1. BOLETÍN
Octubre 2013
Femineidad: Mujercitas
Se miran al espejo preguntándose
si son muy gordas o muy flacas…
es la hora de ayudarlas a querer y
respetar su cuerpo, y a entender
el ser femenino en toda su
grandeza.
Casi todos los papás creen que su hija es una princesa y caen
rendidos a sus pies. Por eso les resulta natural verla peinarse
coquetamente o vestirse de vuelos y cintas.
Si de la noche a la mañana esa misma niña reemplaza el color
rosado por el gris, luce despeinada y sin gracia, los papás
pueden creer que se trata solo de la influencia de la moda
actual.
Sin embargo, hay que estar alerta: a los diez años la niña ya
comienza a mirarse al espejo con otros ojos; se pregunta si es
bonita o fea, si gusta o no al resto de la gente, y su apariencia
descuidada, o por el contrario, su creciente coquetería, puede
estar reflejando el difícil proceso interior que ella está
viviendo. Además, muy pronto vendrán las inevitables
espinillas, las primeras fiestas, y entonces…
2. REFORZAR LO FEMENINO
Obviamente, entre los 7 y los 12
años, el hecho de ser niñita tiene
mucha relación con el cuidado
físico y la ropa. La coquetería y la
ilusión por agradar son rasgos
característicos de virtudes muy
femeninas, como lo son también:
mirar cada ambiente con sentido
estético y afán de modificarlo, acoger con peculiar dedicación
y cariño a la gente, lograr de las personas lo mejor de sí
mismas a través de un trato encantador pero firme… Nuestra
misión será ayudarle a descubrir y valorar ese tesoro, a
desarrollarlo y enriquecerlo; a situar, en definitiva, la feminidad
en su justo punto.
Es cierto que es el momento oportuno para enseñarle a
sentarse bien o evitar la brusquedad. También para prevenir
una coquetería excesiva, que le lleve a pretender llamar la
atención todo el día… Pero no debemos quedarnos solo en
eso: hay que llegar al fondo y demostrarle que ser mujer es un
don, un privilegio, y que ella puede y debe desarrollar su
talento y genio femenino, pues los tiene en abundancia.
De ahí que a esta edad nos veamos ante el enorme desafío de
estimular su desarrollo armónico en dos frentes: en el físico y
el psicológico. Las clases de ballet, de gimnasia rítmica o su
ropa y sus juguetes, son asuntos importantes, ya que le
refuerzan su identidad femenina; pero las conversaciones con
sus padres, las lecturas y temas que se le proponen para
conversar y analizar también lo son.
3. VENDRÁN MOMENTOS DIFÍCILES
No ha nacido mujer sobre esta tierra que
no quiera ser bonita. Los padres, sobre
todo el papá, pueden ver a su hija con ojos
de amor y no darse cuenta de que la
pequeña que le parecía linda como un ángel
comienza a entrar en una etapa muy
complicada, en la que no es ni grande ni
chica. Desgarbada, o más baja en relación
al resto, o demasiado larga…, gorda o
flaca, es objetivo que a esta edad las niñitas comienzan a
poner nota a su físico. Es el momento de preparar el camino y
enseñar a nuestra hija a querer su cuerpo, a respetarlo, a
sacarle partido para verse linda, pero a la vez a valorar lo que
lleva dentro.
El papel de las madres es vital a esta edad. Si la mamá no
refuerza el amor propio de su hija, ¿quién lo hará?
Lamentablemente, muchas mamás quisieran que su hija fuera
una preciosidad y al verla en esta edad complicada, lanzan
frases de este estilo: "Era tan linda de chica, no sé qué le está
pasando que engorda y engorda o "es un desastre, se llena de
espinillas y parece que no le importa", o "bueno, al menos es
simpática". Aunque resulte difícil creerlo, las mamás dicen
esto delante de sus hijas, ya sea creyéndose graciosas o como
disculpándose frente al público.
No se imaginan el daño que causan a la niña. Por el contrario,
si le reiteran que tiene un cabello precioso, o que sus ojos son
almendrados aunque la niñita insista en quejarse por tener
ojos de tiburón, lograrán que ella sienta que los demás la
miran con amor. No debemos olvidar jamás que la
adolescencia puede ser más o menos llevadera según los
complejos o sufrimientos que se arrastren desde antes. Y que
los modelos de mujer que la televisión y el cine proponen
4. como "mujeres bonitas" pueden hacer sentirse fea a muchas
niñitas.
En materia de modas, habrá que insistir en dos aspectos clave:
primero, que arreglarse no es síntoma de vanidad, sino una
preocupación objetiva por los demás, que se alegran
viéndonos lucir bien. Segundo, que ese arreglo se realiza sobre
un cuerpo al que hay que respetar y hacer respetar. Si
respetamos nuestro cuerpo, jamás le pondremos encima algo
grosero o extraño. Si queremos que los demás lo respeten, no
lo transformaremos a través de la ropa en un producto de
atracción pública.
Es también tiempo de
advertir a la hija que en la
calle no siempre transita
gente buena: una falda muy
corta o un pantalón
demasiado apretado,
pueden ser el comienzo de
un mal rato para ella y para
la familia. Pellizcos,
manotazos, o comentarios chocantes muchas veces se deben
a la ropa de una niñita de doce años.
MINUTOS DE CONFIDENCIA
A esta edad, la hija todavía admira incondicionalmente a su
mamá. Cocinar con ella, acompañarla al supermercado, mirarla
cómo se maquilla, son actividades que le fascinan y momentos
que la madre debe aprovechar para propiciar confidencias.
Explicarle detalladamente todo lo relativo a la menstruación.
En esto, se debe llegar nuevamente al fondo: explicar que su
cuerpo se preparará mes a mes para el milagro de la vida; que
ese ciclo que se cumple mensualmente es una ocasión para
meditar el sentido de la vocación femenina. Podemos invitarla
5. a imaginar su futura familia, dejándole en claro que el
matrimonio no es el único camino para una mujer.
Otro tema que ya debemos
mencionar es el de su participación
en el mundo del trabajo: hablarle de
lo difícil que resulta a veces
compatibilizar hogar y trabajo, que
debe confiarse en que la sociedad
ayudará cada vez más a la mujer a
cumplir su papel en el mundo, pero
que cada mujer debe tener claro que ella es el centro y el alma
de su hogar. Podemos nombrarle profesiones, hablarle sin
miedo de solidaridad, de servicio público, de entrega generosa
a través de cualquier trabajo digno.
CONVERSE CON SU HIJA DE LOS SIGUIENTES TEMAS:
Los cambios físicos que se avecinan
Cuéntele a su hija que su cuerpo cambiará y que existe una
etapa intermedia, antes de ser mujer hecha y derecha, en que
las mujeres tienden a no estar a gusto con su apariencia. Por
eso mismo deberá aprender a valorarse como ser humano y a
descubrir las riquezas de su simpatía, generosidad… Si la
naturaleza ha dotado de un físico espectacular… ¡humildad
para no ponerse vanidosa y sabiduría para aprender a no
llamar la atención sólo por el físico!
El amor y las fantasías
Las mujeres son evidentemente más
románticas que los hombres y a los
quince años sus intereses son
distintos. Converse simpáticamente
de este tema con su hija de 12 años:
enloquecer de amor puede ser la peor
alternativa en la adolescencia, más cuando la mayoría de los
6. jóvenes de esta edad están preocupados de muchos otros
temas antes que de las mujeres. Enséñele a valorarse, a no
andar con el corazón en la mano, y a pulir el gusto a la hora de
elegir un jovencito en el futuro… y futuro bien lejano.
El trabajo y la familia
La enseñanza media se acerca y es importante
sembrar en esta etapa de la vida para cosechar
grandes frutos después. Una mujer que ha
estudiado y se ha esforzado en su adolescencia y
juventud, está más capacitada para sacar
adelante una carrera, ser buena profesional y
optar a un horario compatible con una vida
equilibrada.
Fuente: Encuentra.com
Sección: Hijos y Educación