El documento resume el periodo de la República Liberal en Chile entre 1860-1891, caracterizado por una serie de reformas constitucionales y leyes que buscaban liberalizar la sociedad y las instituciones, así como secularizar el Estado. Los gobiernos liberales redujeron el poder del Presidente, fortalecieron el Congreso y los derechos individuales, e implementaron leyes laicas que disminuyeron la influencia de la Iglesia Católica y generaron conflicto entre el Estado y la Iglesia.