9. Confían el ellos, y son ellos los que llevan el mapa, la ruta
de la empresa, el timón.
10. Cuando nos presenten a nuestro dirigente, tendremos que mirarle
a los ojos. Hacerle comprender que no puede dar un paso sin
nosotros, porque sin nosotros está perdido. Hay que decírselo
suavemente. Y poco a poco hacer que nos de el mando, el timón.
11. Así sabremos que, cuando nos de un fuerte apretón de manos, no será
porque sea el protocolo, o porque el manual diga que se deba hacer así.
Será porque nos necesita. Porque confía en nosotros.
12. Nuestra misión es valiosísima: hacer que el barco cambie
de rumbo antes de que aparezca la tormenta
13. Así, la próxima vez que venga una crisis, será como una ola
gigante, y se llevará por delante a miles de barcos.
14. Pero solo a los que estaban perdidos, sin rumbo. Al nuestro
no.