Relato Bélico sobre la Guerra entre los paises sudamericanos Bolivia y Paragu...
Espacio de Todo 2021 [ESP]
1.
2. 2
Esta publicación ha sido editada por Todo por la Praxis en diciembre de 2021,
gracias a las Ayudas a la creación de espacios independientes 2020-2021
3. 3
íNDICE
Espacio de Todo>>>4
Todo por la Praxis >>>6
Pipa!>>>8
Anarchivo>>>10
Barrionalismo>>>14
Un grito en la calle >>>Elena Blesa>>>16
Coyuntura en obra>>>8
Black Box>>>Todo por la Praxis>>>40
Otro(s)ures>>>62
No es frontera ni el acento ni la piel>>>Guillermina Mongan/ Carolina Chacón/
Glenda Zapata>>>64
Techo Sostenido>>>76
Siembre Aquí!>>>Daniela Ruiz Moreno/ Natalia Pilo-Pais/ Ugo Martínez>>>78
IDYS_Instituto do it yourself>>>Todo por la Praxis>>>84
Recetas 2021>>>94
5. 5
“Lo que una instalación, un performance,
un concepto o una imagen mediada pueden
hacer con sus medios formales y semióticos
es marcar un cambio posible o real respecto
de las leyes, las costumbres, las medidas, las
nociones de civilidad, los dispositivos técni-
cos o los organizacionales que definen cómo
debemos de comportarnos y cómo debemos
relacionarnos unos a otros en determinado
tiempo y lugar. Lo que hoy en día buscamos en
el arte es una manera diferente de vivir, una
oportunidad fresca de coexistencia”
Brian Holmes
Como colectivo Todo por la Praxis (TXP)
estamos situados en una nave indus-
trial ubicada en el barrio de Vallecas
de Madrid1
, que desde el año 2021 re-
estructuramos y rebautizamos con el
nombre de Espacio de Todo. Este lugar
funciona como nuestro propio espa-
cio de trabajo y simultáneamente se
abre para contener dos iniciativas que
dialogan y nutren nuestros proyectos
de creación: el ya existente Instituto do
it yourself (IDYS) como plataforma de
pedagogía crítica y acción, y la plata-
forma de investigación y producción
artística llamada PIPA!
El Espacio de Todo está pensado para
albergar nuestros procesos a su vez
que acoger y compartir los de otres,
a modo de subvertir la idea de pro-
ducción sujeta al sistema oficial. La
línea de trabajo del IDYS contiene los
proyectos de TXP que repiensan los
procesos de aprendizaje colectivo, el
codiseño y la relación entre pedagogía
crítica y arte, en entornos educativos
formales y no formales. PIPA!, por otra
parte, está vinculada a la producción
de obra y discurso como ejercicio es-
tético político del colectivo en el ámbito
del arte, buscando sostener un diálogo
permanente con otres agentes artís-
ticos mediante invitaciones, para que
trabajen colaborativamente nuestros
intereses curatoriales y así alimen-
tar recíprocamente estos procesos
comunes de creación.
El objetivo de compartir el espacio de
trabajo es crear nuevos contextos que
formen una comunidad abierta, en
donde construyamos conocimientos a
partir de otros modos de relaciones en
el campo del arte, intentando generar
afectos y efectos que logren intervenir
en las prácticas culturales y artísticas
hegemónicas como un ejercicio de re-
sistencia, desde una agenciamiento
mutante de contenidos.
www.espaciodetodo.es
Notas
1.En este espacio,desde el 2015 al 2019 el colec-
tivo gestionó el Instituto Do It Yourself (IDYS) que
albergaba proyectos colaborativos que imple-
mentaba el propio colectivo como ejercicio de
aprendizaje común, y la investigación sobre
prácticas colaborativas mediante la construc-
ción de un archivo, así como el soporte de una
serie de actividades de autoconstrucción, par-
ticipación y mediación. Este espacio ha pasado
hoy a ser una plataforma de trabajo al interior
del Espacio de Todo, manteniendo su dinámica
original y ampliándose hacia el trabajo en en-
tornos educativos.
7. 7
Colectivo artístico fundado hace más
de 20 años que, desde el año 2020 en
adelante, comienza a construir una
comunidad abierta en torno a un cír-
culo de colaboradores articulados por
la dupla que lo integra actualmente,
la artista visual, investigadora y edu-
cadora Jo Muñoz (CL) y el arquitecto y
artista Diego Peris López (ESP).
Sus temáticas iniciales tienen como
eje principal el activismo ciudadano
en espacios públicos y comunes como
alternativa a la ciudad neoliberal. Hoy
sus intereses se amplifican, poniendo
el foco en las disidencias como formas
políticas de resistencia que costruyen
otros imaginarios posibles. Un traba-
jo que analiza los contextos actuales
desde una perspectiva mutante, lo que
implica el desafío de crear, abordar y
acoger discursos radicales, antago-
nistas a las imposiciones culturales
hegemónicas. Así, transitan desde
unas líneas de acción posicionadas
en las prácticas colaborativas como
respuesta a las necesidades de las
comunidades, hacia unas prácticas
colaborativas que buscan instalar es-
pacios de pensamiento crítico. Esto
permite activar nuevas subjetivi-
dades transculturales, como formas
de emancipación y descolonización
del pensamiento dominante, a partir
de procesos de investigación/produc-
ción/acción en territorios tanto ge-
ográficos como simbólicos.
Los proyectos que desarrollan y utili-
zan el agit prop, la contra-publicidad y
la visibilización o guerrilla de la comu-
nicación para cuestionar el modelo
de ciudad y sus consecuencias, tales
como la gentrificación, desahucios,
segregación, turistificación y control
social; hoy se extienden como disposi-
tivos críticos que buscan interpelar
estos y otros relatos desde contranar-
rativas estético/políticas.
Los medios del do it yourself, las
construcciones colectivas y la arqui-
tectura en código abierto, comien-
zan a ser analizados desde nociones
de pedagogía crítica que disputan la
educación no formal como campo de
experimentación dialógica hacia la au-
tonomía.
Una praxis que respondió durante mu-
cho tiempo a las necesidades, es aho-
ra una praxis que se cuestiona.
www.todoporlapraxis.es
9. 9
PIPA!
Plataforma de investigación y produc-
ción artística
Esta plataforma toma como referen-
cia la geolocalización sur de Madrid
donde se encuentra el espacio, para
construir una relación que permee
conceptualmente las prácticas artís-
ticas y de investigación. Su línea de
trabajo curatorial plantea la noción
de sur, como condición simbólica a
ser interpelada desde diversos tipos
de proyectos de arte contemporáneo.
Queremos preguntarnos qué significa
ser sur, quiénes son sur, y el por qué
de las determinaciones binarias aso-
ciadas al término instalado global-
mente. Las acciones que se generan
mediante su programación tienen
como objetivo producir una reflexión
estética y crítica sobre lo que implica,
explorando un tipo de descentraliza-
ción que propicia otras relaciones y
resultados entre agentes artísticos
con diversos discursos y lugares de
enunciación.
Los elementos que aquí confluyen
permiten una potencia territorial y
simbólica que nutre la práctica inves-
tigativa y creativa, tanto del colectivo
como de nuestres invitades.
Bajo cuatro modalidades de trabajo
que se relacionan directamente con
espacios específicos ubicados al in-
terior del Espacio de Todo, se van
configurando los resultados que
operan bajo esta línea curatorial:
Barrionalismos; Coyuntura en obra;
Otro(s)ures, Techo Sostenido y Anar-
chivo. El mecanismo de trabajo son
residencias de investigación y pro-
ducción, que funcionan mediante in-
vitaciones que dependen de apoyos
públicos para el espacio, o acogida de
proyectos que son de interés para este
marco conceptual, y que tienen finan-
ciación propia. Para las residencias
hemos destinado como lugar de tra-
bajo el reciclaje de una obra del colec-
tivo llamada Residencia Monumento1
,
que hemos reconstruido dentro del
espacio para el despliegue creativo
de les invitades. Además, para los re-
sultados de las distintas actividades,
hemos adecuado el front del espacio
para convertirlo en galería de calle
permanente.
La comida, como parte de la puesta
en común de estos procesos, es un
elemento transversal que nos permite
pensarnos juntes, haciendo conversar
nuestras prácticas culturales e iden-
titarias para potenciar su capacidad
crítica colectiva. Es por ello que he-
mos instituido que todos los procesos
y resultados estén atravesados por la
cocina que tanto nosotres como nues-
tres invitades preparamos y comparti-
mos para reflexionar sobre los proyec-
tos que realizamos.
Notas
1.http://todoporlapraxis.es/residencia-monu-
mento/
11. 11
Este espacio se estructura a partir de
la continuidad del archivo de prácticas
colaborativas realizado el año 2019, y
continuando su construcción hacia un
anarchivo que alimente y aumente su
acervo desde las investigaciones que
se realizan bajo la curatoría de PIPA!
con una base independiente, horizon-
tal y democrática. Los elementos que
conforman este anarchivo buscan ex-
plorar distintos formatos que decons-
truyan la noción institucionalizada de
lo que debe ser un archivo, siendo
mutante y permeable a los diversos
procesos que se van generando desde
él y que retroalimentan su contenido.
Desde el año 2021 quien está a cargo
de la revisión, ordenamiento, sistema-
tización y análisis de este Anarchivo
es el historiador del arte Fidel Villar
Barquín (ESP).
Fidel Villar Barquín (Haro, 1995) es
graduado en Historia del Arte, Máster
en Historia del Arte Contemporáneo y
Cultura Visual en la Universidad Com-
plutense de Madrid. Ha participado en
distintos congresos en Universidades
nacionales e internacionales y ha pub-
licado artículos en distintas revistas.
Sus investigaciones están vincula-
das a las disidencias sexuales, a los
cuerpos que habitan los márgenes, la
crisis del sida y el impacto del VIH en
las artes plásticas y la literatura. Ac-
tualmente está desarrollando el doc-
torado en la Universidad Autónoma de
Madrid con el título: “Derivas desde el
sur: un análisis de lo seropositivo”.
12. 12
Archivar como forma de
conocer(se)
Durante los últimos años, el archivo
se ha convertido en una realidad
permanente en el mundo del arte
contemporáneoydelahistoriadelarte.
La propia idea de archivo no ha hecho
más que evolucionar, desdibujando
las propias definiciones que podíamos
aplicar a qué era un archivo.
Michel Foucault en la Arqueología del
saber afirmó que el archivo era un
sistema a través del que la cultura se
pronunciaba sobre el pasado. ¿Cómo
definir un archivo? Para la RAE, es un
“conjunto ordenado de documentos
que una persona, una sociedad,
una institución, etc., producen en
el ejercicio de sus funciones o
actividades”. Existe, por tanto, un
principio de agrupación: el archivo
exige unificar, identificar, clasificar
dentro de un sistema o unos elementos
previamente seleccionados que van a
articular dicha configuración1
. Pero
archivo también es el lugar mismo en
el que se custodian, y la misma acción
de archivar.
Ya sea un archivo físico o virtual,ficticio
o real, esos lugares se transforman,
crecen, evolucionan. En algunas
ocasiones hay una voluntad desde
el principio, un conocimiento claro
de la dirección que van a tomar los
materiales que has reunido. A veces,
y por pura casualidad, los materiales
comienzan a llegar, el archivo se
ve obligado a crearse, vemos una
puesta en escena de una archivación
no deseada. Y de un momento en el
que te das cuenta que hay prácticas
que se conectan desde los materiales
que habían quedado guardados, que
el propio archivo ha mutado, que los
materiales que cayeron en tus cajones
se han relacionado entre ellos, han
hablado y han desarrollado grupos
propios desde los que ahora te obligan
a mirarlos.
Este Anarchivo, antes conocido como
el Archivo IDYS (Instituto Do It Yourself)
estaba enfocado a la investigación de
las prácticas colaborativas. En un
primer acercamiento a los archivos
hubo una intención de volver a ver el
acervo en su conjunto, organizar un
sistema que nos permitiese saber todo
lo que había. Poder ir más allá de las
líneas fuerza que estaban marcadas y
cuáles eran otros cruces que tuviesen
relevancia en la construcción de este
nuevo Anarchivo. Este archivo está
evolucionando con la idea de nutrir
el propio trabajo de las personas
invitadas a realizar residencias en
el Espacio de Todo, así como, el
trabajo propio del colectivo TXP. Y
que ese mismo material que se está
produciendo en respuesta a lo que
una se encuentre vuelva a entrar en
el Anarchivo. Se crea, por tanto, una
voluntad cíclica de autoalimentación
desde la que comenzar la construcción
de otro tipo de discursos.
No podemos, ni queremos, negar los
problemas que a lo largo de la Historia
han estado asociados al archivar,
13. 13
evidentemente ningún archivo está
exento de un afuera, por mucha
voluntad que se tenga, los vacíos
siempre existen, las realidades y las
vidas nunca entran en un archivo
completas. Derrida hablaba de la
violencia archivadora2
y cuando una
mira lo que ha supuesto el tráfico
de archivos desde las instituciones
museísticas, una se hace más
consciente de la violencia del archivo.
Podríamos quizá acordar que para
nosotras un archivo es un espacio
común, un lugar desde el que generar
nuevos sistemas y elementos desde
los que pensar en colectivo, construir
juntas. En estos nuevos procesos
desde el Espacio de Todo estas
realidades que se cruzan nos permiten
buscar una memoria común, un
significado más allá del propio objeto.
El Anarchivo se constituye también
como un apoyo para las residencias de
investigación y los procesos artísticos
propios del colectivo TXP, nace como
espacio desde el que descentralizar las
prácticas artísticas contemporáneas
en Madrid, con una relación con el
barrio en el que se encuentra. Los
archivos están atravesados por
Vallecas, por las luchas de los barrios,
como pudimos ver en la residencia
“Un grito en la calle” de Elena
Blesa Cábez. En nuevos ejercicios e
intereses políticos está mirando hacia
el sur, hacia los cuerpos migrantes en
España, el duelo y el orden colonial
como la residencia Otro(s)ures de
Guillermina Mongan, Carolina Chacón
y Glenda Zapata. Estos procesos
también son ahora nuestro archivo,
el de cualquiera que lo necesite, el
de todes. Es un archivo mutante,
cambiante, en constante movimiento
y siempre abierto a otras, para que lo
invadan, lo subrayen, lo abracen y lo
hagan propio. Porque así se conoce
una a sí misma, conservando, mirando
al pasado para pensar en el presente
y dirigir la mirada hacia la utopía del
futuro.
Notas
1.Anna Maria Guasch, Arte y archivo 1920-2010.
Genealogías, tipologías y discontinuidades, Akal,
Madrid, 2011, p. 10.
2.Jacques Derrida, Mal de archivo, Editorial
Trotta, Madrid, 1997, p. 15.
15. 15
Residencia de mediación cuyo objetivo
es trabajar con las identidades colec-
tivas de los barrios a través de un
ejercicio directo con organizaciones
y agentes locales. La idea es generar
un espacio permanente de creación
colaborativa con el entorno, desde la
articulación geográfica y simbólica
que significa estar situades al sur de
Madrid. El interés de abrir este ámbito
de trabajo surge a partir de la relación
sostenida que TXP ha tenido con al-
gunos de estos barrios. El propósito
es mantener las relaciones de diálo-
go desde el arte con los agentes
que existen y con quienes hemos
trabajado a lo largo de estos años,
así como construir nuevas articu-
laciones con los que van surgiendo,
abriendo la posibilidad de que nuestro
quehacer artístico contribuya a una
redistribución simbólica que implique
visibilizar otros relatos. Esto significa
hacer una conexión entre estos espa-
cios sociales con artistas mediadores
e investigadores desde donde pueden
surgir una serie de procesos en con-
texto.
Como primera residencia del Espacio
de Todo, invitamos a la artista y medi-
adora Elena Blesa Cábez (ESP) a reali-
zar esta investigación durante un mes,
entre el 1 y 31 de julio 2021, quien
trabajó con el entorno de Vallecas y
sus consignas.
Elena Blesa Cábez (La Sénia, Tarra-
gona,1988) Mi nombre es Elena Blesa
Cábez, soy investigadora, artista y me-
diadora. Mi investigación se centra en
el análisis de estrategias adoptadas
desde el arte contemporáneo para re-
pensar el concepto de ciudadanía hoy
en día. Situándome en un punto inter-
medio entre la pedagogía y la produc-
ción artística, trabajo principalmente
desde
metodologías colectivas y práctica
dialéctica.
Desde 2018 soy artista residente en
FASE (L’Hospitalet de Llobregat) y
coordinadora de los proyectos de edu-
cación y mediación en el programa de
Artes Visuales de Can Felipa. Formo
parte de la asamblea del Institute of
Radical Imagination -plataforma de
trabajo transnacional que experimen-
ta los cruces entre artes y el activismo
desde la práctica de la investigación
militante- y del Frente Sudaka, colec-
tivo de investigación/acción trans-
feminista y decolonial.
17. 17
Un grito en la calle
Mediante los gritos, proclamas
y consignas, las vecinas a pie de
calle han puesto de manifiesto sus
demandas y reivindicaciones con
relación al barrio, pero ¿qué ha pasado
entre el Vallecas nuestro -1976- y las
actuales demandas de asociaciones,
vecinas y colectivos?
En esta investigación nos propusimos
pensar cómo se ha utilizado el
lenguaje, tanto oral como escrito,
en relación con la construcción del
imaginario social y político de Vallecas.
Quisimos revisar qué voces configuran
actualmente los discursos presentes
en el espacio público, conectándolas
con el imaginario histórico del barrio,
para trazar así qué modificaciones ha
habido en su actualización.
Como punto de partida decidimos
analizar las proclamas utilizadas por
los movimientos vecinales históricos
de Vallecas. En el Madrid de posguerra
surgieron algunas asociaciones de
vecinos con el objetivo de reivindicar
la mejora de sus condiciones de vida.
El germen del movimiento vecinal y
otras asociaciones en el barrio fue la
precariedad de las viviendas de los
suburbios que se originaron como
consecuencia de los rápidos procesos
de inmigración interna de españoles
hacia Madrid.
Las reivindicaciones vecinales
tenían como objetivo que las
administraciones invirtieran en
mejorar elementos básicos como el
alumbrado de las vías públicas o el
alcantarillado de sus barrios, aunque
no se puede partir de la premisa
de la existencia de una sola causa
para explicar un fenómeno histórico
tan complejo como la aparición de
estos movimientos y asociaciones. El
historiador Marc Suanes explica que
un movimiento social es un sistema de
narraciones, un sistema de registros
culturales de su tiempo, un conjunto de
explicaciones de cómo determinados
conflictos sociales son expresados
socialmente1
. Es precisamente esta
narratividad del movimiento social, su
capacidad de autoexplicarse, la que
nos interesó para este proyecto.
Conelfindeladictadurasecontinuaron
arrastrando muchos de los problemas
endémicos que ya existían en Vallecas
y tantos otros barrios. Tras la muerte
de Franco, la Gerencia Municipal
de Urbanismo redactó tres Planes
Parciales -planes de ordenación
urbanística territorialmente limitados-
que afectaban a Vallecas y pretendían
gestionar sus problemas urbanísticos.
En estos nuevos Planes Parciales se
planteó la expulsión de la población en
beneficio de los grandes propietarios
de suelo. En ese momento se inició
una nueva contraofensiva vecinal, que
alcanzaría su momento más álgido
en una manifestación convocada en
junio de 1976. Era un momento de
“crisis de la representación, crisis de
los viejos proyectos revolucionarios
y de las formas de organización. En
definitiva, un panorama marcado por
18. 18
la incertidumbre, pero también de
emergencia de nuevas formas de vida,
de nuevas agregaciones vivenciales,
de formas inéditas de movilización
política, ¡de temáticas que recogen
la potencia del no!, apoyándose en
tramas de autoorganización social2
”.
A partir de finales de la década de los
sesenta estas luchas vecinales fueron
articuladas por las recién creadas
Asociaciones de Vecinos. De hecho,
fue la de Palomeras Bajas la primera
en constituirse en 1968, aprovechando
una fórmula asociativa que el régimen
franquista había dispuesto para otros
fines3
.
Enlamanifestaciónconvocadaen1976,
unas 25.000 personas recorrieron el
barrio al grito de «Vallecas Nuestro».
Este acontecimiento pasó a formar
parte del patrimonio histórico del
movimiento vecinal vallecano. Como
explica la antropóloga Elízabeth
Lorenzi en su libro Vallekas puerto
de mar. Fiesta, identidad de barrio y
movimientos sociales “un año más
tarde se producía otro acontecimiento
decisivo, un acuerdo por el que el
Ministerio de Vivienda delimitaba la
zona para la ejecución de los tres
planes parciales, los terrenos donde
se realojarían a las 12.000 familias
afectadas, y en el que además se
decretaba la expropiación de los
terrenos de los grandes propietarios.
Se empieza a vislumbrar el logro de
tantas luchas4
.”
Hay una pregunta que atraviesa este
proyecto: ¿qué ha pasado entre el
Vallecas nuestro (1976) y las actuales
demandas de asociaciones, vecinas
y colectivos? Los movimientos
sociales son muy diversos, pero
de un modo bastante simplista
podríamos diferenciar entre los
movimientos sociales clásicos y los
actuales. Los movimientos clásicos
englobarían al movimiento obrero, el
movimiento sindical y las asociaciones
vecinales que, con la llegada de la
democracia y el estado del bienestar
fueron sufriendo un proceso de
institucionalización en el que muchos
y muchas de sus integrantes acabaron
formando parte de partidos políticos
oficiales. Los nuevos movimientos
sociales tienen, en general, una
práctica más asamblearia y rechazan
su institucionalización. Proponen
la participación ciudadana para
conseguir su fuerza movilizadora
y su estructura suele ser más
descentralizada y orgánica que, a
veces, dificulta su continuidad en el
tiempo5
.
Esta breve introducción nos sirve para
situar la primera fase del proyecto,
en la que, en paralelo a la revisión
de material textual y fotográfico de
archivo proporcionado por Sergio
Cabrera y complementado con una
visita al Anarchivo del Espacio de
Todo, nos encontramos para conversar
con varias personas vinculadas a
diversos movimientos sociales, tanto
de carácter vecinal como otro tipo de
asociaciones.
19. 19
Desde los años sesenta hasta la fecha
se han lanzado todo tipo de consignas
en multitud de movilizaciones. Muchas
de ellas se convirtieron en pintadas6
,
pegatinas, carteles u otro material
que ha ido generando un archivo
informal en el que se pueden detectar
muchas de las demandas que han
atravesado a estos movimientos y la
evolución que estas han sufrido. Están
presentes gritos y consignas como
“queremos nuestros derechos y los
queremos ahora”, “Derecho a techo” o
“Nuestros padres emigraron, nosotros
no, viviendas aquí y ahora”. Este rastro
también puede seguirse a través de
la memoria de aquellas personas
y asociaciones implicadas en estos
procesos y que aceptaron conversar
con nosotres a lo largo del verano.
A partir de estos encuentros fuimos
generando un mapa de agentes
o entidades que de algún modo
entendemos conectados con los
movimientos vecinales surgidos
a partir de los años sesenta y sus
luchas. Luchas que ya no sólo se
basan en la demanda de una vivienda
digna y equipamientos públicos,
aparecen también asociaciones de
carácter feminista o antifascista.
Resulta interesante destacar cómo,
desde varias asociaciones y espacios
como La Villana de Vallekas7
-centro
social autogestionado que aglutina
a diversos colectivos, como la PAH
Vallecas, el Orgullo Vallekano o la
Escuela de las Periferias- se detecta
cierta tendencia a rescatar un relato
histórico que reproduce una narrativa
estereotipada en relación con Vallecas,
dejando de lado muchos otros
elementos que podrían enriquecerlo
y diversificarlo. En la actualidad se
cae en una reproducción de éste que
no se ajusta con la realidad social.
La aparición de relatos otros está
siendo reivindicada por diversos
colectivos, como Orgullo Vallekano,
que apuestan por una ruptura con el
imaginario discursivo, gestual y visual
tradicionalmente asociado con la
izquierdaasociativayporgenerarunos
discursos propositivos. Estos nuevos
modos de hacer ponen en el centro
los derechos sociales, la autonomía y
los cuidados del colectivo, rompiendo
con las posiciones ideologizadas
tradicionales. Esta podría ser una de
las principales diferencias con las
Asociaciones Vecinales que todavía
perviven en la actualidad.
Esta parte de la investigación se
complementó con una serie de rutas
por distintos puntos del barrio donde
detectamos mayor presencia de
este tipo de proclamas en el espacio
público. Durante estos paseos las
fotografiamos, ya fuesen carteles,
pintadas, pegatinas, camisetas,
etc. A partir de estas fotografías,
sistematizamos toda la información
escribiendo todo el texto en un gran
mural que después utilizamos durante
el taller como referencia. Más allá de la
organización del material, por zonas y
temas, y de la visibilización de aquellas
palabras que se repetían de manera
recurrente, este vaciado sirvió para
liberar el mensaje de toda carga visual.
20. 20
Dentro de los movimientos sociales se
han ido generando ciertas estéticas
muy connotadas -mediante el uso de
determinadas tipografías, colores,
composiciones…-. Son visualidades
posicionadas a nivel político, incluso
más que el propio contenido textual,
que en ocasiones puede llegar a
ser muy vacío y ambiguo, como por
ejemplo: “gobierno dimisión”, “power
is people” o “lucha y resiste”. ¿Contra
qué se lucha? ¿Quién resiste?
También visitamos algunos de los
espacios que han intentado recuperar
desde los nuevos colectivos,
reivindicando un territorio con
características identificables propias
y no sólo definiéndose como otredad
o periferia. Mediante la creación de
nuevos espacios y tradiciones se
pretende generar un nuevo relato
identitario, un nuevo imaginario que
reviva un sentimiento de comunidad
que ha ido desapareciendo en los
últimos años con los procesos de
gentrificación y desplazamiento
sufridos en algunos de los barrios de
Vallecas.
A la hora de abrir la investigación a
aquellas vecinas que no forman parte
de ningún colectivo o asociación,
convocamos un taller el 22 de julio
de 2021 en el Espacio de Todo para
investigar de manera colectiva en
torno a los usos del lenguaje en el
espacio público. En una sesión de
dos horas tratamos de analizar los
desplazamientos y actualizaciones
de diferentes discursos y demandas
de carácter local, poniéndolos en
relación con material de archivo
previamente seleccionado. Invitamos
a cada participante a aportar a la
sesión aquellas consignas, gritos,
proclamas que hubiese visto u oído
en las calles y le hubiesen generado
interés. Así, propusimos trabajar
en torno a las siguientes temáticas:
vivienda, políticas públicas/comunes,
movimiento feminista y LGTBIQ+ y
anti/fascismos. La selección de estas
temáticas no fue casual ni caprichosa,
nos permiten trazar una genealogía
de estas demandas desde los años
setenta, cuando iniciativas como el
Teatro de barrio obrero describían así
su propuesta:
En su inicio fue la necesidad la que
creó, allá por los primeros 70, el
movimiento. Íbamos contra Franco.
Reivindicábamos nuestros problemas
cotidianos de trabajadores: derecho a
viviendasdignas,derechoaunacultura
sexual, derecho a ser personas, contra
la explotación, la miseria ¡en fin! Ya se
conoce de sobra aquella situación.8
Esta conexión también puede leerse
en las calles de Vallecas en la
actualidad, donde, durante los paseos,
encontramos consignas como: “No
son nostálgicos, son nazis” u “Orgullo.
Libertad para ser9
”. Si bien es cierto
que hay líneas ideológicas que se
mantienen, algunas chocan en sus
planteamientos. Quién decide escribir
“Ayuso perra” pudiendo escribir “Ayuso
dimisión”, no está precisamente
alineade con quién siente la necesidad
21. 21
de escribir “macho, cuestiona tu
privilegio”, aunque a priori pudiésemos
catalogarlas todas ellas de proclamas
de izquierdas.
El taller se pensó en forma de
discusión abierta mediante la cual
detectar qué cambios ha habido en
el vocabulario presente en paredes y
muros. Aparecen nuevos conceptos
y luchas que históricamente no
tenían presencia alguna: transfobia,
gentrificación, emergencia social,
ley trans, machirulo, capacitista,
desahucio… Aunque algunos como
la noción de barrio o clase obrera se
mantienen muy presentes.
A parte de revisar el archivo histórico
y el archivo de pintadas y textos
callejeros que se fue generando
durante el mes de residencia, nos
detuvimos a analizar El barrio es
nuestro, proyecto realizado por el
colectivo Todo por la Praxis en 2012.
Este proyecto partía de la investigación
con la colaboración de la Federación
de Asociaciones de Vecinos de
Madrid (FRAVM) en relación con los
movimientos vecinales a través de la
recopilación y revisión de fotografías
de las distintas movilizaciones
llevadas a cabo desde los años setenta.
Así que la propuesta de Un grito en la
calle podía ser leída como una suerte
de actualización del ejercicio realizado
por el colectivo casi diez años antes.
La mayoría de las primeras
reivindicaciones vecinales tenían
como demanda mejoras en
los equipamientos y en el
acondicionamiento de los barrios.
Por este motivo se escogió El barrio
es nuestro como hilo conductor
de ese proyecto10
. Bajo este lema
se buscó sintetizar el espíritu y
eslóganes utilizados en las diversas
movilizaciones para reivindicar
mejoras en los servicios sociales, en
los equipamientos públicos y en el
acondicionamiento de los barrios11
.
Para el proyecto de 2012 se articuló
la proclama escogida en diferentes
formatos. A parte de la reproducción
de este eslogan en lonas, carteles y
pegatinas, se construyó un gran “cartel
corpóreo” -como lo ha denominado
el colectivo- que ha pasado a formar
parte del parque de esculturas
públicas de Palomeras Bajas.
Me tomo la libertad de hacer un
breve recorrido por esta pieza ya
que, de algún u otro modo, esta ha
pasado a formar parte del imaginario
vallecano a muchos niveles, tanto en
lo institucional como en lo personal.
Pero no por ello deja de suscitar
preguntas, preguntas que no son
nuevas. Por un lado, Daniel Villegas ya
reflexionó en 2012 sobre esta pieza y
su afirmación: “¿De quién es el barrio?,
¿desde dónde se realiza tal aserto?
¿cuál es el contexto en el que se
inserta? ¿de qué modo se hace visible?
Estas son algunas de las preguntas
que aparecen cuando estas palabras
toman cuerpo12
” .
Para este análisis se volvía a apelar
al pasado izquierdista y combativo de
22. 22
la mayor parte de los habitantes del
barrio desde los años 40. Se consideró
un barrio obrero, de migrantes, tanto
nacionales como internacionales, que
de manera colectiva ha mantenido una
postura antagónica frente al poder
institucional. Esta postura tiene su
justificación en un abandono visible
por parte de los responsables políticos
municipales, aunque precisamente
esto también la ha alimentado.
Este distrito era el único de Madrid que
resistía a la hegemonía de la derecha,
o al menos así había sido hasta las
elecciones a la Asamblea de Madrid
de 2021, en las que el Partido Popular
(PP) también fue la fuerza más votada
en los distritos electorales de Puente-
Vallecas y Villa-Vallecas13
.
Con este giro político hacia la derecha
sobrevolando nuestro taller, la fase de
análisis y reflexión desembocó en esta
cuestión: ¿es posible actualizar una
consigna como «El barrio es nuestro»?
Si bien algunas de las líneas de acción
de los movimientos sociales - como
la lucha por la vivienda, las políticas
públicas o más recientemente
comunes, los movimientos feministas
y LGTBIQ+ o las luchas antifascistas-
siguen vigentes, ¿quién es el sujeto de
estas demandas? ¿Sigue existiendo
un nosotros capaz de canalizar las
demandas y deseos comunitarios?
Este “Vallecas es nuestro” o “El barrio
es nuestro” parte de un modo de
enunciación colectivo. Bajo el nuestro
intuimos un nosotros que nos lleva
a pensar en un deseo colectivo que
mueve a la comunidad.Históricamente
se había gestado un sujeto político
vallekano muy vinculado a un tipo de
militancia de izquierdas homogénea
que se ha visto fracturado en los
últimos años con la aparición en
la esfera pública de los discursos
identitarios que durante años habían
estado silenciados por los discursos
políticos hegemónicos.
Así, como cierre de esta investigación,
propusimos una acción colectiva, una
infiltración sutil en el espacio público
-un espacio cada vez más legislado y
controlado, cada vez más impersonal
y con menos rastro de estas luchas en
las calles- mediante la cual invitamos
a reflexionar sobre el imaginario
vallekano. Frente a la imposibilidad de
generar cualquier tipo de afirmación
que dialogue con las proclamas
históricas, se abren las preguntas.
Optamos por quedarnos con dos de
ellas: ¿qué barrio? y ¿cuán nuestro?
Desde el ciclo de revueltas sucedidas
entre 2011 y 2013, hemos visto como
el espacio público se ha convertido en
un espacio cada vez más legislado y
donde cualquier acción, ya sea política
o artística, es cada vez más compleja
en términos legales. De aquí surge la
estrategia de que nuestro diálogo con
Elbarrioesnuestrosecontemplecomo
una acción momentánea, efímera. A
partir de un diseño elaborado con las
preguntas que surgieron del taller,
realizamos una serie de camisetas y
bolsas estampadas manualmente en
serigrafía.
Optamosporestatécnicayaqueesuna
23. 23
de las técnicas de estampación que
permite mejores resultados y mayor
número de copias de manera DIY.
Frente a otros modos de reproducción
de imagen completamente
tecnificados, la serigrafía nos permite
controlar en todo momento el proceso
de impresión y generar nuestro propio
circuito de producción sin tener que
externalizarlo.
El 31 de julio de 2021 salimos vestides
con camisetas y bolsas estampadas
con la consigna surgida del taller.
Nos instituimos como espacio de
protesta dentro del espacio público
y liberamos parte de la textualidad
de la esfera pública de su carácter
institucionalizado o mercantilizado
tan propio de la altermodernidad.
Cerramos esta fase del proyecto en un
paseo colectivo que nos lleva desde
el Espacio de Todo a la escultura El
barrio es nuestro para, aunque sea de
manera temporal, invitar a pensar de
quién es el barrio.
Notas
1. Marc Suanes Larena, Plantant cara al sistema,
sembrant les llavors del canvi: els moviments
socials al Tarragonès (1975-2010) (Tarragona:
Arola Editors, 2010), 12.
2.https://elpais.com/diario/1978/08/02/
madrid/270905058_850215.html
3. Todo por la Praxis. “¿De quién es el barrio?”,
recuperado de: http://todoporlapraxis.es/de-
quien-es-el-barrio/
4. Elizabeth Lorenzini, Vallekas puerto de mar.
Fiesta, identidad de barrio y movimientos
sociales (Madrid: Traficantes de sueños, 2007),
40.
5. Marc Suanes Larena, Plantant cara al sistema,
sembrant les llavors del canvi: els moviments
socials al Tarragonès (1975-2010) (Tarragona:
Arola Editors, 2010), 12.
6. Prefiero la utilización de la palabra pintada
a la palabra graffiti, tanto por una vinculación
emocional y política, como por el hecho de
querer centrar mi atención en el mensaje que
estas muestran y no en su valor estético o
artístico
7. https://www.lavillana.org/
8. Sixto Rodríguez Leal, De Vallecas al Valle del
Kas. Otra transición (Madrid: Radio Vallecas,
2017), 71.
9. Leído en la calle, Portazgo, 18/07/2021.
10. Estas y otras consignas fueron recopiladas
por TXP junto a la Federación de Asociaciones
de Vecinos de Madrid (FRAVM) en 2012. Algunas
otras fueron: Queremos nuestros derechos y los
queremos ahora/ El barrio es nuestro. / Derecho
a techo. / Salvar el barrio. / Solución: luchar
con la asociación./ Viviendas aquí y ahora./
Viviendas protegidas, viviendas especulativas./
Tu casa está fuera./ Más soluciones, menos
construcciones./ No queremos barro./ Yo
también quiero semáforos./ Nuestros padres
emigraron, nosotros no, viviendas aquí y ahora./
No queremos vivir entre escombros. / Somos
pedazo de la ciudad. / Hay que arreglar el barrio.
11. Todo por la Praxis. “El barrio es nuestro”,
recuperado de: https://todoporlapraxis.es/043-
el-barrio-es-nuestro/
12. Daniel Villegas. “¿De quién es el barrio?”,
recuperado de: http://todoporlapraxis.es/de-
quien-es-el-barrio/
13. Porcentaje de votos de los primeros
partidos por municipio, elecciones a la
Asamblea de Madrid de 2021. Recuperado de:
https://resultados2021.comunidad.madrid/
Resultados/Comunidad-de-Madrid/r-1/es
39. 39
Esta acción programática consiste en
realizar un proceso de investigación y
creación de obra que trabaje directa-
mente con las problemáticas políticas,
sociales y culturales actuales, es decir,
elementos que detonan una inquietud
a ser revisada desde la capacidad
crítica y simbólica de la práctica artís-
tica, capaz de generar una contra-
narrativa que cuestione las formas en
que se construyen desde los poderes,
los relatos e historias oficiales.
En esta primera edición, el objetivo fue
develar el racismo institucional me-
diante la realidad de migrantes tem-
poreres precarizades, aludiendo a la
discriminación y vulneración de dere-
chos de trabajadores ilegales tanto al
sur de España como en las grandes
ciudades del país. Para dar inicio a
esta forma de abordar dichos conflic-
tos, el año 2021 fuimos nosotres mis-
mes como Todo por la Praxis quienes
la llevamos a cabo, para impulsar esta
metodología de trabajo propia del
colectivo.
*Para este proyecto han trabajado
con Todo por la Praxis el historiador
del arte Fidel Villar Barquín a cargo
de la investigación, el artista visual
Fernando Ossandón Zubieta quien ha
realizado las acuarelas que son parte
del proyecto, y Sergio Cabrera como
colaborador.
41. 41
Black Box
Durante la pandemia del COVID-19,
hemos presenciado cómo se han in-
crementado las desigualdades de un
sistema injusto que ya estaban aquí,
pero que por fuerza mayor se han he-
cho más visibles. Cuando los toques
de queda paralizaron las ciudades,
seguíamos viendo a les riders con
su bicicleta de un lado para otro en-
tregando rápidamente esos pedidos
que tan urgentemente parecíamos
necesitar. Por otra parte, cuando se
imponía la distancia social y los espa-
cios abiertos, les temporeres habita-
ban asentamientos que no reunían las
condiciones mínimas bajo la pasivi-
dad de las autoridades competentes
con estrategias racistas, que se han
comenzado a combatir por organiza-
ciones y colectivos. La violación de los
Derechos Humanos que se lleva pro-
duciendo desde hace más de veinte
años en estos ámbitos, no ha hecho
más que incrementarse debido a la
crisis sociosanitaria.
Podríamos reflexionar sobre algu-
nos elementos que esta situación
nos obliga a mirar detenidamente y
que no deberían ser olvidados una vez
haya pasado: la creciente desigualdad
propia del sistema capitalista, la pre-
cariedad en las condiciones laborales
y los problemas de vivienda. Po-
dríamos decir que la combinación de
estos elementos aparece reflejada en
varios grupos de personas, pero si hay
personas que personifican los tres,
son les temporeres y les riders.
Desplegadas por toda la península,
las campañas de recogida en los
campos se han convertido en focos
constantes de desigualdad y precarie-
dad. En el año 1997 la Unión General
de Trabajadoras y Trabajadores (UGT)
publicó un informe en el que alertaba
que la falta de vivienda iba a suponer
un aumento de personas viviendo
en la calle y finalmente iba a obligar
a la creación de las chabolas y de los
asentamientos como única solución
habitacional. Las predicciones se han
ido cumpliendo bajo la completa falta
de interés de las Administraciones,
que han preferido mirar hacia otro
lado mientras permiten continuas y
sistemáticas violencias. El término
chabola es definido por el Diccionario
Panhispánico como: “Infravivienda de
pobre construcción que suele edi-
ficarse en zonas suburbanas y carecer
de los servicios básicos exigibles”, su
etimología viene del francés, geôle
(celda, prisión) a través del euskera
txabola. El término francés viene del
latín caveolla, que es un diminutivo de
cavea, que significa celda, jaula. Y en
parte, también es en lo que se con-
vierten las chabolas para las perso-
nas que se ven obligadas a habitarlas,
jaulas de precariedad constante que
marcan y determinan sus posibi-
lidades y derechos para poder tener
una vida y un trabajo dignos.
Estos campamentos de temporeres y
sus viviendas precarias aparecen en
diferentes puntos de la geografía es-
pañola destacando algunos focos en
Huelva, Murcia, Lleida y Almería. Como
dispositivo visual, se asemejan a los
paquetes que les mismes migrantes
transportan de un territorio a otro con
sus pertenencias, imágenes que se
repiten en fronteras como la de Ceuta
y Marruecos.
De manera paralela aparece la reali-
dad simultánea que espejea lo que ese
paquete significa,en la que se reprodu-
cen las mismas lógicas de explotación
y de dominación de le migrante, une
precariade que se asume como con-
temporáneo pero que en la práctica
es coetáneo, le rider. Este repartidore
42. 42
de comida a domicilio para platafor-
mas digitales cuenta como uno de sus
principales y característicos medios
de producción, una mochila térmica
de gran volumen que se asemeja a un
paquete voluminoso.
Los últimos años también han sido
muy convulsos para estes riders de
empresas como Glovo o Deliveroo.
Desde hace tiempo las organizaciones
sindicales llevan advirtiendo de la pre-
cariedad y las malas prácticas de es-
tas empresas y el problema que iba a
suponer la figura del falso autónomo.
El apoyo de los distintos sindicatos,
sumado a las muertes de algunes de
les trabajadores, como la del joven de
22 años de Barcelona el 26 de mayo
de 2019 o la más reciente, ocurrida
en Madrid el 9 de febrero de 2021,
han generado todo tipo de protestas,
siendo una de las más impactantes
la que se produjo en Barcelona con
la quema de las mochilas. Una im-
agen con un fuerte impacto que nos
ha empujado a reflexionar sobre el
fuego como herramienta ambiva-
lente, como posible elemento desde el
que plasmar la rabia y el hartazgo por
la constante precariedad de les rid-
ers, frente a unas jornadas de trabajo
largas, en un modelo que te obliga a
trabajar muchas horas para poder vi-
vir, atravesado por unas condiciones
sin garantías ni protección respecto
a los riesgos laborales y accidentes.
Pero el fuego también puede con-
vertirse en un elemento de expul-
sión, como los constantes incendios a
los asentamientos de les temporeres.
Se ha registrado al menos un incen-
dio cada seis meses en el asentami-
ento de Lepe cercano al cementerio
municipal, estos han sido utilizados
para llevar a cabo la expulsión de les
temporeres. Desde los Ayuntamien-
tos y las Comunidades Autónomas se
ha decidido demoler algunos de esos
asentamientos y posteriormente val-
larlos, sin ofrecer ninguna alterna-
tiva habitacional.
Términos como precariedad, preca-
rización o trabajo precario han ad-
quirido una mayor importancia, quizá
con una mayor presencia en un prin-
cipio en el activismo. Judith Butler, in-
spirada por Michel Foucault, re-
flexionó en Precarious Life: The Power
of Mourning and Violence, sobre la
posibilidad de resistencia al poder
productivo de la precariedad y cómo
las propias condiciones de precarie-
dad pueden contener el potencial de
reconocer nuestra relación con otres y
proveer una posición en la que se pue-
da abrazar la vulnerabilidad de cada
une y crear una alianza de cuerpos.
Guy Standing en su ensayo publicado
en 2011 The Precariat. The New Dan-
gerous Class, comienza con una serie
de preguntas, siendo una de ellas
crucial “¿Dónde nos está llevando la
precariedad?”.
Las numerosas vulneraciones que
significan estas realidades respecto a
la dignidad humana, los derechos del
menor o la violencia ejercida contra
las mujeres temporeras y riders, nos
ha hecho plantearnos la importancia
política y radical de activar este tra-
bajo. Conectamos ambos imaginarios
como punto de partida de esta inves-
tigación que atiende fenómenos urba-
nos en crisis para detonar preguntas y
establecer diálogos que los interpelen.
La revisión histórica de ambas prob-
lemáticas, construida desde un trabajo
de hemeroteca e investigación, nos ha
llevado a la necesidad de generar
una obra que permita poner en crisis
la realidad de estes precariades mi-
grantes.
A partir de esto, hemos creado un
dispositivo de vivienda que reflexiona
sobre la condición de vida del traba-
43. 43
jador temporal/alegal junto a un estilo
de vida que se ha querido disfrazar
tras el concepto de emprendedor y
de aventurero, dentro de un sistema
laboral neoliberal y atomizado. En una
reflexión irónica en torno a la vivienda
como producto del mercado, intenta-
mos construir un fake, que no se en-
cuentra tan lejos de la realidad, donde
la chabola la hemos convertido en
un bien de consumo comercializable
mediante las mismas plataformas de
venta y circulación que están detrás
de la explotación de le migrante pre-
carizade. En esta oportunidad, la obra
se puja en la plataforma de compra y
venta Ebay, aportando una circulari-
dad conceptual al proyecto.
Además de la creación de esta “casa-
paquete” que es acompañada de un
manual de montaje con una fuerte
carga irónica, la obra cuenta con una
serie de elementos que customizan
dicho espacio contradictoriamente
habitacional. Siete acuarelas y una
mesa elaborada con la señalética de
la frontera española como parte de la
Unión Europea, son parte de la venta y
puesta en escena de este dispositivo.
Además, se acompaña de unos ban-
derines de contrapublicidad que han
sido elaborados con textos que derivan
de la frase de Mike Davis “la vivienda
es un verbo”, combinándola con dis-
tintos verbos asociados a la realidad
que hemos abordado. La activación de
este conjunto tiene una continuidad en
el tiempo mediante su circulación en
el espacio público.
Porque este proyecto, más que una
respuesta habitacional, ha sido pen-
sado como un instrumento de inter-
pelación sobre las condiciones pre-
carias de vida de estos colectivos y
sus elementos reproductivos, con
el paquete como objeto con fuerte car-
ga simbólica que de alguna manera
domina la iconografía del migrante.
Este espejo centrado en el paquete
nos abre grietas y fisuras desde donde
establecer diálogos entre realidades
que no están directamente conecta-
das, pero que se desprenden de las
mismas lógicas de poder que definen
una historia. El imaginario del paquete
que transportan y que habitan, se con-
vierte en una constante en la realidad
de les migrantes que transitan en un
viaje de expulsión y sometimiento que
les impulsa a habitar en una condición
de transitoriedad y nomadismo per-
manente. Su contenido es su conti-
nente hasta el punto de habitarlo en
una producción simbólicamente per-
versa.
Con este diseño crítico hemos querido
poner sobre la mesa los problemas
derivados del abandono sistemático
a las poblaciones vulnerables en un
contexto de explotación a temporeres
en situación de ilegalidad, las condi-
ciones precarias de vida y los episo-
dios de expulsión que se han realizado
a partir de la quema de esos campa-
mentos y lo que hay detrás, el racismo
y la invisibilización continuada. Nos
interesa el término de Black Box, y de
ahí el título de la obra y del proyecto,
por ese proceso de índole social que
supone la propia noción de caja ne-
gra. La que parte de los modos en los
que el sistema y las personas que lo
padecemos nos hemos visto afecta-
des por la negación que el propio
éxito financiero o económico produce,
porque no se analizan las compleji-
dades que habitan en el interior de
dicho éxito. Solo los beneficios que se
derivan del mismo. Black Box aborda
cómo las personas podemos olvidar
los procesos interiores de las cosas
al comenzar a asimilarlas por un uso
cotidiano extendido en el tiempo, que
es precisamente lo que ha estado pa-
sando con les riders y les temporeres.
63. 63
Residencia de investigación y produc-
ción en la que se busca desarro-
llar un proceso colectivo de trabajo
para generar una obra común entre
une artista visual, une investigadore
transdisciplinar y une curadore inter-
nacional. Uno de los objetivos de esta-
blecer esta estructura, es desmontar
la relación jerarquizante que existe
entre les agentes vinculados al campo
del arte contemporáneo. Como trabajo
colectivo, queremos impulsar una lec-
tura que ponga en tensión el concepto
de sur global desde el discurso estéti-
co político, conectando intersubjetiva-
mente la experiencia y conocimiento
de les tres participantes. Esto incluye
un proceso permanentemente abierto
hacia otres agentes artísticos para ac-
tivar su desarrollo y resultado.
Para esta primera edición, llevada a
cabo entre el 15 de noviembre y el 15
de diciembre del 2021, invitamos a la
artista e investigadora transdisciplinar
Guillermina Mongan (ARG), a la cura-
dora internacional Carolina Chacón
(COL) y a la artista visual Glenda Za-
pata (BOL). Contamos además con la
colaboración de la organización inde-
pendiente FelipaManuela, espacio de
residencias de investigación donde se
alojaron dos de las invitadas y donde
además realizamos algunos encuen-
tros con agentes locales.
Glenda Zapata nace en La Paz-Bolivia.
Estudia en la Academia Nacional de
Bellas Artes, posteriormente cursa
talleres de fotografía, performance,
catalogación de bienes culturales y ac-
tualmente cursa la carrera de Antro-
pología Forense en Madrid. Su trabajo
interroga e investiga sobre la mortali-
dad desde múltiples perspectivas y
ahonda sobre las personas que se en-
cuentran en situaciones adversas.
Carolina Chacón Bernal, Colombia.
Curadora, artista, docente e investiga-
dora. Máster en Historia del arte con-
temporáneo y Cultura visual (UCM, Es-
paña). Su trabajo se desarrolla desde
perspectivas antirracistas, descolo-
niales y de género en contextos espe-
cíficos. Sus proyectos recientes han
abordado la relación entre prácticas
artísticas contemporáneas y comuni-
dades de sentido que intervienen en
los relatos de los museos. Fue cura-
dora adjunta del Museo de Antioquia
entre el 2013 y el 2019 (Medellín).
Hace parte de la plataforma de inves-
tigación transfeminista y descolonial
Frente Sudaka.
Guillermina Mongan, Argentina. Es
historiadora del arte (FdA-UNLP), do-
cente, investigadora, curadora y artis-
ta. Miembro de la Plataforma de inves-
tigación, discusión y toma de posición
colectiva desde América Latina, Red
Conceptualismos del Sur y del colec-
tivo de investigación curatorial Frente
Sudaka. Forma parte desde 2012 del
grupo Serigrafistas Queer, donde tam-
bién coordina su archivo ASK y desde
2016 de Cromoactivismo. Investiga y
produce tanto individual como colecti-
vamente en torno a las metodologías,
narraciones y performatividades de la
investigación artística; a las prácticas
artístico políticas y al archivo como
espacio de experimentación de relatos
y memorias.
65. 65
No es frontera ni el acento ni la piel
Una de las primeras cosas que atra-
vesó esta residencia, fue el recono-
cimiento de las diferencias en nuestros
propios acentos, preocupaciones, len-
guajes y modos de hacer particulares
para llegar a procesos y preguntas
comunes en función de un proyecto
colectivo. Después, vino la búsqueda
por la manera en cómo lo anterior se
podría articular con la pregunta por
los otros sures, con los territorios de
donde cada una de nosotras proviene,
así como sobre nuestras distintas con-
diciones migratorias que nos reunían
en el estado español.
Atravesades por las preguntas:
¿Cómo se sigue perpetuando un ra-
cismo estructural? ¿Qué sucede con
les inmigrantes indocumentades de
América Latina que fallecen en terri-
torio español? ¿Qué duelos vivimos las
personas migrantes y racializadas?
¿Qué estrategias encontramos para
sostener la lengua, para insistir en la
propia voz? imaginamos el espacio
de la residencia Otro(s)ures como un
refugio desde el cual trazar alianzas
con colectivos y personas migrantes
y racializades de América Latina, con-
siderando sus aportes a la producción
de narraciones y acciones contrahe-
gemónicas.
Estas preguntas complejas marcaron
una posible ruta de trabajo: la investi-
gación sobre el destino y paradero de
los cuerpos de les inmigrantes in-
documentades; sobre los distintos
tipos de muertes y duelos por los que
atraviesan las personas en situación
de migración; y sobre la circulación y
producción de imágenes visuales que
históricamente se han desplegado
desde las representaciones he-
gemónicas de la colonialidad y sus
continuidades en la visualidad con-
temporánea, así como en el ejercicio
de la violencia simbólica hacia cuer-
pos migrantes y racializades.
El fruto de este proceso fue un archivo
abierto y continuo que podrá ex-
tenderse colaborativamente, contem-
plando registros sonoros y visuales,
que dislocan y subvierten las narrati-
vas hegemónicas del orden colonial.
En este contexto, también incluimos
un gesto conmemorativo, un obituario
publicado en el diario El País, ofrecien-
do condolencias a los familiares de les
inmigrantes indocumentades falleci-
dos en España.
Relatos, voces
Nos propusimos la recopilación co-
laborativa de contrarrelatos que
produjeran una imagen más amplia de
la situación de las personas migrantes
en Madrid. Pero ¿Cómo acceder a las
historias de los transeúntes que
habitan en las calles madrileñas mar-
ginales, en el sur de Madrid, geográ-
fico y simbólico, espacios relegados en
su mayoría a las personas migrantes?
Sólo hace falta generar un espacio
para el habla, para su voz.
De pronto, por sí solo comienza a fluir
66. 66
insertar en el diario español El País,
un obituario que circuló en la edición
impresa en Madrid el 9 de diciembre
de 2021, ofreciendo condolencias a
los familiares de las personas que
fallecieron en territorios español y de
cuyos cuerpos no hay información ac-
cesible, después de que sus familias
no tuvieron los medios económicos ni
jurídicos para acceder a la repatri-
ación de sus cuerpos. Una cruz cris-
tiana (latina) acompañó el anuncio, no
solo para mantener la forma de la gran
mayoría de los obituarios en América
Latina, sino como una manera de
señalar el continium ideológico desde
la conquista y su prolongación de la
colonialidad a través de la religión.
Un mensaje así no pasó desapercibido
para uno de los periódicos con más
lectores en el estado español.Luego de
pagar el costo de la publicación y en-
viar el texto del obituario, se comunicó
con nosotras un funcionario del diario
para indagar sobre quiénes éramos y
a quién exactamente iba dirigido. Su
interrogatorio y nuestras respuestas
quedaron grabadas en un audio que
guardamos como testimonio de la vi-
gilancia que opera sobre cuerpos que
viven bajo constante sospecha.
Extendimos este gesto hasta Valle-
cas, en el front del Espacio de Todo,
que es la nave de Todo por la Praxis,
nuestro espacio y colectivo anfit-
rión. La pregunta ¿Qué sucede con
les inmigrantes indocumentades de
América Latina que fallecen en terri-
torio español?, se amplió hasta el es-
el caudal de la indignación, esa que se
ha alimentado con cada día de ultraje
por el sólo hecho de vivir en un país
que no es el propio y por unas leyes
que les/nos quieren expulsar a cada
instante de sus calles.
Sus voces son una queja, un reclamo,
un grito que pide justicia.
Cuando preguntamos al señor que
atiende en la tienda de barrio, si
después de 15 años quiere volver a
su casa; preguntamos a la señora que
cuida ancianos o a una persona a
quien su amigo falleció sin documen-
tos y no sabe dónde está para dejarle
flores, si ha sentido racismo; res-
ponden con un SÍ mayúsculo. Estos y
otros relatos de otras experiencias de
migración, narran por un lado, lo de-
samparadas que se encuentran tantas
personas frente a las leyes migrato-
rias que las exponen a situaciones de
vulnerabilidad extrema, y por otro, las
resistencias que como estrategia de
supervivencia, abrazan otras formas
de duelo y de estar juntes.
Obituario
El vacío de respuestas ante la pregun-
ta por los cuerpos de las personas mi-
grantes indocumentadas fallecidas en
territorio español, sembró en nosotras
la necesidad de amplificar la pregun-
ta tanto a otras personas migrantes,
como a una esfera de la sociedad que
ha sido indiferente su respuesta.
Uno de nuestros gestos consistió en
67. 67
pacio visual público del sur de Madrid,
haciendo más evidente el vacío de
respuestas y la necesidad ritual de un
duelo colectivo
Anarchivo e imágenes
¿Cómo imaginamos futuros per-
formando las imágenes y los relatos
desde el sur? ¿Cómo se perpetúa en
el presente el racismo de aquellas
“primeras” imágenes que produjeron
el discurso colonial? fueron las pre-
guntas que funcionaron también como
punto de partida para trazar y hacer
circular estas contranarrativas, con
el objetivo de construir de manera
colaborativa un ensayo visual en
constante crecimiento. Las imágenes
fueron recibidas por distintos me-
dios virtuales y recogidas de espacios
como el Museo de América, Museo del
Prado, Museo de Antropología.
Para socializar estas aproximaciones
colectivas a las preguntas y com-
partir en muchas dimensiones, al es-
pacio de apertura invitamos a todas
las personas que nos acompañaron
en el proceso y a quienes ofrecimos
una comida muy ecléctica, vinculada
a nuestros países de origen, que ter-
minó por convertirse en uno de los es-
pacios más afectivos de la residencia.
Un momento en el que recordamos,
que nos juntó la necesidad de abolir
los sistemas fronterizos, de negarnos
a entender la piel y el acento como
frontera, y que nos gustaría insistir en
imaginar estrategias donde producir
intimidad como gesto de lo común.
Agradecimientos
Aliades: FelipaManuela. La Parcería,
Yo soy el Otrx.
Voces: Dagmary Olívar, Valentina Sil-
va, Nicolás Koralsky, Bernardo Nvinic,
Juan, Marlene, Juan Carlos, Nancy,
María Collado, Andrés Pinto, Abdiel
Segarra, Carolina Bustamante y
Miranda Porras Bustamante.
Retroalimentaciones durante el
proceso: Mabel Tapia, Jesús Carrillo,
Ale Simón, Diego del Pozo, Museo en
Red del Museo Reina Sofía, CAR de
Inland Campo Adentro.
68. 68
Cenas con agentes locales en FelipaManuela, para abrir el proceso de investigación.
69. 69
Preparación de comida en la presentación de “No es frontera ni el acento ni la piel” en el Espacio de Todo.
70. 70
Presentación proceso y resultados de “No es frontera ni el acento ni la piel” en el Espacio de Todo.
71. 71
Presentación proceso y resultados de “No es frontera ni el acento ni la piel” en el Espacio de Todo.
72. 72
Presentación proceso y resultados de “No es frontera ni el acento ni la piel” en el Espacio de Todo.
77. 77
Hemos denominado así al único es-
pacio verde de la nave que se ubica
en la azotea, y que, después de haber
sido construida una estructura en ella
y varios talleres para poblarla de un
jardín, hemos decidido activar como
lugar de investigación entre arte y
naturaleza, con laboratorios de ex-
perimentación por parte de artistas
y curadores, que permitan abordar la
noción de sustentabilidad y ruralidad
desde la ciudad. Las residencias que
se llevan a cabo en este espacio bus-
can experimentar alrededor de prácti-
cas agropolitanas hacia una reflexión
sobre la soberanía alimentaria. Esto
a su vez potencia la azotea como un
nodo que fomenta el diálogo y la ac-
ción transcultural bajo las premisas
del low/cost y low/technology.
Durante el año 2021 y en una residen-
cia de larga duración que se extiende
hacia el 2022, este espacio aloja al
proyecto Siembre aquí! de la curadora
Daniela Ruiz Moreno (ARG-UY), y les
artistes Natalia Pilo-Pais (PER) y Ugo
Martínez Lázaro (MEX).
Natalia Pilo-Pais Figallo (Lima, Perú
– 1984) Reside en Madrid. Artista vis-
ual enfocada sobre todo en la direc-
ción creativa y en el proceso creativo
con un Magíster en Filosofía con Men-
ción en Antropología Filosófica como
parte complementaria a sus investi-
gaciones para la creación. Desarrolla
profundas investigaciones histórico
- sociales y geográficas, generando
conceptos visuales a través de di-
versos medios como la instalación y
la fotografía. Para ella, el poder de la
imagen en nuestra contemporaneidad
es motivación para buscar y generar
interrogantes en el observador.
Ugo Martínez Lázaro. Artista multi-
disciplinar, con formación en el campo
de la arquitectura y las Bellas Artes.
Llegó a España hace más de 10 años
desde México. Ha expuesto individual y
colectivamente en México, Barcelona,
Sevilla, Zaragoza, Valencia y Madrid.
Su obra ha estado en ferias de arte
en ciudades como Ámsterdam o To-
ronto y ha ganado premios de dibujo y
grabado. Su trabajo explora continua-
mente diferentes lenguajes plásticos,
desde la imitación hasta la concepción
de las principales categorías de la
práctica artística tradicional. Le obse-
siona la creación de objetos híbridos
con la utópica posibilidad de encontrar
en el mundo, un lenguaje propio.
Daniela Ruiz Moreno es curadora, ar-
gentina,radicadaenMadrid.Selicenció
en Teoría e Historia del Arte de la Uni-
versidad de Buenos Aires. Desde 2013
coordina el Programa Internacional de
Artistas en Residencia de la Fundación
“ace”. Formó parte del equipo de Tate
Exchange en Tate Modern a través
de Brooks International Fellowship
en 2019. Ha participado como cura-
dora en diversas residencias interna-
cionales. Actualmente es curadora de
proyectos internacionales en Taiwán
y China. En Madrid es la curadora del
proyecto Cuidadorxs Invisibles (Art
for Change, Fundación la ‘Caixa’ 2020)
de la artista Marta Fernández Calvo,
orientado al trabajo con cuidadorxs
no profesionales de personas con en-
fermedades degenerativas.
78. 78
Siembre Aquí!
Para enunciar cuáles han sido las
voluntades y necesidades detrás de
la conformación de este colectivo y
proyecto que es Siembre Aquí!, me
gustaría partir de una serie de ge-
neralidades:
I.
Las dinámicas de vida contemporánea
urbana en Madrid, y en gran número
de las ciudades occidentales, son de
máximo contacto con suelos asfalta-
dos y con cualquiera sea el suelo de la
habitación, piso o casa donde cada unx
de nosotrxs vive (madera, alfombra,
baldosa, etc.) En general, los contactos
con praderas u otro tipo de suelos se
reduce a cortos momentos deportivos
o de ocio.
II.
En los procesos migratorios más
afortunados, nos encontramos con la
posibilidad y necesidad de preguntar-
nos sobre cuestiones de pertenencia
y enraizamiento. Nos enfrentamos a
la melancolía provisoria por la dis-
tancia de aquel sitio que dejamos por
más que el desplazamiento haya sido
voluntario o involuntario. El suelo
nuevo que habitamos es sujeto a análi-
sis escrupulosos y comparaciones con
aquel que pisábamos antes.
III.
Los productos y hábitos generados
desde y con ese suelo forman parte
del nuevo material con el que nos vin-
culamos y por ende, el nuevo material
que nos conforma. Comprendemos
así, la obviedad de que un despla-
zamiento de lugar no implica única-
mente un proceso de adaptación a
nivel consciente y emocional sino un
proceso de transformación integral
por los nuevos aires que respiramos,
las nuevas superficies, cuerpos con
los que interactuamos y los alimentos
que ingerimos.
Siembre Aquí!, dentro de la curaduría
de PIPA! es un proyecto que actúa en-
tre estos tres ejes mencionados: sue-
los - procesos migratorios - productos
y hábitos de convivencia.
A su vez, la Ecosofía como
planteamiento ético-conceptual y la
Permacultura como forma de vincu-
lación con la tierra, con los productos
y entre seres vivos, funcionan como
abordajes que habilitan esta inte-
gración complementaria entre los tres
ejes señalados y nos abren caminos a
diferentes formas de pensarnos como
habitantes de una ciudad.
El Techo Sostenido del Espacio de
Todo funciona como la estructura de
acogimiento y de reconocimiento mu-
tuo. Con el objetivo, a largo aliento,
de cultivar plantas comestibles y mi-
tológicas en las estructuras de cultivo
ya presentes en el espacio, hemos te-
nido un período inicial dedicado a la
conformación de un colectivo de prác-
ticas artísticas.
Tomamos como marco de exploración
nuestras diversas experiencias migra-
79. 79
torias y en el proceso de reconocer el
suelo que ahora habitamos, también
nos hemos visto impulsados a inves-
tigar sobre los pasados de las formas
de cultivo en Latinoamérica así como
los presentes que conviven a ambos
lados del Atlántico. Nos interesa tener
una vinculación que se sostiene en la
complejidad que implica la compren-
sión de diversos presentes en con-
vivencia como son la persistencia de
instituciones que perpetúan un vín-
culo colonialista y extractivista con
la naturaleza, las diferentes formas
de domesticación, así como como el
reconocimiento de las sociedades y
movimientos autogestionados y/o de
resistencia.
Siguiendo lo anterior, de forma simul-
tánea a las proyecciones de cultivo en
el Techo Sostenido, nos proponemos
realizar una investigación colectiva en
colaboración con las diversas comu-
nidades relacionadas a estas temáti-
cas: huertos comunitarios en Madrid,
proyectos independientes de bancos
de semillas, etc. A su vez, cada artis-
ta está realizando su propio camino
de investigación y de generación de
obras. Por un lado, Natalia Pilo-Pais,
a partir de estudios de la andenería
precolombina, ha generado diseños
y construido canteros siguiendo esas
síntesis que a su vez serán usados
para el cultivo en el Techo Sostenido
(ver img 1 y 2). Habiendo transitado
archivos en España y Perú, y la toma
de fotografías propias, Pilo-Pais tam-
bién está generando un estudio visual
de los tipos de plantas presentes en
ambos territorios y sus contextos de
existencia. Por su parte, Ugo Martínez
Lázaro, está realizando una investi-
gación sobre la permacultura, desde
sus planteamientos teóricos y desde
experiencias en algunos huertos
comunitarios en Madrid.
Entendemos que el proceso de in-
vestigación se da en un constante
movimiento desde el Espacio de Todo
y hacia otras organizaciones o colec-
tivos de la ciudad, así como en diálogo
con especialistas en Latinoamérica. El
Techo Sostenido funciona como es-
pacio de práctica para la sublimación
de todos estos hallazgos y, dentro de
la trayectoria de investigación crítica
de Todo por la Praxis, se comprende
como suelo para el ensayo de otras
formas de urbanismo.
Daniela Ruiz Moreno
85. 85
Instituto do it yourself (IDYS)
“La intención de la escuela y la
pedagogía crítica deben ser vincu-
ladas al problema del desarrollo de
una nueva esfera pública. Es decir,
la tarea de los educadores radicales
debe estar organizada alrededor
del establecimiento de condiciones
ideológicas y materiales que capaci-
tarían a mujeres y hombres de clases
oprimidas a afirmar sus propias
voces. Esto daría lugar al desarrollo
de un discurso crítico que permitiría
la inserción de un interés colectivo
en la reconstrucción de una sociedad
más amplia”
Henry Giroux
Nuestras experiencias como colec-
tivo en proyectos como el Campo de
Cebada, Esta una Plaza, Antonio Grilo,
Cinema Usera y otros tantos procesos,
nos plantearon la necesidad de encon-
trar un espacio o ecosistema donde
conectar los proyectos y aprendizajes
adquiridos. En muchos de estos casos
encontramos conexiones metodológi-
cas, investigaciones similares, prác-
ticas replicables, personas comuni-
cantes y procesos entremezclados
que pensábamos que era importante
terminar de hibridar desde un posi-
cionamiento de pedagogía crítica. Por
otro lado, teníamos la necesidad de
generar una red desde donde conec-
tar conocimientos, compartir saberes
y posibilitar la interconexión entre
las diferentes experiencias. Así es
como se inicia el Instituto Do It Your-
self (IDYS), un lugar donde proyectos
y procesos podían conectarse a los
conocimientos adquiridos permitiendo
un aprendizaje directo en vinculación
con iniciativas y acciones ciudadanas.
En nuestra búsqueda de opciones para
albergar físicamente esta propuesta,
el año 2015 encontramos una nave in-
dustrial en Vallecas que nos conecta-
ba con un barrio con el que veníamos
trabajando desde hace años. Este es
uno de los barrios motores del mo-
vimiento vecinal en la ciudad, que
posibilitó los procesos de transfor-
mación social, barrial y urbanísticos
en los años ochenta. En la actualidad
es un barrio que concentra un gran
capital social y activista procedente
de esos movimientos vecinales. Los
trabajos desarrollados en esa prime-
ra fase del espacio se vincularon con
entidades vecinales, movimientos so-
ciales, asociaciones juveniles, colegios
e IES del barrio. Se trabajó en procesos
donde la comunidad construía colecti-
vamente en torno a sus necesidades
a partir de un entorno de aprendizaje.
Esto articuló y dio forma a nuestro ac-
tual modelo pedagógico que respalda
al IDYS, ya no como un espacio en sí
mismo, si no como una plataforma de
trabajo dentro del Espacio de Todo,
basado en la combinación de me-
todologías colaborativas, comuni-
dades de aprendizaje y capacidades
transversales. Estas crean a su vez
espacios en los que se plantea un
aprendizaje distribuido, transparente
y horizontal. Se potencia la ex-
periencia como hilo conductor donde
se comparten dificultades y saberes,
así como otros elementos que sur-
gen. A su vez, este método tiene dos
líneas de trabajo: Aprender haciendo
(Learning by doing) y Hacer en común
(Do it together). Ambas consisten en
generar procesos creando y haciendo
cosas con otres de manera colabora-
tiva, proyectando modos de relación
desde el quehacer colectivo, y com-
partiendo los aciertos y errores como
parte del aprendizaje.
A partir de estas ideas se promueve
la construcción de consensos e imagi-
narios comunes a través del codiseño:
proceso de creación que representa
86. 86
los valores e intereses de la comuni-
dad participante, desde los propios
lenguajes con los que se identifican;
y la construcción colectiva de dis-
positivos, facilitada por diseños que
permiten el desarrollo de habilidades
y capacidades. Una configuración
abierta que incluye el mayor número
de agentes diversos, instalando un
marco de aprendizaje más distribuido
que potencia las transformaciones so-
ciales y culturales que estos procesos
motivan.
Además, se plantea que esta
construcción de dispositivos y ac-
ciones sea en código abierto, quedan-
do su proceso y resultado a libre
disposición de la comunidad para su
utilización, abriendo instancias para la
transferencia de conocimiento peer to
peer entre los distintos agentes impli-
cados en los proyectos.
Desdeel2018estaprácticasedesplaza
hacia los entornos educativos. Por un
lado, existe un interés de los colectivos
que trabajan en espacios públicos ha-
cia estos espacios más institucionales,
y por otro, se visibiliza la necesidad
de repensar los patios escolares que
hasta el momento siguen siendo en su
mayoría deficientes cualitativamente.
Así, nos hemos propuesto como ob-
jetivo promover entornos escolares
desde los principios de igualdad y no
discriminación, redefiniendo dichos
entornos hacia espacios cooperativos
y favorecedores de actividades que
fomenten un contexto más autónomo
para les estudiantes. Esto les permite
impulsar diversos tipos de actividades,
bajo distintos niveles e intensidades, y
reducir o idealmente eliminar estruc-
turas que generan exclusión.
Esto implica nuevas maneras de im-
pulsar la transformación a través
de procesos de participación activa,
así como de nuevos modelos para
generar conocimiento que faciliten la
apropiación y sentimiento de perte-
nencia por parte de la comunidad
educativa. Para ello hemos planteado
procesos de aprendizaje no formal,
con una propuesta de pedagogía radi-
cal que se inserta en un programa de
educación formal para abrir grietas
de pensamiento crítico en la propia
institución, y en consecuencia en les
estudiantes.
Los patios escolares son unos de los
espacios interrelacionales y de so-
cialización más importantes para la
infancia y la juventud, quienes pasan
muchas horas al año y de sus vidas en
ellos. Su diseño influye, condiciona y
configura el tipo de relaciones que en
ellos se dan, facilitando o impidiendo
determinadas dinámicas de poder, jer-
arquías, conflictos y desarrollos ped-
agógicos entre las personas que los
utilizan.
Estos se han venido construyen-
do desde hace algún tiempo bajo
planteamientos estandarizados y eco-
nomicistas en los que el ahorro en su
construcción y mantenimiento parece
haber sido su principal guía de di-
seño. En consecuencia, actualmente
se presentan como espacios en los
que predomina el cemento, adole-
cen de vegetación, sombra y confort
climático, carecen de elementos y mo-
biliarios que permitan distintas con-
figuraciones para el descanso y las
relaciones interpersonales, así como
variedad en sus usos, como el juego y
la construcción de pensamiento críti-
co. Es sintomático ver que una gran
mayoría de patios establecen una cen-
tralidad en torno a las pistas deporti-
vas, subordinando el resto de los usos
posibles a su periferia.
Desde la arquitectura, específica-
87. 87
mente del urbanismo táctico, se han
desarrollado algunas experiencias
para tratar de responder al creciente
cuestionamiento del entorno edu-
cativo. Actualmente, proliferan ac-
ciones de pequeña escala y cada vez
es mayor la conciencia sobre la
importancia de una transformación
de los espacios escolares. Lo que
buscamos es prestar atención no
sólo a cómo se quiere aprender y qué
quieren aprender les estudiantes, sino
también y sobre todo dónde lo quieren
hacer y qué tan partícipes son de la
generación de esos espacios. Quere-
mos poner el foco no solo en lo que se
intercambia, sino también en la arqui-
tectura de esos intercambios, consid-
erar a estos espacios como un tercer
docente capaz de contener acciones
pedagógicas en su uso.
Todo por la Praxis
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Imágenes de los procesos de codiseño de patios en el IES Pedro Salinas.
89. 89
Imágenes de los procesos de construcción colectiva en el IES Pedro Salinas.
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RECETA “UN GRITO EN LA CALLE”
(Fideuà de verduras)
Una paellera grande para 15 personas.
Para la finalización de la residencia y debido a que en el espacio había una
paellera, decidí hacer un plato que cocinamos mucho en casa, cerca de Tarragona,
mi lugar de nacimiento y donde actualmente resido. La fideuà es un plato que
cocina mi padre y a través de quien he heredado la receta.
Ingredientes:
Cebolla
Pimiento verde
Espárragos verdes
Champiñones
Alcachofas
2 o 3 tomates rallados
Ajos
Alioli
2Lt. de caldo de verduras
1kg de fideos finos
Preparación:
Hacemos un sofrito de cebolla, tomate, pimiento y ajo. Le añadimos las verduras
que queramos bien troceadas: champiñones, espárragos, alcachofas u otras
dependiendo de la temporada. Y ahora el secreto familiar nunca antes desvelado:
añadimos dos cucharadas del alioli al sofrito.
Sobre lo anterior, añadimos los fideos (mejor si no son muy gordos) para
sofreírlos también hasta que se doren, y luego añadimos el caldo de verduras
hasta cubrir los fideos. Corregimos si vemos que falta caldo. Cocinamos para que
se evapore un poco el caldo (no tiene que quedar caldoso) y los fideos queden
bien cocinados. El tiempo de cocción dependerá del grosor de los fideos. Se puede
terminar con un golpe de horno, así los fideos se quedan levantados.
Elena Blesa Cábez
97. 97
RECETA “BLACK BOX”
(Completos caseros chilenos /perritos calientes o hot dog)
40 personas
Para la apertura del proceso, quisimos preparar esta comida debido a que en
Iquique, una ciudad al norte de Chile, estaban ocurriendo graves hechos de
violencia xenófoba contra les migrantes que viven en las calles, una de las más
fuertes fue la quema de todas sus pertenencias. Esta comida de calle llamada
completo, es muy popular en dicho territorio debido a la variedad de salsas con
que los preparan.
Ingredientes:
Para los completos
10 aguacates (conocidos en Chile como paltas)
3 kg de tomate
40 salchichas tipo frankfurt
40 panes de perrito caliente de panadería
1 bote de chucrut (opcional)
1 bote de picadillo de encurtidos (opcional)
1 bote de mostaza
1 bote de ketchup
Aceite de oliva
Sal
Para las salsas:
3 huevos
1 lt. de aceite vegetal
1 diente de ajo
1 bote de aceitunas kalamata (en Chile, aceitunas de Azapa)
1 cebolla entera
1 atado de cilantro
4 limones
Aceite de oliva
Sal
Preparación de los completos:
Picar el tomate en cubos, aliñarlos con sal y aceite de oliva, dejarlos en una fuente
para servir. Triturar el aguacate y dejarle al menos un hueso dentro para que no
98. 98
se ponga negra, agregar sal y dejar también en una fuente para servir. Opcional
agregarle unas gotas de jugo de limón que también evita que se ennegrezcan.
Poner el Chucrut en una fuente también, lo mismo el picadillo de encurtidos. Hervir
las vienesas durante 5 minutos en una olla con agua hirviendo. Al mismo tiempo,
poner el pan a calentar en el horno durante 3 minutos a 200º. No dejar más tiempo
para que no se pongan demasiado crujientes.
Preparación de las salsas:
-Mayonesa normal
En un vaso de batidora (minipimer en Chile), echar el huevo completo, sal a gusto y
poner la batidora. Con la batidora adentro agregar 300 ml de aceite vegetal. Activar
la batidora sin moverla de su sitio hasta ver que la mayo cuaje. Una vez lista
subir y bajar hasta que queda con la textura adecuada. Luego agregar el juego de
medio limón grande, o de un limón pequeño completo. Volver a batir. Una vez lista
trasladar a un recipiente para servir
-Mayonesa aceituna
Repetir la preparación de la mayonesa normal, pero una vez lista se le agrega al
final 15 o 20 aceitunas kalamata a gusto.
-Mayonesa con ajo
Repetir la preparación de la mayonesa normal, pero una vez lista se le agrega al
final un diente de ajo (o más según intensidad que se desee)
-Salsa verde
Picar la cebolla en cubitos muy finos, luego picar la mata de cilantro igual de
fino, mezclar, agregar el jugo de un limón, aceite de oliva y sal. Las cantidades de
cebolla y cilantro deben ser proporcionales para que quede una salsa uniforme.
Modo de servir:
Una vez listas las preparaciones, poner todo en una mesa. Pueden ser servidos por
quien ofrezca la comida o para que cada comensal se sirva el suyo optando por
qué ingredientes agregar y cuáles no.
-Completo clásico
Se abre una ranura en el pan no muy profunda para que no se abra del todo, se
agrega la salchicha, el tomate y la salsa verde. Se pueden sumar las salsas que el
comensal prefiera, lo mismo la mostaza y el ketchup
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-Completo italiano
Se abre una ranura en el pan no muy profunda para que no se abra del todo, se
agrega la salchicha, el tomate y el aguacate. Se pueden sumar las salsas que el
comensal prefiera, lo mismo la mostaza y el ketchup.
-Completo dinámico
Se abre una ranura en el pan no muy profunda para que no se abra del todo, se
agrega la vienesa, el tomate, el chucrut, el picadillo y el aguacate. Se pueden
sumar las salsas que el comensal prefiera, lo mismo la mostaza y el ketchup.
Como chilena, el recuerdo de niña más presente que tengo con esta comida, era el
premio que me daba mi madre cuando me portaba bien en la consulta del doctor.
Este consistía en llevarme a un salón de té tradicional a servirnos el completo con
una taza de té. Mi favorito siempre fue el dinámico, también lo disfrutaba mucho
en las celebraciones de cumpleaños de mis amigues. Luego, en la juventud, era
infaltable para salir de fiesta, comerse uno antes o después de ella en algún carrito
de la calle.
Jo Muñoz
101. 101
RECETAS “NO ES FRONTERA NI EL ACENTO NI LA PIEL”
(Salsa de maní, arepas con queso y parrilla)
Para la apertura del proceso, decidimos realizar varias recetas propias de nuestros
territorios, una forma simbólica de compartir saberes y recuerdos culinarios para
ponerlos en común. Es por ello que cada une de nosotres preparó un plato, con
la colaboración de quienes asistieron. Cada plato podía a su vez combinarse y
complementarse con el resto según las preferencias de les comensales.
Salsa de maní
Ingredientes:
1 taza de maní tostado
Ají rojo o amarillo en polvo (a gusto)
Agua
Sal
Preparación:
Se coloca el maní en un recipiente, se lo cubre con agua y se deja remojar como
mínimo 15 minutos para que se ablande. Posteriormente se pone sal a gusto y
ají, se tritura hasta formar una pasta homogénea, se va aumentando agua en la
medida que se requiera hasta llegar a la textura deseada.
Ésta salsa es típica de las papas a la Huancaína en Bolivia (en Perú existe el
mismo plato pero es diferente). Consiste en poner papas hervidas sobre una cama
de lechuga, que están cubiertas por abundante salsa de maní, acompañadas de
trozos de queso fresco, huevo duro, tomate y aceitunas negras.
Este plato me recuerda mucho a mis abuelas, a mi familia, pues lo consumíamos
con frecuencia, es sencillo y una opción vegetariana deliciosa para quienes no
consumen carne.
Glenda Zapata
Arepas con queso
Receta para 70 arepas.
Las arepas son una masa redonda de maíz, rellena o no, asada, freída u horneada.
Muchos mundos y temporalidades en una comida. Su origen es prehispánico, el
maíz como alimento base de los pueblos ancestrales en Abya Yala, más tarde, con
la llegada de los españoles y con ellos las vacas, se le sumó el queso. Conocida con
el nombre de “arepa” fundamentalmente en Venezuela y Colombia, países con una
102. 102
larga relación migratoria intensificada en los últimos años.
Ingredientes:
3 ½ kilos de harina de maíz
1 kilo aprox. de queso rallado (Mozzarella o queso latino)
Sal al gusto
1000 gr. mantequilla de vaca
Agua tibia
Preparación:
En un bowl grande o en una superficie de madera, agregamos agua tibia a la
harina lentamente hasta mojar toda la harina sin que quede ni muy húmeda, ni
muy seca. Previamente en el agua se ha derretido la mantequilla. Se agrega poco
a poco la sal y se va probando la masa. Amasamos por lo menos durante 1 hora,
luego guardamos la masa en la nevera y al día siguiente volvemos a amasar
durante 40 minutos más hasta que la masa esté homogénea. La señal para saber
que la masa está lista es que no se quede pegada en las manos. Luego, entre
varias personas hacemos bolas de manera que, aplanadas, den el tamaño y grosor
final de la arepa. Otras personas aplanan la masa en forma de bola hasta que
tenga unos 12 cms de diámetro, en el centro se pone el queso rallado y cerramos
de manera que no se salga mientra se están asando, moldeando al mismo tiempo,
en la forma redondeada y aplanada de la arepa. Las asamos a temperatura media
con un poco de mantequilla hasta que tomen color.
Esta receta es una de las tantas maneras como mis padres han preparado arepas
desde que tengo memoria. Mientras se asan, su olor me recuerda a mi casa.
Carolina Chacón Bernal
Parrillada
La parrilla que hicimos para la residencia Otro(s)ures tuvo otra materialidad, pero
con la misma belleza del procedimiento. Fue construida buscando los materiales
en distintos lugares de Madrid. Es una versión más móvil, aquí en Argentina se
ve mucho en puestos ambulantes (en las rutas, a la salida de los conciertos, de
los partidos de fútbol). Fue realizada con un “tanque de 200 litros” entre muchos,
en el taller de TXP, a la vez que algunes aprendían el oficio de soldar. El tanque
y el entusiasmo nos rindió para hacer dos. Con maderitas que recogimos de un
contenedor, bolsita de carbón y un montón de humo, prendimos nuestras dos
103. 103
parrillas.
Sobre ellas hicimos nuestro “Apthapi psicodélico” en el que convivieron arepas,
verduras asadas y choripanes mariposa, en un gran ritual lleno de salsas y
palabras compartidas.
Ingredientes:
Carne de ternera, cerdo, pollo, chorizos u otros productos para la parrilla según lo
que se quiera comer y cantidad de comensales.
Verduras cortadas de manera tal que no se caigan por las ranuras de la parrilla.
Pinceladas con aceite, ají molido, pimentón dulce y limón.
Sal gruesa
Chimichurri
Preparación:
Hacer bolitas de papel, juntar ramitas finas y medianas, de haber tronquitos, ideal.
Distribuirlas de forma tal que envuelvan al papel (como un tipi), primero las más
finitas y luego las medianas.
Prender el fuego con más de un fósforo por distintos lados del mini tipi hasta
escuchar el crujir chispeante de la madera. Hasta que “prenda” y ahí recién poner
unos mini tronquitos y unos pocos carbones para que se vaya haciendo la brasa.
Si por algún motivo el fuego baja, siempre sobra un pedacito de periódico para
hacer de abanico.
Luego queda ir sumando carbón y/o leña en cantidad hasta poder hacer de ella
una brasa pisito desparramada homogéneamente sobre el que se calentará lo que
queramos compartir como alimento.
Se recomienda mantener siempre un pedacito de fuego en un rincón de la parrilla
para ir obteniendo más brasa.
La distancia entre la brasa y la parrilla debe estar siempre a una altura de la brasa
en la que se sienta el calor, se mide con las manos (como cuando las ponemos en
la estufa para calentárnoslas). Es preferibe cocinar lentamente.
Todo el alimento se sala antes de ponerlo sobre el fuego.
Una vez desparramada la brasa colocar sobre ella la carne y verduras. Considerar
que hay cosas que se cocinan más rápido que otras. Una opción es poner primero
lo que se cocina más lento o la otra es ir comiendo en tandas.
Todo debe ponerse de un lado y del otro.
Una vez sacado el alimento listo de la parrilla se puede untar con chimichurri,
aderezo típico argentino muy fácil de hacer: hojas de perejil fresco (picado),
orégano, un par de dientes de ajo machacados, cucharadas de vinagre blanco,
cucharadas de aceite, una cucharadita de ají o chile molido, sal y pimienta al gusto,
todo eso en un frasquito.
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La parrilla que hay en casa la hicimos con adoquines flojos de la calle de mi
ciudad, La Plata. Salíamos en auto a buscarlos. Era toda una aventura salir de
noche en auto en busca de esos pedacitos de piedra que guardábamos en el baúl.
Hoy ya casi no quedan calles de adoquines. Son poco adherentes, dicen y la gente
se queja de que les arruina el auto. A no todo el mundo le gusta sacudirse, a mí me
gustaba.
Una vez que hubo los suficiente como para trazar una H (en profundidad) con ellos,
abandonamos nuestras salidas nocturnas, pero empezó una nueva etapa, la de
ver cómo con ellos se armaba, en medio del jardín, el lugar para la parrilla donde
aprendería a asar.
Mi viejo era un fanático del asado, le gustaba hacerlo los fines de semana, como
un momento para detener el ritmo laboral, para encontrarse con amigues, con la
familia, en un discurrir lento del tiempo, casi siempre acompañado también de
vino tinto. Fue él quien me enseñó de pequeñite a mantener el fuego prendido,
por cierto, es uno de los recuerdos más hermosos que guardo de él, el de hacer
bolitas con el diario de la ciudad (que ya no leo), el juntar ramitas para ponerlas de
forma tal que envuelvan al papel (como un tipi), primero las más finitas luego las
medianas.
Guillermina Mongan