El Concilio de Éfeso (431), declaró que la segunda persona de la Santísima Trinidad, consubstancial al Padre, ha asumido la naturaleza humana, de modo que la única persona en Cristo es esta persona divina. Así la Virgen es Madre de esta Persona divina, y por eso verdadera Madre de Dios (Theotókos)
El Concilio de Éfeso (431), declaró que la segunda persona de la Santísima Trinidad, consubstancial al Padre, ha asumido la naturaleza humana, de modo que la única persona en Cristo es esta persona divina. Así la Virgen es Madre de esta Persona divina, y por eso verdadera Madre de Dios (Theotókos)
La Asunción de la Virgen en cuerpo y alma al cielo, es una de las fiestas marianas más importantes y que la Iglesia celebra el 15 de agosto. Teológicamente pertenece a uno de los dogmas o verdades de fe definidos por la Iglesia; la Asunción es la ´´ultima verdad enseñada por la Iglesia al ser definida por el Papa Pío XII el 1 de noviembre de 1950.
Lumen Gentium 59:" La Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de culpa original, terminado el curso de la vida terrena, en el alma y cuerpo fue asunta a la gloria celestial y enaltecida por el Señor como REINA DEL Universo, para que se asemejara más plenamente a su Hijo, Señor de los que dominan, vencedor del pecado y de la muerte.
La Asunción de la Virgen en cuerpo y alma al cielo, es una de las fiestas marianas más importantes y que la Iglesia celebra el 15 de agosto. Teológicamente pertenece a uno de los dogmas o verdades de fe definidos por la Iglesia; la Asunción es la ´´ultima verdad enseñada por la Iglesia al ser definida por el Papa Pío XII el 1 de noviembre de 1950.
Lumen Gentium 59:" La Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de culpa original, terminado el curso de la vida terrena, en el alma y cuerpo fue asunta a la gloria celestial y enaltecida por el Señor como REINA DEL Universo, para que se asemejara más plenamente a su Hijo, Señor de los que dominan, vencedor del pecado y de la muerte.
María es la Madre de Jesús y por tanto es la Madre de Dios, porque Jesús es Dios, como ya veremos más adelante. María es la Reina del Universo, porque Jesús es el Rey del Universo, y la madre de todo rey es también reina. María intercede ante su hijo por nosotros, como lo hizo en las Bodas de Caná, y como también demostraremos, lo pueden hacer las personas santas que ya viven en presencia de Dios. María es modelo de los cristianos por sus virtudes. María es nuestra madre, pues como dice el libro del Apocalipsis, son hijos de la Mujer (Ap. 12), los que siguen los mandamientos de Dios. Si nosotros nos consideramos realmente cristianos y cumplidores de los mandatos del Señor, tenemos que aceptar que María es nuestra Madre, es la Madre de la Iglesia. Por otro lado, ya Jesús nos la dejó como Madre en la persona de su apóstol Juan, mientras agonizaba en la cruz, y así como aquél la recibió en su casa desde aquel día, nosotros también debemos recibirla en nuestras vidas si es que realmente nos llamamos cristianos. Todo verdadero cristiano tiene que amar y venerar a María, pues es la Madre de nuestro Salvador, la llena de gracia, la bienaventurada, llena del Espíritu Santo.
Ya desde el principio, Dios anuncia enemistad entre Satanás y entre la Mujer. María es la nueva Eva, así como Jesucristo es el nuevo Adán. Es una nueva creación:
Gn 3.15 ‘Haré que haya enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Ella te pisará la cabeza …’
María es la Madre de Dios, no porque se le haya ocurrido a la Iglesia Católica, como dicen muchos hermanos protestantes, sino porque la misma Palabra de Dios, el Espíritu Santo a través de los labios de Isabel, así lo proclama. Cuando la llama Madre de mi Señor, le está diciendo la Madre de mi Dios. Recordemos que Isabel era esposa de Zacarías, sacerdote de Dios y por lo tanto, no era ignorante sobre el sentido de sus palabras; además, lo dijo estando llena del Espíritu:
Lc 1.43,45 ‘¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor? ¡Dichosa tú por haber creído que se cumplirían las promesas del Señor!’.
Decir que María es solamente madre de la naturaleza humana de Jesús, como dicen los hermanos separados, es una completa herejía, puesto que Jesús es Dios-Hombre, es una persona con dos naturalezas indivisibles. Justamente en eso consiste el misterio de la Encarnación: en que Dios tomó la naturaleza humana, se hizo hombre. Una madre lo es de la persona y no de la naturaleza. Para aclarar el tema, veamos como ejemplo nuestra propia vida: nuestro espíritu no procede de nuestra madre, sino de Dios. No por eso se nos ocurriría la barbaridad de decir que nuestra mamá es sólo madre de nuestro cuerpo pero no de nuestro espíritu. Nuestra madre lo es de nuestra persona. Así igual, la naturaleza divina de Cristo no procede de María, pues Jesús es Dios increado, eterno; pero su humanidad si procede de ella, por eso es su hijo. Com
Material preparatorio para el IV CONGRESO MARIANO NACIONAL 2020, para el mes de DICIEMBRE 2019 que trata sobre el DOGMA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA, también acercamos aportes sobre la NOVENA A NUESTRA MADRE DEL VALLE, el INICIO DEL AÑO JUBILAR MARIANO, la CONSAGRACIÓN TOTAL A JESÚS POR MARÍA y actividades por la NAVIDAD
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Fuente: Emeric Amyot d'Inville, C.M. "Anunciar la Buena Nueva de la Salvación siguiendo las huellas de San Vicente", Vincentiana: Vol. 41: No. 4, Artículo 7.