Este documento describe una oración que celebra la fiesta de la Niña María y reflexiona sobre las vidas de María de Nazaret y Juana de Lestonnac. Los participantes comparten cómo pueden contribuir a construir la historia y extender el Reino de Dios, uniendo simbólicamente sus vidas a través de trozos de lana de colores.

1. ¡COLOCA TU ESLABÓN!
Introducción
Esta tarde nuestra oración tendrá como protagonistas a dos mujeres: María de Nazaret y Juana de
Lestonnac. Con ellas, de su mano vamos a hacer “una pausa” en nuestras vidas. Podemos hacer silencio
dentro de cada uno, de cada una y escuchar que nos dice nuestro corazón hoy… (Un hoy personal-
amistad, pareja, trabajo, estudios…- social…convulso y marcado por los atentados en Europa, por la
cantidad de personas desplazas por las guerras…) (dejamos unos minutos de silencio con música
relajante).
Queremos, en este marco, celebrar la fiesta de la Niña María y es por ello que vamos a leer un extracto
de la carta que Rita Calvo, Superiora General de la Compañía, nos ha enviado a las religiosas, laicos y
jóvenes con motivo de la fiesta: (seguimos en clima de oración…el que quiera puede continuar con los
ojos cerrados…)
“Rememorarla fiestade la Niña María,tan anclada en la tradición de la Compañía, nos remite
a María de Nazaret y a Juana de Lestonnac. Releer lo que la Historia de la Orden cuenta sobre
su origen, nos da claves para situarnos en la vida y ante los acontecimientos que esta trae
consigo.
Juana deLestonnachabía elegido esa fecha para la celebración de sus votos solemnes y los de
susprimerascompañeras…no fueposible.La actitud de nuestra fundadora,ante esta situación
adversa, fue de firmeza, perseverancia y sobre todo de confianza en Dios.
La firmeza y el tesón, son una constanteen la trayectoria de Juana de Lestonnac. Una firmeza
quepoco tiene que ver con testarudez o con defender y cerrarse en lo suyo, sino con principios
y convicciones hondas, bien arraigadas, que no cualquier viento puede arrancar.
La firmeza suele ir unida a la perseverancia.La persona perseverante busca alcanzar objetivos
positivos relacionados con la creación o aportación de algo nuevo. Juana de Lestonnac sabía
queel Proyecto queDios había iniciado a través deella aportaba algo diferentequeredundaba
en favor de la sociedad y de la Iglesia.

2. Celebrar la Niña María sigue siendo hoy para todasy todoslos que, de algún modo, formamos
parte de su Compañía, una manera de sentirnos vinculados a estas dos mujeres, referentes y
compañeras.Essabernosenraizadosen una historia queentre todos,con la aportación decada
uno, se sigue construyendo cada día. Celebrar la Niña María es también afirmar el valor de la
educación humanistacristiana y dartestimonio de una feque noscomprometea colaborar con
Dios para que crezca su Reino.” (Cf. Carta 21 de noviembre de 2015 de Rita Calvo Sanz, Superiora
General)
Escuchamos: “Escucha” (Alégrate. Ain Karem)
Texto evangélico: Lc.1,48-53
Dinámica
María dijo, ¡cuenta conmigo!, a la propuesta de Dios. Juana de Lestonnac respondió “tendiendo la
mano”. Ambas mujeres, escucharon y aceptaron el reto de empezar algo nuevo, quisieron responder,
caminar, amar…
En el suelo, veis trozos de lana de diferentes colores. Os
invitamos a acercarnos y tomar uno…lo miramos, tocamos,
olemos…Es el eslabón que nos toca colocar a cado/a uno/a en
este hoy para seguir construyendo historia.
En la carta del Equipo General hemos leído que “Juana de Lestonnac sabía que el Proyecto que Dios
había iniciado a través de ella aportaba algo diferente que redundaba en favor de la sociedad y de la
Iglesia”, reflexiona unos minutos y pregúntate, ¿qué estoy llamado/a a aportar en este hoy de la
historia? ¿Qué estoy dando?...
Después (comparte con la persona de tu derecha brevemente tu reflexión) une tu trocito de lana con
esa persona…así todos…con María y Juana de Lestonnac nos seguimos comprometiendo a colaborar
con Dios para que crezca su Reino.

3. (una vez unidas todas la lanas de color… ¡sin cerrar la cadena! Se coloca en el altar de la capilla a modo
de ofrenda)
(volvemos al silencio oracional…música relajante…)
Oración final:
(se entrega a cada joven la carta de la Superiora General)