2. CENTRARSE EN SER LÓGICO.
Ser lógico es conveniente al
momento de evaluar la
pertinencia y valor de las ideas,
pero centrar demasiado esfuerzo
en ser lógico en las fases
tempranas de la creatividad
desalienta los procesos
intuitivos necesarios para la
búsqueda de soluciones.
3. SEGUIR CIEGAMENTE LAS REGLAS
Muchas veces la creatividad
supone romper con las
reglas existentes para que
podamos encontrar nuevas
formas de hacer las cosas.
4. SER CONSTANTEMENTE PRÁCTICO.
suspender la practicidad por un
tiempo, libera la mente para
pensar soluciones creativas que,
de otro modo, difícilmente
podrían surgir.
5. VER EL JUEGO COMO FRÍVOLO.
El juego nos da la oportunidad
de reinventar la realidad y
reformular los caminos
establecidos para hacer las
cosas.
6. SER EXCESIVAMENTE ESPECIALIZADO.
Si bien esto es importante
para individuos, lo es más
para equipos. Definir un
problema desde solo un área
de especialidad limita la
capacidad de ver cómo podría
estar relacionado con otras
áreas.
7. EVITAR LA AMBIGÜEDAD.
La ambigüedad nos anima a “pensar
diferente sobre algo”. Las
situaciones ambiguas nos obligan a
ensanchar la mente más allá de sus
límites normales y pasar a
considerar las opciones creativas
que de otro modo podrían pasar
por alto.
8. TEMOR DE HACER EL RIDÍCULO.
En el pensamiento
creativo no hay lugar
para la conformidad.
Las nuevas ideas rara
vez se nace en un
entorno conformista.
La gente tiende a la
9. TEMOR A LOS ERRORES Y
EL FRACASO.
Intentar algo nuevo a
menudo conduce al fracaso,
sin embargo, el fracaso no
debe ser visto como un fin,
sino más bien como el
descubrimiento de lo que no
funciona.
10. CONVENCIDO DE QUE “YO NO SOY
CREATIVO”.
Quien cree que no es creativo,
es probable que se comporte
de la misma manera, con lo
que la creencia se hace
realidad. Todo el mundo tiene
el potencial de ser creativo,
sin embargo, hay que
aprovechar ese potencial de
primera.