Este documento propone que la ética del cuidado y el desarrollo humano pueden contribuir a las prácticas pedagógicas del siglo XXI. Define desarrollo humano, ética del cuidado y prácticas pedagógicas, y argumenta que el desarrollo humano requiere de la cultura del cuidado. Plantea que las prácticas pedagógicas deben fomentar el cuidado de sí mismo, los demás y el medio ambiente. Concluye que se requiere una transformación en las actitudes de los estudiant
Cómo puede contribuir la ética del cuidado y el desarrollo humano en las prácticas
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UNIVERSIDAD CATÓLICA DE PEREIRA
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y DE LA EDUCACIÓN
MAESTRÍA EN PEDAGOGÍA Y DESARROLLO HUMANO COHORTE II
Cómo Puede Contribuir La Ética del Cuidado y el Desarrollo Humano en Las
PrácticasPedagógicas Del Siglo XXI
Por:
Róbinson Mira Sánchez
Pereira
17 de marzo de 2013
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Introducción
En el presente documento, se plantean algunas reflexiones y propuestas sobre la pregunta:
Cómo Puede Contribuir La Ética del Cuidado y el Desarrollo Humano en Las Prácticas
Pedagógicas Del Siglo XXI. Para ello es necesario empezar por plantear algunas
definiciones sobre: Desarrollo Humano, Ética del Cuidado y Prácticas Pedagógicas.
Las definiciones que aquí se plantean son las que el autor considera aceptables desde el
punto de vista de la educación, es decir, se simpatiza con ellas, sin embargo, no quiere
decir, que las demás definiciones que existan de estas tres categorías queden excluidas de
este ejercicio reflexivo. Sería una gran contradicción llegar a ese punto. Se perdería
coherencia con lo planteado al final del documento.
En este sentido, es necesario plantear un problema importante: ¿las prácticas de aula
(escuela primaria y secundaria) si están aportando a una verdadera transformación social?,
¿si se está logrando la libertad de pensamiento y acción que tanto se ha discutido en
Colombia?, ¿Colombia si va en la ruta adecuada del Desarrollo Humano?, ¿La actitud del
ciudadano Colombiano si es positiva consigo mismo y con su entorno?
Los anteriores interrogantes conforman el marco del problema que se analizará en este
documento. Este documento es una reflexión, algo empírica, pero que no pierde ni validez
ni importancia en el ejercicio de observar una realidad que todos los días nos golpea con
hechos negativos (violencia, desigualdad, pobreza, escasez de oportunidades, libertad y
paz). Este documento es un punto de vista sobre el problema propuesto, donde las
reflexiones, interrogantes y planteamientos deberán apuntar a una posible solución.
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Desarrollo
El desarrollo humano del siglo XXI requiere de prácticas pedagógicas que apunten a un
mejoramiento de la calidad de vida del ser, para ello se requiere una Ética del Cuidado
transversal a las anteriores dos categorías. En este sentido es necesario precisarlas para
luego poder observar cómo se conjugan en la práctica. Este es un ejercicio de
aproximación y reflexión más no definitivo de un planteamiento de acercamiento entre
estas tres categorías de análisis.
Primera categoría de análisis: el Desarrollo Humano. Merece ser entendido como una
necesidad fundamental dentro de los derechos humanos. En Colombia este derecho, si se
puede entender así, aparece desde la Constitución Política(Colombia, 1991). Pero no
aparece textual. La Constitución habla en términos generales de Desarrollo (Artículos 44,
71, 72), incluso, se habla como planes, programas y proyectos territoriales. Sin embargo,
se pude inferir que dicho desarrollo apunta más a un desarrollo económico, político y
cultural, pero no humano.
En este sentido, es pertinente analizar la definición que propone (SEN, 1998): "El
desarrollo humano, como enfoque, se ocupa de lo que yo considero la idea básica de
desarrollo: concretamente, el aumento de la riqueza de la vida humana en lugar de la
riqueza de la economía en la que los seres humanos viven, que es sólo una parte de la vida
misma".Con esta definición, se puede empezar a formular preguntas de apertura con
respecto a la Ética del Cuidado y las Prácticas Pedagógicas. Por ejemplo: ¿La educación
que es el producto de las prácticas pedagógicas, está logrando pensamientos y acciones en
los jóvenes hacia la búsqueda de una riqueza humana?, ¿Están las prácticas educativas y
pedagógicas cultivando el cuidado del ser humano como tal y por todo lo que lo rodea?
Los anteriores interrogantes son algo generales, pero son citados para no perder el hilo
transversal de las tres categorías en análisis. La siguiente categoría que hay que tratar de
definir es la Ética del Cuidado. Esta categoría de análisis puede ser entendida como:
“cuidar, mantener la vida asegurando la satisfacciónde un conjunto de necesidades
indispensablespara la vida, pero que sondiversas en su manifestación(Francoise Colliére,
1993)
La ética del cuidado es comprender que el mundo es el fruto de la telaraña de relaciones
que se dan entre los seres humanos y todo lo que lo rodea (relaciones materiales e
inmateriales), donde estas relaciones implican responsabilidades recíprocas y compartidas.
La Ética del Cuidado debe apuntar a evitar el daño en todo el sentido de la palabra y en
todo nivel de relación humana y no humana. Esta Ética del Cuidado necesita del
cumplimiento de los deberes y derechos en las que se enmarcan las interaccioneshumanas
y su entorno.
Al tratar de describir el desarrollo moral de las personas, (Piaget, 1974)y(Kolber, 1984)son
quienes en sus estudios definen las etapas del desarrollo moral, dejando a un lado a las
mujeres en este ejercicio analítico, puesto que ellos consideraban a la mujeres con menos
desarrollo moral que los hombres, lo cual,a mi juicio, es un gran error. No debe existir
discriminación en ningún tipo de relación humana. Aquí debemos cuestionarnos qué
moralidad estamos aplicando. ¿Si estamos pensando en el otro?
Sin embargo, son las mujeres las que mayor sensibilidad demuestran hacia los otros. En
(Guilligan, 1982)refuta la conclusión de Piaget y Kohlberg. A raíz de investigaciones que
ella hizo con mujeres. Ella encontró que el desarrollo moral de las mujeres es distinto al de
los hombres, pero igualmente importante. Las mujeres no utilizan principios éticos
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abstractos a planteamientos morales. Para las mujeres, los problemas morales son
entendidos como conflictos de responsabilidad.
Posteriormente, aparece la filósofa Noddings quien plantea que la Ética de Cuidado es
propio de la mujer el cual aparece desde el momento del nacimiento del ser humano. En
este punto, (Noddigns, 1984)plantea los inicios de la Ética del Cuidado.
En esta segunda categoría, se pueden plantear los siguientes interrogantes: ¿las prácticas
pedagógicas están generando espacios de reflexión y acción tendientes al cuidado de los
demás y del individuo mismo?, ¿por qué sólo hoy se piensa en cuidar al planeta, como
producto de ver los grandes desastres naturales ocasionados en su mayoría por el mal
manejo que le ha dado el hombre al medio ambiente?, ¿por qué aún la sociedad no le da la
importancia y el estatus que merece al cuidado de la familia?
En las dos categorías anteriores (Desarrollo Humano y Ética del Cuidado) se puede
observar una unión desde el punto de vista que: no se pude hablar de desarrollo humano
sino existe la cultura del cuidado.Un cuidado por sí mismo y por los demás. Un cuidado
que puede ser interpretado como una meta de felicidad. Un cuidado y una felicidad
compartida. Por ejemplo: ¡si usted está bien!, ¡yo estoy bien!, ¡si los dos estamos bien los
otros estarán bien!, ¡esto es felicidad plena! Y si hay felicidad plena se pude estar hablando
de Desarrollo Humano.
Pero falta articularuna última categoría al análisis: las Prácticas Pedagógicas. Se pude
entender por práctica pedagógica como las actividades diarias que se desarrollan en las
aulas, laboratorios y otros espacios educativos, delineados por un currículo donde el
proyecto educativo institucional define el propósito de formación de los estudiantes. Esta
definición tiene varios componentes: 1) los docentes, 2) el currículo, 3) los alumnos y 4) el
proceso formativo(Díaz, 2004).
Al analizar las Práctica Pedagógicas a la luz de la Ética del Cuidado y el Desarrollo
Humano se deben formular los siguiente interrogantes: ¿qué nivel Desarrollo Humano
tenemos como docentes?, ¿qué Ética del Cuidado profesamos en el aula de clase y en qué
momento lo hacemos?, ¿Qué nivel de Desarrollo Humano perciben los demás de mí como
docente?, ¿qué tanto me cuidan a mí como docente los demás dentro y fuera de mi
institución?, ¿Qué papel debo jugar como docente en pro del Desarrollo Humano aplicando
la Ética del Cuidado?
Es importante reconocer que los docentes somos algo circunstanciales por el simple hecho
de ser personas. Si nuestros valores son fuertes, seremos docentes fuertes en valores. Si nos
cuidamos en el buen sentido de la palabra, posiblemente promoveremos el cuidado en los
demás y con los demás. En este sentido es importante cuestionarnos si hemos alcanzado un
Desarrollo Humano ideal o adecuado. ¿Si no hemos logrado esto, por qué no lo hemos
alcanzado y qué haremos para lograrlo?
El docente del siglo XXI debe cuestionarse quién es como ser humano. Acaso vive de la
persona que aparenta ser o vive como es. ¿Qué aspectos de Desarrollo Humano y Cuidado
por el otro orientan su vida? ¿Ser más o tener más?
¿Significará Desarrollo Humano tener más cosas, más lleno de nada y más vacíos de todo?
Será cuidar al otro, darle sólo cosas materiales o darle amor. Es, a mi juicio, permitirle al
otro que encuentre su felicidad. Pero, cuál será esa felicidad: ¿material o espiritual? Es el
Cuidado que otras figuras de la humanidad han profesado (Boff, 2002)
Como docentes debemos contribuir a que nuestros estudiantes logren resolver sus propios
problemas. Pero en algunos casos como docentes y padres de familia no logramos que
nuestros hijos alcancen su felicidad, su Desarrollo Humano, su propio Cuidado. En este
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sentido como dice (Covey, 1996)es necesario una victoria privada con nosotros para tener
una victoria pública. Una victoria desde el Desarrollo Humano y desde el Cuidado.
El otro componente primordial es el currículo. Se observan en la práctica como dice tres
tipos de currículos: el oficial, el oculto y el real. El oficial: establecido por las autoridades
educativas; el oculto(Echeverría, 2002): surge de las rutinas, prácticas y costumbres; y el
real: el balance de los dos mencionados anteriormente. En suma, una cosa es lo que
deberíamos enseñar, otra es lo que realmente enseñamos y otra es lo que verdaderamente
aprenden nuestros estudiantes.
En esta parte, el docente debe ser un gran mediador y dinamizador del Desarrollo Humano
aplicando la Ética del Cuidado. Para ellos es necesario preguntar: ¿tratamos con cuidado a
nuestros estudiantes?, ¿las prácticas pedagógicas si apuntan a lograr un Desarrollo Humano
en él?, ¿si observamos en ellos algún grado de Desarrollo Humano?, ¿si observamos en los
estudiantes cuidado por sí mismo, por los demás y por todo el medio ambiente que lo
rodea?, ¿Si promovemos el autocuidado y el cuidado por el otro?
Esta teoría pedagógica, si se nos permite llamarla así (Desarrollo Humano con Ética del
Cuidado) debe ser una orientación hacia la sociedad, se necesita una cosmovisión
compartida, es concebir al hombre desde estas dos categorías y que dichas categorías estén
presentes en los proyectos de vida que emprendan nuestros estudiantes. Los docentes
debemos estar ahí orientando este nuevo proceso.
Conclusión
Para que pueda contribuir la Ética del Cuidado en el Desarrollo Humano donde las
prácticas de aula sean los primeros escenarios de verdadera práctica, debe existir una gran
transformación actitudinal de nuestros educandos. Estos educandos para ser transformados,
requieren del cuidado y acompañamiento de sus padres y educadores. Estos padres y
educadores necesitan del cuidado y acompañamiento del Estado. Este Estado debe estar
conducido por aquellas personas elegidas por sus cualidades humanas, éticas y no por sus
discursos.
Los jóvenes de hoy serán los líderes y actores políticos y sociales de las próximas
generaciones. Esta transformación se demorará unas cuantas décadas si empezamos a
actuar pronto en dicha transformación. Este cambio de actitud, deberá ejercer algunas
acciones precisas:
La Ética del Cuidado debe construir en las Instituciones Educativas manuales de
convivencia justos desde el cuidado. Deberes y derechos donde primen el cuidado por el
otro y por los otros y no un simple listado de conductas. Nuestros estudiantes deben en sus
acciones reflejar qué pensamientos y sentimientos están aplicando pensando en el otro.
La Ética es cuidar al otro, pensar en el otro, sentir como el otro. Si se busca desarrollar
autonomía (emancipación) en el nuevo ciudadano, los cuales hoy se encuentran en nuestras
aulas, debemos hacer un análisis muy juicioso de que cuáles son las verdaderas
necesidades que debe resolver para que alcance la libertad tan anhelada, desarrollar en
ellos la capacidad de identificar sus talentos, para que ellos así mismo se desarrollen, que
logren comprender que los derechos que se establecen son para que ellos en un futuro
puedan lograr sus proyectos o realizaciones, que comprendan que el Cuidado es privado y
público de todo lo que nos rodea. Estos factores deberán estar presentes en nuestra
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democracia. Esta sociedad será la que recogerá o no, la propuesta de un Desarrollo
Humano mediada y propulsadapor una Ética del Cuidadopuesta en escena en las Práctica
de Pedagógicas Educativas y reflejadas en la sociedad.
Dicha sociedad sería aquella que es regulada y armonizada por las políticas del Estado el
cual debe lograr que el Cuidado se incorpore no como una norma, sino, como cultura,
como una manera de hacer y promover la justica y la política social. Que la mujer sea
valorada y tenida en cuenta como se merece. Que no haya discriminación entre iguales.
Los iguales, entendido como todo ser humano que vive y comparte este territorio. Es
necesario lograr la actitud de cuidar y cuidarnos mutuamente. Esto se podrá llamar
Desarrollo Humano: Felicidad para todos.
Referencias
Boff, L. (2002). El cuidado esencial: ética de lo humano, compasión por la tierra. Madrid: Trotta.
Colombia, P. d. (1991). Constitución Política. Bogotá.
Covey, S. (1996). Los siete hábitos de la gente altamente efectiva. Argentina: Paidós.
Díaz, V. (2004). Currículum, investigación y enseñanza. San Cristobal: Revista Venezolna de
Investigación.
Echeverría, J. (2002). Ciencia y Valores. Barcelona: Ediciones Destino.
Francoise Colliére, M. (1993). Promover la vida. Madrid.
Guilligan, C. (1982). In a Diferente Voice: Psycological Theory and Women´s Development.
Cambridge: Harvard University.
Kolber, L. (1984). Essays in moral development: Vol 2. The psycology of moral development. New
York.
Noddigns, N. (1984). Caring a Feminine Approach to Ethics and Moral Educatios.California:
University of Califonia.
Piaget, J. (1974). El criterio moral en el niño. Traducido del Franchez. Barcelona: Fontaenla, 1974
(original 1932).
SEN, A. (1998). Premio Nobel de Economía. Suecia.