Durante el periodo de 1861-1891, Chile experimentó un ciclo político liberal caracterizado por tres cambios claves: 1) el gobierno pasó a manos del partido liberal en lugar de los conservadores, trayendo mayor equilibrio entre los poderes ejecutivo y legislativo; 2) los liberales impulsaron reformas a la constitución de 1833 y la elaboración de leyes laicas para disminuir el poder ejecutivo y ampliar los derechos individuales; 3) se dio un proceso de expansión territorial nacional.