El cuento trata de un pajarillo de piedra que no podía volar y vivía en un bosque. Cuando el bosque se quemó en un incendio, el pajarillo no se quemó por ser de piedra pero se puso a llorar por el bosque destruido. Lloró tanto que se convirtió en un charco de agua y luego en una nube, para desde entonces apagar los incendios forestales con su agua de lluvia.