El documento describe la misericordia de Dios hacia la humanidad. Explica que aunque los humanos estaban muertos debido a sus pecados, Dios los hizo revivir a través de Cristo debido a su gran amor y misericordia. Insta a los creyentes a imitar la misericordia de Dios hacia los demás.
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Palabra de vida mayo 2015 ¡Dios es Misericordia!
1. Palabra de
Vida
Mayo 2015
“Pero Dios, que es rico
en misericordia, por el
gran amor con que nos
amó, precisamente
cuando estábamos
muertos a causa de
nuestros pecados, nos
hizo revivir con Cristo”
(Ef. 2,4-5)
2. La Biblia hebrea, para
indicar la naturaleza de
este amor de misericordia
utiliza una palabra
(rahamim) que rememora
el regazo materno, el
lugar de donde proviene la
vida.
3. Dándose a conocer
como “misericordioso”,
Dios muestra la
premura que tiene por
cada criatura, similar
a la de una mamá por
su niño: lo quiere, está
cerca de él, lo
protege, lo cuida.
4. La Biblia usa también otro
término (hesed) para
expresar otros aspectos
del amor-misericordia:
fidelidad, benevolencia,
bondad, solidaridad.
También María, en su
Magnificat, canta la
misericordia del
Omnipotente que se
extiende de generación en
generación
(cf. Lc 1, 50).
5. El mismo Jesús nos habló
del amor de Dios
revelándolo como un “Padre”
cercano y atento a nuestras
necesidades, dispuesto a
perdonar, a donarnos todo
aquello que nos hace falta:
“hace salir el sol sobre
malos y buenos, y hace
caer la lluvia sobre justos
e injustos”
(Mt 5, 45)
6. Su amor es
verdaderamente “rico” y
“grande” como lo define
la carta a los Efesios, de
donde se tomó esta
palabra de vida.
7. “Pero Dios, que es rico
en misericordia, por el
gran amor con que nos
amó, precisamente
cuando estábamos
muertos a causa de
nuestros pecados, nos
hizo revivir con Cristo”.
8. El de Pablo es casi un
grito de alegría que nace
de la contemplación de la
acción extraordinaria que
Dios realizó con
nosotros: estábamos
muertos y nos hizo
revivir dándonos vida
nueva.
9. La frase comienza con un
“pero”, como para indicar
el contraste con lo que
Pablo ya había
constatado: la condición
trágica de la humanidad
aplastada por culpas y
pecados, prisionera de
deseos egoístas y malos,
bajo la influencia de las
fuerzas del mal, en
abierta rebelión contra
Dios.
10. Esta situación hubiera
merecido el estallido de
su enojo (cf Efesios 2, 1-3).
Por el contrario, Dios en
lugar de castigar a la
humanidad vuelve a darle
vida: no se deja guiar
por la ira sino por la
misericordia y el amor,
de allí el estupor de
Pablo.
11. Jesús ya había dejado
intuir este modo de
actuar de Dios cuando
narró la parábola del
padre de los dos hijos,
que recibe con los brazos
abiertos al más joven,
hundido en una vida
desenfrenada.
12. Lo mismo con el ejemplo
del buen pastor que va en
busca de la oveja perdida
y la carga sobre sus
hombros para
traerla de vuelta a casa,
o el buen samaritano
que cura las heridas
del hombre caído en
manos de los ladrones
(cf Lucas 15, 11-32; 3-7; 10, 30-
37).
13. Dios, Padre misericordioso,
simbolizado en esas
parábolas, no solamente nos
ha perdonado sino que ha
donado la vida misma de su
hijo Jesús, nos ha donado
la plenitud de la vida divina.
Por eso este himno de
gratitud.
14. Pero Dios, que es rico en
misericordia, por el gran
amor con que nos amó,
precisamente cuando
estábamos muertos a
causa de nuestros
pecados, nos hizo revivir
con Cristo.
15. Esta palabra de vida
tendría que suscitar en
nosotros la misma alegría y
gratitud que en Pablo y la
primera comunidad
cristiana. También con
cada uno de nosotros Dios
se muestra “rico en
misericordia” y “grande en
el amor”, dispuesto a
perdonar y darnos
confianza.
16. No existe situación de
pecado, de dolor, de
soledad, en la cual Él no
se haga presente, no esté
a nuestro lado para
acompañarnos en el
camino, para darnos
confianza, la posibilidad de
levantarnos y la fuerza
para recomenzar siempre.
17. En su primer “Angelus”, el
17 de marzo de 2013, el
papa Francisco comenzó a
hablar de la misericordia
de Dios, un tema que
después se tornó habitual.
En esa ocasión dijo: “El
rostro de Dios es el de un
padre misericordioso, que
siempre tiene paciencia…
nos comprende, nos
espera, no se cansa de
perdonarnos…”.
18. Concluyó ese primer
breve saludo recordando
que: “Él es el Padre
amoroso que siempre
perdona, que tiene un
corazón de misericordia
para todos nosotros.
Aprendamos a ser
también nosotros
misericordiosos con
todos”.
20. Si con nosotros Dios es
rico en misericordia y
grande en el amor, también
estamos llamados a ser
misericordiosos con los
demás. Si Él ama a
personas malas, que le son
enemigas, tenemos que
aprender a amar a todos
los que no son “amables”,
incluidos los enemigos.
21. ¿Acaso Jesús no dijo:
“Felices los
misericordiosos, porque
obtendrán misericordia?”
(Mateo 5, 7).
¿No nos pidió que
seamos “misericordiosos
como es misericordioso el
Padre”? (Lc 6, 36).
También Pablo invitaba a
sus comunidades, elegidas y
amadas por Dios, a
revestirse de “sentimientos
de compasión, de
benevolencia, de humildad,
de dulzura, de paciencia”
(Col 3, 12).
22. Si creemos en el amor de
Dios, también nosotros
podremos amar con ese
amor que está cercano
en cada situación de
dolor y necesidad, que
todo lo excusa, que
protege, que sabe cómo
cuidar.
23. Viviendo de esta manera
podremos ser ejemplos
del amor de Dios y
ayudar a todos los que
encontremos a descubrir
que también con ellos
Dios es rico en
misericordia y grande en
el amor.
24. Texto Padre Fabio Ciardi OMI
Grafica Anna Lollo en colaboración con don Placido D’Omina (Sicilia, Italia)
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Este PPS, en diferentes idiomas, es publicado en www.santuariosancalogero.org
“Pero Dios, que es rico en
misericordia, por el gran
amor con que nos amó,
precisamente cuando
estábamos muertos a
causa de nuestros
pecados, nos hizo revivir
con Cristo”.