El documento describe las características clave de la Segunda Revolución Industrial, incluyendo el uso de nuevas fuentes de energía como el petróleo y la electricidad, el desarrollo de nuevos sectores industriales como la industria química y alimentaria, nuevas formas de organización del trabajo como el taylorismo y el fordismo, y la formación de un mercado globalizado impulsado por el imperialismo de las potencias industriales.