El documento describe la noche en que el señor recibió la noticia del fallecimiento de Don Paco. Luego de vestirse apresuradamente, tomó un taxi hacia la casa donde estaba el cuerpo. Allí dio el pésame a la viuda y se sentó entre la gente que lloraba. Más tarde, tristemente comió galletas y chocolate mientras los demás leían. Finalmente se despidió de la viuda y regresó a su casa a acostarse, aún conmocionado por la triste noticia.