La carta describe los recuerdos y la amistad entre el autor y su amigo fallecido Edgar Adrián Hermosilla. Expresa la tristeza por su partida pero también la fortaleza de la amistad que continúa más allá de la muerte. A lo largo de varios años, el autor ha trabajado su duelo, aceptado la voluntad de Dios y encontrado la paz interior a través de la oración, el perdón y la compasión hacia otros que también sufren.

1. Desde el cielo la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Carta al amigo que se fue
Hoy en este día amigo, tu recuerdo viene a mi mente como cascadas de alegría esos buenos
momentos que pasamos juntos, tantas risas, tantas lágrimas, tantos momentos imborrables
que quedaron guardados en mi mente y sellados en el corazón.
Esas mañanas que compartíamos juntos entre mates y sonrisas, entre lágrimas y secretos
que teníamos en común.
Aquellas mañanas ya no volverán, cada recuerdo tuyo me devuelve una sonrisa, esa misma
que iluminaba tu cara siempre, porque a mis penas siempre encontraba consuelo en tu
sonrisa y en cada pena tuya, encontrabas consuelo en mis brazos y mis palabras que
siempre fueron tuyas.
Hoy amigo te veo en cada rosa, en el canto de las aves, en la brisa que rosa mi cara y es
tan grande esta amistad que tenemos, que no de fue con tu partida, si no que encontró su
morada en la eternidad.
Feliz día hijo
Mi gran amigo
Ayer, hoy mañana y siempre.
La amistad es tan grande, que no se pierde con la partida, si no que encuentra su morada
en la eternidad.
Lujan 2011
Por vos hijo, por tu paz y la de todos los que te amamos siempre.
Otra ves lujan como cada año caminamos al encuentro de nuestra madre que nos
espera con los brazos abiertos llenos de amor para sus hijos.
Este año ya es el segundo que no caminamos juntoshijo, pero si se que aunque no eres visible
a nuestros ojos allí estarás cuidándonos y protegiéndonos a lo largo del camino.
Este año es muy especial para mi ya que Dios me puso pruebas muy difíciles de
aceptar desde la lógica humana, pero el sabe hasta donde mi gran amor me lleva por sus
caminos haciendo su voluntad y no la mía.
Este año empecé a sentir una rara sensación, primero fue de mucha bronca hacia
todo lo que merodeaba y conmigo misma, es cuando tenia la certeza de que ya nunca mas te
volvería a ver, era la realidad que me golpeaba en la cara con toda su fuerza .

2. Desde el cielo la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Este año me di cuenta que desde mi dolor podía ayudar a otros que sufrían como yo
y me llevo a escribir mis emociones y a compartirlas con ellos, también me descubrí
consolando a muchas mamas que habían perdido a sus hijos y no me había dado cuenta de
haberlo hecho, cuando tome conciencia de ello me sentí muy rara, hasta sentí culpa de no
llorarte hijo para consolar a otros.
También empecé a no sentir tanto la necesidad de visitar el cementerio y mas el deseo
de encontrarme con Jesús en el santísimo y conversar con el a través de la oración.
Volví después de mucho tiempo a reconciliarme con Dios en la confesión y a encontrarle un
sentido distinto a la eucaristía que se hacía cada día más imprescindible para seguir
adelante.
Este año empecé a trabajar más profundamenteel dolor y los sentimientos de bronca
que tenía guardados muy adentro de mí y me hacían tanto daño que no me permitían seguir
elaborando mi duelo para poder sanar mis heridas.
Y conforme pasaban los meses ya no me atormentaban tanto las fechas del accidente y la de
tu muerte, creo que el cambio se empezó a gestar más profundamente con tu primer
aniversario, de eso me estoy dando cuenta ahora que me miro hacia atrás en el pasado.
Aprendí también a compartir mis sentimientos y dejarme mimar un poco por otras personas
que como yo también sufren en los grupos de ayuda mutua y eso me fortalece cada día más.
Hoy me doy cuenta que era sumamente necesario que hiciera un alto en mis
actividades para poder entender lo que me paso y poder comprender y acompañar más a mi
familia.
Entre las pruebas que me puso Dios tuve que conocer a la persona que estuvo involucrada
en el accidente que te costara la vida, hay Dios que difícil, en un principio habíamos hablado
el año anterior y después nunca más supe de él, tal vez porque yo no busque o él no me busco
a mí, o tal vez porque no era el tiempo para encontrarnos según la voluntad de Dios que
sabía que en mi corazón habían sentimientos encontrados que no favorecerían el dialogo y
la comprensión.
Después cuando me entere que tenía que verlo por una cuestión legal, me puse muy
mal, porque yo me negaba a conocer aquel hombre sin rostro para mí que me había causado
tanto dolor.
Pero aquel día descubrí a un ser humano como yo que sentía profundamente lo que había
sucedido y descubrí que era capaz de dar la cara ante tus papas y hacerse cargo, también
estaba su señora quien se encontró conmigo en un abrazo sincero lleno de emoción.
Él tenía razón cuando aquella ves me había dicho que había una familia que no se borraba.
Este encuentro cambio completamente nuestras vidas y nuestros sentimientos, solo
había que esperar los tiempos de Dios para que diera los frutos que él esperaba, La Paz
para ambos, la comprensión y una sensación muy extraña que hoy mucho no comprendo
pero acepto porque Dios así lo quiso.

3. Desde el cielo la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Bien aquí estoy Señor aceptando todo lo que vos tenes para mi guardado y como hay
mucho para hacer de tu mano me pongo en camino como los primeros cristianos a
encontrarme con aquella Madre que bien sabe de mi dolor porque lo vivió como yo cuando
su hijo murió por nosotros, a ella le entrego todo lo que soy y seré desde hoy en adelante y
de aquí en más siempre de su mano, que son las mismas manos que hoy hijo te están
mimando.
Carta a mi hijo en el día de las madres
Querido hijo hoy en este día tan especial no puedo dejar de derramar una lagrima, pero no
ya con tanto dolor, si no con nostalgia de los días pasados en los que estábamos junto, hoy
como siempre Lolo me saludo a primera hora, viste que siempre te ganaba, desde aquí en
más es la misión que vos le dejaste y se porta re bien siempre está a mi lado.
Hoy hijo de mi alma no estas para regalarme esos libros que siempre me regalabas, pero
hay una persona especial que entro a mi vida porque Dios así lo quiso y sin saberlo me lo
regalo, es todo un misterio las cosas de Dios y tuyas porque seguro se lo soplaste al oído.
Este segundo día de La Madre sin vos, pero lleno de esperanzas en un futuro mejor
aceptando tu partida y con mi aceptación la paz que tanto necesita mi corazón.
Sabes que jamás te voy a olvidar eso nunca ya que sos parte de mí y yo parte de ti, ese hilo
que te unía a mí en mi vientre no se corta con tu partida, todo lo contrario se fortalece día
a día.
Hoy hijo sigo sin entender lo que nos pasó y busco desesperadamente el para qué, pero
ayer me dijeron que cuando el tiempo pase y mira para atrás tal vez me dé cuenta de ello,
hoy estoy buscando ese camino que me lleva a mirar atrás y encontrarle el verdadero
sentido, creo que es positivo ya que estoy caminando siempre de tu mano para no
perderme en el abismo del dolor y la desesperación en la que estaba sumergida el día que
te fuiste.
Hoy mi corazón hijo desterró por completo el odio, el rencor y la venganza para dar paso
a la paz, la aceptación y el perdón que tanto me enseñaste con tus jóvenes años.
Hoy hijo puedo decir que mi alma esta en paz aunque dolida pero no con ese dolor que
lastima si no con el dolor que nos deja un aprendizaje y que ya no es el centro de mi vida,
si no parte de ella porque sería hipócrita decir que no sufro, pero no voy hacer de ese
sufrimiento mi mundo, la vida es bella siempre me lo dijiste y vale el desafío de vivirla día
a día, dando gracias a Dios por ella.
Hoy hijo te siento cerca mío más que nunca, hoy hijo aprendí a sonreírle de nuevo a la
vida, sé que no es fácil pero no te defraudare en esto, hoy hijo mi corazón descansa en tu
calma y me siento arrullada en tus brazos, sostenida en tu alma y agarrada fuerte de tu
mano que nunca me suelta.
Doy gracias a Dios en este día por los hermosos hijos que me regalo que son la luz de mi
vida.
Te amo Edgar y siempre te amare no lo dudes nunca amor.

4. Desde el cielo la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Mi corazón está en paz
Para encontrar paz en nuestro corazón destrozado por el dolor y abatido por la
perdida, debemos empezar a trabajar el dolor desde lo más profundo de nuestro ser y
llegara así al momento culmen de nuestro sufrimiento donde el dolor se expresa en todas
sus dimensiones y así tomar conciencia de el en nuestras vidas para poder aceptar lo que
nos pasó.
Si tapamos ese dolor con seudo alegrías, efímeras y pasajeras, porque no son reales, solo
una máscara a nuestro dolor y sufrimiento, el sigue allí donde nadie lo ve, pero nosotros
sabemos que esta, sigue latente y a la espera, pero en esa espera, nos invade y lastima
desde bien adentro y cuando surge por su propio medio y no el nuestro, lo hace con más
fuerzas que antes y nos destroza desde el centro de nuestras entrañas, allí donde lo
dejamos estancado.
Cuando decidimos sacarlo nos duele, pero tal vez es el temor de que le duela a los demás
lo que no nos permite sacarlo.
De todos modos tenemos que hacerlo y para ello es necesario afrontar nuestra realidad,
nuestra pérdida, nuestro ser lastimado y desangrado y nada mejor que expresar nuestros
sentimientos hacia el exterior y darle su debido cause.
Una buena forma es hablar del tema, expresar nuestro dolor, llorar, enojarse, reaccionar
ante esta situación, no es bueno guardar estos malos sentimientos en nuestro ser.
También hay sentimientos de culpas a flor de piel, primero las nuestras y después la de los
demás.
Estos sentimientos irán saliendo sin darnos cuenta hasta desaparecer por completo, el
tiempo, no se sabe cuánto será, dependerá de cada uno y de la forma que trabajemos para
sacar nuestro dolor de nuestro corazón.
Encontrarnos con Dios, hablar con él, buscar el para que de esta situación dolorosa.
Él nos sabrá guiar en este camino de sanación.
Entreguemos nuestro sufrimiento a Él y todo se trasformara para bien, para darnos paz y
encontrarle un nuevo significado a la vida que Él nos regaló.
Cuando esta paz empiece a instalarse en nuestro ser, también empieza a invadirlo, pero
contrariamente al dolor, lo hace para sanarnos y quedarse allí para siempre como parte de
nuestro ser.
Esto también lleva un proceso y en este camino encontraremos también algunos obstáculos
que vencer, propios de nuestra naturaleza humana que muchas veces se revela a la
voluntad de Dios.
Estos obstáculos aunque sean complicados de superar, son positivos para nuestra
sanación.
Algunos de ellos son, los odios, las culpas, los resentimientos y deseos de venganza para
quien consideramos culpable de nuestra desgracia.
Pero de la mano de Dios todo es posible, ya que Él nos fortalece.
Cuando hay una persona, directa o indirectamente responsable de nuestra perdida, esto se
torna sumamente difícil e inaceptable y esos sentimientos de venganza son muy fuertes y
dejamos nuestras cosas en manos de los hombres y no de Dios y eso es lo peor que
podemos hacer, denle al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios y estas cosas

5. Desde el cielo la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
las debe manejar Dios y no los hombres.
Y cuando Dios toma las riendas de nuestras vidas y sentimientos se hace su
voluntad y no la nuestra y con su voluntad llega el poder de la sanación.
Siempre evite el encuentro y el dialogo con la persona involucrada en el accidente, en estos
casos siempre es así y es fundamental el encuentro y el dialogo si es que se puede llevar a
cabo, para poder encontrar paz en nuestro corazón.
Cuando se da este encuentro, podemos sentir que la otra persona sufre como nosotros y
necesita de ese encuentro y dialogo y en ese saber escuchar y encontrarse hallamos paz.
Cuando esta paz empieza a invadir nuestro ser, vemos que todos aquellos malos
sentimientos ya nos abandonaron sin darnos cuenta y la paz se estableció por completo en
nuestro corazón y la Misericordia de Dios nos enseña a perdonar, aceptar y empezar una
nueva forma de vivir, que no va a ser igual, pero tampoco debe
ser signada por el dolor.
Con nuestra paz, llevamos paz a los que la necesitan y nuestros seres queridos descansan
en paz la misma paz de nuestros corazones
Dios los bendiga
El frío talo mis huesos
El frío talo mis huesos y destrozo mi corazón,
Aquella tarde de invierno cuando el Señor te llevo,
A otras tierras donde no pude ir yo.
A otro mundo donde no te alcanzas mis brazos, pero si mi amor.
Sonó mi alma y se derrumbó, cuando de aquel sueño despertó
Pero no era un sueño, ese día Dios te llevo.
Abrí mis manos temblorosas pero mi cuerpo no te encontró
Mis brazos quedaron vacíos de vida y llenos de dolor.
Mi corazón de madre reposa en tu amor
Hoy tan lejos y tan cercano, como cercano esta Dios.
Y te busco en cada mirada y en cada lágrima de amor
Y no te encuentro hijo ya tu vida se esfumo.
Como se esfumaron las rosas con el invierno
Como se esfumo el perfume y el color
Rojo de la sangre y rojo del corazón.
Rojo del sufrimiento y rojo del dolor.
Mis parpados cayeron pesados, como cayo la tarde que te llevo
Con las últimas horas del día y en lo negro de la noche me dejo,
Un sabor amargo en los labios y un estallido en el corazón
Que sigue latiendo por tus hermanos, pero murió con vos.

6. Desde el cielo la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Quien pudiera
¿Quién pudiera volver el tiempo atrás, quien pudiera?
¿Quién pudiera retroceder el calendario de nuestras vidas para poder encontrarnos con
los seres queridos que ya partieron?
Quisiera ser reloj de tiempo, de arena, de amor, para poder volver aquellos días en que
éramos tan felices.
Quisiera ser viento para poder encontrarme con tu alma y fundirnos en un solo abrazo que
durase toda la eternidad.
Quisiera ser rosa de los vientos, para encontrarte donde quieras que estés.
Quisiera ser cadena para encadenarte a mi lado y si te fueras nos fuéramos juntos.
Quisiera ser alas de ángel, para que me lleves en tu cuerpo por los caminos que ya no
andamos juntos.
Quisiera ser sangre para poder seguir desangrándome por tu partida.
Quisiera ser cielo para poder verte todos los días y despertarme con tu sonrisa.
Quisiera ser tu cajón, para abrigarte todas las noches de tu fría muerte.
Quisiera ser muerte, para estar con vos.
Te fuiste con las luces del día
Te fuiste con las luces del día y dejaste mi alma herida
Al punto de no querer saber más nada del dolor.
Te fuiste con una sonrisa en la boca y un beso en las mejillas
Y un te quiero mucho mama.
Te fuiste de esta vida y dejaste mi alma partida presa
De una gran soledad.
Te fuiste llevándote mi alegría dejando en mi vida
Lágrimas y nada más.
Te fuiste hijo de mi vida y desde tu partida ya no puedo más
Y le pregunto a las estrellas como seguir mi vida sin tu te quiero mama.
Y contigo se fueron todas aquellas cosas bellas que la vida nos había preparado
Se fueron los besos, las caricias, el amor incondicional y tu adiós.
Se fueron las flores del jardín que tanto te gustaban,
Porque murieron con vos.
Se fueron los nietos que nunca fueron
Y con tu vida se fue parte de la mía,
de mi alma, de mi corazón.
Se fueron los amaneceres y los atardeceres que tanto nos gustaban

7. Desde el cielo la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
y nos inundaban con su color.
¿Porque se fueron nuestras vidas hijo amado porque no me fui yo?
¿Por qué de la tumba al cielo hay un gran vacío que se llena de dolor?
¿Porque tu rostro no me sonríe más con tanto amor?
Quisiera poder subir esa gran escalera que hoy nos separa,
Tan solo por poder escuchar una vez más tu vos.
Quisiera romper el cielo para poder mirar tu cara y sentir tu amor.
Todo es imposible ya nada nos quedó, aunque el amor perdure hijo
Es grande el dolor de no tenerte a mi lado para abrasarte con todo mi amor.
Esa mirada
Esa mirada me tala en lo más profundo de mi corazón.
Esa mirada que ya no puedo ver más porque la apago
La oscuridad de la muerte.
Esa mirada que añoro la llevo en mi mente
Cuando te despediste de mí para no volver a verla nunca más.
Quiero romper las cadenas que te atan a un cajón, quiero romper los lazos que te unieron
a la muerte, quiero gritar tu nombre tan fuerte para que me escuches y me contestes.
Quiero abrir tu sepulcro para verte de nuevo aunque ya no estés allí, si no en el cielo.
Quiero tenerte a mi lado amor, pero es imposible.
Me desgarro cada mañana con tu ausencia.
Me deslizo cada día más hacia ti y no te encuentro.
Me desgarro a cada minuto por tu ausencia.
Me hundo en el abismo de la muerte a ver si te encuentro.
Mira al cielo para encontrar tu rostro pero solo veo desolación.
Le pregunto a Dios el por qué de tu partida y solo encuentro silencio.
El mismo silencio en el que te adentraste el día de tu partida.
Nada ni nadie se imagina los colores oscuros que pintan mis días
Nada ni nadie se puede adentrar en mis pensamientos donde se lucha día a día
Entre el rencor y el perdón.

8. Desde el cielo la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Dios Todo lo puede
Allí estaba sentado frente a ella, no sabían el uno del otro, no se conocían.
El escuchaba a su abogado casi sin interés, ella lloraba en su mundo, aquel que se
había derrumbado con la muerte de su hijo.
Ella no se dio cuenta cuando él se acercó y casi con miedo pronuncio su nombre con
vos temblorosa, ella no la reconoció era como un eco incomprensible hasta que levanto la
vistay lo vio, se quedó estancada en su mirada llena de dolor, allí supo quién era esa persona
sin rostro hasta hoy que torturaba sus pensamientos, quien un día por obra de la fatalidad
provocó la muerte de su hijo.
Lo miro nuevamente, solo salieron lágrimas de sus ojos, el silencio invadió la sala
esos silencios que solo comprenden los que sufren como ellos.
No hicieron falta las palabras el silencio lo dijo todo y ella vio en el rostro de aquel
hombre abatimiento y dolor, allí entendió que todo lo que le reprochaba solo fue fruto de los
hombres que abusan de los sentimientos por conveniencia.
Pero allí estaba Dios con su mano sobre sus hombros, allí estaba implantando la
justicia que tanto le había pedido y también contemplándola, sabiendo lo que esperaba de
ella, como antes la había preparado para el dolor más grande, también la había preparado
para este momento.
Dios sabe bien lo que puede esperar de sus hijos y ella no lo defraudo, ahondo en lo
más profundo de sus sentimientos y no hicieron falta las palabras, se abrazaron
compartiendo su dolor y lo perdono.
Descansa mama
Descansa ya mama, todo se termino
Descansa de tus broncas y de tu dolor
El no desaparecerá de tu vida
Pero no lo dejes que eche semillas en tu corazón
Descansa de los malos recuerdos
Recuérdame siempre con amor
Descansa tu corazón torturado y déjate
Amar por mi amor.
Descansa tus ojos de tantas lágrimas
Yo ya me las lleve en mi corazón
Porque en mi corazón siempre estará tu amor
Yo las tengo guardadas porque aquí no hay dolor
Pero mami te digo no quiero verte sufrir a vos.
Descansa de todos los porque ya todo paso

9. Desde el cielo la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Descansa tus tormentos y entrégalos a Dios.
Empieza a vivir nuevamente
Mis hermanos aman por vos
En ellos siempre estaré presente
Pero más lo estaré en tu gran amor.
Y recuerda que aquí no me puedes ver
Pero tenlo bien presente el día que nos encontremos
Aquí te esperare para mostrarte los caminos de gloria
Que yo antes ya camine.
No llores si me amas.
¡Si conocieras el don de Dios y lo que es el Cielo! ¡Si pudieras oír el cántico de los
Ángeles y verme en medio de ellos!
¡Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos los horizontes, los campos eternos y los nuevos
senderos que atravieso!
¡Si por un instante pudieras contemplar, como yo, la belleza ante la cual todas las bellezas
palidecen!
¡Cómo!¿Tú me has visto, me has amado en el país de las sombras y no te resignas a verme
y amarme en el país de las inmutables realidades?
Creedme: cuando la muerte venga a romper las ligaduras, como ha roto las que a mí me
encadenaban, y cuando un día, que Dios ha fijado y conoce, tu alma venga a este Cielo en
que te ha precedido la mía, ese día volverás a ver a aquella que te amaba y que siempre te
ama, y encontrarás tu corazón con todas sus ternuras purificadas.
Volverás a verme, pero transfigurado, extático y feliz, no ya esperando la muerte, sino
avanzando contigo, que me llevarás de la mano por los senderos nuevos de la luz y de la
vida, bebiendo con embriaguez a los pies de Dios un néctar del cual nadie se saciará
jamás.
Enjuga tu llanto y no llores si me amas.

10. Desde el cielo la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Una flor sobre su tumba se marchita, una lágrima sobre su recuerdo se evapora. Una
oración por su alma, la recibe Dios.
San Agustín de Hipona
Recuerda que cuando abandones esta tierra, no podrás llevar contigo nada de lo que has
recibido, solamente lo que has dado: un corazón enriquecido por el servicio honesto, el
amor, el sacrificio y el valor.
San Francisco de Asís
Morir no es morir a esta vida.
Morir es andar como muertos vivientes.
Sin alegría
“Nuestros seres queridos
No se mueren para dejar de existir
Existen en nuestros corazones
Allí se quedaron dormidos con el susurro
De nuestros latidos,
Cuando nuestro corazón se detenga
Nuestros seres queridos nos tenderán la mano
Para atravesar juntos los senderos de luz
Que ellos ya conocen.”
Pato

11. Desde el cielo la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Índice
Después de la muerte de un hijo, ¿hay esperanzas?
Cuantos porqués
El cementerio
Nuestro hogar también está de duelo
Después de la tormenta
Para Hernán
Cuando Dios te desarma
Aceptando tu voluntad, Señor
Carta al amigo que se fue
Lujan 2011
Por vos hijo, por tu paz y la de todos los que te amamos siempre.
Carta a mi hijo en el día de las madres
Mi corazón está en paz
El frío talo mis huesos
Quien pudiera
Te fuiste con las luces del día
Esa mirada
Dios Todo lo puede
Descansa mama
No llores si me amas.
Segunda parte del libro “Déjalo Ir”
Autora del libro: Patricia Zulma Eclecia
A la memoria de mi hijo
Edgar Adrian Hermosilla 19/9)1983-25/5/2010

12. Desde el cielo la memoria de Edgar Adrián Hermosilla