Aracne, una hábil tejedora de Lidia, se jactó de que sus habilidades superaban a las de la diosa Minerva. Minerva la retó a un concurso de tejido donde representaron escenas de la victoria de Minerva sobre Neptuno y las infidelidades de los dioses. Aunque admitió que la obra de Aracne era perfecta, Minerva se enfadó por su elección e irrespeto, destruyó su telar y la golpeó, transformándola en la primera araña.