2. “El que coma de este pan vivirá
eternamente, y el pan que yo daré es
mi carne para la Vida del mundo".
Debemos trabajar incansablemente por el pan
que no perece, ese que asegura la felicidad y
da vida eterna
3. La Sabiduría edificó su casa, talló
sus siete columnas, inmoló sus
víctimas, mezcló su vino, y también
preparó su mesa.
Jesús con su muerte no nos dejó solos, él
preparó todo un banquete para nosotros,
asegurándose de que no nos sintiéramos
abandonados y en cambio viviéramos en su
amor, saciándonos de su cuerpo y sangre.
4. ”No abusen del vino que lleva al
libertinaje; más bien, llénense del Espíritu
Santo”.
Las entretenciones
pasajeras pueden nublar
nuestro camino hacia el
PAN DE VIDA y hacernos
sentir satisfechos con lo
poco que se nos da, pero
con nuestra mirada
puesta en el Espíritu,
estaremos llenos de JESÚS
5. “Porque mi carne es la verdadera
comida y mi sangre, la verdadera
bebida”.
JESÚS ES EL PAN DE VIDA!!!