1. 1.1 Educación permanente
“La educación permanente, principio organizador de toda educación, implica un sistema
completo, coherente e integrado, que ofrece los medios necesarios para responder a las
aspiraciones de orden educativo y cultural de cada individuo de acuerdo con sus
capacidades; que permite a cada uno el desarrollo de su personalidad durante toda su vida,
por medio de su trabajo y de sus actividades de recreación, y que tiene en cuenta las
responsabilidades de todo individuo como miembro de una sociedad.”1
La educación permanente tiene como característica principal, que el aprendizaje es
continuo, y rompe con las exigencias de tiempo, de espacio, además que las cuestiones de
edad no están contempladas como factor determinante en el proceso de aprendizaje, pero
sobre todo, se encuentra la aportación y la autonomía de los que participan en este tipo de
educación.
Esto nos lleva a comprender que la educación permanente es un proceso continuo; pues si
se toma en cuenta que el conocimiento se genera a velocidades vertiginosas, y la educación
formal termina en un lapso de tiempo, habría un desfase en el cual se puede perder la
funcionalidad de los conocimientos adquiridos, es decir, lo que está vigente en estos
momentos, mañana no tendrá la misma validez.
Esto remite a que los procesos educativos están presentes en todo momento, y que de
acuerdo a las exigencias personales, académicas, laborales, etc., la adquisición del
conocimiento proseguirá a lo largo de toda la vida.
En la educación permanente encontramos tres subsistemas que están constituidos por un
subsistema informal, subsistema formal, subsistema mixto laboral.