Las fracturas generalmente presentan dolor agudo en la zona lesionada que empeora con la presión, hinchazón, calor y enrojecimiento. Pueden causar incapacidad funcional o limitación de movimiento, deformidad, crepitación o ruidos anormales. Ante la sospecha de fractura se debe inmovilizar la zona lesionada y buscar posibles síntomas generales como taquicardia o palidez, trasladando al paciente a un centro médico.