1. Cuarto Mandamiento
Honrarás a tu padre y a tu madre
La importancia en el hogar
El caso María Goretti, de escasos 12 años, la cual fue acribillada en
1902 por Alejandro Serenelli, el motivo defender su honra.
Por que sucedió esto, la madre de María quedo viuda antes del
nacimiento de su ultima hija, hubo que trabajar como hombre en el
campo y como mujer en la casa para alimentar y educar a sus seis hijos.
Era un hogar domestico maduro, donde se rezaba, donde los hijos son
educados en el santo temor de Dios, en la obediencia a sus padres, en
el amor, en el pudor, en la pureza, en donde los niños se acostumbran a
contentarse con poco, a prestar bien pronto su ayuda en la casa y en el
trabajo. Era un lugar luminoso y alegre, donde Cristo reinaba en él.
Si María Goretti es la prueba de un hogar donde reinaba Cristo,
Alejandro Serenelli es la contraprueba. Huérfano de Madre desde
pequeño, creció al lado de su padre irresponsable, que todo lo
consentía, que colaboraba inconscientemente a que alimentará sus
pasiones con lecturas inmorales. Y era iracundo de todo se quejaba. De
aquí le nació la idea según confeso de hacer suya a María.
2. "Soy un anciano de casi ochenta años y estoy listo para partir. Echando una ojeada a mi
pasado, reconozco que en mi primera juventud escogí el mal camino, el camino del mal que
me llevó a la ruina. Veía a través de la prensa, los espectáculos y los malos ejemplos que la
mayoría de los jóvenes siguen ese mal camino, sin reflexionar. Y yo hice lo mismo sin
preocuparme por nada.
Tenía cerca de mí a personas que creían y vivían su fe, pero no me fijaba en esto, cegado por
una fuerza salvaje que me arrastraba hacia el mal camino. Cuando tenía veinte años, cometí
un crimen pasional, del cual hoy me horrorizo con sólo recordarlo. María Goretti, ahora una
santa, fue el ángel bueno que la Providencia puso ante mis pasos. Todavía tengo impresas en
mi corazón sus palabras de reproche y de perdón. Ella rezó por mí, intercedió por mí, su
asesino.
Luego vinieron 30 años de cárcel. Si no hubiese sido menor de edad, habría sido condenado a
cadena perpetua. Acepté la sentencia que merecía, expié con resignación mi culpa. María
[Goretti] fue realmente mi luz y mi protectora; con su ayuda, me porté bien y traté de vivir
honestamente cuando fui aceptado nuevamente entre los miembros de la sociedad. Los hijos
de San Francisco, los capuchinos de le Marche, me recibieron en su monasterio con su
angélica caridad, no como a un sirviente sino como a un hermano. Con ellos convivo desde
1936.
Ahora estoy esperando serenamente ser admitido a la visión de Dios, abrazar de nuevo a mis
seres queridos, estar junto a mi ángel protector y a su querida madre, Assunta. Desearía que
quienes lean estas líneas aprendan la estupenda enseñanza de evitar el mal y de seguir
siempre el buen camino, desde la niñez. Piensen que la Religión, con sus mandatos, no es algo
que pueda dejarse de lado, sino el verdadero consuelo, la única vía segura en todas las
circunstancias, también en las más dolorosas de la vida. ¡Paz y bien!"
Alessandro Serenelli, 5 de mayo de 1961
3. Crisis Generacionales:
El sabio Salomón, recibió de visita de su madre
Betsabeé, el rey se levanto del trono, le salió al
encuentro, le hizo profunda reverencia, sentóse en su
trono, y fue puesto otro trono, para que su madre se
sentase a la derecha de él.
¿Como vivimos después de 3000 años este mandamiento?. Tanto los
padres como los hijos tienen necesidad de examinar regularmente su
fidelidad al cuarto mandamiento; ya que el fundamento de estas
obligaciones tanto de los padres como de los hijos viene de Dios.
4. Obligaciones de los Padres
Alimentarlos, salud, vestido, casa, educación digna, recreación,
deporte, formación espiritual (en la Fe que profesan los padres).
El fin más importante de los hijos es alcanzar la Santidad al final de
su vida. Por lo tanto si somos católicos, es bautizarlo en nuestra Fe,
enseñarle a hacer el bien y evitar el mal, formándolo en virtudes,
sobre todo con el ejemplo. Enseñarle el catecismo para prepararlo
para su primera comunión, llevarlo a Misa los Domingos,
enseñarlo a rezar y rezar con él. Buscar que Cristo reine en el
hogar, amarlos mucho, dando ejemplo de amor con nuestra
esposa o esposo si existe. Esto da armonía al hogar, creando un
ambiente adecuado tanto psíquico y espiritual, donde lo natural es
que Cristo reine en nuestro hogar.
En su adolescencia, cuidar las escuelas donde asiste que no
prediquen valores en contra de la Fe, el ambiente social, sus
amistades, que sea estudioso, estar al pendiente de él para que
crezca en virtudes, llegue a ser un hombre de bien, para la
sociedad desarrollando una profesión y si quiere formando su
propia familia.
5. Deberes de los hijos
• Nos alcanzan a todos sin excepción, y durante la totalidad de nuestra vida. Si ya han muerto,
debemos recordarlos en nuestras oraciones y ofrecer alguna Misa, podría ser en el aniversario de
su muerte.
• Respetar a nuestros padres, de ordinario es fácil, aunque hay casos como (cuando abandonan el
hogar, se alejan de nosotros, o nunca nos reconocieron como padres, nos traten mal), donde ese
amor no se da natural. Sin embargo no hay que odiarlos, hay que respetarlos y si tenemos medios,
en caso de emergencia ayudarlos.
• El amor filial, nos lleva a tratarlos con reverencia, con estima y atención, faltamos a este deber
cuando les echamos en cara sus defectos o rarezas, dirigiendo palabras altaneras, siendo
descorteses con ellos (como son el saludo al llegar y salir de casa), tratándoles como iguales
nuestros. (desfachatez o vulgaridad de expresiones).
• No odiarlos, golpearlos, insultarlos, amenazarlos .
• Este mandamiento nos lleva a la obligación de amar a nuestra patria, preocuparnos por su
desarrollo, respetar y obedecer a sus autoridades legitimas. Sin embargo ningún gobierno puede
dictar leyes en contra de la Fe y la ley de Dios y los derechos individuales o la familia, lo mismo que
un padre no tiene derecho a mandar lo que Dios prohíbe o impedir lo que Dio desea. Exceptuando
estos casos un buen católico debe ser un buen ciudadano, trabaje por el bien de su nación, pagar
impuestos, obedecer las leyes de su País, ayudar en caso de desastres natural y guerra justa.