5. La ceremonia se inició en horas de la mañana con un acto
religioso. A las 10:30 salió el gobierno del Fuerte (sede del
gobierno en la actual Plaza Zabala) con su cortejo y se dirigió a
la [1] iglesia Matriz para asistir al tedeum que se había
dispuesto, tomando asiento conforme al ceremonial decretado
e julio. Terminado el tedeum, el gobierno se dirigió al edificio
que había sido erigido para el Cabildo de Montevideo, en uno
de cuyos salones prestaron juramento a la Constitución los
miembros de la
Asamblea General Constituyente y Legislativa del Estado, el
Gobernador y Capitán General Provisorio
Juan Antonio Lavalleja, los ministros, el Cura Vicario, los Jefes
de Tribunales y Oficinas y los Comandantes de Cuerpos y
Jefes de Estado Mayor del Ejército.[2] [
6. La ceremonia principal, sin embargo, se
realizó en horas de la tarde, en la actual
Plaza Matriz, entonces denominada Plaza
Mayor, frente al edificio del Cabildo. Sobre
uno de los lados de la plaza se habían
formado las tropas militares al mando de los
coroneles Manuel Oribe y Eugenio Garzón,
vestidos con uniformes de gala coloridos.
Cada integrante de la tropa prestó
juramento a la Constitución frente a una
cruz sostenida por un oficial, conformada
por un fusil y un sable.
7. Acto seguido, todos los civiles reunidos en la
plaza fueron invitados a subir sucesivamente a
una tarima colocada frente al Cabildo, en cuyos
balcones se encontraban las autoridades
públicas, a prestar juramento de fidelidad a la
Constitución, pasando frente al Alcalde
Ordinario de Montevideo. Una ceremonia
similar fue realizada, asimismo, en todas las
ciudades y poblados de cierta importancia del
interior del país.
8. El texto del juramento rezaba así:[4]
“¿Juráis a Dios y a la Patria cumplir y hacer
cumplir en cuanto de Vos dependa, la
Constitución del Estado Oriental del Uruguay
sancionada el 10 de Setiembre de 1829 por los
representantes de la Nación? ¿Juráis sostener y
defender la forma de gobierno Representativo
Republicano que establece la Constitución? Si
así lo hiciéreis Dios os ayudará; si no, Él y la
Patria os lo demandarán”
9. Al presentar la Constitución, el constituyente
José Longinos Ellauri expresó que ella serviría
para regir la vida política y civil de la Nación "si
os resignáis a regir por ella vuestras conductas".
Terminado el acto del juramento general tronó el
cañón del viejo Fuerte de San José con una
salva de 21 cañonazos, como anuncio al pueblo
de que la Constitución de la República había
sido solemnemente jurada.[5
10. El establecer una constitución nacional fue
condición impuesta por la
Convención Preliminar de Paz para la
independencia del Estado. Era una soberanía
restringida por cinco años; se vigiló también que
dicha constitución no fijara los límites del estado,
en especial con el Brasil, que logró apropiarse
de unos 70.000 kilómetros cuadrados,
anteriormente pertenecientes a las
Misiones Orientales, en los tratados de 1851,
leoninos, pero que el reciente estado no podía
resistirlo por encontrarse sometido a la guerra
civil desde 1838 conocida como Guerra Grande
11. Esta Constitución fue el fruto de un año de
trabajo de la
Asamblea General Constituyente y Legislativa del
, antecesora del Parlamento uruguayo. Fue el
texto constitucional de más larga permanencia,
ya que recién fue modificado en 1918. Se trató
de un instrumento jurídico avanzado en un país
que no se encontraba preparado para ello.
En Montevideo, la Avenida 18 de Julio
homenajea este momento fundacional del
constitucionalismo uruguayo.