2. RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA – PERÚ
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¿Como surge?
La renovación Carismática no tuvo un fundador o fundadora, se inicia con una intervención
directa del Espíritu Santo en grupo de personas. No ha sido un hecho humanamente
planificado, sino que ha acontecido de manera inesperada y sobre todo espontánea. Surge en
un clima de expectación en la Iglesia: un concilio acababa de terminar: el concilio que pedía la
renovación espiritual de toda la Iglesia.
• Otoño de 1966. Varios profesores católicos de la Facultad de la Universidad de Duquesne del
Espíritu Santo, se reunían frecuentemente en oración fervorosa y en conversaciones acerca de
la vitalidad de su vida de fe. Cada uno reconocía que había un cierto vacío, una falta de
dinamismo, una debilidad espiritual en sus oraciones y actividades. Conscientes de que la
fuerza de la comunidad cristiana primitiva estuvo en la venida del Espíritu Santo en
Pentecostés, empezaron a orar para que ese divino Espíritu manifestara en ellos su poder.
Comenzaron a pedir que el Espíritu Santo les concediera una renovación y que sus vidas
fuesen llenadas de su poder. Rezaban los unos por los otros:¡Ven, Espíritu Santo!
• Unas semanas mas tarde, cuando oraban reciben la unción o bautismo en el Espíritu. En Feb.
30 personas participan de un retiro en la universidad y claman al el poder del ES, del cual todos
quedan llenos.
• de ahí se esparce a Notre Dame, luego a Michigan.... La Renovación Carismática había
nacido!. Todo comenzó con una chispa en Pittsburgh. Gracias a la fuerza incontenible del
Espíritu, esa chispa se ha propagado como incendio sobre paja y ha invadido los cinco
continentes de la tierra. Este fuego prende con ardor incontrolable y en pocos años, la
Renovación que empezó en un pequeño cuarto, como un cenáculo, se esparce por el mundo
entero.......... Todo lo de Dios nace pequeño, porque es la fuerza del ES lo que hace que se
esparza... lo único que hay que hacer es estar en el cenáculo y luego salir de ahí con el poder
del ES a ser testigos vivientes del fuego recibido.
Que es la RC?
Voy a darles definiciones dadas por los Sumos Pontífices recientes en diferentes ocasiones.
1. Un don del ES
La RC por su esencia, experiencia y características ha sido definida por la Iglesia como un don
del Espíritu para nuestro momento histórico. Un carisma de actualización de la gracia de
Pentecostés. ¿Qué es un carisma del ES? un don gratuito, sobrenatural, en un momento
histórico y concedido para el bien común, para la edificación del Cuerpo de Cristo. En el caso
de la RC, un caso particular, un don del Espíritu Santo que no se inicia con una persona, sino
en grupo... y que actualiza (hace actual) la experiencia de Pentecostés. «Gracias al movimiento
carismático, muchos cristianos, hombres y mujeres, jóvenes y adultos, han redescubierto
Pentecostés como realidad viva y presente en su existencia cotidiana» (JPII-2004)
2. Un acontecimiento religioso
Ahora bien, si es un don que se manifiesta en un hecho histórico, es un acontecimiento: Que
ha sido definido como “Un acontecimiento espiritual”: un fruto del ES que acontece en un
momento histórico. Acontecimiento que es fruto de las súplicas de Juan XXIII, de los Padres
Conciliares y de las frecuentes alocuciones de Pablo VI, invocando el don del ES para la
Iglesia. Estas han sido intercesiones, y cooperaciones ardientes, súplicas de Pastores que han
pedido que se repitiera con una “nueva fuerza” la gracia y el acontecimiento de Pentecostés en
la Iglesia hoy.
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3. Una de las gracias del Concilio Vaticano II (Card. Ratzinger)
Muchos teólogos después del Concilio solían hablar de que la Iglesia había entrado en su
«invierno». Incluso se dijo que parecía que después de la gran floración del Concilio, hubiese
penetrado hielo en lugar de primavera, fatiga en lugar de nuevo dinamismo. Parecía que el
dinamismo estaba en cualquier otra parte excepto en ella. Por otro lado, muchos, incluso
naciones enteras, sistemas... querían ver al mundo sin Dios. Y otros se preguntaban: ¿Dios
dónde estaba? ¿Y la Iglesia, después de desear tanto una renovación, no se sentía inmersa en
una tempestad? Pero he aquí, de pronto, algo que nadie había planeado. He aquí que el
Espíritu Santo, por así decirlo, había pedido de nuevo la palabra. Y en hombres y en mujeres
jóvenes renacía la fe, la experiencia de un Dios vivo.
El Espíritu Santo había inspirado a la Iglesia con este Concilio a implorar y desear una
renovación.... y El mismo enviaría las gracias para que se llevara a cabo. La RC ha sido
entendida por los Papas más recientes, como una de las gracias que el ES tan invocado en el
Concilio concediera a la Iglesia en un momento de gran dificultad. Y en esta definición debe
siempre entenderse: “una de las gracias ”junto a otras muchas, de la perenne acción del ES en
la Iglesia..
La RC no ha inventado nada nuevo... no añade nada nuevo a lo que ya existía en el corazón y
en la historia de la Iglesia. La historia de la Iglesia es la historia de 2000 años de acción del ES.
Toda esto está enraizado en el perpetuo pentecostés en el que vive la Iglesia. Todos los dones
que él hace que surjan en la Iglesia deben ser acogidos con gratitud (LG 12) y en realidad
nuestra oración debe ser siempre que el ES infunda su poder en la Iglesia aumentando sus
carismas (santidad, ante todo) para hacerla más fecunda.
• La RC: revitaliza lo que ya existe, por ello es un don de profunda renovación espiritual que
cabe dentro de todos los estados de vida y en todos los ámbitos...es un fuego que está
disponible a quemar a todos e incendiar el campo de la Iglesia
• La experiencia de la Renovación es fruto de lo que ya existe en la Iglesia. Pues la experiencia
no antecede a la existencia...mas bien, la experiencia vivida es un aspecto de lo que ya la
Iglesia nos enseña y es parte de su vida, del tesoro que posee en su seno materno.
• El cristianismo es ser, y de ese ser se experimenta. Por ej. El ES es el alma de la Iglesia, su
fuerza, su luz, su sabiduría y fecundidad.... Que ha experimentado la RC? Nada mas que eso.
• La experiencia es la actualización vivida de la verdad ya contenida en el seno de la Iglesia. La
RC abarca ambos: la existencia y la experiencia- toma de lo ya existente en la vida de la Iglesia
y lo experimenta en su propia vida. Una identidad particular: que las verdades de la fe han sido
comprendidas ante todo por una experiencia vivida.
4. Actualiza los efectos interiores y los signos exteriores de Pentecostés
El derramamiento particular del ES en la Iglesia después del Concilio, dirigió nuestra mirada al
Cenáculo.
Para comprender con profundidad esta Renovación en el ES, suscitada por Dios mismo en
nuestros días, es necesario asomarse una vez mas a la experiencia que tuvieron los Apóstoles
el domingo de Pentecostés y valorar cada uno de los elementos o signos que constituyen la
riqueza inagotable de aquella efusión del ES.
La extraordinaria efusión del ES en los congregados en el cenáculo se manifiesta con ciertos
signos externos que orientan la atención y descubren, en lo posible, la experiencia interna del
Espíritu en los Apóstoles. Los signos son reales, aunque su propósito es dirigir a la acción
interior.
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Signos de Pentecostés: Conversión personal, apertura a carismas, formación de comunidad y
poder
evangelizador.
-viento: pues el ES no se ve pero su acción es real, sopla cuando quiere como quiere y lo único
que necesita para hacerlo es nuestra docilidad. El viento se percibe por efectos que produce.
-ruido: pues el ES mueve evoca la alabanza, el clamor, la exclamación, las lenguas, los
cantos...
-fuego: pues el ES es el fuego santificador, que consume al hombre viejo y lo purifica; lo hacer
arder de caridad y lo enciende para ser testigos de su poder en el mundo entero.
Fuego....santidad y misión.
-temblor: pues el ES zarandea, conmueve hasta lo mas íntimo del corazón del hombreremoviendo las raíces del pecado y arrancando el miedo que paraliza y acomoda.
-forma comunidad: hace que los que le reciben se congreguen en comunidades de amor, de
oración y de servicio.
En Pentecostés vemos la dimensión expresiva de la fe: los gestos que revelan lo que vive el
corazón. La fe con rostro y gestos....(JPII, primer reunión: "Gracias" por la expresión de su fe.
Por los cantos, las palabras y los gestos. Es una revolución de la expresión viva de la fe que es
además de materia de la inteligencia, es materia del corazón. Muchas veces, esta dimensión
ha estado ausente.”
Pero con principios indispensables:
Y para que esto se diera habían dos principios indispensables e irrenunciables: Estar con la
Virgen María y con Pedro. O sea, el principio mariano y el petrino.......dos pilares
fundamentales de la vida de la Iglesia y de la acción del ES. Con la apertura mariana para
recibir el Espíritu, con la humildad de estar en oración con la madre de la Iglesia, y con la
obediencia a al Cabeza de la Iglesia, o sea, vivir este carisma en el corazón de la Iglesia y para
servirle.
¿Qué Características han sido propias de la RC?
Siendo una gracia de actualización de Pentecostés, debe presentar las mismas características
de aquella primera donación del ES:
1.Transformación interior, cambio de vida, conversión profunda
• encuentro personal con Cristo Vivo, como Salvador y Señor y deseo de entregarse a el.
• gusto por la oración personal y comunitaria. Por la intercesión: confianza en el poder de la
oración
• retorno a la contemplación y a la alabanza
• la meditación asidua de la Palabra y de los sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía
• disponibilidad a las acciones del ES y al discernimiento, luces interiores
• conciencia mayor de la necesidad de la sanación interior, de llegar a las heridas de nuestros
pecados y raíces de nuestra conducta o rasgos de comportamiento.
• liberación de los obstáculos y ataduras del corazón, remueve las trabas, derriba muros y
dispone para que el ES pueda actuar con libertad.
• despertar de la acción poderosa de Dios en los eventos de la vida humana.
2. Dinamismo evangelizador para edificar a la Iglesia: Veo a la renovación como lo sucedido en
Pentecostés: en el cenáculo, reciben la efusión del Es, pierden el temor, reciben carismas y
salen.......a todos el mundo a ser testigos de la gracia recibida.
• sentido de comunidad y fraternidad: grupos de oración, comunidades de mayor compromiso...
apostolados en todos los campos...
• deseo de proclamar a todo el mundo el kerigma fundamental, el anuncio del Evangelio.. A
todas las naciones, en todos los ámbitos, hambre por dar a conocer al Señor
• apertura a los carismas del ES, a la alabanza, lenguas, profecía, visión, intuición, etc..
sanación, milagros para el bien común..
• Muy típico: Congregarse para glorificar a Dios y para meditar en su palabra. (Conferencias...)
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• espiritualidad que toca a todas las espiritualidades: renueva y vitaliza todas las corrientes
espirituales que el ES a hecho surgir a lo largo de la historia de la Iglesia. No arranca de las
raíces propias, sino que le inyecta una particular fuerza. Es un don para todos.
JPII: “Estoy convencido que este movimiento es signo de la acción del ES”. "Una gracia dirigida
a santificar a la Iglesia, a renovarla en su gusto por la oración, para redescubrir con el ES el
sentido de la gratuidad de su don, de gozosa alabanza, de confianza en la intercesión... y ser
convertidos en una fuente de evangelización” (Enero 1987]
«Deseo que la espiritualidad de Pentecostés se difunda en la Iglesia, como empuje renovado
de oración, de santidad, de comunión y de anuncio» JPII en 2004
Para responder a los desafíos de la Iglesia y del mundo contemporáneo Pablo VI dijo: “Debe
darse una renovación, un rejuvenecimiento del mundo. Debe darse de nuevo una
espiritualidad, un alma, un pensamiento religioso al mundo, deben abrirse de nuevo los labios
cerrados a la oración, abrirse el canto, a la alegría, al himno, al testimonio. Porque hoy, o se
vive con devoción, con profundidad, con energía y con gozo la propia fe o se le pierde” O sea,
debía vivirse la fe con un nueva fuerza y debía evangelizarse con un nuevo ardor, un nuevo
método y una nueva expresión... Una que apelara y llegara al corazón del hombre moderno
JPII, 30 de mayo 1998 (vigilia de Pentecostés en el año del ES): “ los movimientos eclesiales
son una respuesta, suscitada por el ES, a este dramático desafío del fin del milenio” En una
hora oscura...... El Espíritu Santo mandó su rayo de luz.... en una hora peligrosa envió su
consuelo y su fuerza, en una hora oscura mandó su luz. En una hora fría mandó su fuego. Y
por ello, “Esta generación, dijo Pablo VI, a los líderes de la renovación, puede proclamar en voz
alta, al mundo, la gloria y grandeza del Dios de Pentecostés. Esta gracia debe ser explotada en
plenitud. “Vivimos en la Iglesia un momento privilegiado del ES”. (PVI)
La Iglesia y el mundo necesitan más que nunca que el prodigio de Pentecostés se prolongue
en la historia”.(1974) “Estoy convencido que es un signo de la acción del ES, “una
manifestación elocuente de lo que el Espíritu está diciendo a las iglesias”. (JPII) -El mundo
necesita mucho de esta acción del ES y de muchos instrumentos para esta acción por que la
situación del mundo es muy peligrosa. El materialismo se opone al espíritu...y hay muchas
clases de materialismo. Es la negación de lo espiritual y por ello, se requiere la acción del
Espíritu. .Para hacer memoria, dijo el Siervo de Dios, JPII en la carta apostólica al inicio del
Tercer Milenio: es necesario descubrir las luces de lo hechos pero también sus sombras.
Algunas sombras
“debemos reflexionar, hacer memoria de las vicisitudes del pasado, para descubrir las grandes
luces del presente” (Memoria e identidad, JPII)
Dificultades del comienzo: toda obra de Dios mientras se reconoce y se entiende así misma, o
sea encuentra su identidad, tiene tropiezos en su caminar .JPII:
Ciertamente no faltaron riesgos, porque la acción del ES se desarrolla en vasos de barro (2 Cor
4, 7), que pueden reprimir su libre acción o desvirtuarla. Vosotros conocéis cuales son:
• una excesiva importancia dada a la experiencia emocional de lo divino
• la búsqueda desmedida de lo espectacular y de lo extraordinario
• el ceder a interpretaciones apresuradas y a veces desviadas de la Escritura
• un replegarse que rehuye el compromiso apostólico
• la independencia y complacencia que aisla del corazón de la Iglesia y de sus pastores
Permaneced en constante y agradecida actividad hacia todo don que el ES desea difundir en
vuestros corazones, pero no olvidando, sin embargo, que no hay carisma que no sea dado
“para utilidad común”.
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(1 Cor 12,7). La RC como cualquier otro don es siempre para la Iglesia y encuentra su
identidad en ser “iglesia” y “estar en comunión con la Iglesia”- sus pastores, magisterio y
pastoral.
• en sus comienzos, mientras este don se abría camino y maduraba, algunos en la RC no
entendían como encajar este don -este carisma- en el corazón de la Iglesia, y algunos incluso
pensaron que era una gracia paralela. Casi como una gracia indispensable para la
sobrevivencia de la Iglesia: cuando la indispensable para la vida y garantía de todo carisma es
la Iglesia, en cuyo seno crecen las obras de Dios, y para cuyo bien, existen.
• Ningún don del ES es para ser vivido o ejercitado sino es dentro del seno materno... por eso,
pentecostés fue en el cenáculo (lugar de la Eucaristía, del sacerdocio y los pastores) o sea en
el seno eclesial: con la Madre de la Iglesia: con el corazón materno, y con el Cabeza visible de
la Iglesia: el corazón petrino. Y con ello, el ES nos indicaba que la Iglesia es una familia: Madre
- Cabeza, y Cuerpo- en a que el ES da vida a través de poder en la historia- engendrando con
sus soplos diferentes carismas. En Pentecostés estaba el principio Mariano y Petrino.
En el documento sobre los movimientos eclesiales, escrito en 1998 por el C. Ratzinger:
Describe con exactitud las dificultades del comienzo:
“ Aquellos movimientos, efectivamente, padecieron -por así decirlo- enfermedades de la
primera edad. Se les había concedido acoger la fuerza del Espíritu, el cual, sin embargo, actúa
a través de hombres y no los libra por encanto de sus debilidades:
• propensión al exclusivismo, a no verse como parte del conjunto, de donde provino la dificultad
para integrarse en las iglesias locales.
• tenían la convicción de que la iglesia local debería elevarse, por así decir, a su modelo y nivel,
y no viceversa. De aquí surgieron fricciones y fueron responsables ambas partes.
Se hizo necesario reflexionar sobre cómo las dos realidades -la nueva floración eclesial
originada por situaciones nuevas y las estructuras preexistentes de la vida eclesial, es decir, la
parroquia y la diócesis- podían relacionarse de forma adecuada. Pues existe una permanente
forma fundamental de la vida eclesial en la que se expresa la continuidad de los ordenamientos
históricos de la Iglesia. Y se tienen siempre nuevas irrupciones del Espíritu Santo, que vuelven
siempre viva y nueva la estructura de la Iglesia. Pero casi nunca esta renovación se encuentra
del todo inmune de sufrimientos y fricciones. Por lo tanto, no se nos puede eximir de la
obligación de dilucidar cómo se deba encajar con continuidad lo establecido y lo nuevo que
surge.
Pero las sombras de los comienzos son siempre fruto de la inmadurez y a la vez, del asombro
ante lo nuevo que se da. Son sombras, podríamos decir, mayormente superadas. Y nunca las
sombras son ms fuertes que los rayos de luz que trasmiten esas mismas obras de Dios.
Pablo VI quien veía la necesidad de que se prolongara en este momento histórico el prodigio
de Pentecostés dijo en esa misma alocución: “Entonces esta renovación espiritual ¿como no va
a ser un don para la Iglesia y para el mundo? Y en este caso, ¿como no adoptar todos los
medios para que siga siéndolo? Esta renovación espiritual debe partir de una sólida base de
comunión eclesial, o sea, comunión de espíritus y de propósitos con la Iglesia y de una
fidelidad absoluta a la doctrina de la fe. (Estos son los medios)
Madurez Eclesial
Estos dos medios, comunión con la Iglesia y fidelidad a la doctrina, presentados tan claramente
a la RC por Papa Pablo VI, son el camino claro para que la RC viva y avance con madurez
eclesial
El Siervo de Dios JPII dijo el 5 de Junio, 1998: ¡Cuánta necesidad existe hoy de
personalidades cristianas maduras, conscientes de su identidad bautismal, de su vocación y
misión en la Iglesia y en el mundo! ¡Cuánta necesidad de comunidades cristianas vivas! Y aquí
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entran los movimientos y las nuevas comunidades eclesiales: son la respuesta, suscitada por el
Espíritu Santo, a este dramático desafío del fin del milenio"
“Se abre una etapa nueva ante los movimientos, "la de la madurez eclesial" (ib., n. 6). También
las comunidades carismáticas están llamadas hoy a dar este paso, y estoy seguro de que el
International Catholic Charismatic Renewal Services podrá desempeñar un papel importante
con vistas a la maduración de la conciencia eclesial en las diversas comunidades carismáticas
católicas esparcidas por el mundo. Lo que dije en aquel momento en la plaza de San Pedro os
lo repito a todos vosotros reunidos en Rímini: "La Iglesia espera de vosotros frutos
"maduros" de comunión y de compromiso" (ib.).
¿Que es la madurez eclesial? Según nos explica Mons. Stanislaw Rylko (presidente del
consejo pontificio para los laicos )
• una clara conciencia de la vocación en la Iglesia en cuanto a movimiento eclesial: tener
claridad de la identidad y de la misión.
• quiere decir también amor por la Iglesia, por el Papa, por los obispos. Sentir con la Iglesia.
• quiere decir fidelidad al magisterio de la Iglesia.
• pasión misionera y evangelizadora. Urgencia la necesidad de un anuncio fuerte pero para
ello, una sólida y profunda formación cristiana
• fidelidad a sus propios carismas, que los vivan a fondo y no superficialmente y tengan valentía
y autenticidad para comunicarlo a los demás.
• un profundo sentido de comunión eclesial, también en referencia a los otros movimientos y
comunidades. San Bernardo de Claraval sobre este tema: "yo los admiro a todos, pertenezco a
uno de ellos por la observancia, pero a todos en la caridad. Tenemos necesidad todos los unos
de los otros, el bien espiritual que yo no tengo ni poseo lo recibo de los otros". Este es un
componente esencial de la madurez eclesial, aprecio todos lo dones y movimientos, porque en
cada uno veo el mismo principio activo y este principio activo es el Espíritu Santo.
• Ser escuelas de comunión: JPII alentó a la RC a ser «signo viviente de esperanza, faro de la
Buena Noticia de Cristo para los hombres y las mujeres de nuestro tiempo». Lo que significa,
añade, ser «auténticos testigos» en «cordial unión con los sucesores de los apóstoles», los
obispos, y de esa verdad que tanto necesita hoy el mundo. Las comunidades carismáticas,
concluye el Papa, tienen también el gran desafío que el nuevo milenio plantea a la Iglesia: ser
«la casa y la escuela de la comunión».
En un gesto elocuente, JPII, eligió Pentecostés 1998, en el año dedicado al ES, para
congregar a todos los movimientos eclesiales que ponen de manifiesto de manera vital la
acción del ES, y al hacerlo quiso en un gran cenáculo, alrededor de la Eucaristía, fortalecer la
comunión con Pedro, quien tiene como sucesor del Apóstol que custodiar y promover. Quiso
con esto que los movimientos dieran un “testimonio común” ante la Iglesia y el mundo. Dicho
congreso fue promovido oficialmente por el Pontificio Consejo para los Laicos quien
formalmente invitó a un representante de la RC a presentar al Santo Padre en nombre de todos
los movimientos, los votos de fidelidad a Su Santidad y a la Iglesia.
La RC como todos los movimientos ha sido llamada a la madurez eclesial.........
descubrirse como un componente de toda la obra de renovación que el ES está haciendo
en la Iglesia.
Hacia dónde va la RC?
No lo se, solo puedo dar mi humilde parecer. ¿Como veo a la RC según mi propia aunque
limitada experiencia? Lo pensé en la Vigilia Pascual: la hoguera que ardía con grandes llamas,
donde todos venimos a orar y de allí entramos en la Iglesia.....y de el cirio que se prendió con el
fuego de la hoguera, se prendieron cada una de nuestras velas..... la Iglesia que estaba
oscurecida por la falta de luz, se iluminó con el fuego de cada vela........Así veo a la RC como
una hoguera en el corazón de la Iglesia... y de ella muchos cogen el fuego que prende sus
propias velas, grupos, movimientos, apostolados.... y con ese fuego encienden la Iglesia. La
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