La Primera Guerra Mundial tuvo un impacto directo en la educación física y los deportes en Estados Unidos, ya que llevó a un enfoque en el acondicionamiento físico de los militares y reveló bajos niveles de aptitud física. Se creó una comisión para incorporar ejercicios efectivos en los campos de entrenamiento militar y se nombraron varios líderes para supervisar los programas de acondicionamiento físico y atléticos de la marina y el ejército.