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Silvia latoleranciareligiosa
1. LA TOLERANCIA RELIGIOSA
Por Silvia Roca Deibe
Año 771. Visigodos, musulmanes y cristianos reunidos en la misma
península, pero sin vivir en paz. Estado de guerra por herencia del trono.
Yo, un ateo sin religión, me dirijo al norte con tropas musulmanas, fui
capturado por ellos hace cuatro años. Intentan hacerme cambiar de idea para
que aprecie a su Dios y sus intentos no valen de nada. Su religión reprime mucho
a las mujeres y no lo veo bien, paran a rezar cinco veces por día y yo mientras
cierro los ojos pensando en mi familia. No sé muy bien su idioma, pero los
entiendo perfectamente.
Llegamos al centro de la península, recibimos ataques de visigodos, gritos
de gloria a Mahoma y gritos de visigodos en honor al general. Perdimos. Por
alguna razón me dejé capturar, quizás para no aguantar más a los musulmanes.
Los visigodos se expanden rápido, parece ser que odian la religión musulmana, no
paran de hacerles burla…
Aprendo una nueva religión, supongo que puede ser bueno.
2. Pasan muchos años, ahora estoy con los cristianos, creen en Dios. Me
consideran musulmán y me maltratan con látigos para que no vuelva a mencionar a
Alá, pero yo en mi vida pronuncié ese nombre…
Estoy al norte encerrado en una prisión, a mi lado hay un niño pequeño,
dice que mataron a su madre por ser judía y que antes estuvieran como esclavos
de musulmanes. Creo que este no es conflicto por el territorio. Se discriminan
unos a otros y no saben dialogar ni llegar a un punto de acuerdo. Pasan los años,
nos trasladan a mí y al niño, cada vez más al sur.
Somos capturados por los musulmanes, piensan que somos cristianos y nos
torturan para que no digamos citas de la Biblia. Es gracioso, porque no sé que
es... Veo al niño sufrir mucho y yo estoy harto. Me voy a dirigir a Toledo, para
hablar con el superior.
Escapo con el niño y tenemos la suerte de no ser perseguidos. Después de
diez días llegamos y me encuentro sin superiores. Pero reúno gente y en mi tropa
hay un indio, un judío, una musulmana, un cristiano y un hombre de Oriente,
viviendo en paz. Nos vamos a dirigir a Francia, allí encontraremos la solución, sin
dañar a nadie, porque cada persona de mi tropa quiere lo mejor para su religión,
pero no quieren pelearse entre sí.
Después de cinco meses llegamos a Francia y ellos nos ayudaron.
Redactaron una Constitución religiosa, en la que la primera ley era tener
conciencia, porque se puede ser de una religión sin discriminar otra.
Silvia Roca Deibe
4º E.S.O