Este documento describe el trabajo de Camilo Torres para establecer el Frente Unido del Pueblo en Colombia como una organización revolucionaria que uniera a las masas populares. Camilo publicó una "Plataforma para un Movimiento de Unidad Popular" que atrajo amplio apoyo de trabajadores, intelectuales y sectores populares. Utilizó esta plataforma para organizar al pueblo bajo el Frente Unido, con el objetivo de lograr la unidad de las clases populares y conducirlas al triunfo revolucionario. El documento detalla la vis
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1. eterno enamorado de las negritudes chocoanas, sacerdotes progresistas y predicadores del
evangelio, como René García y Vicente Mejía.
Aunque tan amplia participación obedecía a la pluralidad de criterios del Frente Unido, allí
comenzaron a incubarse los gérmenes de las divisiones posteriores que atrasaron el desarrollo y
generaron confusión y frustración. Quienes primero le dijeron adiós fue la Democracia Cristiana
al negarles Camilo el Frente Unido como instrumento electoral. También se fueron el MOEC, el
FUAR y el PCC por razones idénticas.
Recuérdese que ya desde aquellos días la izquierda colombiana, en ese infantilismo que la
ha caracterizado, poseías –y posee- una inmensa capacidad de desmoronamiento y división y
de predominancia de determinadas concepciones políticas, inclusive de problemáticas ajenas a
nuestra nacionalidad.
Preocupado como el que más por la Unidad del Frente Unido, en su discurso de mayo de
1965 en la Universidad Nacional de Colombia, Camilo dice:
Agradezco profundamente el homenaje que me ofrece hoy la Federación
Universitaria Nacional, FUN y deseo que la profunda emoción que me produce esta
manifestación inmerecida a mi persona, digo inmerecida no por falsa humildad sino
por un sincero reconocimiento de mis limitaciones, que esta emoción no impida dar
un alcance teórico y científico a este homenaje que se hace hoy extensivo a Jorge
Enrique Useche, nuestro compañero desaparecido.
2. seriamente las estructuras de poder y opresión sobre nuestro pueblo. Al calor de compartir más
directamente con obreros, campesinos y otros sectores marginados, va surgiendo en Camilo un
conjunto de soluciones nacionales. En conjunción con un grupo de intelectuales colaboradores
redacta una plataforma de acción (en ese momento el Ejército lanza la llamada “Operación
Marquetalia” contra el movimiento campesino que dio origen a las FARC). Esta plataforma sería
leída por Camilo luego en Medellín y conocida como “Plataforma Camilista”, que comienza a
circular profusamente.
Camilo, el sacerdote, busca vivir lo genuino del cristianismo y el mensaje liberador del
evangelio y se pone de parte de los oprimidos contra los opresores. Entiende su sacerdocio
como la lucha por la realización de su amor al prójimo. Las palabras de San Pablo son sentencia
para él: “El que ama a su prójimo cumple con su ley”. Momentos muy amargos vive Camilo
cuando comprueba que para la inmensa mayoría de los ministros de su religión,
fundamentalmente para las altas jerarquías de la Iglesia, amar al prójimo tenía un significado
muy distinto, era amar a los de arriba y aplaudir e incrementar la esclavitud y la explotación de
las mayorías, como se lo demostraron los jerarcas católicos del país cuando su acción cristiana
entró en franco conflicto con los intereses de la burguesía.
En una carta dirigida al Cardenal, Camilo anotaba:
Cuando opté por el puesto clerical lo hice pensando principalmente en que en
esa forma serviría mejor a la Iglesia y a los colombianos.
3. Después de más de diez años de ministerio sacerdotal me doy cuenta de que,
en las circunstancias particulares de la Iglesia de Colombia y mías propias, puedo
lograr esos objetivos más eficazmente como laico. Es más, creo que las
circunstancias a que me refiero me obligan a tomar posiciones en el terreno personal
que no puedo rehuir sin lesionar mi fidelidad a Cristo, a la Iglesia, a Colombia.
Ya Camilo se había alineado al lado de la lucha universal de los explotados contra los
explotadores. Quería mantener ese compromiso dentro de los moldes cristianos:
Yo opté por el cristianismo por considerar que en él encontraba la forma pura
de servir a mi prójimo. Fui elegido por Cristo para ser sacerdote enteramente
motivado por el deseo de entregarme de tiempo completo al amor de mis
semejantes. Como sociólogo he querido que ese amor se vuelva eficaz mediante la
técnica y la ciencia. Al analizar la sociedad colombiana me he dado cuenta de la
necesidad de una revolución para dar de comer al hambriento, vestir al desnudo y
realizar el bienestar de las mayorías de nuestro pueblo.
Estimo que la lucha revolucionaria es una lucha cristiana y sacerdotal.
Solamente por ella, en las circunstancias concretas de nuestra patria, podemos
realizar el amor que los hombres deben tener a sus prójimos.
Con sus estudios de sociología Camilo buscaba pertrecharse mejor para realizar su amor
al prójimo y una mejor oportunidad de profundizar en el conocimiento de la miseria, los
sufrimientos, las necesidades y las aspiraciones de su pueblo.
4. Los años dedicados a la cátedra universitaria y a las investigaciones sociológicas en
Colombia radicalizan más el pensamiento de Camilo. Las jerarquías eclesiásticas se
escandalizan de la prédica de Camilo y consideran que ella es “una peligrosa marcha hacia la
lucha por la transformación social en Colombia”.
Y no es para menos, en esa lucha están en juego los altos intereses de la clase que la
Iglesia ha sostenido y defendido a lo largo de la historia del país. Por tanto, los religiosos
superiores de Camilo no podían estar de acuerdo con lo que el sacerdote y sociólogo consideró
siempre el verdadero cristianismo.
Si la beneficencia, la limosna, las pocas escuelas gratuitas, los pocos planes de
vivienda, lo que se ha llamado “caridad”, no alcanza a dar de comer a la mayoría de
los hambrientos, ni a vestir a la mayoría de los desnudos, ni ha enseñar a la mayoría
de los que no saben, tenemos que buscar medios eficaces para el bienestar de las
mayorías. Esos medios no van a buscarlos las minorías privilegiadas que tienen el
poder, porque generalmente esos medios eficaces obligan a las minorías a sacrificar
sus privilegios... Es necesario entonces quitarles el poder a las minorías privilegiadas
para dárselo a las mayorías pobres... La revolución es la forma de lograr un gobierno
que... cumpla con las obras de caridad, de amor al prójimo, no sólo en forma
ocasional y transitoria, no solamente para unos pocos, sino para la mayoría de
nuestros pueblos prójimos. Por eso la revolución no sólo es permitida, sino
5. obligatoria para los cristianos que vean en ella la única manera eficaz y amplia de
realizar el amor para todos.
Esas ideas asustaron a los obispos, no porque fuesen nuevas o raras, sino porque
predicadas y llevadas a la práctica significan el desmoronamiento del poder de las castas
privilegiadas de las que ellos mismo forman parte importante.
Pero, a la vez que es reprimido por sus superiores religiosos, Camilo es más querido por
los humildes y los explotados que lo miran cada día más como una esperanza de redención.
En junio de 1965 Camilo estaba profundamente convencido de la proximidad de la
revolución en Colombia. El 3 de julio de 1965 pronunció un discurso en la Universidad Nacional,
manifestando:
Ante la represión iremos hasta la muerte por la revolución colombiana... lo que me
hace sacerdote es la revolución social, que es la esencia del cristianismo. Me hace
sacerdote el hacer que mis hermanos se amen en forma eficaz y verdadera.
Nosotros estamos con la revolución, y contra los antirrevolucionarios tenemos la
verdad, la moral, la justicia. Somos el pueblo, vamos adelante por la revolución
colombiana.
Efectivamente, la revolución es inevitable y, a mi juicio ocurrirá antes de cinco o
siete años... No se trata de una profecía, sino de un simple cálculo. Porque me
parece que las condiciones que producen un cambio revolucionario están en partes
6. completas y las que faltan ya están en gestación, creo que madurarán en un lapso
aproximado de cinco a siete años.13
Para Camilo las condiciones existentes para el cambio revolucionario se sintetizaban así:
• Descontento no sólo con el Frente Nacional, sino con el sistema.
• Reacción contra el Frente Nacional considerándolo como un partido de clase y
proceso de formación de una clase popular.
• Solidaridad del movimiento estudiantil, solidaridad de los grupos a escala local.
Su compromiso político realza una obligada síntesis entre el investigador, el científico, el
sacerdote, el revolucionario, no como una dicotomía, sino como el resultado de una visión
múltiple y plural de la sociedad colombiana y de su dimensión profundamente humana y social.
Soy revolucionario como colombiano, como sociólogo, como cristiano y como
sacerdote.
Como colombiano, porque no puedo ser ajeno a las luchas de mi pueblo.
Como sociólogo, porque gracias al conocimiento científico que tengo de la
realidad he llegado al conocimiento de que las soluciones técnicas y eficaces no se
logran sin una revolución.
Como cristiano, porque la esencia del cristianismo es el amor al prójimo y
solamente con la revolución puede lograrse el bien de la mayoría.
7. Como sacerdote, porque la entrega al prójimo que exige la revolución es un
requisito de caridad fraterna, indispensable para realizar el sacrificio de la misa, que
no es una ofrenda individual, sino de todo el pueblo de Dios por intermedio de
Cristo.14
Esta síntesis de hombre puro y generoso que recorre los caminos del compromiso
revolucionario desde una visión y práctica integrales y universales, que une el humanismo a la
ciencia, la razón a la técnica, la práctica a la teoría, la verdad al amor, la historia al pueblo, es la
que va desbordando los cauces del poder omnipotente que hace los desesperados esfuerzo por
diluirlo, obstruirlo, relegarlo al olvido o tratar de demostrarlo como un “loquito sin causa”. El
humorista Klim (Lucas Caballero Calderón) llama a Camilo “su ex reverencia Camilo Torres”.
En su rebelión contra estos sepultureros a sueldo, Camilo va dimensionando la historia
social y política del país para proponer alternativas ciertas de revolución, proponiendo la
construcción de una organización revolucionaria que condujera a las masas, a la clase popular –
como él en su plena sabiduría las llamó-, al triunfo revolucionario.
Nace, con su ideario y su dirección, el Frente Unido.
8. Capítulo 11
EL FRENTE UNIDO
Simultáneamente con la aparición de la declaración programática del ELN (febrero de
1965), Camilo Torres Restrepo hace pública su “Plataforma para un Movimiento de Unidad
Popular”, conocida luego como “Plataforma del Frente Unido”.
Su vida política y revolucionaria nace ligada al contexto histórico y social en que surge el
ELN y esto explica las profundas coincidencias entre el ELN y Camilo, entre la declaración
programática del ELN y la “Plataforma del Frente Unido”. No fue la casualidad ni el azar lo que
más adelante llevó a Camilo a las filas elenas. En efecto el 17 de marzo de 1965 sale a la luz
pública la “Plataforma para un Movimiento de Unidad Popular”.
Esta convocatoria concita el más amplio respaldo de trabajadores, sectores populares,
cristianos, intelectuales, quienes la distribuyen profusamente. El pueblo le responde de manera
multitudinaria y es invitado a infinidad de organizaciones populares, de obreros, sindicatos,
cooperativas, a exponer su plataforma, a dictar conferencias, a difundir sus tesis.
Hice una plataforma muy elemental, muy rudimentaria, sin mucho valor técnico,
que tiene sólo el valor de ser un instrumento de discusión, un documento de trabajo
y un instrumento de unión de la clase popular.15
9. Camilo, ya reconocido como líder natural y con una amplia convocatoria nacional, decide
pasar de la proclama a la organización popular y enfoca la plataforma como la propuesta
alternativa del Frente Unido del Pueblo.
Camilo llenó de pueblo al Frente Unido con arraigo y convocatoria tan fuertes como nunca
antes había sucedido en la historia del movimiento democrático colombiano.
Su persistencia en la unidad, en la amplitud, expresada en “tomemos lo que nos une y
dejemos lo que nos separa”, preconizaba convencido de que ante la revolución las diferencias
no cuestionan la unidad por estar la obra del pueblo por encima de credos filosóficos, partidos
políticos o intereses de grupos o personas. Como el profeta, predicaba para los pobres, al
margen de dogmas y sectarismos de toda naturaleza, de falsas posturas seudo revolucionarias.
Entendió como nadie nuestra Colombia multiforme, negra, mestiza, mulata, india, y la recorrió
por todos los rincones llamando a la unidad de la clase popular, dialogando con todas las gentes
del país, animándolos, reuniéndolos, en solidaridad y en lucha, trabajando por un mundo nuevo.
Su discurso era diáfano, objetivo, veraz, honrado, comprensible para las gentes humildes
que lo querían y lo veían como uno de ellos.
El Frente Unido del Pueblo crecía como la espuma, y la figura de Camilo se agigantaba en
trabajo permanente; en este crecer se le suman la Democracia Cristiana, el MOEC, algunos
rescoldos de las JMRL, el ELN, el FUAR, el PCC, guerrilleros amnistiados, como Eduardo
Franco Isaza, obispos rebeldes amantes de la justicia, como Monseñor Gerardo Valencia Cano,