Teresa de Ávila nació en Ávila hace 500 años. Ella dedicó su vida a Jesús y se hizo monja para seguirlo de cerca como lo hicieron sus mejores amigos. Teresa pasaba horas hablando con Jesús en oración y su amistad con él creció tanto que Jesús le dijo que todo lo suyo era de ella y todo lo de ella era de él. Teresa nos enseña que debemos buscar, escuchar y seguir a Jesús como nuestro mejor amigo.