Este documento habla sobre la necesidad de redefinir la historia y la educación superior desde una perspectiva de buen vivir. Propone que vivimos nuestra historia a través de creencias limitantes en lugar de nuestro potencial y sueños. Para lograr el buen vivir, debemos cambiar esta perspectiva cíclica y vivir de manera proactiva como protagonistas de nuestra propia vida guiados por valores como la igualdad y realización personal.