2. El ciberbullying es el uso de los medios telemáticos (Internet,
telefonía móvil y videojuegos online principalmente) para ejercer el
acoso psicológico entre iguales.
No se trata aquí el acoso o abuso de índole estrictamente sexual ni
los casos en los que personas adultas intervienen.
Se define al Bullying a cualquier forma de maltrato psicológico,
verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo
largo de un tiempo determinado. Cuando se utilizan las redes
sociales como medio para la agresión, el fenómeno se denomina
Cyberbullying. Una de las manifestaciones más frecuentes de este
fenómeno es la publicación de fotografías, casi siempre poco
afortunadas, que pueden ocasionar molestia a sus protagonistas, a
los que se suele etiquetar para que sus contactos vean las
imágenes. Es también muy frecuente la creación de páginas o
grupos destinados a agredir, burlar o denunciar algún aspecto íntimo
de la víctima.
3. Emocionalmente de manera inmediata a las
víctimas. El ataque constante, con ofensas,
amenazas o insultos, también afecta la salud
de la víctima; no puede dormir, tiene
pesadillas y terrores nocturnos
(principalmente en menores de edad).
Cuando el daño emocional es mucho puede
llegar a desencadenarse algún problema físico,
como gastritis o presión arterial elevada. Hay
ocasiones en que esa vulnerabilidad emocional
puede llevar a la personas a un intento de
suicidio.
4. Evitar que, en lo posible, el chico tenga una cuenta propia en una red social. Aunque la mayor parte
de los menores que viven en las grandes ciudades cuentan con una cuenta propia, la edad de 13
años es uno de los requisitos necesario para abrir una cuenta de correo electrónico o en una red
social.
Sume a su hijo como su amigo en la red social. Eso le permitirá ejercer cierto grado de control
sobre lo que hace, comenta o publica. Cuando él tenga su propio correo electrónico, el pacto
puede ser que usted también disponga de la contraseña de acceso. Explíquele la necesidad de ser
cuidadoso en el manejo de estas herramientas.
Establezca las bases para una buena comunicación con su hijo. Recuerde que usted está a cargo
de su cuidado y educación, y explíquele que si alguien lo acosa -en persona o en Internet- él debe
decírselo cuanto antes, para que usted pueda tomar las medidas necesarias para protegerlo. Es
conveniente aclarar de ante mano que sufrir alguna agresión o acoso no es algo que a él deba
avergonzarlo.
5. El pasado 29 de marzo, Víctor Feletto salió de la escuela y
regresó a su casa, en la localidad de Temperley, partido
bonaerense de Lomas de Zamora. Allí se disparó en la cabeza
con una pistola de su abuelo José. Tenía 12 años. Sus
familiares denunciaron que la decisión pudo deberse a la
presión que sentía el adolescente de parte de las autoridades
de la escuela secundaria a la que asistía y a las ofensas de
sus compañeros, que lo maltrataban sin darle tregua. En abril
del año pasado, otro adolescente -Carlos Nicolás Agüero, de
17 años- se suicidó en la localidad de Chepes, provincia de La
Rioja, vencido ante el hostigamiento que sufría a diario de
parte de compañeros y vecinos, por su presunta
homosexualidad. No se trata de casos aislados: los
adolescentes y jóvenes que sufren el acoso de compañeros o
conocidos tanto en la escuela como a través de las redes
sociales son las víctimas de un fenómeno de consecuencias
alarmantes que crece cada día.