PEDRO AVILÉS
RAMÓN MENDIVIL
IGNACIO HERNANDEZ-PACHECO
La pena de muerte consiste en provocar
la muerte a un condenado por parte del Estado,
como castigo por un delito. Los delitos por los
cuales se aplica esta sanción suelen
denominarse «delitos capitales».
El uso de la ejecución como castigo se remonta
a los principios de la historia. Desde
la Segunda Guerra Mundial existe una
tendencia clara a nivel mundial hacia la
abolición de la pena de muerte.
El derecho a la vida, ya que todo el mundo
tiene derecho a vivir.
El derecho a la integridad personal, ya que
toda persona tiene derecho a que se respete su
integridad física y moral.
El derecho a la libertad, ya que nadie puede ser
privado de su libertad.
A favor:
1. Razón de Justicia, el castigo siempre ha estado
presente en la sociedad.
2. Utilidad Social, intenta hacer desaparecer la
delincuencia y generar a las persona un miedo a
delinquir.
3. Costes económicos, la pena de muerte es
rentable.
En contra:
No le das una segunda oportunidad a las
personas culpables.
Le quitas el derecho a la vida a las personas.
Irreversibilidad de la pena de muerte respecto
del error judicial.
Discriminación ya que los más ricos tienen
mas posibilidades a una buena defensa que les
pueda liberar mientras que gente con pocos
recursos no tienen esa oportunidad para
demostrar la inocencia.
Las posturas frente a la pena de muerte han ido
variando a lo largo del tiempo.
La posición de la Iglesia católica, contraria a
la pena de muerte, ha sido varias veces
reiterada.
La muerte del culpable no es el camino para
reconstruir la Justicia y reconciliar a la
sociedad. Existe, por el contrario, el peligro de
que esto alimente el deseo de venganza y se
siembre nueva violencia.
El mandamiento de la ley de Moisés: no
matarás.
La fe en el Dios que Jesús anuncia: un Dios
padre y misericordioso.
El perdón de Jesús a sus propios asesinos:
”Padre perdónales porque no saben lo que
hacen ”