El documento habla sobre la necesidad de formar ciudadanos para que puedan convivir de manera pacífica. Propone que la universidad debe enseñar valores compartidos y tolerancia para construir comunidad. También sugiere que la sociedad debe pasar de estar fragmentada a ser una comunidad convergente mediante diálogos y acuerdos entre actores sociales como universidades, gobierno y organizaciones no gubernamentales.