El documento define la lengua como un sistema de signos compartidos por emisor y receptor que se combinan de manera sistemática. Define la habla como el uso individual y dinámico de los signos de la lengua en una circunstancia comunicativa. Explica que la lengua es un sistema porque sus signos (fonemas y grafemas) se relacionan de forma sistemática y la lengua incluye las normas para el uso de esos signos.