Los principales argumentos a favor de la deriva continental incluyen: 1) la coincidencia topográfica de las costas a ambos lados del Atlántico, 2) la semejanza de rocas y cadenas montañosas en continentes separados, indicando que estuvieron unidos, y 3) las similitudes entre floras y faunas fósiles en continentes alejados, sugiriendo que los continentes se separaron gradualmente.