1) Pablo escribe una carta a las comunidades cristianas en la región de Éfeso explicando el plan de salvación de Dios desde antes de la creación del mundo.
2) Dios eligió a los creyentes en Cristo para que fueran santos y sin mancha, destinándolos de antemano a ser hijos suyos a través de Jesucristo.
3) Cristo es la cabeza de la Iglesia, y en él Dios ha reunido a todos los seres celestiales y terrenales, ofreciendo a los creyentes el perd
"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA A LOS EFESIOS, PARTE 11 DE 27
1. tl
' 395 EFESIOS 1
¿S. podría hablar de una <<carta>> de
Pablo? No hay noticias, ni un mensaje
personal para una comunidad determina-
da, sino una larga exposición sobre la
salvación del mundo, como en la carla a
los Romanos. Se.-eún toda probabilidad
esta carta no iba diri-eida a los cristianos
de Éfeso, sino a las comuoidades vecinas
situadas en el valle del Licus: Hierápolis,
Laodicea, y, que Pablo no había evan-eeli-
zado personalmente. Según algunos testi-
monios esta carta estaría destinada a los
Laodicenses (Col 4,1 6).
La provincia romana de Asia (la de
Éf.tof en ese tiempo se desarrollaba entre
un hormi-eueo de religiones nuevas que
pretendían abrir a todos un camino de sal-
vación; era por tanto necesario dar a los
cristianos una visión más amplia de la esperanza de la que er¿rn portadores. ¿Hacia
dónde iba la humanidad? ¿eJ Cristo el único salvador?
Son las misma§ preguntas que se presentan de manera cada vez más, insisten- .
te, a medida que se ve en éstos últimos años como una coagulación de los más
diversos pueÚos. Los que desean dominar sólo pueden hacerlo presentándose
como portavoces del conjunto. ¿Hay algún camino o esPeranza para el hombre?
pabio responde desde la prisión. Como recuerdan Los Í.Iechos @ap.24.26), :
Pablo estuvo prisionero en Cesarea los años 58-60 y d¡rrante este tiempo las
noticias que recibía de las comunidades de la región de Éfeso hicieron madurar
en él una nueva presentación de la obra divina.
Retoma y desarrolla el plan de Dios que, desde tiempo auás; había compren-
dido en uná revelación. Cristo, el Primogénito de Dios;'está en el centro, y el
mundo fue creado pafa que en él .emerja el Hombre Nuevo, una sola familia en
Cristo. Todo cristiáno está llamado a vivir desde ya ese llamado a una vida santa
y responsable.-
Esia carta a los.Efesios es gemela de !a carta enviada por Pablo a los Colosen.'
ses juntamente; un mismo rirensajero.las üevó a las dos comunidades junto con
Ia rñisiva destinada a Filernón (Col4,2; Filem 2)-
Algunos piensan.qüe la carta a los Efesios no es de Pablo: ver al respecto la
Introáucción a las Cirtas de la Cautividad. Es difícil pensar que una carta de
semejante seguridad teológica y riqueza doctrinal haya podidornadurar e]r algún
otro que no fuera Pablo, aunqué otros, sea Tíquico (Ef 6,21) o Timoteo (Col I ; I )
hayan tomado parte en su redacción.
' Carta de Pablo,
apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios,
a los santos que (en Efeso)
están y perseveran en Cristo:
2 Reciban gracia y paz de Dios, nuestro Padre, y de Jesús, el Señor.
. ' ¡Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús nuestro Señor,
que nos ha bendecido en el cielo, €D Cristo,
con toda clase de bendiciones espirituales!
o 1.3 Ltu primera página de ia carta a los
Efesios es, en la Biblia, Ia mejor expresión global
del misterio cristiano. Complementa, en cierta
manera, la gran exposición de Pablo a los Roma-
nos, presentación que parecia centrar demasiado
la obra de Dios sobre la tragedia del hombre pe-
cador. La carta a los Efesios, al igual que el Evan-
qelio de Juan, habla de una re-cieación del mun-
áo, mientras que Ia carta a los Romanos utiliza
tárminos más jurídicos, como deuda y reparación
del pecado."-'¡ááÁá-tlá
t"o Dios/ Por lo general Pablo co-
mi'enza sus cartas con una fórrñula de alabanza y
de acción de gracias. Pero aquí la oración se pro-
longa en una. proclamación del plan de Dios, tal
corno él lo ha comprendido en una revelación
(3,3). :
Este proyecto misferíoso suyo (9). Pablo di-
ce: su nmisteris,, término que designaba enton-
ces una decisión o una doctrina secreta. Aouí
Pablo nos habla del designio de Dios creadór,
que ?.e.arraiga en el misterio de las tres Perso-
nas d¡utnas.
Sabemos que el Hijo y el Espíritu proceden de
Dios Padre y que de EI reciben su propia diüni- -
dad, siendo
-loi tres un solo Dios. Peró además
de esa comunicación y efusión de üda en Dios
mismo, antes de la creación del mundo, Dios'
?adre quiso comunicar sus riquezas fuera de El, a
seres creados. De allí salió toda la aventura hu-
mana. Dio§ quiso que hijos §uyos (5) se'multipli-
caran en tomo a su Hüo único, y que fueran ca-
Daces de recibir su Espiritu v de devolvérselo.
Volverían a El al fin de- la hisioria, unidos en un
solo Cuerpo (10).
En Cristo Diog nos eligíó (4). Notemos,la ex-
presión en Crísto, que yá fue comentada en '1
Cor:1,4.-Toda criatura'viene de Dios a travé§'de :
ese Hijo en qüien Dios, conternpla su riqueza y al
oue colrna de todo su amor.'Somos lal co-mo
Óios nos ha amgdo gn é1, y estamos en é1, en
cierta manera, desde el comienzo.
Fuimos rescotados por su soRgre (71. Eso no
quiere decir que Cristo derrama éu sangre para
satisfacer y pagar a su Padre ofendido por el pe'
cado: Pablo se refiere aquí a una ley bíblica, a sa-
ber, que el re§co te de uh esclavo se firmaba con
la sangre (F.>( 21,6).
Sellados con el Espírítu (13). Los judíos eran
marcados en la came como con un nsellon pbr la
circuncisión. Este rito certificaba su consagración
a Dios. Por su parte, Ios cristianos.reciben el Es-
píritu que actúa en ellos; de él üenen la fe,' la es-
ieranzá y el arnor, las diversas formas de servi-
cio, el don del conocimiento, los milagros y las
curaciones. Fstos dones son Ia prueba más eü-
dente de que hemos- llegado a sér hi;os de Dios.
Estos dones son tambigp un anticipo de todas las
maraüllas que Dios no§'tiene resen¡adas.
Pablo distingue dos rnornentos: el plan.de Dios
en la eternidad (1-10) y su realización en el tiem-
po (11--14). Las dos últirnas estrofas correspon-
den a dos etapas de la historia santa:
Fuímos elegidos (11). Pablo habla en su
nomblq y enrel del pueblo judío elegido para ser
el pueblo de Dios.
También ustedes... (13). Pablo se refiere a
los cristianos de origen griego (y pagano), que
eran ya numerosos en esas comunidades de Efe-
so. El tiempo de Ia plenitud ha llegado,.es decir.
el momento en que el Er¡angelio séa proclamado
a todos los hombres para q* toaos'reciban los
dones del Espíritu.
E tq página precisa algunos puntos esenciales
de la fe.
Nos destínó de ontemano (5). B el equivalen-
te de lo que leemos en Rornanos 8,29:30. No
podemos soslayar' el término "predestinación,.
Muchos.han utilizado en el pasado ese término
de manera disünta a Pablo. .Mientras Pablo pre-
senta una decisión del Padre desünada a com'.rni-
car d otros el arnor infinito lque se üve en. Dios,
se ha llegado después a: hablar de un Dios severo
y frío que decide_ friamenle g qqién quiere salr¡ar
y a quiénes no- Véase al respecto los cornenta-
. Nos es irng>sible comprender cómo.es que so-
mos libres si Dios. nos conoce deüe Ia éternidad.
No debemos,'sin embargo, compartir las dudas v
la angustia de los que se r c.reen sometidos .a uñ
destinb o a una ,.volüntad, terrible de Dios. En rea-
lidad esteimos osometidosi, a un ámor V'a bándi-
ciones que sólo esperan nuelstra respuesta (véase
com. de Rom 9). : .,
Pablo no habia de condenación'para nadie; só-
Io afirrna que Dios da prueba de ün amor espe-
cial para con aquellos que llarna a ser miembios
de Cristo. La Biblia habla poco del amor de Dios
para con los no creyentes, pero debemos enten-
derlo a la luz del amor que nos ha mostrado al
conducimos hasta Cristo.
Muchos cristianos se molestan cuando se les
dice- qge [an ¡ecibido más que los demás, que la
verdad se les ha dado corno en ninguna otra par-
te, pueE, -sggún ellos, ¿no sería más honrado y
más humilde pensar que todas las reliqiones tie-
nen su verdad? En un'cierto sentido toÉas tienen
una -verdad, pero dudar de esa gracia única que
es el coqocimiento de Dios en Cristo es renegar
de toda la revelación de la Biblia.
2. =l
EFESIOS 1
o En Cristo Dios nos eligió
antes de la fundación del rnundo,
para estar en su presencia santos y sin mancha.
En su arnor 5
nos destinó de antemano
para ser hijos suyos en Jesucristo y por medio de é1.
Así Io quiso y le pareció bien
u para alabanza de Ia gracia gloriosa
que nos hacía en el Bien Amado.
'-En él y por su sangre fuimos rescatados,
y se nos dio el perdón de los pecados,
fruto de su generosidad inmensa
t'n que se derramó sobre nosotros.
Ahora nos ha dado a conocer,
mediante dones de sabiduría e inteligencia,
este proyecto misterioso sulo,
fruto de su eterna comPlacencia en Cristo
Io
Pues Dios quiso reunir en él ,
cuando llegara Ia plenitud de los tiempos,
tanto a los seres celestiales como a los terrenales.
I I En Cristo fuimos elegidos nosotros:
Aquel qr"¿¡il;á áe iodas las cosas
y las somete a su voluntad
decidió que fuéramos, pueblo suyo
t' a la espera del Mesías,
'3 También ustedes, al escuchar la Palabra de Ia Verdad,
elEvangeIioqueIossaIva'creyeroDeD.él,
quedando'sellados con el Espíritu Santo prornetido, ' .
,,q,eeseIanücipodenuestraherencia..
PorélvaIiberandoalpuebIoquehizoSuyo,
396
,
:::.-
gue no dejo de dar gracias a :Dios y
de recordarlos 'en rhis oraciones.
'7, Q,ue' el' Dios de ,Cristo Jesús' .' .. i ..''- -...i ",
39-¡
nuestro Señot, el Padre que está en
la gloria, se les manifieste dándoles
esp-íritu de sabiduría y de revelación
?ara que lo puedan conocer.
18
Que les ilumine la mirada inte-
rior, para apreciar la esperanza a la
que han sido llamados por Dios, la
herencia tan grande y gloriosa que
reserva Dios a sus santos, '' y Ia fuer-
za incornparable. con que actúa en
favor de los que creemos.
Es Ia misma fuerzal todopoderosa
20 que actuó en Cristo cuando lo re-
sucító de entre los muertoS y Io hizo
sentar a su derecha en la morada
celestial, 2r por encima de todo Po-
der, Autoridad, Dominio, Soberanía,
por encima de todo poderío que se
pueda nombrar en este mundo y en
el otro.
EFESIOS 2
es su cuerpo y en ella despliega su ple-
nitud el que lo llena todo en todos.
Por gracia han sido salvados
f-l ' ¡ Ustedes .estaban muertos a
LA causa de sus faltas y sus peca-
dos. 2
Con ellos'seguÍan la corriente de
este mundo y al 'soberano
que reina
entre el cielo y la tierra, el espíritu que
ahora está aciuando en los éorazones
rebeldes. 3 De ellos érarnos también
nosotros, y nos dejamos llevar por las
codicias humaña§, obedeciendo los
deseos y propósitos de Ia'came, gente
reprobada como los demás.
o
Pero Dios es rico en rnisericordia:
icon qué amor tan inmenso nos amó!
5 Estábamos muertos por nuestras
faltas y nos hizo revivir con Cristo:
lpor pula_g¡acja ustedes han sido s_al-
vados! 6 Con Cristo Jesús y en él nos
resuci!ó y nos sentó en ia mqrada
22
Dios coloco todo bajo sus pies;y lo
constituyó Cabeza dS la lglesia. 23
EJla
con palabras muy antiguas: *.Jesús está sentado a
la derecha de Dios,-
'nTodo bajo sus pies", menos.!a humanidad,
pues Pablo ágrega inmediatamente: Io constituvó
cabeza de Ia lglesia. Cristo actua en dos dorñi:
nios: eri'"el muñdo, donde está el centro invtsible
pero eficpz de nuestra historia; y en la lglesia,' cu-
ya cabe?a es, y donde puede désplegar-todas las
riquezas de Dios en.el Espíritu. .
.:
Colocó todo bqio los pies de Cristo
' o 's He sabido córno ustede§ viven
la fe según Cristo Jesús yt'el amor
para coñ todos los santos '16 por lo
Dios nos elíqió en Cristo (4). Muchos autores
cristianos han Éablado como si al comi€nzo Dios
hubiese creado al hombre sin prel'rer su caída; y
después Cristo habría sido enüado para salr¡ar ál
pecádor: perdido.'Pero eso no es lo que dice Pa-
blo aquí:
-desde
el principio Ia venida. de Cristo y
el don del Espíritu,'así cómo las leyes de la üda y
el' curso de lá historia, estaban misteriosamentá
Iigados al ord'en que existe en Dios mismo.
-
El Bíen Amado (6) es sierripre el primero para
Dios y lo mismo debiera ser pam nosobos; de ahí
3. -T
EFESIOS 2
celestial. ' En Cristo Jesús Dios es
todo generosidad para con nosotros,
por Io que quiere manifestar en los
siglos venideros la extraordinaria ri-
queza de su gracia.
E Ustedes han sido salvados por Ia
fe, y lo han sido por gracia. Esto ne
vino d¿] ustedes, sino que gs un don
de Dios; ' tampoco Io merecieron
por sus obras, de manera que nadie
tiene por qué sentirse orgulloso. '0 Lo
que somos es obra de Dios: hemos
sido creados en Cristo Jesús con mi-
ras a las buenas cbras que Dios dis-
puso, de antemeno para que nos
ocupáramos en ellas.
Cristo es nuestra paz
. I I Acuérdense de que fueron gen-
te pagpna; lgs que se llama.n a sí .qis-
mos crrcuncrsos, por una clrcunclslon
quirúrgica, los llamaban a ustedes in-
circuncisos, '' En aquel tiempo no es-
398
peraban un Mesías, ño tenían parte en
el pueblo de Israel y no les correspon-
dían las alianzas de Dios ni sus pro-
mesas; ustedes vivían en este mundo
sin esperanza y sin Dios. '.3 Pero aho-
rd, en Cristo Jesús y por su sangre,
ustedes que estaban-lejos han ven-ido
a estar cerca.
'o El es nuestra paz.El ha destruido
e[ muro de separación, el odio, y de
los dos pueblos ha hecho uno iolo.
En su propia carne 15
destruyó el sis-
tema represivo de la Ley e hizo la
paz; reunió a Ios dos pueblos en é1,
creando de los dos un solo hombre
nuevo. '5 Destruyó el odio en Ia cruz
y, habiendo hecho de los dos un solo
pueblo, los reconcilió con Dios por
medio de la misma cruz.
t7 Vino como evangelizador de la
paz: paz para ustedes que estaban Ie-
jos, y paz.p4ra.los jUdíqS que estaban
39e
cerca. 18
Y por él los dos pueblos lle-
gamos al Padre en un rnismo Espíritu.
re Así, pues, ya no son extranjeros
ni huéspedes, sino ciudadanos de la
ciudad de los santos; ustedes son de
la casa de Dios Están cimentados
en el edificio cuyas bases sen los
apóstoles y profetds, y cuya piedra
angular es Cristo Jesús . 2t- En él se
ajustan los diversos elementos, y la
construcción se eleva hasta formar
un templo santo en el Señor. 22
En él
ustede§ se van edificando hasta ser
un santuario espiritual de Dios.
La herencia de Dios
es para todos los hornbres
[Tl' Por eso yo, Pablo, €l prisio-
I -' I nero de Cristo por ustedes, Ios
no-judíos... 2 Segurarirente han sabi-
do de las gracias que Dios rne con-
cedió_ para-bien de üstedes. 3 Por uria
revelación se me dio a conocer su
proyecto misterioso, tdl como acabo
üe
-exponérselo
en pocas palabras.
4 Según esto pueden apreciar el co-
nocimiento que tengo del misterio de
Cristo.
5 Este misterio no se dio a conocer
a los hombres en tiempos pasados,
pero ahora acaba de'ser revelado
mediante los 'dones espirituaies de
los santos apóstoles y profetas: 6 que
en Cristo Jesú§ los pueblos paganos
son herederos, forman un mismo
cuerpo y comparten la promesa.
EFESIOS 3
Esta es la Buena Nueva , de la que
he llegado a ser servidor sin méfito
alguno mí9, pues Dios, actuando en
mÍ cgn^pod.er, ffi€ concedió esta gra-
cia. 8 A mí, el menor de todos-los
creyentes, se me concedió esta gra-
cia de anunciar a lol pueblos paga-
nos Ia incalculable riqueza de CriIto
' y de esclarecer en qué forma se va
realizando el proyecto secreto escon-
dido desde siempre en Dios, Creador
del universo.
'o En adelante los poderes y autori-
dades del mundo, de arriba- podrán
deqcrgbrir, mirando a Ia Iglesia, Ia
multiforme sabiduría de Dios,.,, con-
forme al plan que Dios trazó desde el
principio en Cristo Jesús, nuestro Se-
ñor. tz En él ahora nos acercamos a
Dios con plena confi anza, con la fe
que de él hemos recibido.
13
Por eso, yo les ruego que no se
desanimen al ver Ias pruébas que so-
porto por ustedes. Más bien han de
sentirse orgullosos de ellas.
o 14
Pensando en todo esto, doblo
Ias rodillas en presencia del Padre,
'? ql que qe refiere toda "patria" o fa-
milia en el cielo b en la tierra.
. 't Quq él se digoe, según la riqueza
de su gloria, fortalecei en ustedes,
por su Espíritu, al hombre interior.
'' Q,ue Cristo habite en sus corazo-
En un mísmo Espírítu. Sólo el Fspíritu permi-
te que cada uno se realic e en la comunión con
los demás.
. '11. Aquí tenemos otro aspecto de la condi-
ción humana sin Cristo: la muerte va iunto con
las. divisiones. Antes de Cristo los hombres esta-
ban diüdidos y no conocían a nuestro Padre co'
rnún. Como no estaban maduros para una unión
Épida en la verdadera fe, Dios Io
-tuvo
en cuenta
cuando preparó la venida de Cristo. .Eligió un
pueblo yl pára eütar que los errores de loipaga-
ños'contaminaran a los suyos, los separó por qna
ley que les prohibía cohabitar con otros pueblos:
vár ál respetto Mc 7,14 y He 10,1.
Por eso, €ñ el ternplo de Jerusalén, lejos del
santuario había un patio abierto para.los paga-
nos, y cerca del Santuario otro reservado a los ju-
díos,-con un muro entre el uno y el otro. Esta lí'
nea diüsoria era la imagen de todas las barreras
que Cristo iba a quitar
Jesús . enseña la coexistencia hasta entoncés
prohibida. Crucificado por judíos y paganos,. su-
iera el odio de todos ion su amor que perdona
v, una vez resucitado,'los iunta a todos en é1. Así
éomo la cnrz está hecha de dos barras, una verti-
cal hacia el cielo y otra horizontal hacia la tierra;
del mismo modo la paz se extiende en dos direc-
ciones: hacia Dios y hacia los, hombres. Habíen'.
do reunido a los dos pueblos, Ios 'reconcilió
con Díos. Son dos 'aspectos de una misma reali-
dad: la üolencia entre los hombres y nuestra indi-
Cristo-ya los ha reunido: querámoslo o no, el
Evanqelio destruirá todas las iiiferencies entre los
homÜres. Y .auneue se vean surgir sociedades'
oue seDaran. sus leves" v sus instiñrciones se de'
rhmbárán; Serán déstruidas tal vez en forma üo-
lenta. pero más seguramente las desacreditará el
sacrificio de sus üctimas.
La unidad en Ia Iglesia no es uniformidad: Ios
creyentes no son puestos en un misrno molde.
No se trata de tener las mismas opciones sobre
Ios problemas humanos; además tenemos el de-
recho de no pensai la fe de la misma manera,
con tal de que aceptemos todo lo que dice el Cre.
do. El Espíritu concede a cada uno el'ser auténti-
co, con tal de que esté (€n comunión" con los de
más creventes.-Así nace "el hombre nuevo». oue'
no es el producto'de una políüca o de una ideoio-
g!a, sino que. es Ia obra de Dios.
(Jstedes son de Io coso de Dio.s (19), es decir
que son de la fámilia de Dios. De ahí pasa Pablo
a otra irnagen: ustedes son Ia coso de Dios, y la
comunidadde los. creyentes'se conüerte en' un
Esta insistencia en el r¡alor único de ta comuni-
dad cristiana exhañará, tal vez, d muchos cristia-
nos de- hoy que se preocupan más .por sus' res-
ponsabilidades con respecto al mundo en que
üven. Pero no serán portadores del .Espírjtu'ni
harán la obra de Dios, si no tienen uná'comuni-
dad que los,apoye. b:solidaridad con los-que tie-
nen las mismas opciones que nosotros v Ia mis-
ma cultura" no puáde reemirlazar la partícipación
en la'comunidad cristiana. Y aunque muchas co-
sas en esa comunidad nos. parecieran. extrañas,.
sería una mala señal que no pudiéramos recono-
cer.en ella la verdad que falta a nuestros amigos
incrédulgs. y,sin la cual perderíamos nuestra }a-
zon de vrvrr.
o $-1 Prisíonero de Cristo. Pablo escribe esta
carta desde su prisión en Roma, pero no dicet
prisiohero a causa de'Cristo, sino que es el pri- .
sionero de Cristoi pues no puede escapar a su
continuo dominio ni al apostolado que Dios ha
inscrito en su destino (1 Cor 9,t6).
Pablo -welve .sobre lo que ha meditado en pri-
sión, sobre lo,que le parece más novedoso en la
obra de Cristo: 'el-
"misterio» o plan de Dios que
llama a todos los,hombres a ser un solo cuerpo.
sin distinción de razas. Jesús había proclamado
esta igualdad (Mt 20), pero fueron netesarias va-
rias intervenciones diünas para convencer a sus
primeros discípulos (He 10).-
Los poderes y autoridades del'mundo de arri-
ba (10): véase el,:cornenta¡'io de Gál 3,23 y Ef
l,2L No sería deformar el'pensamiento de Pablo
decir que los pueblos de las más diversas culturas,
con sus gobemantes y los grandes de este mundo
han descubiertó, gracias
,u lu lglesia, el .rostro de
Dios que rrr¿rmllesta sy glorb eA sus pobres v
""sus santos (2 Tes 1,lO).-Pero mejor aún-habÉr¡a-
mos poéticamente del asombro de la nafuraleza
entera, cuando descubra en qué acaba su trabáio
gigantesco, d_espués de millonés de años. Pabloiéá
ve rnuy cerga del térrnino, y nosotros más todaüa,
en,este siglo en-que se precipitan las tomas de
conciencia a nivel de toda la humanidad.
. 14. Doblo las rodillos.,. Pablo pasa con toda
naturalidad de su exposición a la pleqaria. Tal es
el camino del hombre interior (16):qué no se con-
tenta con pensar en Dios.o hablar de El como si
fuera un ob¡eto, El Espíritu preser'6 en él la con-
ciencia de esa presencia que le da la'üda, Como
decía santa Teresa: *Uevo por todas partes el co-
razón de mi Dios y al Dios de mi coralon,.
4. -EFESIOS 3
nes por la fe, que estén arraigados Y
edificados en el amor.
18
Que sean caPaces de cornPren-
der, con todos los creyentes, la an-
chura y longitud y altura y profundi-
dad... * y que conozcan este amor de
Cristo que suPera todo conocimiento.
En fin, que queden colmados hasta
recibir toda la plenitud de Dios,
2o
A Dios, cuya fuerza actúa en no-
sotros y que puede realizar mucho
más de lo que pedimos o imagina-
mos, 2' a él Ia gloria en Ia lglesia y en
Cristo Jesús por todas las generacio-
nes y todos los tiemPos. Arnén.
400
Progresemos
hacia el hombre perfecto
W' . ' Yo, :,el prisionero de Criston,
l'T I les exhorto, pues, a que se
muestren dignos de la vocación eue
han recibido. 2 Sean hg*ilde§ y
amables, sean comprensivos y so-
pórtense unos a otros con amor.
3 Mantengan entre ustedes lazos de
?az y permanezcan unidos en el
mismo espíritu: o
un solo cuerpo y un
mismo espíritu, pues ustedes han si-
do llamados a una rnisma vocación y
una misma esperanza.
5 Un solo Señor, una sola fe, un so-
401
lo bautismo, u un solo Dios y Padre
de todos, que está por encirna de to-
do, Io penetra todo y está en todo.
7 Cada uno de nosotros ha recibido
su talento y Cristo es quien fijó Ia
medida de sus dones para cada uno.
s Pues se dijo: Subió a las alturas, Ile-
uó cautiuos, A dio sus dones a /os
hombres.
e Esto de su bi.ó, ¿qué significa sino
que bajó al mundo inferior? '0 EI mis-
riro que bajó, subió después por en-
cirna de todos los cielos para llenarlo
todo
I I Y di.o sus dones, unos son após=
toles, otros profetas, otros evangelis-
tas, otros pastores y maestros. 12
Así
prepara a los suyos para las obras del
hrinisterio en vista de la construcción
del cuerpo de Cristo; '3 hasta que to-
dos alcancemos la unidad en la fe y
el conocimiento del Hijo de Dios y lle-
guernos a ser el Hombre perfecto.,
con esa madurez que no es otra cosa
que la plenitud de Cristo.
:4 Entonces no seremos ya niños
zarandeados y llevados por cualquier
viento de doctrina o invento de per-
sonas astutas, expertas en el arte de
engañar. :
15
Por el contrario, estaremos en la
verdad y el amor, 'e iremos crecien-
EFESIOS 4
do cada vez más para alcanzar a
aquel que es la cabeza, Cristo. ¡6 El
hace que el cuerpo crezcá, con una
red de articulaciones que le dan ar-
monía y firm eza, tomándo en cuenta
y valorizando Ias capacidades de
cada uno. Y así el cuerpo se va
construyendo en el amor.
RevÍstanse del hombre nuevo
o t7 Les digo, pues, y con insisten;
cia les advierto en el Señor que no
irniten a los paganos, que se mueven
por cosas inútiles. '8 Su inteligencia
éstá en tinieblas; su ignorancia y su
conciencia cie ga, Ios rnantienen
apartados de la vida de Dios. 'e Des-
pués de perder el sentido moral se
han dejado llevar por el libertinaje y
buscan con avidez toda clase de in-
moralidad.
20
Pero ustedes no aprendieron así
a Cristo, 2' si es que dé veras fueron
enseñados y formados según é1, sa-
biendo que la verdad está en Jesús.
2 Se les pidió despojárse del hom-
bre viejo al que sus pasiones van
destruyendo, pues así era la vida que
llevabon, u y renovarse por el espíritu
desde dentro.2o Revístanse, pues, del
hombre nuevo, el hombre según Dios
El Padre al que se refíere lgda patrio en la
tíerra... (15). Nüestra sociedad ha des'ualorizado
mucho "al padrs», colrlo tarnbién a la patria, con
Ia obsesión'de una autoridad que sofocaría la per-
sonalidad de sus hijos. Pablo no comparte esa
idea, sino que se maravilla ante el Unico sin ori-
een- El Padre es la fuente del ser divino, de él
ámanan el orden y el misterio de las Personas di-
vinas. De El obtiáne sus riquezas el universo, y
Pablo, que acaba de evocar el destino común de
todos los pueblos, recuerda. que c?d? ulo (dice
exactarnente "cada familia,) ha recibido de él nsu
nombre,, es decir, su identidad y su dignidad.
Hav que reconocer que la palabra «p¿d¡s» ya
no tiéne el sentido que tenía en tiempos de Pa-
blo, cuando el padre se tomaba Ia !!ay.or pa4e
de ia autoridad y del resp-eto. D-espu",t dg que Ia
muier encontró iu pleno lugar en la familia y en
la éociedad, podriamos estar tentados a hablar
más bien dá badres que de padre. Sin ernbargo
no fue por ,rár que Dios s€ reveló en una culh-ra,
la de los Hebreoi, en la que Dios era una figura
masculina. Fs cierto que ellós habían ya pasadoesa
etapa de la ctiltura en la que Ia mujer e¡a e[ cenbo
de la familia y, por cons€cugngi?, [a religión ppnía
en Ia cumbrá a.una diünidad femenina, la Gran
Madre. Pero en todos los pueblos a su alrededor se
asociaban las diosas y los dioses, y Dios podria ha-
berles moshado difeientes rostros: ¿no dice la Bi-
blia oue .Dios reúne en él todas las riquezas del
arrror patemal y matemal.(ls 49,L4?-L-a.Biblin sin
embarqo. se mánfuvo'en la palabra "Padre'- Al ha-
cerlo, íealza la libertad y la iñiciatir¡a de Dios en'to-
do Io .que hac e; el universo y nosotros mismos no
hemos'§alido de Dios como una «emanación», co-
mo producidos en forma inconsciente en el seno
de É Omnipotencia diüna, sino que todo ha sido
una decisión lúcida Y creativa
Otra rezónat¡n rnás poderosa inütaba a mantener
ia palabra "Padre¡', y es-el hécho dqgye toda la obm
de'Dos qt elmmd-o termirn en la Biblia en un rnaüi-
*Ñ;. á ¿á Oiou con la ña hr¡rnara por intermedio
de Cristo. ta hurnani«Jad y la Iglesia octipan el lugar de
Ia esposa en la pareia hurnana. rnierrbas que Dios es
el s.rprerrro modblo del esposo.
El amor de Cristo que supera todo conoci'
miento (19). Pablo ciertamente piensa en el
amor que Cristo le ha manifestado y que le conti-
núa mánifestando personalmente según Ia rnisma
medida de sus pruebas. El conocimiento y Ia ex-
periencia de ese amor superan todo lo que jamás
se pudo pensar. Pero no se llega a él por el'estu-
dio, por los libros o por las disciplinas de medita-
ción, sino que nos será dado gratuitarnente por
iniciativa de Dios, en el camino del amor, cuyo
modelo y centro es Cristo.
. 4.1 Pablo vtrelve aquí sobre un problema im-
oortante Dara comunidades cuvo estilo era toda-
üa muy libre, o en otras palabías, muy carismáti-
co. Dues se contaba mucho con Ia acción
imórávisible del Espíritu a través de los carismas
de'los diversos rniembros. Es necesario que cada
uno, con su propia vocación, babaje en la corstr¡c-
ción del ctrerpo único. Y Pablo enurnera con enfu-
siasmo todo lo que tenemos en común, gracias 3
Cristo y a la acción de st¡ Fspíritu. l-o qrg se cons-
trr¡¡e no es únicamente un templo (2, 19-22, sino
qué es el Cuerpo de C¡sto, o el Hombre Perfecto,
fórrnado por ririllones de miembros presentes y fr-r-
turos de la hu¡nanidad.
Jesús de Nazaret üvió solarnente una vez su ü-
da de obediencia hasta la muerte. Pero habiendo
lleqado a ser Dor su resurrección Cabeza de la
hrimanidad, suire en todos los lugares; trabaja en
todos los dominios de la actiüdad humana; da su
üda de todas las formas posibles; reúne en él to-
das las formas del amor y üve en.sus miembros
toda la diversidad de la existencia humana. En él
es Dios rnismo quien hace, corno lo había desea-
do, su experiencia de la üda de criatura.
Enbnées.no seremo.s yo nirios (14). Pablo da
a entender que los efesios son todávía niños, o al
rnenos lo son de vez en cuando, al dejarse llevar
por cualquier corrienle,de, opinión. [-os invita a
ionvertirse en una 'comunidad sólida; capaz de
dirigirse según la verdad y de'constmirse por me-
dio-del amor. Nosotros tambi én debernos .pre-
guntamos en qué medida hemos pasado Ia edad
án que los *fieles, €speran constantemente que
se piense por ellos, que se':los guíe y que .se los
empuje.
. 17. El hombre uiejo y el hombre .nueuo. *-
ta imagen de Pablo oporie dos maneras de üür
que coexisten en toda sociedad, y en cierto senti.
do, en cada uno de nosotros. La conversión no
nos ha instalado en un,esta.do de perÍección,.'
pues aunque estemos gn paz son Dios, en un
sentido muy real,(Rom 5,1), aún no se ha logra-
do la unidad en nosotros. Expgrimentamos. tenta-
ciones y luchas; nuestras decisiones grandes o
pequeñas nos llevan en dos direcciones,'ya sea el
hombre üejo, arnrinado, sinr€sp€rdoZa y esclavo
de su egoismo, .ya sea una persona transfigurada
por el amor. :
Et hombre según Dios. Si Dios creo al hom-
bre a su imagen, quien verdaderamente e§ tal
imagen es Cristo resucitado, vencedor del pecado
y de la muérte. Aquí, al igual que en otras partes
de la Biblia, el Hombre es ala vez Cristo y la hu-
manldad, y es cada uno de nosotros, con éu lugar
en el "Cuerpo". Todo lo que admirarnos en Cris-
to, también es para nosotros..
L-a vestidura blanca que se ponen,los adultos
en el bautismo significa el qambio de vida que
han inaugurado.
Pablo-indica inmediatamente algunas exiqen-
cias morales de esta renovación cótidiana: Irar,-
queza; sobriedud, Iimpieza de lenguaje y de
imaginación. La fe cristiana no nos pernite vi-
vir despreocupados como en esas religiones
orientafes del tiempo de Pablo, en que'-se ha-
blaba de renacimiento y de conocimiento de los
misterios, 'pero .nada.se decía de la.esclavitud
del sexo y de la corrupción en la vida social;.
Hombre uíejo, homüre nuet)o, se corTesponde
con otras fórmulas de Fablo, .corno yy,r .,según la
came» o "según el Espíritul (Rqm 8,5); hijós ,rde
las tinieblas,b
'de
la luz" (Ef 5,8); "esclavo del pe-
cado, o «p€r'sona libre" en Cristo (GáI.5,-1).
No entristezcitn al Espíritu (30). Esta ex-
presión se comprende fácilmente si pensamos
en la tristeza qu€ sentirnos cada vez que re-
chazamos una buena idea o un deseo de ac-'
tuar-mejor. Es una tristeza tanto del espíritu
usanto, que nos la sugirió como, de nuestro
espíritu, que sabe lo que hemos perdido.
5. EFESIOS 4
que él crea en la verdadera justicia y
santidad.
25 Por eso, no más mentiras; que
todos digan la verdad a su prójimo,
ya que todos somos parte del mismo
cuerpo . 26 Enójense, Pero'sin Pecar;
quelel enojo no les dure hasta la
iuesta del sol, " pu_es de otra mane-
ia se daría lugar al dernonio.
28
El que robaba, que ya, no robe, si-
no que se fatigue trabajando con sus
manos en algo útil y así tendrá ?lgo
que compartir con los necesitados.
2s
No salga de sus bocas ni una Pa-
labra mala, sino Ia palabra justa y
oportuna que hace bien d 'eui€r..ld-
escucha :
30
No entristezcan al Espíritu santo
de Dios; éste ss el sello'con el que
ustedes fueron marca.dos.:y' por el
que serán reconocidos en el día de la
salvación. 3' Arranquen de raíz de en-
tre ustedes disgustos, arrebatos, eno-
jos, gritos, ofensas y toda clase, de
haldád. 32 Más bien- sean buenos y'
cornprensivos unos con otros, perdo-
nándose mutuamente corno Dios los
perdonó en Cristo.
Imiten a Dios
.j;
f-El
o I
'Como hijos amadísimos de
tj/l Dios, esfuércense por imitarlo.
2 Sigan el camino dgl amol, _a ejem-
plo de Cristo, eu€ nos amó y se en-
tregÓ por noso'tros, corRo esas
402
ofrendas y víctimas gqyo olor agra-
dable subía a Dios. 3-Y ya que son
santos, que la fornicación, o cual-
q.uie.r clase de impureza o de codicia
ni siquiera se mencione entre uste-
des. o Lo mismo se diga de las pala-
bras vergonzosas, de los disparates
y tolterías- Nada de todo eso les
conviene, sino más bien dar gracias
a Dios.
Sépanlo bien: ni el corrompido,
ni el impuro-, .ni el que se apega ai
dinero, que es servir a un dios falso,
tendÉn parte en el reino de Cristo y
de Dios. 6 Q,ue nadie los engañe coñ
razonamientos vacíos; pues son es-
tas cosas las que Dios se prepara a
condenar en los enemigos de la fe:
' no sea que ustedes compartan su
suerte. 6 En otro tiempo ustedes erán
tinieblás, pero ahora son luz en el
Señor. Pórtense como hijos de la luz,
' con bondad, con justicia y según la
verdad, pues ésos son los frutos de
la luz.
'o Busquen lo que agrada al Señor.
I I No tomen parte en las obras de las
tinieblas, donde no hay nada que co.
sechar;, al contrario; denúncienlas.
'2 Sólo decir 16: qu€ esa gente hace a
escondidas da vergüenza; '' pero al
ser denunciado por I-a ,luz se vuelve
claro, y lo qu.e se hq aclarado llegará
incluso a ser luz. 14
Por eso se dice:
uDespierta, tú que duermes,
levántate de entre los muertos
4a3
y la luz de Cristo brillará sobre ti.,
15
Examinen, pues,.con mucho es-
mero su condueta. No anden como
tontos, sino como hornbres sensatos.
,t Aprovechen el momento presente,
pojque estos tiempgs son rnalos.
1' ?or tanto, Do sea.n irresponsables,
síno traten de. comprender'cuál es Iá
voluntad del Señor. .
rB
No se ernborrachen, pues el vino
Ileva al libertinaje; más bien llénense
del Espíritu. re [ntercambien salmos,
himnos y cánticos espirituales. Que
el Señor.pueda oír el canto y Ia músi-
ca de sus corazones. 20
Den gracias a
Dios Padre,en nombre de Cristo Je=
sús, _nuestro Señor, siempre y por to:
das las cosas .
2t E*presen su respeto a Cristo
EFESIOS 5
siendo sumisos los uno.s a los otros.22
Sométanse asi las esposas a sus
maridos, como al Señor.
Maridos, amen a sus esposas
o 23
EI hombre es cabeza de Ia mu-
igr, como Cristo es cabeza de Ia lgle-
sia, cuerpo suyo, del cual es asirñis-
mo salvador. 2o
Que Ia esposa, pues,
se someta en todo a su rnariá<j, co-
mo la lglesia se somete a Cririó.
5 Maridos, amen a sus esposas co-
mo Cristo amó a la Iglesia y se entre-
qó .a sí mismo .por e'ila . ,u'y aespúes
de bañarla qn e! agu a y Ia Palabra pd-
ra purificarla, la hizo santa , ,, pue§
quería darse a sí mismo una Igiesia
radiante, sin mancha ni arruga ñi na-
da parecido, sino santa e inrnaculada.
. 23. En el pasaje 5,2!-6,9, Pablo repite casi
lo misrno que había escrito en la carta a los Colo-
senses (3,18-4,1). Pero aquí tiene.de tal manera
en mente el rol de Cristo como cabeza del "cuer-
po,, de la humanidad salr.¡ada, que va a desarro-
llar de forma inesperada el sentido del matrirno-
nio, del cual sólo había dicho unas palabras en
--Có;;; ol Serior...122). No es Pablo quien, de
parte de Dios, pide a la mujer que.se someta, si-
no que se lo exiqía la sociedad de Ia época. Y Pa-
blo le dice: .So-métete como al Señbr,, ya que
acaba de pedir de manera general (271 que üüa
mos nuestra obediencia o.[o que sea,: como un
Así, pqes, aunque la manera de expresrse de
Pablo refleja la cultura de su tiempo respecto al
matrimonio, no por eso podernos despreciar su
enseñanza en nombre del ferninismo. Ha habido
y hay mode]os culturales diferentes en lo que se
lefiere a la relacién del hombre y de la mujer en
el matrimonio. En nuestros días los modelós son
diferent€s.parc los países económicamente desa:
nollados y para los del tercer mundo. para Ia cla-
se rnedia y para la clase popular. :fodavía. más,
cada pareja es la que debe descubrir su equilibrio
v. decidir cómo tomar las iniciatir¡as seqún la aute
íiaad natural y las capacidades .delcada uno.
Pero en,todo caso, ya sea que.se tome la deci-
. sión o se la siga, nadie. se sentiráipor eso supe-
rior o inferior, ya que el ideal de gada uno es ha-.
cerse servidoi, Mc 9,35, Pablo dice. que ei
hornbre es cab€4a, _pá.r" sgr cáb'eza no'es l.o
mismo que ser jefe. Si bien es cierto que Cristo
tiene autoridad pof el-hecho de ser lá Verdad de
Pios (lo que el marido- no es para su mujer), Pa-
blo,. sin ernbargo, prefiere mdstrar.que Cristo se
hizo el salvadoi de ,su pareja, la humanidad bau-
tizada. '
PáUlo indica lo que es esencial en el, amor con-
yugal al recordar Ia palabra .de la Escritur a: deja-
rá el hombre... (31), y aplica esta palabra a-la
unión de Dios.-y dg lq.humanidad en Cristo, el
"Bien amado" (lvlc 2,19). Así nos hace ver quá ei
matrimonio contiene un rn isterio, es decir, ün te,
soro -diüno que no era comprensible antei de'la
venida de Cristo. Cuando décimos que el matrii
monio es un sacramento. no nos referirnor:rólá-
men-te ? .que se celebra en la iglesia, sino que, a
través del matrimonio y dg las parejas que ürln
el amor "según Cristo", el mist'erio
-de[
ámor dá
Dios se manifiesta entre los hombres. El matri-
monio es, e¡ medio de nosotros, la señal de la
alianza que Dios ha concluido con la^ h,rná"id;á,
corno el esposo con su espos, uná alianza 'dé
amor, de fidelidad y de fecundidad.
Como Crísto omó o la lglesio (25). Nos halló
pecadores y tomó sobre sí ñuestro pecado hasta
las últimas bonsecuencias,- dan{o iu vida para
pu¡ificarnos. Aquí se manifiesta la primera éuah-
dad del amor cristiano, Ia fidelidad. El don .rect-
p.r9co de los gspos.os es definitiv",.v á páñii-áL
ahí cada uno hará.lo. que más puedá pai.a át*i
al otro y para aytrdarlo'a crecer y a s"r má;ó;. ü
pareja perfe.cta ng gs la que viúe sin pro6lemas
en una mediocridad común, sino aquélla oareia
qtt Ig qye cada uno incita al otro a áar b meiór
oe st mrsmo.
Deii"és-de bañorla en el'agua y la palabro...
(véase Stgo L;78-2f y /. 15,3). Aunque el agua
derramada sea necesaria, es más impó¡tante áún
para nosotros ?goger la Palabra de Dios que nos
comunica la vida.
Muchos jóvenes huyen del matrimonib. en Dar-
te por rniedo .
al riesgo (pues la fidelidad totál es
una manera ds «perder su üdar: Mc 8,3S), v eñ
parte porque consideran que su amor sólo-ie3 in-
leresa a ellos. Pablo nos muestra que.el amor de
Cristo .po[ nosotros.. por rnuy ,pe-rgoqal quá r"á,
no olüda jamás"su amor_por todos:los que fqr:
rTran: pafte de su cuerpo.. Inüta, -pges, a lps casa-
dos a ocupql su. Iugar en la transformación del
mu4.do; irradiando lu amor.y comprometiéndosá
preoci¡paciones cotidianas nos mantendrá .:en la
m-ediocridad o nos ller¿ará al mal. Todo cambia
cuando un creyente, uná pareja, un grupo ,.se
despiertan, g consaqran cada día o cada semana
un
-rnomentó
para descubrir la voluntad.de Dios
sobre.ellos, a través de sus propias üdas. ' '-a.'
No se emboriachen (18). Necesitamos estimu--r
lantes; no es,malo experimentar estados paroxís:
ticos donde uno se sient e alegre, liberado de sí
mismo, en que se rompe el hielo y se suelta la
lengua. pues hasta la Biblia haee el elogio del ü-
no.- Pero. es'imposible"experimentar al mismo.
tiempo'Ia embriaguez que nos viene del trspiritu y
la que proviene del alcohol, de la§ drogas o de las
diversiones peligrosas; Tenemos que elegir en ca:
, da momgnto. . :'
Intercambíen'_solmos, hímno.s... .(1 9). .sientan
el consuelo del Espíritu, encuéntrenlo en uná ex-
periencia comunitaria.'
6. -
EFESIOS 5
28 Así deben también los rnaridos
amar a sus esPosas como aman a sus
propios cuerpos: amar. a la. esposa es
amarse a sl mlsmo. " Y nadie aborrece
su cuerpo; al contrario, lo alirnenta¡r.lo
cuida. Y eso es justamente lo que Cris-
to hace Por la l§lesia, 3o
Pues nosotros
somos miembros de su cuerPo.
3r La Escritura dice: Por eso deiara
el hombre a su padre A a su.madre Pa'
ra unirse con su esposa g los dos for-
marán un solo ser.3z Es éste un miste-
rio muy grande, Pues lo refiero a
Cristo y aia lglesiar " En cuanto a us-
tedes, cada uno ame a su esPosa co-
mo a si mismo, Y Ia mujer, a su vez,
respete a su marido.
Hiios, padres, siervos Y Patrones
[el ' ' Hijos, obedezcan a sqs.Pa-
t-oJ dres, pues esto es un deber:
Honra a tu itadre A a tu.ma!f"-' Es,
además, el primei mandamiento que
va acompañado de una Promesa:
3 para qu¿ seas fel?. A goqes de larga
uida ei la tíerra.4 Y usledes, Pddres,
no sean pesados con sus hUo¡, sino
más bien edúquenlos usando las co-
rrecciones y aávertencias que pueda
inspirar el Señor.
404
de este mundo con respeto y respon-
sabilidad, con corazón sincero, corno
quien obedece a Crísto. 6 No se fijen
en si son vigilados o si ganarán consi-
deración, pues ustedes son siervos de
Cristo que hacen con gusto la volun-
tad de Dios. ' Hagan su trabajo con
empeño, por el Señor y no_ Por los
horirbres, B sabiendo que el Señor re-
tribuirá a cada uno según el bien que
haya hecho, sea siervo o sea libre.
e Y ustedes, patrones, actúen con
sus siervos de la' misma manera y
dejen a un lado las amenazas; tengan
présente .que ellos y uste_des tienen
en el cielo un mismo Señor, y que
ése no hace distinción de personas.
Háganse fuertes
. ro Por Io demás, fortalézcanse en
el Señor con su energía y su fuerza.
"'Lleven con ustedes todas las armas
de Dios para que puedan resistir las
rnaniobrás del diablo. 12 Pues no nos
estamos enfrentando a fuerzas hu-
manas, sino a los poderes y autorida-
des que dirigen este mundo y-sus
fuerzás oscurás, Ios espíritus y fuer-
zas malas del mundo de arriba.
¡3 Por eso pónganse Ia armadura
de Dios, para que en el día rnalo
puedan resistir y manteners€' eñ la fi-5
Siervos, obe,Cezcan a sus patrones
-.:6.1 Pablo récuerda a. los hijos que Dios les
oide la cibediencia,-v a los padres que no deben
á"séuidu. irl áebeás de educador-es (ver Sirac
3Ó-, l-2¡.Los padres tienen la difícil misión de
encaminar a rüi f,ii"s hacia la verdadera liber-
tud, enseñándoles'primero a obedecer a una'
lev-'a sérvir v a no'ief servidos, a compartir en
vóz de reclariar- Lueqo les mostrarán cómo'se
á¿b"" t"q.rii lot llarñados del' Espíritu, mucho
*ás allá ife lo que el ambiente consideÍa como
Y recuerda'a los'esclavos su nobléza, es decir,
qs¿ ¿aó;;¿; pñ hagia 15ra
liberación auténtica
es uur segun iu .o.ciencia y no bajo el
'ojo del
.. ,
o 10. Pablo há dicho lo que tenía que decir;
't' invitación a que sean¿qué signitica, pues, esa
fuertes, *utáá I;áé;át.áá h-üdá militar? ¿Se-
ria ooroue los cristianos Oá lat pto"i.,iiu de ETeso
;á L párecian ser tan fuertes? Véanse los versí-
..rlot i8-ZO..Pablo los invita, sin decírselo, d que
comparen su situación con la de él- Ubres o es-
clavos,'ellos eran típicos del pueblo de las ciuda-
des cercanas a Efeso, Sometidos desde'hacía muj
cho tiempo al Imperio romano-: QU€ les. había im-
puestó sú paz, nd tenían grandeé problemas. No
áran ricos, pero se contentaban- con poco. Bajo
el cielo mediterráneo, la luz era hermo* y la na-
turaleza amiga. Habían llegado a la-fe en un mo'
mento en que costaba poto hacerlo, pero'¿qtré
harían el'día que el Imperio se pusiela.en contra'
v de repente pasaran á ser el grupo de los malos,
íesponsables de todo lo ma-lo que sucediera?
Por eso Pablo les adüerte: la paz es sólo proü-
soria, pues el demonio está'aguardando su hora
(w. 1i V 16). Ese demonio nó es únicamente el
que se lnsrnua
'en las conciencias., §irro' qqe e-s!á
riretido en las'fuerzas actiüas en el mundo (v. 12:
véase l,2O y'3,10). Es el d¡oblo cuyas estrategias
serán desenmascaradas en el Apocalipsis. Y Pa-
blo les pide que oren con perseverancia, pues
contra el mal iOlo son eficaces las armas que ncis-i
deió Cristo, esto es, la verdad, la justicia, la f. y
la
-Palabra
de ,Dios.-.. Y si realmente creen'que
han conseguido la salvaciór!,. gue se preocupen
uri poco rnás de evangelizar (15).
405
la valiéndose de todas sus armas.
r{ Tornen la verdad como cinturón y
la justicia como coraza; ,5 estén bieñ
qalzados, listos para propagar el
Evange]io de la paz. tu
Tengan-siem-
pr9 en la, mano el escudo d'e la fe, y
así podrán atajar las flechas incen'-
diarias del demonio . ,, por últiffio,
usen el casco de la salvación y la es-
?aqa del Espíritu, o sea, Ia iralabra
de Dios.
rB
Vivan orando y suplicando. Oren
en todo tiempo según les inspire el
Espíritu. Velen en Común y perseve-
ren en sus oraciones sin dé§ánimarse
nunca, intercediendo en favor de to-
dos los santos, sus herrnanos. ,e
Rue-
guen también por ffií, para que, al
EFESIOS 6
hablar, se me den palabras y no me
falte el corgjs para dar a .oiocer er
misterio del Evangelio zo
cuando ten-
ga que presentar mi defensd, pues yo
loy embajador encadenado ?tá-áJtá
Evangelio.
2t Si quieren noticias de mí y de lo
gue. hago, s€ las dará Tíquico; nues-
tro hermano querido y riiinisiro fiel
en.el Señor. ¡2 Lo mándo precisa_
mente_ para que les dé noticias nues-
tras y los conforte a todos.
23
Que la p3z, el arnor y la fe ven-
g.al d_e Dios padre y de Ciisto Jesui,
el S9ñor, sobre loi hermanos. tav
que la gracia esté con todos aquelloi
^que
aman a Cristo Jesús, nuestro
Señor, con amor auténtico.
' -