1. Reflexiones para la vida
En busca de un consejo adecuado
Introducción
(Lucas 1:30-38)
María había recibido un llamado de Dios a una gran misión, ser la madre del Salvador del mundo; esta
misión le había sido revelada a través del ángel Gabriel; ella no imaginaba los grandes planes que Dios
tenia para ella y la familia que estaba por conformar.
¿Qué pensamientos vinieron asu mente?, ¿Cuál seria la reacción normal que como cualquier ser
humano tuvo María ante semejante anuncio? El asunto, es que ella debía guardar todo en su corazón,
no era prudente ni discreto que ella hablara sobre este asunto con José (el ángel no le dio esa
instrucción) Pero ella necesitaba compartir con alguien lo que estaba viviendo, alguien de su confianza.
Desarrollo
1. ¿A quien acude en casos de necesidad? ¿Cuándo se necesita de un consejo, una orientación, ¿a
quien acude? Antes de conocer de Cristo, todos teníamos amigos y confidentes, pero ahora en
Cristo, ¿serán esas personas las más confiables? ¿Quién es el que me aconseja ahora? ¿Cuál
fue la actitud que tuvo María cuando preciso de un consejo, de hablar con alguien de su
confianza? Ella busco a Elizabet (Lucas 1:39-45)
2. ¿Qué características tenia Elizabet, que María decide ir en pos de ella, teniendo en cuenta que
debía desplazarse hasta las montañas de Judá, y debía hacerlo de prisa? Elizabet era una mujer
piadora, de las hijas de Aarón, casada con el sacerdote Zacarías, había concebido en su vientre a
pesar de su vejez y esterilidad a Juan el Bautista (iba en su sexto mes); era una mujer de
oración, de fe, una mujer llena del Espíritu Santo. ¿Cuáles eran entonces aquellas cualidades o
características que calificaban a Elizabet como la persona adecuada para que María la visitara?
a. Era una mujer de principios (creyente, piadosa, virtuosa)
b. Era del linaje sacerdotal (Una líder espiritual, hija y esposa de sacerdote)
c. Pariente cercana
d. Una testimonio vivo del amor de Dios (en ella se había operado un milagro)
e. El ángel le había dado ese guiño (Dios le había mostrado que hablara con ella)
Esto hizo que María fuera de prisa hasta donde ella, para hablar de Mujer a Mujer, para
abrir su corazón, desnudar su alma, en relación a al situación por la que estaba pasando.
Ella sabía que Elizabet la podría ayudar espiritualmente.
3. ¿Cuál fue el testimonio de Elizabet? (Vers. 41-45)
Alexander Dorado Alban
2. Reflexiones para la vida
Cuando Elizabet escucho a María fue llena del Espíritu Santo y la criatura salto en su vientre.
Esto llevo a Elizabet a testificar a María; ella no solo le ofreció un consejo, ante todo le dio
testifico por el Espíritu Santo con un lenguaje revelacional sobre los planes soberanos que Dios
tenia con ella.
a. Elizabet hablo llena del Espíritu Santo
b. Su lenguaje era de bendición
c. Su mensaje era revelacional
d. A pesar de su casta y linaje, fue humilde
e. Fortaleció a María en la fe y en las promesas
4. ¿Qué efecto espiritual produjo en María las palabras de Elizabet? (46-55)
a. Fue llena del Espíritu Santo
b. Su boca se lleno de alabanza
c. Se fortaleció en la fe
d. Testifico de la gloria de Dios
e. Se afianzo en sus raíces espirituales
f. Comprendió los planes que Dios tenia para ella
g. Se dispuso a obedecer y a servir a Dios
5. ¿Qué hizo finalmente María? ¿Cuál fue el resultado de la visita a Elizabet? (Vers. 56)
a. Se quedo tres meses con ella, esperando hasta que diera a luz a Juan el Bautista.
b. Disfrutando de la comunión y el compañerismo que le ofrecía esta familia
c. Se estuvo preparando para la misión que debía asumir
d. Estar esos meses lejos de José, la llevo a entender mejor los planes que Dios tenia para
ella al lado de su esposo
e. Regreso fortalecida en el Espíritu para obedecer y llevar a cabo el llamado que Dios le
había hecho y la misión que se le había encomendado.
Aplicación
Como en el caso de María y Elizabet, mujeres de Dios deben asociarse para los planes que Dios tiene
para ellas. “es necesarios considerarnos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras”
(Hebreos 10:24) Cualquiera que sea la situación a la que Dios nos llama, permitir que sea su Espíritu el
que nos guie, fortalezca y conduzca en el camino que tenemos por delante.
Alexander Dorado Alban