3. Introducción
En un mundo ideal, todos tendríamos que llevarnos bien; la convivencia
seria sencilla y todas nuestras relaciones interpersonales serían exitosas
sin presentar mayores desafíos. Sin embargo, la vida real no es así pues
nos relacionamos con individuos que enfrentan dificultades personales, y
quienes tienen formas de ser y de pensar distintas a las nuestras.
4. 1. Reconozca las personalidades difíciles.
Es posible que las diferencias culturales y de crianza influyan en muchas
ocasiones, en la dificultad para relacionarnos. El mundo es diverso y
podemos encontrarnos con barreras que no están relacionadas con la
personalidad y que pueden ser abordadas si se dialoga y se intenta
entender la perspectiva del otro.
5. El perfeccionista
Es aquel que busca el reconocimiento personal y ajeno a través de la
eliminación del error en lo que es y en lo que hace.
6. El obsesivo
Le entra un pensamiento en la mente y le da vueltas y vueltas
repetidas veces; mientras más trata de sacar la idea de su
conciencia por la fuerza, más profundamente se arraiga.
7. El mentiroso compulsivo
No logra distinguir la verdad de la falsedad y llega a creer
sus propias mentiras. Esta persona tiene profundos
sentimientos de inferioridad e inseguridad; se esfuerza
por impresionar a la gente.
8. El hablador compulsivo
Tiene que hablar para controlar su ansiedad. Puede que
no sea inferior, pero se siente inferior o insuficiente.
Además, se tiene en poca estima.
9. El discutidor
Debate cada punto hasta que obliga a los demás a estar
de acuerdo con él. Su autoestima es tan pobre, que no
admite la posibilidad de equivocarse
(2 Ti. 2:14-16).
10. Los que nunca se equivocan
Es probable que debido a la poca aprobación y amor que
recibieron de sus padres, poseen un concepto muy pobre
de ellos mismos. Tienen que tener razón siempre o
sufrirán una terrible pérdida en su autoestima.
11. El arrogante
Manifiesta el orgullo y la vanidad. Éstos son el resultado
de la inseguridad. A veces se oculta debajo de una
apariencia de intelectualidad (Pr. 21:4).
12. El postergador
Se pasa la vida fabricando excusas por la tardanza y hace
el jueves lo que había prometido hacer el lunes. Evita
tomar decisiones. Su origen está en la inseguridad, la
dependencia y la inferioridad.
13. El celoso y el posesivo
El origen de su problema es el mismo que el del
postergador. Hay personas que son bastante normales en
todo lo demás, pero se les puede hacer sentir inseguras,
celosas o profundamente ofendidas bajo ciertas
circunstancias (Santiago 3:16).
14. 2. Reconozca sus mecanismos de escape
• Estilo tortuga
• Estilo Tiburón
• Estilo osito
• Estilo zorro
• Estilo Búho
17. 4. PRACTIQUE EL PERDÓN
• Tener una respuesta de gozo ante la ofensa.
(Santiago 1:1-2)
• Ver a través de la ofensa la necesidad del otro.
(Proverbios 19:11)
• No admitir la venganza. (Romanos 12:17-19)
• Ayudar al ofensor. (Efesios 4:32)