Este documento describe la importancia de tener pensamientos correctos y espirituales. Explica que nuestros pensamientos determinan nuestras acciones y destino, y que debemos someter nuestra mente carnal al Espíritu para llevar una vida cristiana exitosa. También enfatiza la necesidad de pedir ayuda al Espíritu Santo y pasar tiempo con el Señor para mantener una vida espiritual victoriosa.