La gerencia debe revisar periódicamente el Sistema de Gestión Ambiental para asegurar su conveniencia, adecuación y eficacia. La revisión debe incluir evaluaciones de oportunidades de mejora, auditorías internas, quejas de clientes, desempeño ambiental y cumplimiento de objetivos. Los resultados de la revisión deben documentarse e incluir decisiones sobre cambios a la política ambiental u otros elementos del sistema.