2. Representación teatral
Los textos teatrales son escritos para ser representados. Esta
afirmación le confiere al género teatral unas características que lo
diferencian del resto de géneros literarios, puesto que la
representación teatral ha de incorporar elementos que están fuera del
ámbito de lo literario y que pretenden recrear el juego de ficción-realidad
que se da durante la representación.
3. En una representación teatral se juega con dos textos: el dramático,
escrito por el autor teatral, y el del espectáculo que es creado (quizá
no escrito) por el director de escena en colaboración con todos los
componentes de una representación: actores, escenógrafos, músicos,
iluminadores…
4. Ante una puesta en escena el director deberá ir completando todos aquellos aspectos
que no aparecen en el texto dramático, pero que son importantes para el efecto artístico
que quiere generar ante el público. Elementos que se incorporan en escena pueden ser: la
música, los trajes, los objetos que aparecen en el escenario, los muebles del decorado, el
telón de fondo, los colores… En algunos casos los autores de los textos dramáticos
indican cómo han de ser estos elementos, para ello utiliza las acotaciones, pero en la
mayoría de casos elautor da una indicación mínima o nula y es el autor de la puesta en
escena quien tiene que decidir este tipo de cosas. Esto es lo que nos lleva a considerar el
espectáculo una manifestación artística totalmente diferente de la escritura del texto
dramático. Este texto será una parte más (eso sí, muy importante) de la representación.
5. En un primer momento, nos encontramos las convenciones que son propias del espectáculo
teatral en sí mismo: el encuentro entre actores y espectadores, la ficción teatral aunque la veamos
como real, la atención del público, las acciones de los actores… Pero, por otro lado, nos
podemos encontrar con convenciones que son propias de un tipo de teatro, de un autor
particular, de una compañía, etc. Mediante estas convenciones nosotros podemos reconocer
situaciones que identifican la representación con un determinado movimiento estético, con un
autor teatral, con un grupo y su manera de trabajar, etc. Estas son convenciones particulares que
conviene conocer para poder entender los significados que se desprenden del hecho artístico que
es una representación, puesto que será diferente observar si se han seguido o se han roto estas
convenciones y el efecto que provocará en los espectadores será igualmente distinto.
6. Por ejemplo, serían convenciones de la tragedia las unidades
aristotélicas: unidad de acción, unidad de tiempo y unidad de lugar.
Estas convenciones nos marcan que el suceso narrado en escena no
ha de tratar más de un solo conflicto, ha de pasar en un solo lugar y
ha de suceder en el transcurso de un solo día. Con esta convención se
intenta dar una imagen de credibilidad a la situación teatral, aunque
muchos autores han roto la convención a lo largo de la historia.
7. Otra convención importante para conocer es “la cuarta pared”.
Consiste en imaginar que entre el escenario y el público existe la cuarta
pared de una sala (pared imaginaria o transparente para el público). Bajo
esa convención los actores se comportarán como si estuvieran en un
espacio cerrado, sin tener en cuenta la presencia del público. Esta
convención es propia del teatro realista. En el teatro contemporáneo se
rompe el esquema y el actor interactúa, en ocasiones, con el público.
8. También podemos considerar los “apartes”, que son comentarios
que hace un personaje delante de otro u otros personajes pero
suponemos que éstos no están escuchando nada. De esta forma el
personaje le informa al público de pensamientos o intenciones con la
suposición de que el resto de personajes los desconocen.