño hombre, dando todo el poder a su naturaleza, era otra cosa.
Su cuerpo lo reconoció en cierto nivel intrínseco que no se molestó en
cuestionar. Sabía de pasadas experiencias con su don psíquico que
algunas cosas desafiaban la explicación lógica. Su respuesta inusual a
este imponente macho fue sin duda una de ellas.
Sus ojos parpadearon. Podía verle un poco mejor en la tenue luz que se
filtraba en su santuario subterráneo desde algún lugar detrás de ella. Su
forma era menos difusa de lo que había sido. Ella lo tomó como una
buena señal, mientras levantó una mano para tocarse la cabeza.
-El dolor ha desaparecido. Mi cabeza ya no me duele y creo que mi
visión es más clara, aunque todavía no puedo ver mucho en esta
oscuridad. Pero esto está mejor. Me siento mucho mejor. Gracias. -
- Eres muy agradecida, mi querida. -Ella sólo pudo ver se cerraban sus
párpados como si estuviera luchando contra la fatiga.
- ¿Estás bien? Quiero decir... -Trató de ver su expresión en la
oscuridad.- Espero que no te sobrecargaras a ti mismo. ¿Estarás
totalmente bien? -
Se llevó la mano de ella a sus labios en un saludo amable. - Eres dulce
por pensar en mi consuelo, hermosa Lissa. Es cierto que la curación
toma una gran cantidad de energía, pero voy a estar bien. -
- ¿Hay algo que pueda hacer? -Ella se preocupó por su silencio, y el tono
moderado de él.
Hizo una pausa antes de contestar.- Hay algo que tú -nosotros-
podríamos hacer para fortalecernos los dos, mi querida, pero dudo en
preguntártelo. -
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23. One and Only Cenit
- ¿Qué es? -Ella intentó apoyarse en un codo, pero él se acercó de
nuevo, obligándola a permanecer debajo de él.
- Te dije que puedo ganar fuerza de la liberación sexual. -Sus ojos
brillaban, en realidad. Podía verlos brillar en la oscura luz.- Puedo darte
placer -y a mí mismo-si me lo permites, y llevarnos a ambos a la
máxima capacidad. -
- ¿Quieres... uh... estar conmigo? -Su duda se interponía entre ellos
mientras él la miraba. Quería estar segura de que lo entendió
perfectamente. Sería demasiado fácil construir sueños imposibles en
torno a un hombre como éste.
- Quiero hacer el amor contigo, dulce Lissa. Existe una gran diferencia. -
Se inclinó, mordisqueando su hombro desnudo.
- Pero no estoy con nada. -Tenía la cara roja de vergüenza.- Quiero
decir... -Lissa estaba perdiendo las palabras.
- No temas, cariño. No te puedo dejar embarazada. No a menos que... -
No terminó la idea, pero ella sintió nostalgia en sus palabras.
- ¿Qué? -
- La única manera que podría dejarte embarazada es si fueras mi Única,
verdadera, mi compañera destinada, lo cual es altamente improbable.
He buscado durante siglos y nunca la he encontrado. -El silencio se
prolongó antes de que él continuara.- No puedes coger nada de mí. No
sufrimos o somos portadores de enfermedades mortales. Estás a salvo.
Lissa se sentía incómoda con la dirección de la conversación, pero él no
se detuvo. En todo caso, él se acercó aun más.
- He complacido a muchas mujeres en mis años, pero no he buscado mi
propio placer desde hace mucho tiempo. No lo quería. No hasta que te
conocí. -
- No tienes que mentirme. -El dolor se filtró en sus palabras,
independientemente de su deseo de ocultar sus sentimientos. Estaban
demasiado cerca de la superficie. Esta increíble situación y el increíble
hombre estaban haciendo cosas a sus emociones que no podía
controlar.
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24. One and Only Cenit
Él se retiró, su rostro flotando por encima de ella, donde podía ver
mejor de su expresión. Sus ojos eran claros, brillantes orbes en la
oscuridad, las líneas apretadas alrededor de su boca mostraban
claramente cuan tenso y cansado estaba.
- No miento. Cuando nos tocamos por primera vez, sabía que tenías
algo diferente. Me atrajiste, Lissa, a diferencia de cualquier mujer en
muchos, muchos años. Te quería desde el momento en que te vi,
aunque sólo había planeado localizarte en el hotel, nublar tu mente y
beber de tu esencia. Pero ahora que te he probado, dudo que te hubiera
dejado allí. Si no hubiésemos tenido esa colisión, aún podría haberte
encontrado y querido acostarme contigo. Tu calidez y energía son
tentadoras para mí. -
- ¿De verdad? -Su voz era pequeña, sus sentimientos inseguros, pero
estaba fascinada por la idea de lo que él habría hecho si no hubieran
tenido el accidente. Tal vez hubiese llegado a ella y no habría tenido
ninguna memoria de este elegante, fuerte e increíble hombre.
Después de todo, ella se alegraba del accidente, aunque sólo fuera
porque él no había sido capaz de nublar su mente. Quería recordar cada
momento con este hombre, mantenerlos a través de los años en el
futuro. Estaba segura que de nunca podría encontrar otro como él.
Su propia existencia le demostraba que la magia era real, no sólo la
magia del vampiro, sino la magia de él. Era todo lo que siempre había
soñado en un hombre, y nunca se atrevió a esperar. Sabía que no había
futuro para ellos, pero por este momento fuera del tiempo, podría
experimentar lo que era estar en sus brazos, hacer el amor de la
manera en que había soñado toda su vida. Esto valdría la pena para el
riesgo a su corazón, aunque sospechaba que sería muy fácil enamorarse
de él. Pero era una oportunidad que estaba dispuesta a tomar.
Cada vez que la tocaba, llamas extraterrenales lamieron sus sentidos,
calentando su alma. Lissa no lo entendía en absoluto, pero se deleitaba
con la sensación de sus manos y su tranquila fuerza. Quería a este
extraño oscuro. Le quería dentro de ella con una pasión desconocida
para ella.
-Sí, dulce Lissa. -Su voz flotaba sobre ella.- Te habría arrebatado de la
oscuridad, si me dabas aunque sea una media oportunidad. -
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25. One and Only Cenit
Esas palabras encendieron un frenesí de necesidad en su cuerpo. No
podía negarle más de lo que podía negar el fuego corriendo a través de
sus venas. Llegó hasta él, necesitada, anhelándolo.
- Por favor, -dijo Lissa simplemente, sospechando que podía ver todos
los matices de su proceso de pensamiento en su expresión. Era obvio
ahora que él podía ver mucho mejor en la oscuridad que ella. Esta era
otra cosa extraña de la memoria acerca de esta experiencia que
archivaría para recordar más tarde, cuando él se fuera de su vida.
Él se inclinó, besando la sonrisa en sus labios, inflamándola con una
fiebre que nunca había conocido, pero que siempre había anhelado en
sus sueños. El fuego de él lamió más de sus sentidos, mientras la
lengua de este se batía a duelo con la suya. Sus dientes eran afilados,
recordándole la manera en que la había mordido y la había hecho
volver, pero no estaba asustada. Lejos de eso.
- Tu piel es como la seda, dulce Lissa, -susurró sobre su piel a medida
que avanzaba hacia abajo por su cuerpo, poniendo picantes besos a
través de sus clavículas y en la redondez de sus pechos. Las manos de
él le acariciaron más abajo, en primer lugar redondeando sus caderas,
después, profundizándose entre sus piernas, pidiéndole que se
propagaran por su pasaje. Lissa estaba más allá de la timidez, más allá
de cualquier pensamiento de crítica alguna. Este hombre despertaba su
pasión a diferencia de cualquier otro hombre que jamás hubiera
conocido. Sabía que ya estaba húmeda y cuando sus dedos encontraron
la evidencia de su deseo, levantó la cabeza para mirarla a los ojos.
Estaba tan cerca, podía ver el excitado brillo de su mirada, sujetándola
por debajo de él con el más gentil toque.
- Por favor... -dijo jadeando. No estaba segura que es lo que estaba
pidiendo con exactitud, pero sabía que él podía proporcionárselo. Él era
la respuesta a todas las cosas en ese momento.
- Sí, dulce Lissa. Estás lista y no puedo esperar. No tendré ninguna
sutileza. Perdóname. -Puso un dedo en su canal.- Pero necesito saber. -
Sus palabras apenas registradas mientras la besaba de nuevo, metiendo
la lengua dentro de su boca en la forma en que ella quería que entrara
en su interior. El pensamiento lascivo la hizo estremecerse mientras al
primer dedo se le unió otro, deslizándose al mismo ritmo dentro y fuera
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26. One and Only Cenit
de su canal. Le quería a él severamente y sus caricias sólo hacían
empeoraban el anhelo.
- ¡Por favor! -gritó.
- Di que sí. Necesito escucharlo de tus labios. -
Apenas podía hablar, y mucho menos pensar. Él había conducido su
pasión aun más alta, más rápida, de lo que ella nunca había
experimentado. Sin embargo, su paciencia fue impresionante. Esperó, a
pesar de que tenía que ser claro que era suya para tomarla. Su polla
dura se frotaba contra la piel de su muslo mientras él se acercaba,
flotando, acariciando y conduciéndola hacia la locura. Tenía que tenerlo
ahora, pero él esperaba su permiso.
Él quitó los dedos atormentándola, moviéndolos sobre ella para que
pudiera encajar su dura longitud en el espacio hecho por él. Ella trató de
bajar por encima de él, pero su fuerza se lo negó. Su nivel de
frustración creció y creció mientras se esforzaba en llegar hacia él. Por
último, no pudo aguantar más.
- ¡Sí! ¡Maldita sea!, ¡sí! -Ella jadeaba en contra de él.- Ven dentro de mí
ahora. -
Con un gruñido bestial, empujó hacia adelante, rompiendo la rigidez de
su cuerpo con un lento y firme empuje hacia el interior.
Incluso en su pasión, se movió con cuidado, para no lastimarla. Había
sentido cuan rígida estaba con sus dedos. Sabía que tendría problemas
para tomarla al principio, pero se adaptaría y llegaría a amar su
posesión. Quiso cantar de alegría cuando ella se acercó a su alrededor, y
no podía esperar para traerla con él, hasta el borde de la felicidad.
Pero primero, tenía que entrar de lleno en su interior. Se metió
superficialmente, deleitándose en la sensación de su pasaje. Estaba
tensa, pero su virginidad no estaba. Había tenido otros hombres antes
que él. Con un gesto de dominio, se alegraba de que ella tuviera alguien
con quien compararlo. De esta manera, sabría que su unión no era nada
común.
No, esta unión sería de proporciones épicas. Ya sentía el calor en
aumento. Las cosas se agitaban dentro de él, de una manera que era
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27. One and Only Cenit
nueva para él y el impulso en sus energías procedentes de su unión
apuntaba más alto, como nada de lo que esperaba.
Esto era mejor de lo que jamás había tenido. Más fuerte, más llenadora
y más caliente que el infierno.
Se dejó a si mismo atreverse a esperar que ella podría ser la Única. No
necesitaba el signo final que vendría con el clímax, lo sabía en su
corazón. Ella era su Única. Podía sentirlo en sus huesos mientras
comenzaba a empujar más profundo, al compás de sus gritos de pasión.
- ¿Estás conmigo, cariño? -
La necesitaba para mirarlo, incluso a pesar de que apenas podía
distinguirlo en la oscuridad de la cueva. Pero tenía que ver sus ojos
brillando mientras su cuerpo se unía completamente con el suyo por
primera vez.
- Estoy contigo. -Sus palabras fueron jadeos débiles de aire mientras
subía cada vez más alto junto a él.
- Mi nombre es Atticus, -le dijo, empujando duro y profundo, totalmente
incrustándose a sí mismo como si nunca fuera a irse.- Di mi nombre,
Lissa. Necesito oírlo de tus labios. -
Ella jadeó.- Atticus. -Sus músculos internos se apretaban alrededor de él
mientras ella se levantaba aún más.- Más rápido, Atticus. Te necesito
más duro. -Sus palabras eran susurros calientes de placer y anhelo.
El cumplió con un gemido de satisfacción, sitiándose a sí mismo más
profundo. Bombeó duramente, buscando en su mente con su
conocimiento cuándo y cómo quería que la empujase. Pero sus
pensamientos estaban en perfecta alineación con los suyos y él notó la
facilidad con la cual accedió a su mente como una señal más de que ella
era su Única.
El pensamiento lo llevó a un precipicio tembloroso. Ella estaba allí con
él. Con un empujón final, cayó sobre su lado, su cuerpo chorreando
dentro de ella mientras ella gritaba en éxtasis, apretándose alrededor de
él.
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28. One and Only Cenit
No lo había tenido tan fuerte, si alguna vez lo había tenido. Y ella lo amó
en cada minuto de eso. Podía sentir la satisfacción en su mente, un
espejo de la suya.
Magnífico, una gozosa unión. Al fin.
Senderos abiertos entre sus dos almas, uniéndolos juntos para siempre.
Se dio cuenta con un destello cegador que tenía pleno acceso a sus
recuerdos ahora, como si fueran los suyos propios. Se preguntó si
tendría el mismo acceso a su mente. La idea le dio que pensar. Algunos
de sus recuerdos eran demasiado sombríos para compartirlos con tal
amable y gentil mujer.
Era un brillante faro de esperanza en su, de otra manera, oscuro
mundo. No quería someterla a sus recuerdos, incluso de siglos de vivir
en un mundo que había sido a veces duro, e incluso inhumano. Dudaba
que ella pudiera aceptar las más siniestras partes de su larga existencia.
- No pienses en eso, Atticus. -Ella lo sorprendió con sus palabras
mientras acariciaba su pecho con dedos temblorosos.- No hay ninguna
parte tuya que no pudiera aceptar. -
- ¿Entonces compartes mi mente? -Su corazón se abrió de felicidad ante
la idea. La había encontrado al fin. Unidos en mente, eran
verdaderamente Uno.
- ¿Cómo no podría? Yo era más que un poco psíquica, incluso antes del
accidente. Sabía que había algo diferente acerca de ti al momento en
que pisaste mi pie. -
Él le sonrió y movió su gran peso de encima, asentándose a su lado.
- ¿Psíquica? -Él le acarició su hombro, mientras contemplaba las
ramificaciones. No se había dado cuenta de que ella tenía algún tipo de
habilidad extrasensorial, pero podía leerlo ahora, la forma en que su
regalo le había ayudado en el pasado. Su nueva pareja estaba llena de
sorpresas que pasaría el resto de sus años descubriendo.
- Funciona en mi familia. Pero nunca he experimentado algo como lo
que sucedió, o lo que estoy aprendiendo ahora, viendo dentro de tus
recuerdos. Es increíble. Y un poco abrumador. -Ablandada con
admiración, la voz se apoderó de él.
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29. One and Only Cenit
- ¿Entiendes lo que ves en mis recuerdos? ¿Entiendes que tú eres mi
Única? ¿Mi razón de ser? ¿Mi todo? -Lleno de ansiedad mientras él
esperaba por su totalmente importante respuesta.
Se levantó para inclinarse sobre él esta vez, acariciando su mejilla
áspera con tranquilidad.
-Cuando llegamos al clímax juntos, todo me vino a la carrera ciega.
Admito que hay algunas cosas que voy a tener que pensar y resolver,
pero la cosa más importante es que mi corazón te ha reconocido,
Atticus. No sólo soy tu Única, sino que también eres el mío. -Ella se
inclinó para besarle los labios suavemente.- Y quiero que me traigas
más. -
Él contuvo un aliento de shock. - ¿Estás segura? -
Si bebía su sangre, se convertiría en inmortal también. Compartirían la
eternidad juntos.
Había planeado hablarle acerca de eso con tiempo. Era un gran cambio
para un humano, y no habría querido persuadirla. Ahora le había
chocado con su decisión y su encantadora sonrisa le dijo con la mayor
claridad de los traviesos pensamientos en su mente que ella lo
disfrutaría.
- Sí, estoy segura, Atticus. Te amo. -
El lugar vacante en su alma de repente se llenó con su cegadora luz
brillante.
La búsqueda más sagrada de su larga vida había terminado, y ahora
podía seguir viviendo y disfrutando de su inmortal existencia con una
mujer que amaba a su lado.
-Te amo, Lissa. Y siempre lo haré. -
Ella iluminó su corazón mientras él empujaba sobre ella. Con un empuje
agudo, que los unió juntos una vez más, ambos listos para más.
Compartir sus mentes hacía todos los aspectos de la vida mejor,
descubrieron mientras su polla se conducía a casa donde pertenecía,
recto en su interior, tan lejos como la naturaleza lo permitía. Ella se
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30. One and Only Cenit
retorcía de placer. El cuerpo de ella reconocía al suyo. Reconoció a su
otra mitad.
Fue un proceso lento de unión, un impulso perezoso y de vuelta que
tanto quería hacer salir.
- ¿Cuando me hagas un vampiro, voy a tener que chupar la sangre de
otras personas?- Ella no sonaba demasiado entusiasmada con la idea, y
fácilmente leyó la aversión a tocar a otros hombres en su mente, lo que
le complació gratamente mucho.
- Ahora que somos Uno, necesitas sólo beber mi sangre. Nuestro amor y
nuestra sangre nos sustentaran a ambos ahora-.
- ¿Así que no más mordeduras al cuello de otras mujeres que no
conoces?-
Sonrió mientras la subía más alto con un profundo empuje.- No, amor.
Sólo tú. Y voy a morder, - tiró de ella hacia abajo mientras que sus
pesados pechos avanzaban dentro de su boca,- Sólo a ti. Todo para ti.
Desde aquí y para siempre. -Él llegó con su lengua y lamió los pezones
de ella, tirando cada vez más profundo en su boca a su vez, mientras
ella gemía.
Ella comenzó a montarlo, su respiración susurrante mientras su placer
subía más, y él se regocijaba en los malos pensamientos en su mente. A
su chica le gustaba esto un poco pervertido, al parecer. Tendrían siglos
juntos, y la dama estaba dispuesta a explorar todos sus deseos
compartidos. A Atticus le gustaban los malos pensamientos en su mente
que marchaban tan bien con sus propios gustos. Estos eran tan
compatibles de esta manera que era sólo una prueba más de que ella
había sido hecha sólo para él.
- Eres una chica traviesa, ¿no? -Le gustaba la forma en que Lissa
jadeaba, su caliente piel. Él sabía que estaba a la vez avergonzada y
cautivada por la idea de jugar juegos sexys con él.
- Respóndeme, cariño. -Un toque de dominio llenó su tono y la sintió
apretarse a su alrededor. Sin lugar a dudas. Le gustaba.
- Sí, Atticus. He sido muy mala. -
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31. One and Only Cenit
- Muy mala, -asintió en acuerdo con una sonrisa de satisfacción. Estaban
ambos definitivamente en la misma página.- ¿Y ahora qué es lo que
hacemos con las chicas malas? - Dejó que las palabras salieran mientas
hacia más lentos sus empujes hacia arriba, sosteniéndola en un agudo
filo de placer. Ella gemía y él sentía las palabras fuera más allá de ella
en este punto.- ¿Quieres sentir la fuerza de mi mano en este bonito
culo, cariño? ¿Es eso lo que quieres? ¿Quieres una azotaina? -
Sus ojos se cerraron mientras se apretaba y echaba hacia atrás la
cabeza.- ¡Sí! -
Eso era todo lo que necesitaba escuchar. Atticus aplastó su culo y la
instó a montarlo más rápido. Ella comenzó a llorar y gemir en cada
profunda embestida y cada azote fuerte. Atticus lamió sus pezones
luego rozó sus colmillos sobre la carne blanda en el lateral de un seno
inflamado, aprovechando un poco de sangre que lamió con avidez.
Ella lo amó. Leyó el flash emocionante de sexy dolor que la estremeció,
y el placer resultante mientras acariciaba con la lengua su piel suave en
sus pensamientos caóticos. Le pegó en el culo y luego trasladó una
mano alrededor para buscar su pequeño clítoris. Infaliblemente, cogió el
pequeño botón, apretando duro y haciendo que ella se viniese con un
grito delicioso que hizo eco a través de la oscura caverna.
Él la siguió en la locura, mientras disparaba su semilla en el interior de
su compañera.
Su Única y sólo ella.
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32. One and Only Cenit
Capítulo 3
Al caer la noche, ambos estaban de nuevo a plena capacidad, a pesar de
que Lissa sabía que iba a tener algunos moratones negros y azules del
accidente para los próximos días. Atticus había discutido su próximo
movimiento con ella y habían decidido dejar alguna evidencia de su
aventura por las autoridades humanas. Ellos, sin duda, la han estado
buscando, y los restos del accidente que se había cobrado tantas vidas.
Por suerte, nadie, menos el conductor sabía que Atticus estaba en el
autobús, ya que su decisión de ir hasta el lugar había sido una cosa de
último minuto.
Como resultado, se decidió aplacar a las autoridades con una historia
que tenía cierto sentido, aunque era cierto que incompleto. Llegó a la
casa de Atticus justo después del atardecer. Decir que era una mansión
era un eufemismo. La villa estilo europeo se encuentra en medio de un
pintoresco viñedo y tanto la casa y el paisaje cuidados le quitó el
aliento.
Al abrir la puerta grande, Atticus la cogió en brazos y la llevó por encima
del umbral. Fue un romántico, el gesto del viejo mundo trajo lágrimas a
sus ojos.
- Bienvenida a casa, amor. -Hizo una pausa para darle un beso,
manteniéndola en sus brazos mientras daba una patada para cerrar la
puerta y se la llevó a una amplia sala de estar. El beso se animó cuando
bajó a un sofá suave y amplio. Podía sentir el conflicto en su interior.
Quería llamar a las autoridades por un lado, para comenzar el proceso
de curar su salud. Por otra parte, compartía el deseo ardiente que hacía
estragos en su propia sangre sin más demora. Para hacer el amor aquí y
ahora.
- Sí, Atticus. Sí. -Acarició su piel, tomó la decisión.- Hazme el amor. -
- ¿Estás segura? -Se retiró sólo ligeramente.- No quiero hacerte daño.
Odiaría dejar ni un pequeño moratón en tu piel cuando podría fácilmente
haber sanado a todos. -
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33. One and Only Cenit
- Nunca podrías lastimarme, -le tranquilizó. - Y tuvimos que dejar
algunos de los golpes para mostrar a los hombres de la ambulancia, -
bromeó ella con una sonrisa tímida.- Pero quiero ahora, Atticus. No
quiero tener que esperar hasta que me dejen salir del hospital. No
puedo aguantar dos minutos sin ti. Soy adicta a ti. -Ella rió para aliviar
su tensión, mirando profundamente los hipnotizantes ojos.
- Me haces lo mismo, Lissa, y es una adicción, ruego no dejar de fumar.
-Él se abalanzó en un beso devastador, alineando su cuerpo con el suyo
en el sofá de felpa.- No puedo resistirme a ti. Pero hacemos esto a mi
manera. No quiero ningún dolor en absoluto. -
- Lo que tú digas... Maestro.- Ella le dio una sonrisa picara mientras leía
la necesidad de dominación en su mente compartida. Se estaba mejor
en la lectura más que estuvieron juntos, aunque la idea de lo que eran
todavía aturdía su mente.
Gruñó y le mordió el cuello en broma, a continuación, se abrió camino
por su cuerpo. Ambos estaban desnudos y se aprovechó, deteniéndose a
lamer un pezón puntiagudo, luego el otro hasta que se retorcía en el
tejido blando.
- Por favor... -gimió en necesidad.
- No te muevas. -Atticus dejó sus senos sensibles, cortando la curva de
su barriga próxima se abrió paso hacia abajo. Manos fuertes empujaron
los muslos separados, hasta que un pie descansaba sobre el respaldo
del sofá, el otro en el piso.
Luego, su boca estaba sobre ella, chupando, acariciando con su lengua
lamiendo lento, que le prendía fuego.
Su pasión se levantó como un cohete, irrumpiendo en una pequeña
explosión, incluso mientras empujaba un dedo largo en la mancha de
calor que estaba más que lista para profundizar la invasión.
- ¡Atticus! -Montó a su pequeña a través de la tormenta, dejando que
las olas rompieran sólo para construir de nuevo, más fuerte que antes.
Podía sentirlo frenando, dejando que su placer anulara el suyo a través
de su conexión, y ella lo quería por eso. Él tenía miedo de que
inadvertidamente pudiera hacerle daño. El cuidado que le mostró fue
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34. One and Only Cenit
una cosa hermosa y ella lo apreciaba, pero ella le quería. Ella no quería
esperar más tiempo por su posesión.
Atticus gruñó cuando se sentó. - Esto no va a funcionar. -Pasó una
mano por su pelo. El gesto fue simpático teniendo en cuenta que su
frustración era todo a causa de su cuidado con ella. Lissa le siguió,
arrastrándose por encima de él hasta que estuvo sentada en su regazo.
Nunca había sido tan agresiva en el acto sexual antes, pero sabía que le
gustaba. Probablemente estaba tan sorprendido como ella estaba con
sus acciones, pero ella se puso a horcajadas sobre su erección sin
esfuerzo.
- Sé que querías hacer esto a tu manera, pero me gusta más mi
manera. -Ella le acarició la mejilla con la suya, frotándose contra él
como un gato. Se sentía tan sexy en ese momento, era un milagro que
no ronronear. La idea tonta trajo una sonrisa a sus labios cuando lamió
de la mandíbula hasta el cuello. Podría juguetear mordisqueándole el
cuello, aunque sus dientes no eran ciertamente como los suyos. Sin
embargo, la sensación de sus dientes romos sobre su piel parecía
inflamarlo.
- Más fuerte, -la instó, cuando ella mordió en el músculo del cuello. Notó
las abolladuras que sus dientes hicieron en su piel cuando se retiró.
- Creo que me va a encantar morderte después de que me conviertas. -
Se quedó inmóvil. - ¿De verdad quieres eso? ¿Quieres unirte a mi
oscuridad? -
- Me reuniré contigo en la oscuridad, en la luz de las velas, en el
océano, en un avión. En cualquier lugar donde estés, yo estaré allí. -Ella
le dio una mirada tímida por debajo de sus pestañas, jugando con él. -
Si me quieres. -
- ¿Si te quiero?-Gruñó y la pasó por encima de sus piernas, culo arriba.
Le pegó al culo y la hizo gritar de placer. - ¡Mujer! ¿Cómo puedes
dudarlo? Con mucho gusto voy a unirme al club de millas de altura
contigo. Tengo un amigo con un avión muy bonito que estaría dispuesto
a prestárnoslo. Sólo di la fecha. -
Ella se rió mientras se frotaba las nalgas escocidas, a continuación, una
palmada de nuevo.
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35. One and Only Cenit
- ¿Te ríes de mí, Lissa? -Su indignación la hizo reír más mientras su
respiración se aceleraba. Su mano le golpeó la parte carnosa de su culo,
y la condujo aún más alto.
Le encantó. Ella no lo entendía. Nunca ningún hombre la había golpeado
antes de Atticus, pero con él, se sentía bien... y realmente, realmente
emocionante.
- Te he hecho una pregunta, muchacha.-
Tuvo que hacer memoria para recordar lo que él había estado diciendo
mientras le daba unas cuantas veces más. Estaba más que caliente en
ese momento. Estaba húmeda y lista para cualquier cosa que él pudiera
darle.
- Um... -
- ¿Qué fue eso? Te pregunté si te estabas riendo de mí, cariño. -
- No. No, no me estoy riendo de ti. -Ella quedó sin aliento cuando sus
dedos comenzaron a recorrer la raja de su culo, hundiéndose en su
resbaladizo corazón, haciéndola anhelar más.
- ¡Por favor, Atticus! Te necesito ahora. -
- ¿Estás segura? ¿Crees que has sido una buena chica? ¿Te mereces un
premio? -
Podría haberlo abofeteado cuando se rió, pero sabía que todo era en
broma. Sin embargo, no parecía muy chistoso en el momento. No, por
el momento, lo necesitaba en su interior. Ella lo necesitaba. Punto.
Jugaba con ella, sus dedos volviéndola loca-un pobre sustituto de lo que
realmente quería. Se movió y gimió, pero él no tenía piedad.
- Atticus... Por favor.-
Finalmente, se compadeció de ella, levantándola y colocándola de
espaldas, poniéndola como una muñeca de trapo. Era tan fuerte, que la
dejó sin aliento. Sin embargo, era tan amable con ella como si manejara
el cristal más delicado. Se detuvo por encima de ella, su polla dura tan
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36. One and Only Cenit
cerca de donde ella más quería, pero la hizo mirar a sus ojos cuando se
apoyó sobre ella con los codos.
- Te amo, Lissa.-
Su corazón se derritió.- Te amo también. -dijo ese compromiso en un
susurro, más fuerte por su profundidad emocional. Sintió sus palabras
de llamada a través del lazo que compartían, que era más fuerte. - Ven
a mí, Atticus. Te necesito. -
- Siempre te necesito, -confirmó al tomar sus labios y reclamó su cuerpo
con un movimiento suave. Empujó dentro de ella, deslizándose
fácilmente en la íntima excitación que había provocado. Ella gimió
mientras lo sintió deslizarse hacia casa. Donde pertenecía.
El viaje apenas acababa de empezar. Atticus se detuvo un momento
mientras la besaba larga y profundamente, pero pronto estuvo metiendo
largos barridos, casi sacándola del todo sólo para sumergirse de nuevo
en casa, una y otra vez. Ella gritaba y se movía debajo de él mientras
sus emociones la hacían llegar más alto. Él sabía exactamente cómo
moverse para darle más placer.
Que este hombre espectacular fuera todo suyo sólo aumentaba su
pasión. Lo conocía tan poco tiempo, pero el tiempo significaba poco para
algo tan poderoso como su amor. Sus almas se unieron conociendo el
núcleo de la personalidad de cada uno sin siquiera intentarlo. Eran
verdaderamente uno.
Ella sintió su deseo ardiente como un reflejo del suyo propio cuando se
dirigían más rápido y más alto. Se aferró a sus hombros, mientras él
bajó la cabeza, pasando su lengua por su cuello, mientras las puntas de
sus colmillos la pincharon antes de hundirse profundamente en su
yugular.
En el momento en que mordió, su orgasmo comenzó y se prolongó,
mientras chupaba la sensible piel de su cuello. Ella sintió cuando Atticus
se corrió mientras tomaba su esencia, bañándola con su placer. Lissa
gritó maravillada de su alma compartida, su pasión compartida, sus
cuerpos compartidos. Ella amaba a ese hombre más que cualquier
persona o cosa que jamás había conocido y para el resto de sus días.
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37. One and Only Cenit
Atticus retiró los dientes de su piel y lamió sobre las heridas, lo que
provocó que se cerraran así que no quedó ninguna marca en su piel o
que él tuviese la predilección de morder. Ella estaba tan saciada que
sólo pudo seguirlo cuando la levantó sobre su cuerpo, cambiando su
posición por lo que estaría más cómoda, con los ojos cerrados el sueño
se apoderó de ella.
- Me han concedido un milagro, Lissa. Te quiero más que a la vida y
nunca te dejaré ir. Nunca. -La besó en la sien, mientras la colocó por
encima de su corazón.
Lo último que oyó mientras se dormía fueron sus palabras de amor. Se
durmió junto a su compañero con una sonrisa curvando sus labios.
Mucho más tarde, Atticus hizo unas llamadas al centro turístico y a la
policía, hilando una historia sobre cómo Lissa había aparecido en su
puerta de la nada. Atticus la llevó a la habitación que tenía en el primer
piso y le dio algo de su ropa. Tenía el tiempo suficiente para limpiarse,
mientras llamaban a una ambulancia. Su camisa era demasiado grande
para ella al salir del baño de la habitación principal y se veía adorable en
ella.
- Ellos estarán aquí pronto, mi amor. Sin duda, van a querer que vayas
al hospital, incluso querrán mantenerte allí hasta mañana. -La tomó de
la mano, instándola a sentarse junto a él en la cama.- Lamento que no
puedo ir contigo, pero no tendría mucho sentido para las autoridades.
No quiero plantear cualquier tipo de sospecha. Además, mejor que se
tomen un tiempo para convencerse de que estás bien. Es probable que
no me permitan estar cerca de ti mientras se ejecutan las pruebas y eso
podría llevar toda la noche. -Se encogió de hombros. - Es probable
que la policía desee tomar mi declaración y comprobar mi tierra, así que
tendré que estar aquí para mostrarles los alrededores. Podría enturbiar
sus mentes, por supuesto, y la gente en el hospital, pero las multitudes
son difíciles. Si me olvido de una sola mente, podría poner a ambos en
peligro de ser descubiertos. Es más seguro que me quedé aquí,
considerando todas las cosas. Quedarse atrapado en el sol es peligroso
para mi clase, como lo será para ti cuando lo seas. -
Ella sonrió y le aseguró su amor. - Voy a disfrutar del sol durante unos
días todavía, pero no voy a perder demasiado, si puedo tenerte a
cambio- .
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38. One and Only Cenit
- Siempre me tendrás, mi amor. -le dio un beso suave en sus nudillos.-
Una vez que aclares las cosas con el hotel, quiero que vuelvas a mí.
Mañana por la noche, quiero que te acuestes a mi lado, aquí, en nuestra
casa. -
- Yo quiero lo mismo, Atticus. Voy a sacar mis cosas del hotel y llamaré
a tu puerta nada más se ponga el sol. -
Se apartó para alcanzar el bolsillo del pantalón, sacando un juego de
llaves, mientras ambos se levantaban.- No tienes que llamar. Lo que es
mío es tuyo. Esta es tu casa también. Harás de ella una casa, ya que
nunca lo ha sido... hasta ahora. -Apretó el manojo de llaves en su
mano, cerrando los dedos alrededor del frío metal, mientras los ojos de
Lissa se llenaban de lágrimas.
Ella lo abrazó, escondiendo su cara contra su pecho. Él la retuvo durante
un largo rato, hasta que por fin, oyó el timbre que indicaba que un
vehículo estaba en la puerta que conduce a su finca.
- Están aquí. -
- Lo sé. -Ella se apartó con una expresión triste en su cara bonita.- Pero
no te quiero dejar. -
- Voy a estar cerca, Lissa. Dondequiera que vayas, desde ahora hasta la
eternidad, todo lo que tienes que hacer es llamarme con la mente y yo
estaré allí. Somos uno. Con el tiempo, vamos a aprender a manejar
mejor la unión, pero por ahora, sólo piensa en mí y yo estaré contigo. -
- Lo mismo va para ti, Atticus. -
Ella se echó hacia atrás y salieron de la habitación, por un largo pasillo y
al área principal de la casa. Atticus accionó un botón en el camino,
abriendo la puerta para que las autoridades pudieran pasar hasta la
casa. Tendrían que actuar como meros conocidos, mientras que los
seres humanos olfateaban alrededor de su casa. Atticus había vivido lo
suficiente para saber que el curso de acción más prudente era jugar con
las reglas humanas y este era uno de esos momentos.
Su nueva compañera era humana y tenía familia y amigos. Había que
tener cuidado en cómo se las arreglarían para poder mantener sus
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39. One and Only Cenit
contactos humanos por lo menos durante la duración de su período de
vida normal. Después de que pasaran suficientes años, podrían
reinventarse a sí mismos, como Atticus había hecho muchas veces en el
pasado. Era difícil manejar convertir a un ser humano sin que los aísle
de todas las relaciones anteriores, pero por Lissa, haría cualquier cosa.
Merecía mantener a sus amigos y familiares en su vida y él no le haría
elegir entre ellos y él, un compañero de verdad en realidad tenía una
opción. Él lo sabía muy bien, ella no tenía opción. Ni él. Estaban
destinados el uno para el otro.
El coche de la policía apareció a la vista y Atticus salió a su encuentro a
la puerta. Hizo una pausa antes de abrir el portal, se volvió a mirar,
mientras ella se ponía una manta que había extendido en el sofá.
- Te quiero más de lo que puedo expresar. -
Sus ojos se llenaron de nuevo mientras su mirada se cruzó con la suya.-
Yo también, Atticus. - Sorbió con la nariz, secándose los ojos con el
dorso de una mano mientras estiraba la manta hasta la barbilla.- Vamos
a terminar con esto. Cuanto antes me vaya, antes podré volver...
contigo. -
- ¿Atticus?-
- Aquí, mi amor. -Su profunda voz ronroneó a través de sus mentes.-
¿Cómo lo llevas? -
- Me tienen en una habitación privada. Las cosas se han calmado un
poco, pero tuve unos cuantos rayos X, además de un equipo de médicos
sobre mí en la sala de emergencia. Creo que están satisfechos porque
estoy bien. Como sospechaban, cuando me reconocieron por la noche.
Una enfermera se supone que me despertaría cada hora para revisar
mis ojos o algo así.-
- Probablemente están preocupados por el golpe en la cabeza. ¿Te
duele? -
- No mucho. Pero tenías razón al dejar algunos daños causados por el
accidente. Están maravillados por lo bien que me escapé a través de los
restos del accidente que mató a todos los demás. -
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40. One and Only Cenit
- Siento que tuve que dejar una sola marca en tu hermoso cuerpo, pero
tenemos que tener cuidado si quieres seguir viviendo tu vida actual. -
- Aprecio todo el pensamiento y el esfuerzo que has puesto en eso,
Atticus. Amo a mi familia y amigos, pero te quiero más a ti, sobre todo
por tu intención de preservar mi relación con ellos. Eres especial, un
hombre increíble y no puedo creer que estés en mi vida. -
- Pienso igual, mi amor. Y, por supuesto, necesitamos de tu familia y
amigos, ¿Cómo sino los invitamos a nuestra boda? -
Hizo una pausa, asombrada, deleite y asombro entraba alto y claro.-
¿Quieres casarte conmigo? -
- Oh, sí. Una boda como siempre has soñado, Lissa. Con todos los
detalles, incluyendo una gran fiesta nupcial. Supongo que tendré que
venir con los padrinos de boda para equilibrar tus amigos de la
universidad, ¿eh? -Su risa sonaba a través de sus mentes.- Pero
tendremos que casarnos por la noche, por supuesto. -
- No puedo creerlo. -
- Créelo, mi amor. Nunca pensé en casarme, y a los ojos de mi pueblo,
ya estamos emparejados, pero sé por tus pensamientos lo importante
que es para ti. Quiero hacer la ceremonia y la recepción de tus sueños.
Es decir, si me das tu consentimiento para ser mi esposa. Lo siento, no
lo he pedido en primer lugar. ¿Quieres casarte conmigo, Lissa, y hacer
el hombre más feliz? -
- ¡Sí! Sí, me encantaría casarme contigo, Atticus. Te amo. -
- Espera un momento, amor, hasta esta noche. Está a punto de
amanecer y tengo que buscar refugio. Vendrás hoy ¿no? -
- Voy a estar bien. Me dejaron llamar a mi amiga Jena. Ella es un
médico. Debería llegar en cualquier momento, aunque no trabaja en
este hospital. Va a recoger al resto del grupo y ellas se ocuparán de mí.
Voy a buscar mis cosas al hotel y estar en tu casa tan pronto como
pueda deshacerme de mis amigas. -
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41. One and Only Cenit
- Nuestra casa, Lissa. Esta viña es tu casa ahora también. O podríamos
mudarnos si lo deseas. Voy a vivir en cualquier sitio, siempre y cuando
estés ahí. -
- Sé lo mucho que amas la viña, Atticus. Que estés dispuesto a
renunciar a ella por mí significa mucho, pero no hay necesidad. El lugar
es un sueño. La casa es preciosa y los motivos son magníficos. Seré feliz
viviendo allí... contigo. -
- Bien. Date prisa en regresar a casa, amor. Estaré esperando tu
regreso. -
Jena, entró en la habitación del hospital de Lissa poco después del
amanecer, despertando a Lissa con su presencia. No mucho después de
que Jena se asegurara de que Lissa estaba muy bien, su amiga Kelly
llegó con un cambio de ropa para cuando los médicos dejaran irse a
Lissa. Lissa como había predicho, la tropa se reunió a su alrededor en
círculo, turnándose para sentarse y hablar con ella hasta que los
médicos la soltaron con unas palabras de instrucción y un frasco de
analgésicos.
A pesar de sus objeciones, Lissa tenía a sus amigas para recoger su
equipaje del hotel, que había sido enviado antes. Una vez logrado, se lo
llevó a su casa y se quedaron a almorzar. Lissa sentó las bases de su
nueva relación con Atticus diciéndoles que iba a visitar al hombre que la
había rescatado, para devolverle su camisa.
- ¿Vas a conducir después del golpe en el cráneo? -quería saber Kelly.
- Los médicos dijeron que estoy bien, ¿Verdad, Jena? -Lissa volvió la
mirada al médico y Jena tuvo que admitir que tenía razón.- Además,
sólo voy a devolver la camisa que me prestó. Créeme, si vieras a este
hombre, te gustaría hacer lo mismo. -
- ¿Es tan guapo? -preguntó Jena, mientras servía el té para todas ellas
en la pequeña cocina de Lissa.
- Mejor, -dijo Lissa con una sonrisa.- Su nombre es Atticus Maxwell y
tiene unos misteriosos ojos. -
- ¿Maxwell? Atticus Maxwell, ¿Qué posee la bodega más exclusiva de
todo el valle? Dicen que es un poco solitario y excéntrico, a pesar de que
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42. One and Only Cenit
elabora algunas botellas del mejor vino del país, tal vez incluso del
mundo. Ganó todo tipo de premios, -dijo Kelly con sorpresa amplia en
sus ojos.- Cariño, es uno de los hombres más ricos del valle. ¿Apareciste
en la puerta de su casa? -
- No sabía de quién era la casa. Fue sólo lo primero que vi después de
caminar lejos del accidente medio soñando. -
- Fuiste muy afortunada, Lissa. Y bendita. Alguien allá arriba vela por ti.
-La voz de Jena se redujo a un susurro.- Estoy tan contenta de que
estés bien. -
Un abrazo en grupo siguió, y poco después, Lissa fue capaz de sacar a
sus amigas de su apartamento con la promesa de llamar al día
siguiente, o antes, si necesitaba algo. Lissa se puso a recoger sus
pertenencias, pero sólo unas pocas. No podía hacer nada demasiado
obvio todavía. Atticus le había advertido que había que moverse
lentamente. Pero llenó una maleta con ropa y zapatos, tomando unos
pocos recuerdos que quería tener con ella en su casa. Regó sus plantas,
y cerró el apartamento, por lo que sería aceptable para unos pocos días.
Es poco probable que regresara pronto. Quería pasar cada momento con
Atticus y sabía que él sentía lo mismo.
Ella tiró la maleta en el maletero de su coche y se dirigió fuera de la
ciudad hacia la casa de Atticus en el valle, a una hora de distancia. Que
le había dado las llaves y códigos para el sistema de alarma y la puerta.
No se sentía como una visitante o intrusa, cuando llegó a la casa. En su
lugar, se sentía casi como si estuviera volviendo a casa.
Lissa preparó la cena para ella en la cocina. Atticus tenía unos pocos
productos enlatados y alimentos envasados en sus armarios, aunque
sabía que no tenía necesidad de comer. Como muchas cosas de la casa,
se almacenaban para huéspedes mortales ocasionales, y todo diseñado
para dar a Atticus toda la apariencia de normalidad. Su especie vivió en
secreto durante siglos. Atticus le había explicado anteriormente acerca
de cuanto costaba un aspecto de hombre normal y no cabe duda de que
había llegado a ser muy bueno colocando una fachada de mortalidad.
La cocina era un sueño, grande y espaciosa, con todas las comodidades
modernas, como el resto de la casa. Le encantaba los muebles de estilo
“Mission” y tonos tierra, que dominaba la mayor parte de la decoración.
Ella se dio vuelta por las habitaciones de la planta, contenta de
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43. One and Only Cenit
encontrar un estudio de arte, un gimnasio y una pequeña oficina de
aspecto muy ocupada. Se encontró allí, mientras estaba leyendo su
calendario, que estaba abierto sobre la mesa.
Se dio cuenta de que él llegó incluso antes de que su musculoso brazo
serpenteara alrededor de su cintura, y ella apoyó la espalda contra su
pecho. Sus cálidos labios besaron la piel de debajo de la oreja y sus
dientes puntiagudos la rasparon, poniéndola más caliente de lo que
nunca había estado para cualquier otro hombre.
- Buenos días, mi amor. -Su voz sonaba profunda cerca de su oído,
enviando escalofríos por su espalda.
- Atticus. -Su nombre era un suspiro de placer, le tomó uno de sus
pechos, tirando y emocionando cada uno de sus nervios.
- Me encanta oírte decir mi nombre, de esa manera. -Su cálida sonrisa
se deslizó a lo largo de sus sentidos mientras se volvía en sus brazos.-
Despertar contigo en nuestra casa es un milagro, Lissa. Uno que nunca
pensé que viviría. Me siento como si el cielo me sonriera por primera
vez en muchos años. -
El beso que compartieron a continuación, fue uno de volver a casa, de
seguridad y esperanza. Lissa no sabía cuánto tiempo había pasado
cuando Atticus finalmente la liberó de sus labios, pero su cabeza le daba
vueltas y tuvo que agarrarse a él para mantener el equilibrio. Se había
mareado con sólo el beso.
- ¿Qué te parece la casa? -Se separó un poco, una vez que parecía
seguro de que ella estaba firme en sus pies.- Sentí tu placer mientras
estabas mirando, pero como es algo nuevo esta unión, pensé que
debíamos comenzar lentamente. -
- ¿Cómo es eso? -Ella se sentó en el borde de la mesa, ya que parecía
que quería hablar.
- Tengo muchas más experiencia paseándose en las mentes de la gente
que tú, querida. -Le dio una sonrisa socarrona.- Pensé que lo mejor es
darte un poco de espacio para interactuar como cualquier pareja
normal... en un principio al menos... cuando no estamos haciendo el
amor. Cuando estoy dentro de tu cuerpo, no puedo ayudar, quiero estar
en tu mente. -
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44. One and Only Cenit
Lissa recordaba la forma en que se habían unido la noche anterior y se
estremeció. No había nada que pudiera compararse con la forma en que
habían compartido las mentes y cuerpos en máximo placer.
- Estoy de acuerdo. -Trató de sonreír, pero tenía la boca seca por el
calor de sus recuerdos.- Y voy a admitir que es difícil acostumbrarse a la
idea de compartir nuestras mentes. Soy un poco psíquica, pero sólo he
conseguido un presentimiento aquí y allá. Nunca he sido capaz de leer
los pensamientos de alguien, aunque se rumoreaba que mi abuela
podía. -
- ¿De veras? -Atticus parecía intrigado.- Debió de haber sido una mujer
extraordinaria. Incluso sin tratar de entrar en tu mente, puedo sentir el
amor y el respeto que tienes hacia ella. Mantener la conexión
parcialmente bloqueada nos ayudará cuando tenemos que actuar con
normalidad en la compañía de los mortales. Tus amigas, por ejemplo.
En algún momento, voy a tener que cumplir con ellas. -
Lissa se echó a reír, pensando en cómo a sus compinches se les caería
la baba con Atticus. No sería muy difícil convencerlas de que había caído
afortunadamente en este hombre en un espacio tan corto de tiempo.
- Darles una semana o dos. Tengo una cena pendiente con el grupo. Nos
reunimos cada mes para compartir chismes. Voy a comenzar a
conseguir que se acostumbren a la idea de que somos una pareja
entonces.
- Veo que has estado pensando en esto también. -La aprobación de
Atticus se apoderó de sus sentidos. Nunca había sido tan empática
antes, pero podía sentir sus emociones, aunque no estaba directamente
leyendo sus pensamientos.- En cuanto a mis amigos, -levantó el
calendario de la mesa, -Conocerás a uno esta noche. Le he pedido al
Maestro que venga a conocerte, ya que es tan raro que uno de nosotros
encuentre a su pareja. Marc y yo somos amigos desde hace mucho
tiempo. Te gustará. -
- ¿De verdad le llamas Maestro? -
-A veces. Es su título, ya que es norma de los sangradores en esta
región. Estoy en la jerarquía también. Soy su segundo, en realidad.
Tenemos un pequeño círculo de amigos, todos ellos de gran rango en la
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45. One and Only Cenit
jerarquía de lo sobrenatural por aquí, pero Marc es nuestro líder. De ahí
el título de Maestro. Pero él es un buen hombre. No el señor-del-feudo.
Ya lo verás. Creo que te gustará. Él tiene un sentido del humor agudo y
malvado. -
Sintió que Atticus tenía verdadero afecto por el otro hombre y estaba
intrigada. Tenía un brillo diabólico en los ojos cuando hablaba de este
“Maestro” que era un buen augurio. Si a Atticus le gustaba, más
probable era que a ella también. Ellos se alinearon así. Tal vez porque
eran compañeros.
Lissa se sintió defraudada por no tener tiempo para hacer el amor antes
de que Marc llegara, pero como Atticus le dijo, era mejor seguir las
formalidades antes de que se distrajeran. Se pasarían el resto de la
noche atrapados en sí, lo sabía. Y Atticus estaba hablando en términos
de siglos juntos, que todavía la abrumaba. Tendrían tiempo.
Marc Latour era guapo como el pecado y listísimo. Saludó con un abrazo
de camaradas a Atticus y luego se volvió, evaluando con la mirada a
Lissa. Ella quería a retorcerse bajo su control hasta que vio el temor
muy real en su expresión.
Parecía genuinamente feliz por Atticus y al mismo tiempo, un poco de
miedo hacia ella. Esa dicotomía la hacía querer hacerlo sentir cómodo.
Atticus sirvió vino para todos ellos y Marc planteó un brindis por ellos.-
Estoy feliz por los dos.- dijo Marc, sentado cómodo en la acogedora sala
de estar.- Entre nosotros, Lissa, estaba preocupado por mi amigo
Atticus. Tomó decisiones que no debería en estos últimos años.
Esperemos que contigo aquí, vaya a ser más cuidadosos. Valoro su
amistad. -
- Como valor de la tuya, amigo. -Atticus apuntó con la copa de vino en
la dirección de Marc. - Pero por favor, no asustes a mi compañera. Todo
lo que importa ahora es que ella está aquí y estamos juntos. Lo que vino
antes no importa. -
Lissa le puso la mano sobre la suya, señalando su atención.- Qué hubo
antes para que llegaras a ser lo que eres, Atticus, y me encanta cada
parte de ti. Puedes estar tranquilo, -trasladó su atención a Marc,- no
habrá más descuidos en su vida. La imprudencia ha terminado. -
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46. One and Only Cenit
Podía ver indicios de las cosas que había permitido que sucedieran, la
desolación en su vida que lo llevó al autobús y al borde de la muerte.
Incluso con su conexión moderada por su control psíquico increíble,
sabía que él había estado cerca del final de su vida, pero ahora que se
habían encontrado, toda su perspectiva había dado un giro radical.
- Y me alegro de oírlo. -Marc estaba, sirviéndose un segundo vaso de
vino de la consola.- Pero tengo una noticia que debo impartir. Me atrevo
a decir esto frente a ti, Lissa, porque no quiero preocupar, sino que
como compañeros, no hay manera de impedir que realmente sepas lo
que sabes, así que... -Marc se encogió de hombros con elegancia. Todo
lo que el hombre es a la vez diabólico y suave.
Atticus se inclinó hacia delante.- ¿Qué es?-
- Ian miró por encima del lugar del accidente y los restos del vehículo a
mi solicitud. Cuando me informó al atardecer, fui allí mismo antes de
venir aquí. Atticus, no fue un accidente, aunque los mortales, sin duda,
lo tomaron como tal. Había un suave perfume de magia alrededor del
vehículo. No tengo ninguna duda de que fue manipulado. -
- ¿Qué olor a magia? ¿Dónde? ¿Mortal? ¿Sobrenatural? ¿O algo más? -
La rigidez en la columna de Atticus y su estrecha mirada de ojos alertó a
Lissa de la gravedad de la situación. Notó un toque de incredulidad con
el uso del término “magia”, pero no es que ella creyera en vampiros
hasta hace un día.
- Fue algo muy antiguo, de hecho. -Los ojos de Marc tomaron un cariz
lejano mientras parecía buscar una respuesta.- Sentí algo sobrenatural,
pero no del todo. Y antigua. Es algo que acaba de hacer cosquillas en mi
memoria, pero no estoy del todo seguro. Es condenadamente extraño,
por decir lo menos. La organización de Ian vigila en caso de que el
usuario de magia vuelva a la escena del crimen. -
- ¿Quiénes eran la fijación de objetivos? ¿Tienes alguna idea? -
- Esa es la parte difícil. La magia no estaba en sintonía con nuestra
especie, pero tampoco estaba en sintonía con cualquier mortal
particular. Además de que estamos trabajando con sólo trazas. El que
lanzó el hechizo era cualificado. Muy hábil de hecho. -
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47. One and Only Cenit
- Nadie sabía que yo estaba en ese autobús. Fue una decisión de último
minuto por mi parte de ir a la estación. Había sólo unos pocos
pasajeros, todos los demás mortales. Amor, -Atticus se giró hacia
Lissa,- dijiste que sentiste algo mientras subías. Dile a Marc lo que
sentiste. Podría ayudar a resolver este rompecabezas. -
Lissa puso su copa de vino en la mesa baja.- Si quieres. -Se volvió hacia
Marc y trató de expresar en palabras los sentimientos de temor que la
habían golpeado cuando puso el pie en el autobús.- Hubo un fuerte
deseo de no subir a bordo, pero fue generalizado. No podía estar
segura, y al momento que vi Atticus, me intrigó. Realmente me distrajo.
- Envió a Atticus una suave sonrisa burlona.- A partir de él, sentí un tipo
diferente de energía como que acababa de conocer mi destino. -Atticus
le apretó la mano.- Los dos instintos estaban en conflicto, pero mi deseo
de seguir a Atticus era más fuerte que los sentimientos de temor. -
- Gracias a Dios por eso, -dijo Marc, sorprendiéndola.- Si no hubieses
subido al autobús, y sobrevivido al accidente, dudo que mi buen amigo
todavía estuviera entre los vivos. No, - levantó una mano para detener
la respuesta de Atticus,- digas nada. Que he percibido lo que había en
tu corazón durante meses, hermano. Sin tu Única, estábamos a punto
de perderte. El destino tiene una mano más grande que lo que sabemos.
Usted estaba en ese autobús por una razón, Lissa, aunque sabía que era
peligroso, subiste de todos modos. Eso es importante. -
- ¿Tú crees? -La idea era sorprendente para ella, pero se sentía bien.
- Si. También creo que, hasta que sepamos más acerca de quién y qué
causó el accidente, ambos debéis tener cuidado. No está claro quién era
el objetivo, pero el accidente no fue un accidente y unos cuantos
inocentes pagaron el precio. -
A Lissa le golpeó la tristeza de la pérdida de vida. Que había sobrevivido
cuando todos los demás murieron era nada menos que un milagro. Un
milagro llamado Atticus. Y si Marc estaba en lo cierto, si ella hubiera
sucumbido a sus heridas, Atticus no hubiese tenido ningún motivo para
salvarse. Estarían los dos muertos.
La idea de que alguien deliberadamente hubiese causado el accidente
por medios mágicos era abrumadora, pero ella había estado expuesta a
una serie de sucesos extraños durante toda su vida. La existencia de
vampiros era sólo lo último − y sin duda la más sorprendente − de las
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muchas cosas extrañas que había visto. La idea de que la magia era
real, era más fácil de aceptar, después de sus experiencias más
recientes.
- ¿Crees que lo que pasó tiene algo que ver con alguno de nosotros? -
Los ojos de Lissa se abrieron ante ese pensamiento.- No tengo
enemigos que yo sepa. No del tipo mágico en particular. -
- Lo siento, cariño, tú misma dijiste que eras psíquica. Algunos seres
habrían sido capaces de sentir tu poder y otros podrían fijarte como
objetivo por él. El mundo sobrenatural es a veces más brutal que el
mortal. Tratamos de mantener un equilibrio delicado entre aquellos de
nosotros que dejan a la humanidad a su suerte y los que buscan
dominarlos e incluso esclavizarlos. E incluso algunos grupos de mortales
son conscientes de algunos aspectos del mundo sobrenatural y tratan de
erradicarlo. Si alguien se dio cuenta de tu capacidad, podrías haber sido
fácilmente el blanco. -
Lissa se llevó la palma de su mano a su acelerado corazón.- No me lo
puedo creer. -
Atticus apretó su mano, volviéndose hacia ella en el sofá.- Pero debes
hacerlo, cariño. Debes creer que la amenaza podría ser cualquiera de
nosotros y actuar en consecuencia. Para empezar quiero que vengas a
vivir aquí. Vamos a ir juntos a tu apartamento y recoger tus cosas. -
- Pero no esta noche. -Marc interrumpió a Atticus y se levantó para
irse.- Ian está coordinando la vigilancia del apartamento de Lissa y de
otros lugares. Quiero saber quién era el objetivo y por qué. Mostrar la
mano demasiado pronto, podría hacer que se escabullera. Si uno de
vosotros sigue siendo el blanco, lo encontraremos. El viñedo está bien
protegido, pero la casa de Lissa no. Tiene sentido que te quedes aquí,
aunque podría parecer extraño para tus amigas. Vas a tener que
informar de un tórrido romance, y tal vez, ¿una boda impulsiva se
podría planificar? Podéis decidir cómo manejarlo, pero dejarme a mí la
parte peligrosa. -
- No sé qué decir. -Lissa estaba perdida. Marc era un hombre poderoso
y dominante, y ella nunca se había encontrado con alguien así. Atticus
era el hombre más fuerte que jamás hubiese conocido. Antes de
encontrarse con él, nunca se había imaginado que encontraría al
hombre con el que fantaseaba. Atticus era perfecto para ella, pero
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Marc… era hermoso, imponente y poderoso, más que su nueva pareja,
aunque no tenía el lado suave que templaba su amante. Era formidable.
- Quédate con tu compañero y se feliz, Lissa. Déjame manejar la
amenaza − si hay, de hecho, alguna. Podemos llegar a encontrar si otro
era el objetivo o si él o ella está muerto, la amenaza podría
desaparecer. De cualquier manera, es mucho mejor prevenir que curar.
Atticus se levantó y le tendió la mano en un saludo fraternal.- No puedo
agradecértelo lo suficiente, Marc. La seguridad de Lissa es la cosa, en el
mundo, más importante para mí. -
Marc asintió.- Comprensible. Incluso admirable. Te envidio, amigo, y mi
objetivo es ver que nada amenace tu futura felicidad. Me pondré en
contacto cuando sepa más. Por ahora, quedaos aquí a salvo. -
Vieron a Marc dirigirse a la puerta y Lissa se quedó impresionada con el
deportivo negro brillante que conducía. Ese coche costaría el alquiler de
su piso durante diez años y ronroneaba como un gato grande. Estos
hombres − estos vampiros − eran hijos ricos de armas.
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50. One and Only Cenit
Capítulo 4
Atticus cerró la casa, conectando los sistemas de seguridad y
asegurándose de que todo era tan seguro como podía. Quedaban horas
hasta el amanecer y quería pasar muchas de ellas haciendo el amor con
su nueva compañera. Pero antes de dejar que la pasión se los llevara,
tenían que hacer un poco de planificación.
La llevó hacia la piscina cubierta ubicada en la parte trasera de la casa.
Tenía un techo de cristal que podría abrir al cielo de la noche cálida. La
piscina estaba rodeada de exuberante vegetación tropical y tenía una
pequeña cascada para que pareciese una gruta natural en un destino
exótico.
- Esto es magnífico de noche. Lo vi hoy, pero es aún más hermoso
ahora. -Lissa se acercó a una de las grandes flores de las plantas de
paraíso y le acarició sus hojas, mientras contemplaba el agua.
- Me alegro de que te guste. Me paso mucho tiempo aquí, observando
las estrellas y contemplando el infinito. -Se trasladó a la pequeña barra
y sirvió dos vasos de vino tinto, los llevó hacia el cercano salón con
sillones de felpa. Lissa se sentó y aceptó una de las copas, antes de que
Atticus se sentara a su lado en el ancho sillón.- Ahora, por supuesto,
puedo sentarme aquí y reflexionar sobre ti. -
Ella rió y bebió el vino, sonriéndole por encima del borde de la copa de
cristal. Quería hacerle el amor ahí mismo, pero había algunas cosas que
quedaban por discutir en primer lugar. Se podía esperar. Pero no
demasiado tiempo.
Puso un brazo alrededor de ella, ya que apoyó la espalda en el sillón,
poniendo sus pies en alto. Nunca había estado tan a gusto en toda su
existencia.
- ¿Crees que tus amigas aceptaran que esté en tu vida, tan
rápidamente? -Atticus había visto la estrecha relación que Lissa tenía
con el pequeño grupo de mujeres del que se había hecho amiga en la
universidad mientras se cernió a través de sus recuerdos durante su
primera unión. Mantuvo el bloqueo mental entre sus mentes, por ahora,
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