El documento describe el interés de la autora en la práctica curatorial y las diferentes dimensiones que involucra, incluyendo la dimensión poética, conceptual y la materialización. Explora las funciones de curadores, comisarios y gestores culturales, y las responsabilidades de promover el arte y generar debates. También discute los desafíos de presentar y sustentar proyectos artísticos en el contexto del mercado del consumo.

1. A)
Dimensión poética
Hace unos años atrás, visitando una bienal de arte internacional, me encontré frente a la curiosidad de entender el significado de la practica curatorial y
como se trabaja en ese ámbito.
Curadores, comisarios, gestores culturales. Personajes que tanta contradicción generan en el ámbito artístico.
¿Qué formación y que nombres académicos tienen?

2. ¿Refieren a lo mismo o existen diferencias en sus funciones?
¿Cuáles son sus responsabilidades artísticas y sociales?
Investigar, seleccionar, promocionar, transmitir… “especializarse en arte”. Como se articula todo esto desde la génesis de la construcción de la obra, por
parte del artista, a la exhibición pública… todo un proceso y distintas miradas.
Y en esa búsqueda estoy…me atrapa este sendero.

3. B) Dimensión conceptual
“el arte no es más que una forma de interrogación y los artistas plantean con sus trabajos más preguntas que respuestas” (Montse Badia)
El arte en la sociedad como elemento sensibilizador, como posibilitador de cambios, como un espacio de reflexión.
El arte contemporáneo ha extendido los espacios y los lenguajes, ha ampliado fronteras y desestructurado formas.
Plástica, arte visual, performances, instalaciones, nuevas tecnologías que se conjugan dando lugar a nuevos escenarios expositivos, interaccionando en este
contexto con un público “especializado” o “entendido” y con otro que no lo es.

4. Una de las responsabilidades a mi entender de cualquier curador, gestor cultural, o como se le asigne académicamente debería ser “provocar” a ese público
entendido o no, generar lugar debates, a nuevas propuestas a través de la sensibilización que cualquier experiencia artística puede provocar.
¿Cómo construir, presentar, sustentar económicamente estos proyectos navegando en el amplio mercado del consumo donde no siempre el consumo es
sinónimo de validez?
Existen un sinfín de artistas anónimos que ni piensan en exhibir sus obras y mucho menos vivir de la comercialización de las mismas. Y este punto considero
es el gran desafío de cualquier curador.

5. C) Materialización
“el arte contemporáneo es una cuestión muy heterogénea que, en general, precisa una gran flexibilidad en términos de espacios y organizaciones. La
colaboración entre artistas y comisarios para el desarrollo de un proyecto implica un trabajo de investigación y de construcción…Los artistas pueden
proponer proyectos muy diferentes, pero uno de los objetivos es como presentarlos en la esfera pública. Explorar nuevas formas de presentación y
comunicación es uno de los grandes retos del momento…” (Montse Badia)
En mi camino esto recién comienza… es un deseo… una idea...donde me encuentro con carencias institucionales por ser una actividad que por lo que he
averiguado, académicamente en nuestro país no está desarrollada y las opciones serían tener que ir por distintas vías de formación y/o acudir al ámbito
educativo privado.. Pero lo fascinante que es que jamás se termina de aprender ni de investigar…
Como materializarlo? Es un camino a aprender….
Seminario 3, nivel 1, Martínez Strappolini, Silvia (trabajo final, premisa personal)