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El origen del estado moderno
1. EL ESTADO MODERNO Y SUS CARACTERÍSTICAS
Desde el atropello del "El estado soy yo"
manifestado como el más nocivo absolutismo, el
pueblo sintió la negación total de sus derechos y
rotos todos sus principios e ideales, es ahí donde
empieza a crecer el resentimiento y surge poco a
poco la semilla de la rebelión, y ésta había de
manifestarse con toda su violencia y hacer
explosión, para culminar el 14 de Julio de 1789. La
revolución dio paso a nuevas formas, con todas sus
naturales e impropias acciones excesivas
cometidas. La mayor aportación que este
levantamiento dio, fue la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, que se
fundamentó en la teoría de Jean Jacob Rosseau, que escribió en su obra "El Contrato Social."
El año de 1789 es de primordial importancia en sus manifestaciones, por que los rumbos
señalados cambiaran al mando en sus procedimientos y formas gubernamentales, y también
en la nueva concepción del hombre, que se convirtió en ciudadano para ayudar a los fines del
Estado, los fines de un nuevo Estado nacido de la sangre de muchas personas, de un Estado
que surge de las cenizas del despotismo y la crueldad: El Estado Moderno de Derecho.
Una cierta entidad territorial. Ésta se refiere al medio físico que es necesaria para la
sustentación del Estado y debe ser una magnitud tal que no convierta en demasiado pesadas
las tareas que el Estado debe afrontar.
Establecimiento de un poder central suficientemente fuerte. Se logra suprimir o reducir
drásticamente a los antiguos poderes feudales, entre ellos el propio poder de la iglesia, que se
vincula a lo que actualmente llamaríamos al proyecto de Estado Nacional.
Creación de una infraestructura administrativa, financiera, militar y diplomática. Se desarrolla
una burocracia administrativa que trabaja impersonalmente para el Estado. Burocracia y
capacidad financiera se retroalimentan. La obtención y administración de recursos exige
personal dedicado por completo a estas tareas. La diplomacia se convierte en un instrumento
indispensable para las relaciones con las demás entidades estatales que constituyen un
sistema en su conjunto.
Consolidación de la unidad económica. El Estado debe ser capaz de regular y dirigir la
economía en su propio seno, y con respecto al exterior, implantar un sistema aduanal y
normas precisas que controlen la entrada y salida de bienes.
LA FORMACIÓN Y DESARROLLO DE LOS ESTADOS CIVILIZADOS.
El período conocido como Edad Moderna significó para Europa importantes cambios en su
ordenamiento político. El fenómeno más destacado fue el surgimiento del concepto de Estado
moderno: un territorio con fronteras determinadas, la existencia de gobierno común y un
sentimiento de identificación cultural y nacional de sus habitantes.
2. Este proceso fue iniciado a partir de los siglos XIV y XV. Los monarcas europeos, interesados en
concentrar el poder en su persona, debieron negociar con los señores feudales, quienes
cedieron sus derechos individuales sobre sus feudos a cambio de una serie de privilegios. Los
que no estuvieron dispuestos a transigir, fueron sometidos a través de violentas guerras.
Algunos de estos nobles, ante el poder del rey, no les quedo más que convertirse en una
nobleza aburguesada, convirtiéndose en "burgomaestres" o vasallos directos del rey. De este
modo, el concepto feudal de lealtad, fue reemplazado por los de autoridad y obediencia,
propios de un Estado con poder centralizado. En el siglo XVII, el poder político de los monarcas
se fortaleció hasta eliminar cualquier representatividad, dando lugar a las monarquías
absolutas.
La monarquía constituyó un Estado moderno sobre la base de una dirección fuerte, contando
con los medios para sostenerla. Con esto, el rey consiguió la resignación de la sociedad, a
cambio de un cierto orden y progreso. Uno de los más claros ejemplos del absolutismo fue
Francia. Durante el siglo XVII, este país se convirtió en la mayor potencia europea, después de
consolidar sus fronteras, gracias a innumerables guerras con los países vecinos. El rey Luis XIV
(1643-1715) fue la mejor personificación de la imagen del monarca absoluto.
MONARQUÍA ABSOLUTA
La monarquía absoluta es definida como una forma de gobierno en la que el monarca, que
puede ser denominado como rey, emperador, zar, etc. es quien posee el poder absoluto. Por
otra parte, en la actualidad, ya no es común que en el vocabulario de los políticos se utilice el
término de monarquía como un calificativo en forma de sinónimo de autocracia.
EL MERCANTILISMO EUROPEO
El Mercantilismo es una doctrina de
pensamiento económico que prevaleció en
Europa durante los siglos XVI, XVII y XVIII y
promulgaba que el Estado debe ejercer un
férreo control sobre la industria y el comercio
para aumentar el poder de la nación al lograr
que las exportaciones superen el valor de las
importaciones. El mercantilismo no era en
realidad una doctrina formal y consistente,
sino un conjunto de firmes creencias, entre las
que cabe destacar la idea de que era
preferible exportar a terceros que importar
3. bienes o comerciar dentro del propio país; la convicción de que la riqueza de una nación
depende sobre todo de la acumulación de oro y plata; y el supuesto de que la intervención
pública de la economía es justificada si está dirigida a lograr los objetivos anteriores. Los
planteamientos mercantilistas sobre política económica se fueron desarrollando con la
aparición de modernas naciones Estado; se había intentado suprimir las barreras internas al
comercio establecidas en la edad media, que permitían cobrar tributo a los bienes con la
imposición de aranceles o tarifas en cada ciudad o cada río que atravesaban. Se fomentó el
crecimiento de las industrias porque permitían a los gobiernos obtener ingresos mediante el
cobro de impuestos que a su vez le permitían costear los gastos militares. Asimismo la
explotación de las colonias era un método considerado legítimo para obtener metales
preciosos y materias primas para sus industrias.
El mercantilismo tuvo gran éxito al estimular el crecimiento de la industria, pero también
provocó fuertes reacciones en contra de sus postulados. La utilización de las colonias como
proveedoras de recursos y su exclusión de los circuitos comerciales dieron lugar, entre otras
razones, a acontecimientos como la guerra de la independencia estadounidense, porque los
colonos pretendían obtener con libertad su propio bienestar económico. Al mismo tiempo, las
industrias europeas que se habían desarrollado con el sistema mercantilista crecieron lo
suficiente como para poder funcionar sin la protección del Estado. Poco a poco se fue
desarrollando la doctrina del librecambio. Los economistas afirmaban que la reglamentación
gubernamental sólo se podía justificar si estaba encaminada a asegurar el libre mercado, ya
que la riqueza nacional era la suma de todas las riquezas individuales y el bienestar de todos se
podía alcanzar con más facilidad si los individuos podían buscar su propio beneficio sin
limitaciones. Este nuevo planteamiento se reflejaba sobre todo en el libro "La riqueza de las
naciones" (1776) del economista escocés Adam Smith.
SEÑOR FEUDAL
El señor feudal era dueño y amo absoluto de cierta
porción de tierra a la que se le denominaba "Feudo",
en tiempos de la Edad Media.
Los campesinos y vasallos que trabajaban en sus tierras
se convertían literalmente en sus esclavos. Éste les
"prestaba" sus tierras para que ellos la trabajaran, de
modo que la producción se dividía en dos: el producto
necesario para el sustento del campesino y el
excedente, del que se aprovechaba el Señor Feudal.
Su poder de decisión era ilimitado, a tal punto, que incluso llegaba a decidir hasta la noche de
bodas de sus vasallos.
Esta clase social desapareció con la aparición de los "burgueses" que dieron entrada a una
nuevo modo de producción social.
4. MERCANTILISMO EN ESPAÑA COLONIAL
La revolución de los precios que afectó a toda Europa
desde el siglo XVI, tuvo su origen en la llegada a España
de las remesas anuales de metales preciosos que traía la
flota de Indias, con lo que la reflexión sobre sus causas y
posibles soluciones produjo el primer pensamiento
económico digno de tal nombre. A ello se sumaba la
tradición de peticiones de orden económico en las Cortes,
tanto las castellanas como las de los reinos de la Corona
de Aragón. Castilla, desde la Baja Edad Media había
presenciado un enfrentamiento entre los intereses
vinculados a la exportación de la lana (la aristocrática
Mesta, y la alta burguesía de mercaderes de Burgos, las ferias y puertos conectados con
Flandes) y los vinculados a la producción interna de paños (la baja burguesía y el patriciado
urbano de las ciudades centrales, como Segovia y Toledo), que se expresaron en las guerras
civiles de los Trastamara e incluso la de las Comunidades. Ese modelo simplificado no oculta la
confluencia de multitud de otros intereses, tanto personales como dinásticos, institucionales y
estamentales, como los de las distintas partes del clero, e incluso la presencia de minorías
como judíos y conversos y la gran mayoría social que es el campesinado.28 La misma
construcción de la monarquía autoritaria tiene mucho que ver con su habilidad para arbitrar
estos conflictos socioeconómicos y su dimensión política.29 La misma organización del
monopolio del comercio americano, a través de la Casa de Contratación de Sevilla, conjugado
con los préstamos adelantados por banqueros alemanes (familia Fugger) o genoveses, y los
mecanismos de la deuda pública (juros) dan una muestra de lo necesario y a la vez complicado
que era entender los fenómenos económicos y actuar políticamente sobre ellos. Era vital para
el funcionamiento del complejo aparato militar, burocrático y hacendístico de la Monarquía
Hispánica (véase Instituciones españolas del Antiguo Régimen), en el que los impuestos (unos
del rey, otros del reino, otros de los municipios), las múltiples exenciones, y los derechos y
regalías del monarca formaban un entramado caótico.