1. Cuando estoy con estos pensamientos feos escucho a un compañero que ya había
peleado en la época de la Violencia:
- Con cuatro escopetas de éstas uno se atrinchera en un camino y con un escopetazo
“quiebra” a los primeros soldados que pasen y les arrebata el fusil y no tiene que enfrentarse a
todos, sino a los dos primeros, y los agarra cansados en una loma... Y así va uno recuperando
armas.
Comencé a alegrarme. Bueno –pensaba- somos diecisiete y un guía guerrillero, nos le
amontonamos a la primera patrulla que pase y le quitamos las armas, ¡y ahí vamos! Sí, comencé
a alegrarme al ver que había con nosotros guerrilleros de la Violencia. Un Hernán Moreno
Sánchez, capitán de la guerrilla que había alcanzado a comandar 350 hombres y que había
tenido por jefe a Rafael Rangel, el célebre Rangel... También había un Domingo Leal, que ya
había prestado el servicio militar:
-Vean, esos soldados son obligados; y cuando uno agarra a plomo a esa gente, ¡salen en
carrera!
Yo veía mucho compañerismo, veía a aquellos que tenían más experiencia y pensaba:
Éstos saben, aquí van los duros, a ver qué van a enseñarme... Hasta ahí me habían enseñado
mi papá mi mamá, el maestro y la maestra... ahora iban a enseñarme los jefes guerrilleros, los
guerrilleros de la Violencia, que eran hombres ya mayores, que sabían. Aquellos hombres veían
que la Violencia había sido su riesgo y su ardor, pero que no había salido nada de ahí y ahora
descubrían por cómo habría de ser: por la violencia revolucionaria.
2. Capítulo 5
SE HACE CAMINO AL ANDAR
Relaciones en el plano urbano
Los miembros de la Brigada José Antonio Galán desarrollaron una serie de actividades,
entre las cuales es necesario e importante resaltar la actividad tendiente a formar una red para
buscar relaciones que inicialmente garantizaran una mejor operatividad.
En 1963 regresa Fabio Vásquez Castaño del exterior y trae una carta de recomendación
de Víctor Medina Morón, también miembro de la JUCO, para Heliodoro Ochoa con el fin de
impulsar todo un proyecto político – militar por medio de los contactos campesinos de regiones
como Los Aljibes, La Yarima, San Vicente de Chucurí, que éste tenía a raíz de su trabajo con la
JUCO y algunos contactos en Bucaramanga.
A su regreso Víctor Medina Morón retoma las relaciones políticas en Bucaramanga,
Barrancabermeja, San Vicente de Chucurí, fortaleciendo el embrión organizativo. En su
condición de ex universitario establece contactos con los activistas más destacados de la
Universidad Industrial de Santander. En esos momentos eran Iván Calderón, Homero Sobrino,
Jaime Arenas y otros. Al finalizar 1964 se contaba con una red urbana, no muy numerosa, pero
ya consolidada.
3. Heliodoro Ochoa, quien fue miembro activo de la JUCO, contacta campesinos de la región,
en especial al reservista y ex guerrillero liberal José Ayala, orientando el trabajo hacia objetivos
más claros de la lucha de clases.
Heliodoro Ochoa había hecho contacto en San Vicente de Chucurí con José
Ayala, campesino de la zona de Los Aljibes, antiguo militante de la Juventud
Comunista, organización en la cual lo había conocido. Ayala tenía buena
ascendencia sobre los campesinos del área, conocía el terreno, poseía un valor
personal y una agilidad poco común, una gran malicia y una inteligencia despierta,
aunque su formación académica era deficiente. Había prestado el servicio militar, y
por algunas acciones suyas se encontraba huyendo de las autoridades. En esas
circunstancias, José Ayala reunió un grupo de nueve campesinos con los cuales
estaba preparando las condiciones para operar como un grupo guerrillero. Estando
entregado a esta actividad fue contactado por Heliodoro Ochoa, quien una vez que
Fabio Vásquez regresó al país, los relacionó.
Así se inició una serie de conversaciones entre ellos y el grupo formado por Ayala,
llegando a acuerdos que condujeron a la incorporación del grupo al naciente Ejército
de Liberación Nacional. Con ese núcleo se continuó reconociendo la zona,
estableciendo contactos y conversando con diferentes campesinos y creando las
condiciones para la ulterior formación de un foco guerrillero. Desde ese momento
4. Fabio Vásquez se integró al grupo, poniéndose a la cabeza de él, por razones de su
mayor capacidad y de que ofrecía la perspectiva de una organización de mayor
envergadura, con apoyo político y logístico en varias ciudades, e incluso en el
exterior.
Mientras Fabio Vásquez y Heriberto Espitia desarrollaban el trabajo rural, Víctor
Medina Morón y Ricardo Lara Parada continuaban la formación de las unidades
urbanas en la ciudad, especialmente en cuanto a los aspectos militares. Debido a
la necesidad de realizar un trabajo político importante se dedicó especial atención a
las actividades en la Universidad Industrial de Santander y en algunos sindicatos
de Bucaramanga.7
En Bucaramanga estaban Víctor Medina Morón y Heliodoro Ochoa; en
Barrancabermeja estaban Carlos Uribe Gaviria y Ricardo Lara Parada; en San
Vicente de Chucurí estaba ya colaborando Claudio León Mantilla; en Bogotá
estaban Manuel Vásquez Castaño y José Manuel Martínez Quiroz. O sea, se
agrupan núcleos en cinco ciudades y la columna fundamental se concentra en el
campo. Se juntó así la experiencia de jóvenes comunistas, jóvenes revolucionarios
del MRL, del movimiento estudiantil de militancia independiente, de guerrilleros de
la época de la violencia y la guerrilla liberal.8
Manuel Vásquez Castaño, el hermano de Fabio, estudió derecho en la Universidad
Libre y fue miembro de la JUCO, dirigente de la JMRL y secretario general de la
5. Federación Mundial de Juventudes Democráticas, con sede en Budapest, Hungría.
Trabajó en la Organización Internacional de Estudiantes, con sede en Praga,
Checoslovaquia. Se incorporó a la guerrilla rural en julio de 1965 y se convirtió en uno de
los principales dirigentes guerrilleros del ELN; cayó en Anorí en octubre de 1973.
El comandante en jefe Manuel Vásquez Castaño es recordado como uno de los
hombres de mayor formación política y cultural. Estudioso del marxismo, toda su vida
estuvo dedicada a vivirlo y aplicarlo en las condiciones concretas de nuestra patria.
Conocedor como el que más de la idiosincrasia latinoamericana, se esforzó por capacitar a
las nuevas generaciones de elenos en los conocimientos científicos, y como aporte teórico
y material fue fundador del periódico Simacota, órgano de expresión política del ELN, cuyo
papel ha sido vital en los momentos de mayor incertidumbre política. Con su orientación se
produjeron once números, que hoy constituyen una importante herramienta de instrucción
política y material de referencia, obligado para entender las dinámicas propias de aquellos
días.
De los siete integrantes de la Brigada José Antonio Galán que regresa a iniciar los
preparativos para crear un foco guerrillero, tres –Fabio, Rovira y Espitia- vienen con la
tarea de explorar la región campesina más favorable para sus actividades revolucionarias.
Escogen la región Cerro de los Andes, en jurisdicción municipal de San Vicente de
Chucurí, Santander, entre los corregimientos de El Carmen y La Yarima.
6. San Vicente de Chucurí fue precisamente uno de los puntos fuertes de los
insurrectos de 1928 y uno de los más importantes sitios para la actividad guerrillera entre
1948 y 1953. La región escogida como centro inicial de la columna guerrillera equidista de
San Vicente y de Barrancabermeja, otro de los baluartes de amplia tradición en la lucha de
clases y de gran importancia económica por la producción petrolera que llevan a cabo
empresas extranjeras, sobre todo gringas, lo que hace surgir en el pueblo, y
particularmente en los obreros, un odio antiimperialista y antioligárquico.
Los encargados de conocer la futura zona guerrillera palpan estas realidades
económicas, sociales, y políticas; analizan la situación favorable en el terreno militar y la
seguridad. Los preparativos se desarrollan en estricta clandestinidad.
Relaciones políticas y de amistad facilitaron y fueron el canal para la llegada de los
exploradores a la región, simulando ser familiares o amigos de los campesinos que
comenzaron a apoyar el proyecto guerrillero. Se hizo una serie de recorridos y reuniones
secretas con los de confianza, en las cuales se clarificaba que la lucha era contra el
imperialismo y la oligarquía, deponiendo los odios absurdos entre el pueblo liberal y el
pueblo conservador, para buscar una transformación política y económica mediante una
guerra larga y difícil que desembocaría en la toma del poder por el pueblo y para el pueblo.
La respuesta no se hizo esperar, y en unos pocos meses se escogieron quince
campesinos de la región que harían parte, junto con tres miembros de la Brigada José
Antonio Galán, de la primera columna guerrillera.
7. La disponibilidad de los compañeros campesinos fue muy amplia; se sabe que a la
llegada de Fabio y de Rovira había un grupo de compañeros que al mando de José Ayala
estaban preparando el ataque a un puesto militar como reacción contra la represión del
Ejército porque no querían abandonar sus tierras, ubicadas sobre un manto de petróleo,
aunada a la presión que ejercía la compañía. Desistieron de su empeño y se entregaron a
las tareas de preparación de las condiciones políticas y militares para la conformación de
la columna.
También fue dándose forma a lo que serían las primeras redes de apoyo al grupo
inicial, ligando así las primeras relaciones con el embrión que venía conformándose en el
campo.
El marco de referencia anterior conforma el contexto general y particular en el cual
actuaba aquel grupo de hombres que conjugaba una expresión auténticamente popular y
que sintetizaba una larga trayectoria de lucha de más de 400 años, en los cuales el pueblo
colombiano escribió hermosas páginas de lucha contra el invasor extranjero, de ansias de
libertad, de fe inquebrantable, de victoria y de una valentía templada en el combate.
8. Capítulo 6
JULIO 4 DE 1964:
PRIMERA MARCHA HACIA LA LIBERTAD
Un día 4 de julio empezó
una marcha allá en Santander,
la guerrilla que allí se formó
combatientes eran dieciséis
Así dice una hermosa canción cantada desde las entrañas de las gentes campesinas de
Simacota y San Vicente de Chucurí, pueblitos enclavados en una de las estribaciones de la
cordillera Oriental de nuestro país, donde las montañas en las mañanas salen a besarse con el
cielo y en las noches se dejan preñar con un solo abrazo de la luna. De esos amores nacieron
los primeros guerrilleros elenos fecundados en la libertad del Sol y crecidos al calor del machete,
el azadón y el arado. A ellos en lugar de tierra les daban palo y plomo, en lugar de vida, les
cortaban las cabezas, y, por si acaso, también les cercenaban los órganos genitales para que
jamás reprodujeran hijos de amores prohibidos entre las montañas, el cielo y la Luna. Y si las
montañas, la tierra, el Sol, la Luna, los ríos, se resumían en la palabra patria, ¿por qué putas la
patria la habían hurtado unos pocos?
9. - La patria –dijo algún campesino inspirado- que la gobiernen las putas porque sus hijos no
pudieron.
Y para no tener que acudir a las putas entonces acudieron a las armas, para marchar
hacia los senderos de la igualdad y la justicia, teniendo la seguridad de que esas armas, sin
importar en aquel momento su calidad ni su cantidad, alcanzarían la victoria y cubrirían de gloria
a la patria, ese pedazo de amores prohibidos. “Si no hay patria para todos, no hay patria para
nadie”, consigna libertaria con la que se encendió el corazón y la razón de aquellos dieciséis
valientes que, con paso de vencedores, marcharon seguros tras un sueño posible.
“Era día de mercado y podíamos ver a la gente que iba a la carnicería, a la tienda, a
comprar la harina, el arroz, la sal, la manteca, la carne... Y había juego de bolos y tejo, y se
tomaban sus cervezas. Y nosotros allí ahí, callados, ya clandestinos”.
Así empezó nuestra primera marcha guerrillera. Ese día 4 de julio de 1964 empezó a
existir el ELN. Cuando se hizo de día me desconsoló un poquito ver las armas que llevábamos.
Yo había visto las armas del Ejército y de la policía, ¡y nosotros aquel desastre! Ave María, ¿y
nosotros con qué vamos a pelear? Me parecía que la lucha sería muy tenaz con ese
armamento. Eran unas escopeticas de un solo cartucho, como las que tenía mi papá en casa.
Allí vi también el revólver de mi papá, que se lo había prestado a un muchacho. Era un revólver
viejo que él había arreglado cuando fue herrero y le había puesto un muelle y había que
dispararlo a dos manos.