2. Iniciando…
Las guerras floridas (Xochiyaoyotl en náhuatl) fueron la
cacería divina del hombre hecha por el dios Sol. Para el
hombre prehispánico el sol, al salir en el oriente, mataba con
las flechas de sus cuatrocientos (innumerables) rayos de luz
a las cuatrocientas estrellas. Vencía a la Noche y se hacía el
Día. Era un guerrero celeste, Ilhuicamina, flechador del cielo.
Como el águila es el ave suprema cazadora del cielo, ella
representa al sol. El águila desciende sobre el nopal, y atrapa
en sus garras las tunas florecidas que representan al corazón
del hombre, el cuauhnochtli, la tuna del águila.
3. ¿Por qué se llaman guerras
floridas?
Corazones humanos: Las flores de las guerras floridas
4. Un poco de Historia:
La guerra en México, en la época prehispánica es un
fenómeno muy complejo de características sociopolíticas,
económicas y religiosas, junto con el sacrificio humano, la
esclavitud y la tributación impuesta a los vencidos se oponen
al concepto de un pueblo promotor de valores de bienestar y
convivencia.
La guerra sagrada era un deber cósmico y para hacerla
existían reglas que se respetaban rigurosamente, para atacar
una ciudad se necesitaba un casus belli y uno frecuente era la
agresión que recibían los comerciantes durante sus viajes o
la negativa a comerciar. Pero el conflicto no llegaba sino hasta
después de agotar negociaciones laboriosas por medio de
delegaciones, regalos y discursos.
5. Si bien la guerra buscaba capturar enemigos, el objetivo final
era derrotar al adversario. La derrota era una convención, la
ciudad se declaraba vencida cuando los adversarios habían
logrado penetrar hasta su templo, incendiando luego el
santuario de su dios tribal. La toma del templo equivalía a la
victoria, pues así los dioses habían pronunciado su sentencia.
Una batalla podía empezar con una incursión sorpresiva al
campo enemigo para hacer cautivos, pero las guerras más
importantes se iniciaban con una gran marcha, portando
banderas y dando fuertes alaridos, al toque de instrumentos
musicales. Llevaban así mismo las imágenes de sus dioses y
otras protecciones sobrenaturales. Antes de ir a la guerra
hacían varios ritos propiciatorios y de protección y durante la
batalla ejercitaban actos de magia chamánica como
transformarse en águilas o jaguares.
6.
7. El Guerrero era preparado para morir
El guerrero que iba a ser sacrificado pasaba un año en que se
ejercitaba en toda clase de artes, ya que en cierta forma
representaba al dios viviente. Se desposaba con cuatro
vírgenes las cuales, el día del sacrifico lo acompañaban en
una gran embarcación hasta el lugar donde estaba el gran
templo. Ahí lo dejaban y él solo subía por las escalinatas
donde cuatro sacerdotes lo recibían para llevar a cabo el
sacrificio. El pecho le era abierto con un cuchillo y el corazón
palpitante era presentado a Huitzilopochtli.
8. Una Guerra Muy Florida
La cultura azteca es particularmente notable por la práctica
de sacrificios humanos a gran escala; los ofrecimientos a
Huitzilopochtli serían hechos para restaurar la sangre que
perdió, ya que el sol era confrontado en una batalla diaria.
Esto prevendría el fin del mundo que podría suceder en cada
ciclo de 52 años.
Los aztecas frecuentemente iniciaban guerras (las llamadas
guerras floridas) con el intento de capturar prisioneros para
usarlos en los sacrificios. Existen múltiples relatos de los
conquistadores capturados que fueron sacrificados durante
las guerras de la conquista española de México, aunque
solamente Bernal Díaz afirmó ser un testigo de ello.
9. El único alimento (desgraciadamente sobre todo para los
vecinos de los aztecas) que le gustaba al sol era la sangre
humana. Por ello en toda lógica, la sangre resultaba
indispensable para la sobre vivencia del mundo.
Para lograr este fin la guerra se hacía indispensable, ya que la
sangre de los guerreros vencidos era la más valiosa.
Entonces la guerra, necesaria como factor económico, es
también necesaria como factor religioso.
La guerra era muy común en el mundo de los aztecas.
10. Cuando los sacerdotes decían que el sol y los dioses
necesitaban más comida, más sacrificios, dos pueblos aztecas
tenían una guerra florida solamente para sostener el sol. En
estas guerras, los dos pueblos Aztecas mandarían sus
caballeros a un campo sagrado para el batallón.
11. Pero morir en las guerras floridas era un honor, también.
La práctica tiene una justificación racional, ya que la guerra
aliviaba también la presión demográfica en tiempos de
escasez. Además dada la práctica mesoamericana del
sacrificio de prisioneros y la ingesta de parte de sus cuerpos,
estas guerras a través del sacrificio humano permitían
enriquecer la dieta en proteínas de las ciudades participantes
en la guerra florida.
Para proveer de víctimas a los dioses y de alimento a los
hombres, se instituyó la costumbre “de las guerras floridas”,
con el exclusivo objeto de tomar prisioneros, sacrificarlos y
comerlos […]
12. Para terminar…
La guerra prehispánica no se parece a la actual, aquélla
iniciaba y terminaba con una negociación basada en el
principio de que el vencedor favorecido por los dioses, tenía
todos los derechos pero podía renunciar a ellos por medio de
una compensación o tributo. A cambio la cuidad vencida
conservaba sus instituciones, sus ritos, sus costumbres y su
lengua.