1. Semillero de líderes emprendedores
Por Alexander Dorado Alban *
En una reciente visita a nuestro país, el experto en desarrollo organizacional y sistemas sociales, Peter
Senge, autor de la Quinta Disciplina, enfatizó, “el futuro de las empresas está en los niños”. Esta visión
empresarial la enfocó con la siguiente tesis, “Si las empresas quieren tener sostenibilidad y desarrollo
deben trabajar más con la educación para llegar a los líderes del futuro: los niños”.
Resulta un razonamiento elemental, comprender que en las nuevas generaciones está el semillero de
los líderes, que tomarán la posta, en un futuro cercano, a los actuales líderes y empresarios, que
conducen los destinos de un país y que mueven la rueda de la economía y del progreso.
La pregunta que salta a la vista es, ¿cómo promover el espíritu emprendedor en los niños, niñas y
adolescentes? El punto de partida, está justamente, en interesarse en este propósito y en dirigir
acciones estratégicas hacia ese fin, entendiendo que el joven emprendedor de hoy, será el empresario
avezado del mañana. He aquí, una sencilla guía:
Los padres, educadores y líderes debemos ser ejemplo. Albert Schweitzer, el gran médico, filósofo y
teólogo,afirmó,“el ejemplo no es el mejor de los métodos, es el único”. Como somos nos reproducimos.
La generaciónque precede a los futuros líderes, tenemos el deber de ser para ellos, inspiración y desafío.
Promover los valores (enseñar, haciendo) Dice un precepto, “Porque cual es en su pensamiento, tal
es el”. Las personas somos el fruto de nuestras creencias y valores. Nunca iremos más allá de
nuestros pensamientos. Somos lo que creemos ser. El valor y amor al trabajo se inculca desde la
niñez, con el ejemplo de los padres, y a través de la educación y formación de éstos hacia sus hijos.
Generar espacios para el desarrollo y aprendizaje continuo. Los niños aprenden rápidamente;
luego, es importante estimular en ellos, competencias y habilidades para la vida y el trabajo.
Promover capacidades como el liderazgo, el trabajo en equipo, la creatividad, el manejo del
conflicto, son lecciones básicas en el proceso de aprender a vivir, y no solo aprender a producir.
Vincular a los niños a entidades que desarrollan el liderazgo y el emprendimiento. Hay que
aprender de los especialistas; en estos procesos, acudir a los expertos; improvisar carece de
sentido. La mejor inversión, es sembrar en nuestros hijos, lo que cosecharan con éxito en el futuro.
Estimular los logros de los niños. El reconocimiento a la evolución en el aprendizaje, no puede
limitarse solo a la parte académica o a la experiencia escolar. El niño debe estar preparado para
adecuarse y desenvolverse libre y abiertamente en otros escenarios, en los cuales pueda ejercitar
sus competencias y destrezas. Por ejemplo, en el campo deportivo, cultural, artístico, social.
*Consultor y Capacitador Empresarial
Director Programa Red Empresarios Colmundo