El iPhone tuvo éxito al combinar las funciones de un teléfono celular, un reproductor de música iPod y acceso a Internet en un solo dispositivo. Se diferenció de la competencia por su diseño sencillo y su interfaz táctil Multi-Touch, que permitía controlar el dispositivo solo con los dedos. El iPhone brindó un valor agregado a los usuarios al permitirles navegar por Internet y enviar correos electrónicos con imágenes desde un pequeño dispositivo, como si estuvieran usando una computadora portátil.